Add parallel Print Page Options

25 ¡Que se alegren tu padre y tu madre!
    ¡Que se regocije la que te dio la vida!

17

26 Dame, hijo mío, tu corazón
    y no pierdas de vista mis caminos.
27 Porque fosa profunda es la prostituta,
    y estrecho pozo, la mujer ajena.

Read full chapter