22 Vale más la buena fama que las muchas riquezas,
    y la buena reputación más que la plata y el oro.

El rico y el pobre tienen esto en común:
    a ambos los hizo el Señor.

El prudente ve el peligro y busca refugio;
    el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.

Recompensa de la humildad y del temor del Señor
    son las riquezas, la honra y la vida.

Espinas y trampas hay en la senda de los malvados,
    pero el que cuida su vida se aleja de ellas.

Instruye al niño en el camino correcto
    y aun en su vejez no lo abandonará.

Los ricos son los amos de los pobres;
    los deudores son esclavos de sus acreedores.

El que siembra maldad cosecha desgracias;
    la vara de su ira será destruida.

El que es generoso[a] será bendecido,
    pues comparte su comida con los pobres.

10 Despide al insolente, se irá la discordia
    y cesarán los pleitos y los insultos.

11 El que ama la sinceridad del corazón y tiene gracia al hablar
    tendrá por amigo al rey.

12 Los ojos del Señor protegen el saber,
    pero desbaratan las palabras del traidor.

13 Dice el perezoso: «¡Hay un león allá afuera!
    ¡En plena calle me matará!».

14 La boca de la adúltera es una fosa profunda;
    en ella caerá quien esté bajo la ira del Señor.

15 La necedad es parte del corazón juvenil,
    pero la vara de la disciplina la corrige.

16 Oprimir al pobre para enriquecerse
    y hacerle regalos al rico:
    ¡buena manera de empobrecerse!

Los treinta dichos de los sabios(A)

1

17 Presta atención, escucha las palabras de los sabios
    y aplica mis enseñanzas.
18 Grato es retenerlas dentro de ti
    y tenerlas todas a flor de labios.
19 A ti te las enseño en este día,
    para que pongas tu confianza en el Señor.
20 ¿Acaso no te he escrito treinta[b] dichos
    que contienen sabios consejos?
21 Son para enseñarte a ser honesto y hablar con la verdad,
    para que respondas con la verdad a quien te pregunte.

2

22 No explotes al pobre porque es pobre
    ni oprimas en los tribunales[c] a los necesitados;
23 porque el Señor defenderá su causa
    y despojará a quienes los despojen.

3

24 No te hagas amigo de gente violenta
    ni te juntes con los iracundos;
25 no sea que aprendas sus malas costumbres
    y tú mismo caigas en la trampa.

4

26 No te comprometas por otros
    ni salgas fiador de deudas ajenas;
27 porque, si no tienes con qué pagar,
    te quitarán hasta la cama en que duermes.

5

28 No cambies de lugar los linderos antiguos
    que establecieron tus antepasados.

6

29 ¿Has visto a alguien diestro en su trabajo?
    Se codeará con reyes,
    y nunca será un don nadie.

7

23 Cuando te sientes a comer con un gobernante,
    fíjate bien en lo que[d] tienes ante ti.
Si eres dado a la glotonería,
    domina tu apetito.[e]
No codicies sus manjares,
    pues tal comida no es más que un engaño.

8

No te afanes acumulando riquezas;
    no te obsesiones con ellas.
¿Acaso has podido verlas? ¡No existen!
    Es como si les salieran alas,
    pues se van volando como las águilas.

9

No te sientes a la mesa de un tacaño[f]
    ni codicies sus manjares,
pues él solo piensa en los gastos.
    «Come y bebe», te dirá,
    pero no te lo dirá de corazón.
Acabarás vomitando lo que hayas comido
    y tus cumplidos no habrán servido de nada.

10

A oídos del necio jamás dirijas palabra,
    pues se burlará de tus sabios consejos.

11

10 No cambies de lugar los linderos antiguos
    ni invadas la propiedad de los huérfanos,
11 porque su Redentor es muy poderoso
    y contra ti defenderá su causa.

12

12 Trae disciplina a tu corazón
    y conocimiento a tus oídos.

13

13 No dejes de disciplinar al joven;
    si lo castigas con vara, no se morirá.
14 Castígalo con vara
    y así lo librarás de la muerte.[g]

14

15 Hijo mío, si tu corazón es sabio,
    también mi corazón se regocijará;
16 en lo íntimo de mi ser me alegraré
    cuando tus labios hablen con rectitud.

15

17 No envidies en tu corazón a los pecadores;
    más bien, muéstrate siempre celoso en el temor del Señor.
18 Cuentas con una esperanza futura,
    la cual no será destruida.

16

19 Hijo mío, presta atención y sé sabio;
    mantén tu corazón en lo que es correcto.
20 No te juntes con los que beben mucho vino
    ni con los que se hartan de carne,
21 pues borrachos y glotones, por su indolencia,
    acaban harapientos y en la pobreza.

17

22 Escucha a tu padre, que te engendró,
    y no desprecies a tu madre cuando sea anciana.
23 Adquiere la verdad y la sabiduría,
    la disciplina y el discernimiento,
    ¡y no los vendas!
24 El padre del justo experimenta gran regocijo;
    quien tiene un hijo sabio se deleita en él.
25 ¡Que se alegren tu padre y tu madre!
    ¡Que se regocije la que te dio la vida!

18

26 Dame, hijo mío, tu atención[h]
    y no pierdas de vista mi ejemplo.[i]
27 Porque fosa profunda es la prostituta,
    y estrecho pozo, la mujer ajena.
28 Se pone al acecho, como un bandido,
    y multiplica la infidelidad de los hombres.

19

29 ¿De quién son los lamentos? ¿De quién los pesares?
    ¿De quién son los pleitos? ¿De quién las quejas?
    ¿De quién son las heridas gratuitas?
    ¿De quién los ojos morados?
30 ¡Del que no suelta la botella de vino
    ni deja de probar licores!
31 No te fijes en lo rojo que es el vino,
    ni en cómo brilla en la copa,
    ni en la suavidad con que se desliza;
32 porque acaba mordiendo como serpiente
    y envenenando como víbora.
33 Tus ojos verán alucinaciones
    y tu mente imaginará perversidades.
34 Te parecerá estar durmiendo en alta mar,
    acostado sobre el mástil mayor.
35 Y dirás: «Me han herido, pero no me duele.
    Me han golpeado, pero no lo siento.
¿Cuándo despertaré de este sueño
    para ir a buscar otro trago?».

20

24 No envidies a los malvados
    ni procures su compañía;
porque en su corazón planean violencia
    y no hablan más que de cometer fechorías.

21

Con sabiduría se construye la casa;
    con inteligencia se echan los cimientos.
Con buen juicio se llenan sus cuartos
    de bellos y extraordinarios tesoros.

22

El que es sabio tiene gran poder
    y el que es entendido aumenta su fuerza.
La guerra se hace con buena estrategia;
    la victoria se alcanza con muchos consejeros.

23

La sabiduría no está al alcance del necio,
    en los tribunales del pueblo[j] nada tiene que decir.

24

Al que hace planes malvados
    lo llamarán conspirador.
Las intrigas del necio son pecado
    y todos aborrecen a los insolentes.

25

10 Si en el día de la aflicción te desanimas,
    muy limitada es tu fortaleza.
11 Rescata a los que van rumbo a la muerte;
    detén a los que a tumbos avanzan al suplicio.
12 Pues aunque digas: «Yo no lo sabía»,
    ¿no habrá de darse cuenta el que examina los corazones?
¿No habrá de saberlo el que vigila tu vida?
    ¡Él paga a cada uno según sus acciones!

26

13 Come la miel, hijo mío, que es deliciosa;
    dulce al paladar es la miel del panal.
14 Ten en cuenta que así es la sabiduría a tu alma;
    si das con ella, tendrás buen futuro;
    tendrás una esperanza que no será destruida.

27

15 No aceches cual malvado la casa del justo
    ni arrases el lugar donde habita;
16 porque siete veces podrá caer el justo,
    pero otras tantas se levantará;
los malvados, en cambio,
    se hundirán en la desgracia.

28

17 No te alegres cuando caiga tu enemigo
    ni se regocije tu corazón ante su desgracia,
18 no sea que el Señor lo vea y no lo apruebe,
    y aparte de él su enojo.

29

19 No te alteres por causa de los malvados
    ni sientas envidia de los impíos,
20 porque el malvado no tiene porvenir;
    ¡la lámpara del impío se apagará!

30

21 Hijo mío, teme al Señor y honra al rey
    y no te juntes con los rebeldes,
22 porque de los dos recibirás un castigo repentino
    ¡y quién sabe qué calamidades sobrevendrán!

Otros dichos de los sabios

23 También estos son dichos de los sabios:

No es correcto ser parcial en el juicio.
24 Quien declare inocente al culpable
    lo maldecirán los pueblos y lo despreciarán las naciones.
25 Pero serán bien vistos y bendecidos
    los que condenen al culpable.

26 Una respuesta sincera
    es como un beso en los labios.

27 Prepara primero tus faenas de cultivo
    y ten listos tus campos para la siembra;
    después de eso, construye tu casa.

28 No testifiques sin razón contra tu prójimo
    ni mientas con tus labios.
29 No digas: «Le haré lo mismo que me hizo;
    me desquitaré por lo que me hizo».

30 Pasé por el campo del perezoso,
    por la viña del falto de juicio.
31 Había espinas por todas partes;
    la hierba cubría el terreno
    y el lindero de piedras estaba en ruinas.
32 Guardé en mi corazón lo observado
    y de lo visto saqué una lección:
33 Un corto sueño, una breve siesta,
    un pequeño descanso, cruzado de brazos…
34 ¡y te asaltará la pobreza como un bandido,
    y la escasez como un hombre armado!

Más proverbios de Salomón

25 También estos son otros proverbios de Salomón, copiados por los escribas de Ezequías, rey de Judá.

La gloria de Dios es ocultar un asunto
    y la gloria de los reyes es investigarlo.
Tan impenetrable es el corazón de los reyes
    como alto es el cielo y profunda la tierra.

Quita la escoria de la plata
    y de allí saldrá material para[k] el orfebre;
quita de la presencia del rey a oficiales malvados
    y el rey afirmará su trono en la justicia.

No te des importancia en presencia del rey
    ni reclames un lugar entre la gente importante;
vale más que el rey te diga: «Sube acá»
    y no que te humille ante gente importante.

Lo que has visto con tus ojos
    no lo lleves[l] de inmediato al tribunal,
pues ¿qué harás si a fin de cuentas
    tu prójimo te pone en vergüenza?

Defiende tu causa contra tu prójimo,
    pero no traiciones la confianza de nadie,
10 no sea que te avergüence el que te oiga
    y ya no puedas quitarte la infamia.

11 Como manzanas de oro con incrustaciones de plata
    son las palabras dichas a tiempo.
12 Como anillo o collar de oro fino
    son los regaños del sabio en oídos atentos.

13 Como frescura de nieve en día de la cosecha
    es el enviado confiable para quien lo envía,
    pues infunde nuevo ánimo en sus amos.
14 Nubes y viento, y nada de lluvia,
    es quien presume de dar y nunca da nada.

15 Con paciencia se convence al gobernante.
    ¡La lengua amable quebranta hasta los huesos!

16 Si encuentras miel, no te empalagues;
    la mucha miel provoca náuseas.
17 No frecuentes la casa de tu amigo;
    no sea que lo fastidies y llegue a aborrecerte.

18 Un mazo, una espada, una aguda saeta,
    eso es el testigo falso que declara contra su amigo.
19 Confiar en gente desleal en momentos de angustia
    es como tener un diente roto o una pierna vacilante.
20 Dedicarle canciones al corazón afligido
    es como echarle vinagre a una herida
    o como andar desabrigado en un día de frío.

21 Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer;
    si tiene sed, dale de beber.
22 Actuando así, harás que se avergüence de su conducta,[m]
    y el Señor te lo recompensará.

23 Con el viento del norte vienen las lluvias;
    con la lengua viperina, las malas caras.

24 Más vale habitar en un rincón de la azotea
    que compartir el techo con mujer pendenciera.

25 Como el agua fresca a la garganta reseca
    son las buenas noticias desde lejanas tierras.
26 Manantial turbio, contaminado pozo,
    es el justo que flaquea ante el impío.

27 No hace bien comer mucha miel
    ni es honroso buscar la propia gloria.

28 Como ciudad sin defensa y sin murallas
    es quien no sabe dominarse.

26 Ni la nieve es para el verano,
    ni la lluvia para la cosecha,
    ni los honores para el necio.
Como el gorrión sin rumbo o la golondrina sin nido,
    la maldición sin motivo jamás llega a su destino.
El látigo es para los caballos,
    el freno, para los asnos
    y la vara, para la espalda del necio.
No respondas al necio con igual necedad
    o tú mismo pasarás por uno.
Respóndele al necio como se merece,
    para que no se tenga por sabio.
Enviar un mensaje por medio de un necio
    es como cortarse los pies o sufrir[n] violencia.
Inútil es el proverbio en la boca del necio
    como inútiles son las piernas de un tullido.
Rendirle honores al necio es tan absurdo
    como atar una piedra a la honda.
El proverbio en la boca del necio
    es como espina en la mano del borracho.
10 Como arquero que hiere al azar
    es quien contrata a un necio o a cualquiera que pasa.
11 Como el perro vuelve a su vómito,
    así el necio insiste en su necedad.
12 ¿Te has fijado en quien se cree muy sabio?
    Más se puede esperar de un necio que de gente así.

13 Dice el perezoso: «Hay un león en el camino.
    ¡Por las calles un león anda suelto!».
14 Sobre sus goznes gira la puerta;
    sobre la cama, el perezoso.
15 El perezoso mete la mano en el plato,
    pero le pesa llevarse el bocado a la boca.
16 El perezoso se cree más sabio
    que siete sabios que saben responder.

17 Meterse en pleitos ajenos
    es como agarrar por las orejas a un perro callejero.

18 Como loco que dispara
    mortíferas flechas encendidas,
19 es quien engaña a su amigo y explica:
    «¡Tan solo estaba bromeando!».

20 Sin leña se apaga el fuego;
    sin chismes se acaba el pleito.
21 Con el carbón se hacen brasas, con la leña se prende fuego
    y con un pendenciero se inician los pleitos.
22 Los chismes son deliciosos manjares;
    penetran hasta lo más íntimo del ser.

23 Como baño de plata[o] sobre vasija de barro
    son los labios zalameros de un corazón malvado.
24 El que odia se esconde tras sus palabras,
    pero en lo íntimo alberga engaño.
25 No le creas, aunque te hable con dulzura,
    porque su corazón está lleno de siete abominaciones.
26 Tal vez disimule con engaños su odio,
    pero en la asamblea se descubrirá su maldad.
27 Cava una fosa y en ella caerás;
    echa a rodar piedras y te aplastarán.
28 La lengua mentirosa odia a sus víctimas;
    la boca lisonjera lleva a la ruina.

27 No te jactes del día de mañana,
    porque no sabes lo que el día traerá.

No te jactes de ti mismo;
    que sean otros los que te alaben.

Pesada es la piedra y pesada es la arena,
    pero más pesada aún es la ira del necio.

Cruel es la furia y arrolladora la ira,
    pero ¿quién puede enfrentarse a los celos?

Más vale ser reprendido con franqueza
    que ser amado en secreto.

Más confiable es el amigo que hiere
    que los abundantes besos del enemigo.

Al que no tiene hambre, hasta la miel lo empalaga;
    al hambriento, hasta lo amargo le es dulce.

Como ave que se aleja del nido
    es el hombre que se aleja del hogar.

El perfume y el incienso alegran el corazón;
    la dulzura de un amigo
    proviene de su consejo sincero.

10 No abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre;
    ni vayas a la casa de tu hermano el día que tengas una desgracia.
    Más vale vecino cercano que hermano distante.

11 Hijo mío, sé sabio y alegra mi corazón;
    así podré responder al que me desprecie.

12 El prudente ve el peligro y busca refugio;
    el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.

13 Toma la prenda del que salga fiador por un extraño;
    retenla en garantía si la da en favor de desconocidos.

14 La mejor bendición se juzga como maldición
    si se da a gritos y de madrugada.

15 La mujer pendenciera es gotera constante
    en un día lluvioso.
16 Quien la domine podrá dominar el viento
    y retener[p] aceite en la mano derecha.

17 El hierro se afila con el hierro
    y el hombre en el trato con el hombre.

18 El que cuida de la higuera comerá de sus higos
    y el que vela por su amo recibirá honores.

19 El agua refleja el rostro;
    el corazón refleja la persona.

20 La Muerte[q] y el Destructor[r] jamás se dan por satisfechos,
    y tampoco los ojos del hombre.

21 En el crisol se prueba la plata
    y en el horno se prueba el oro;
    ante las alabanzas, el pueblo.

22 Aunque al necio lo muelas, lo remuelas
    y lo machaques como al grano,
    no le quitarás la necedad.

23 Asegúrate de saber cómo está tu ganado;
    cuida mucho de tus rebaños;
24 pues las riquezas no son eternas
    ni la corona está siempre segura.
25 Cuando se limpien los campos y brote el verdor
    y en los montes se recoja la hierba,
26 las ovejas te darán para el vestido
    y las cabras para comprar un campo;
27 tendrás leche de cabra en abundancia
    para que se alimenten tú, tu familia,
    y tus criadas.

28 El malvado huye aunque nadie lo persiga;
    pero el justo vive confiado como un león.

Cuando hay rebelión en el país,
    los gobernantes se multiplican;
cuando el gobernante es entendido y sensato,
    se mantiene el orden.

El pobre que oprime a los pobres
    es como violenta lluvia que arrasa la cosecha.

Los que abandonan la ley alaban a los malvados;
    los que la obedecen luchan contra ellos.

Los malvados nada entienden de la justicia;
    los que buscan al Señor lo entienden todo.

Más vale ser pobre, pero íntegro
    que rico y perverso.

El hijo entendido se sujeta a la ley;
    el derrochador deshonra a su padre.

El que amasa riquezas mediante intereses y usura,
    las acumula para el que se compadece de los pobres.

Dios aborrece hasta la oración
    del que se niega a obedecer la ley.

10 El que lleva a los justos por el mal camino
    caerá en su propia trampa;
    pero los íntegros heredarán el bien.

11 El rico se las da de sabio;
    el pobre, pero inteligente, se percata.

12 Cuando los justos triunfan, se hace gran fiesta;
    cuando los impíos se imponen, todo el mundo se esconde.

13 Quien encubre su pecado jamás prospera;
    quien lo confiesa y lo deja, alcanza la misericordia.

14 ¡Dichoso es el hombre que siempre respeta[s] a Dios!
    Pero el obstinado caerá en la desgracia.

15 Un león rugiente, un oso agresivo,
    es el gobernante malvado que oprime a los pobres.

16 El gobernante falto de juicio es terrible opresor;
    el que aborrece las ganancias deshonestas prolonga su vida.

17 El que es perseguido por[t] homicidio
    será un fugitivo hasta la muerte.
    ¡Que nadie le brinde su apoyo!

18 El que es íntegro se mantendrá a salvo;
    el de caminos perversos de repente caerá en la fosa.[u]

19 El que trabaja su tierra tendrá abundante comida;
    el que sueña despierto[v] solo abundará en pobreza.

20 El hombre fiel recibirá muchas bendiciones;
    el que tiene prisa por enriquecerse no quedará impune.

21 No es correcto mostrarse parcial con nadie.
    Hay quienes pecan hasta por un mendrugo de pan.

22 El tacaño ansía enriquecerse,
    sin saber que la pobreza lo aguarda.

23 A fin de cuentas, más se aprecia
    al que reprende que al que adula.

24 El que roba a su padre o a su madre
    e insiste en que no ha pecado,
    amigo es del destructor.

25 El que es ambicioso provoca peleas,
    pero el que confía en el Señor prospera.

26 Necio es el que confía en sí mismo;
    el que actúa con sabiduría se pone a salvo.

27 El que ayuda al pobre no pasará necesidad;
    el que le niega su ayuda recibirá muchas maldiciones.

28 Cuando triunfan los impíos, la gente busca refugio;
    cuando perecen, los justos prosperan.

29 El que es reacio a las reprensiones
    será destruido de repente y sin remedio.

Cuando los justos prosperan, el pueblo se alegra;
    cuando los impíos gobiernan, el pueblo gime.

El que ama la sabiduría alegra a su padre;
    el que frecuenta rameras pierde su fortuna.

Con justicia el rey da estabilidad al país;
    cuando lo abruma con tributos, lo destruye.

El que adula a su prójimo
    le tiende una trampa ante sus pies.

Al malvado lo atrapa su propia maldad,
    pero el justo puede cantar de alegría.

El justo se ocupa de la causa del desvalido;
    el malvado ni sabe de qué se trata.

Los insolentes agitan la ciudad,
    pero los sabios aplacan la ira.

Cuando el sabio entabla pleito contra un necio,
    aunque se enoje o se ría, no logrará la paz.

10 Los asesinos aborrecen a los íntegros
    y tratan de matar a los justos.

11 El necio da rienda suelta a su ira,
    pero el sabio sabe dominarla.

12 Cuando un gobernante se deja llevar por mentiras,
    todos sus oficiales se corrompen.

13 Algo en común tienen el pobre y el opresor:
    a los dos el Señor les ha dado la vista.

14 El rey que juzga al pobre según la verdad
    afirma su trono para siempre.

15 La vara de la disciplina imparte sabiduría,
    pero el joven malcriado avergüenza a su madre.

16 Cuando aumentan los impíos, también aumenta el pecado,
    pero los justos presenciarán su caída.

17 Disciplina a tu hijo, y te traerá tranquilidad;
    te dará muchas satisfacciones.

18 Donde no hay visión, el pueblo se extravía;
    ¡dichosos los que son obedientes a la ley!

19 No solo con palabras se corrige al siervo;
    aunque entienda, no obedecerá.

20 ¿Te has fijado en los que hablan sin pensar?
    ¡Más se puede esperar de un necio que de gente así!

21 El criado consentido desde niño
    se convertirá en una persona insolente.

22 El hombre iracundo provoca peleas;
    el hombre violento multiplica sus crímenes.

23 El altivo será humillado,
    pero el de espíritu humilde será enaltecido.

24 El cómplice del ladrón atenta contra sí mismo;
    aunque esté bajo juramento,[w] no testificará.

25 Temer a los hombres resulta una trampa,
    pero el que confía en el Señor sale bien librado.

26 Muchos buscan el favor del gobernante,
    pero solo el Señor hace justicia.

27 Los justos aborrecen a los malvados
    y los malvados aborrecen a los justos.

Dichos de Agur

30 Dichos de Agur, hijo de Jaqué. Mensaje.[x]

Palabras de este varón:

«Cansado estoy, oh Dios;
    cansado estoy, oh Dios, y débil.[y]
Soy el más ignorante de todos los hombres;
    no hay en mí discernimiento humano.
No he adquirido sabiduría
    ni tengo conocimiento del Dios Santo.
¿Quién ha subido a los cielos
    y descendido de ellos?
¿Quién puede atrapar el viento en sus manos
    o envolver el mar en su manto?
¿Quién ha establecido los límites de la tierra?
    ¿Quién conoce su nombre o el de su hijo?
Seguramente tú lo sabes.

»Toda palabra de Dios es purificada;
    Dios es escudo a los que en él buscan refugio.
No añadas nada a sus palabras,
    no sea que te reprenda y te exponga como a un mentiroso.

»Solo dos cosas te pido, Dios;
    no me las niegues antes de que muera:
Aleja de mí la falsedad y la mentira;
    no me des pobreza ni riquezas,
    sino solo el pan de cada día.
Porque teniendo mucho, podría desconocerte
    y decir: “¿Y quién es el Señor?”.
Y teniendo poco, podría llegar a robar
    y deshonrar así el nombre de mi Dios.

10 »No ofendas al esclavo delante de su amo,
    pues podría maldecirte y sufrirías las consecuencias.

11 »Hay quienes maldicen a su padre
    y no bendicen a su madre.
12 Hay quienes se creen muy puros,
    pero no se han purificado de su impureza.
13 Hay quienes se creen muy importantes
    y a todos miran con desdén.
14 Hay quienes tienen espadas por dientes
    y cuchillos por mandíbulas;
para devorar a los pobres de la tierra
    y a los menesterosos de este mundo.

Footnotes

  1. 22:9 El que es generoso. Lit. El buen ojo.
  2. 22:20 escrito treinta. Alt. escrito antes o escrito excelentes.
  3. 22:22 en los tribunales. Lit. en la puerta.
  4. 23:1 en lo que. Alt. en quién.
  5. 23:2 domina tu apetito. Lit. ponle un cuchillo a tu garganta.
  6. 23:6 un tacaño. Alt. un hombre mal intencionado.
  7. 23:14 de la muerte. Lit. del Seol.
  8. 23:26 atención. Lit. corazón. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
  9. 23:26 ejemplo. Lit. camino; camino es una imagen del estilo de vida.
  10. 24:7 los tribunales del pueblo. Lit. la puerta.
  11. 25:4 saldrá material para. Alt. sacará una copa para.
  12. 25:7-8 gente importante. Lo que … no lo lleves. Alt. gente importante / sobre la que hayas posado tus ojos. No vayas.
  13. 25:22 harás … conducta. Lit. ascuas amontonarás sobre su cabeza.
  14. 26:6 sufrir. Lit. beber.
  15. 26:23 como baño de plata. Lit. como plata de escoria.
  16. 27:16 y retener. Lit. y llamará.
  17. 27:20 la Muerte. Lit. el Seol.
  18. 27:20 el Destructor. Lit. el Abadón.
  19. 28:14 respeta a Dios. Lit. teme.
  20. 28:17 El que es perseguido por. Alt. El que carga con la culpa de.
  21. 28:18 en la fosa (Siríaca); en uno (TM).
  22. 28:19 el que sueña despierto. Lit. el que persigue lo vacío; también en 12:11.
  23. 29:24 bajo juramento. Alt. bajo maldición.
  24. 30:1 hijo de Jaqué. Mensaje. Alt. hijo de Jaqué de Masa.
  25. 30:1 Cansado … y débil. Alt. A Itiel, a Itiel y a Ucal.

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