22 Vale más la buena fama que las muchas riquezas,
    y la buena reputación más que la plata y el oro.

El rico y el pobre tienen esto en común:
    a ambos los hizo el Señor.

El prudente ve el peligro y busca refugio;
    el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.

Recompensa de la humildad y del temor del Señor
    son las riquezas, la honra y la vida.

Espinas y trampas hay en la senda de los malvados,
    pero el que cuida su vida se aleja de ellas.

Instruye al niño en el camino correcto
    y aun en su vejez no lo abandonará.

Los ricos son los amos de los pobres;
    los deudores son esclavos de sus acreedores.

El que siembra maldad cosecha desgracias;
    la vara de su ira será destruida.

El que es generoso[a] será bendecido,
    pues comparte su comida con los pobres.

10 Despide al insolente, se irá la discordia
    y cesarán los pleitos y los insultos.

11 El que ama la sinceridad del corazón y tiene gracia al hablar
    tendrá por amigo al rey.

12 Los ojos del Señor protegen el saber,
    pero desbaratan las palabras del traidor.

13 Dice el perezoso: «¡Hay un león allá afuera!
    ¡En plena calle me matará!».

14 La boca de la adúltera es una fosa profunda;
    en ella caerá quien esté bajo la ira del Señor.

15 La necedad es parte del corazón juvenil,
    pero la vara de la disciplina la corrige.

16 Oprimir al pobre para enriquecerse
    y hacerle regalos al rico:
    ¡buena manera de empobrecerse!

Los treinta dichos de los sabios(A)

1

17 Presta atención, escucha las palabras de los sabios
    y aplica mis enseñanzas.
18 Grato es retenerlas dentro de ti
    y tenerlas todas a flor de labios.
19 A ti te las enseño en este día,
    para que pongas tu confianza en el Señor.
20 ¿Acaso no te he escrito treinta[b] dichos
    que contienen sabios consejos?
21 Son para enseñarte a ser honesto y hablar con la verdad,
    para que respondas con la verdad a quien te pregunte.

2

22 No explotes al pobre porque es pobre
    ni oprimas en los tribunales[c] a los necesitados;
23 porque el Señor defenderá su causa
    y despojará a quienes los despojen.

3

24 No te hagas amigo de gente violenta
    ni te juntes con los iracundos;
25 no sea que aprendas sus malas costumbres
    y tú mismo caigas en la trampa.

4

26 No te comprometas por otros
    ni salgas fiador de deudas ajenas;
27 porque, si no tienes con qué pagar,
    te quitarán hasta la cama en que duermes.

5

28 No cambies de lugar los linderos antiguos
    que establecieron tus antepasados.

6

29 ¿Has visto a alguien diestro en su trabajo?
    Se codeará con reyes,
    y nunca será un don nadie.

7

23 Cuando te sientes a comer con un gobernante,
    fíjate bien en lo que[d] tienes ante ti.
Si eres dado a la glotonería,
    domina tu apetito.[e]
No codicies sus manjares,
    pues tal comida no es más que un engaño.

8

No te afanes acumulando riquezas;
    no te obsesiones con ellas.
¿Acaso has podido verlas? ¡No existen!
    Es como si les salieran alas,
    pues se van volando como las águilas.

9

No te sientes a la mesa de un tacaño[f]
    ni codicies sus manjares,
pues él solo piensa en los gastos.
    «Come y bebe», te dirá,
    pero no te lo dirá de corazón.
Acabarás vomitando lo que hayas comido
    y tus cumplidos no habrán servido de nada.

10

A oídos del necio jamás dirijas palabra,
    pues se burlará de tus sabios consejos.

11

10 No cambies de lugar los linderos antiguos
    ni invadas la propiedad de los huérfanos,
11 porque su Redentor es muy poderoso
    y contra ti defenderá su causa.

12

12 Trae disciplina a tu corazón
    y conocimiento a tus oídos.

13

13 No dejes de disciplinar al joven;
    si lo castigas con vara, no se morirá.
14 Castígalo con vara
    y así lo librarás de la muerte.[g]

14

15 Hijo mío, si tu corazón es sabio,
    también mi corazón se regocijará;
16 en lo íntimo de mi ser me alegraré
    cuando tus labios hablen con rectitud.

15

17 No envidies en tu corazón a los pecadores;
    más bien, muéstrate siempre celoso en el temor del Señor.
18 Cuentas con una esperanza futura,
    la cual no será destruida.

16

19 Hijo mío, presta atención y sé sabio;
    mantén tu corazón en lo que es correcto.
20 No te juntes con los que beben mucho vino
    ni con los que se hartan de carne,
21 pues borrachos y glotones, por su indolencia,
    acaban harapientos y en la pobreza.

17

22 Escucha a tu padre, que te engendró,
    y no desprecies a tu madre cuando sea anciana.
23 Adquiere la verdad y la sabiduría,
    la disciplina y el discernimiento,
    ¡y no los vendas!
24 El padre del justo experimenta gran regocijo;
    quien tiene un hijo sabio se deleita en él.
25 ¡Que se alegren tu padre y tu madre!
    ¡Que se regocije la que te dio la vida!

18

26 Dame, hijo mío, tu atención[h]
    y no pierdas de vista mi ejemplo.[i]
27 Porque fosa profunda es la prostituta,
    y estrecho pozo, la mujer ajena.
28 Se pone al acecho, como un bandido,
    y multiplica la infidelidad de los hombres.

19

29 ¿De quién son los lamentos? ¿De quién los pesares?
    ¿De quién son los pleitos? ¿De quién las quejas?
    ¿De quién son las heridas gratuitas?
    ¿De quién los ojos morados?
30 ¡Del que no suelta la botella de vino
    ni deja de probar licores!
31 No te fijes en lo rojo que es el vino,
    ni en cómo brilla en la copa,
    ni en la suavidad con que se desliza;
32 porque acaba mordiendo como serpiente
    y envenenando como víbora.
33 Tus ojos verán alucinaciones
    y tu mente imaginará perversidades.
34 Te parecerá estar durmiendo en alta mar,
    acostado sobre el mástil mayor.
35 Y dirás: «Me han herido, pero no me duele.
    Me han golpeado, pero no lo siento.
¿Cuándo despertaré de este sueño
    para ir a buscar otro trago?».

20

24 No envidies a los malvados
    ni procures su compañía;
porque en su corazón planean violencia
    y no hablan más que de cometer fechorías.

21

Con sabiduría se construye la casa;
    con inteligencia se echan los cimientos.
Con buen juicio se llenan sus cuartos
    de bellos y extraordinarios tesoros.

22

El que es sabio tiene gran poder
    y el que es entendido aumenta su fuerza.
La guerra se hace con buena estrategia;
    la victoria se alcanza con muchos consejeros.

23

La sabiduría no está al alcance del necio,
    en los tribunales del pueblo[j] nada tiene que decir.

24

Al que hace planes malvados
    lo llamarán conspirador.
Las intrigas del necio son pecado
    y todos aborrecen a los insolentes.

25

10 Si en el día de la aflicción te desanimas,
    muy limitada es tu fortaleza.
11 Rescata a los que van rumbo a la muerte;
    detén a los que a tumbos avanzan al suplicio.
12 Pues aunque digas: «Yo no lo sabía»,
    ¿no habrá de darse cuenta el que examina los corazones?
¿No habrá de saberlo el que vigila tu vida?
    ¡Él paga a cada uno según sus acciones!

26

13 Come la miel, hijo mío, que es deliciosa;
    dulce al paladar es la miel del panal.
14 Ten en cuenta que así es la sabiduría a tu alma;
    si das con ella, tendrás buen futuro;
    tendrás una esperanza que no será destruida.

27

15 No aceches cual malvado la casa del justo
    ni arrases el lugar donde habita;
16 porque siete veces podrá caer el justo,
    pero otras tantas se levantará;
los malvados, en cambio,
    se hundirán en la desgracia.

28

17 No te alegres cuando caiga tu enemigo
    ni se regocije tu corazón ante su desgracia,
18 no sea que el Señor lo vea y no lo apruebe,
    y aparte de él su enojo.

29

19 No te alteres por causa de los malvados
    ni sientas envidia de los impíos,
20 porque el malvado no tiene porvenir;
    ¡la lámpara del impío se apagará!

30

21 Hijo mío, teme al Señor y honra al rey
    y no te juntes con los rebeldes,
22 porque de los dos recibirás un castigo repentino
    ¡y quién sabe qué calamidades sobrevendrán!

Otros dichos de los sabios

23 También estos son dichos de los sabios:

No es correcto ser parcial en el juicio.
24 Quien declare inocente al culpable
    lo maldecirán los pueblos y lo despreciarán las naciones.
25 Pero serán bien vistos y bendecidos
    los que condenen al culpable.

26 Una respuesta sincera
    es como un beso en los labios.

27 Prepara primero tus faenas de cultivo
    y ten listos tus campos para la siembra;
    después de eso, construye tu casa.

28 No testifiques sin razón contra tu prójimo
    ni mientas con tus labios.
29 No digas: «Le haré lo mismo que me hizo;
    me desquitaré por lo que me hizo».

30 Pasé por el campo del perezoso,
    por la viña del falto de juicio.
31 Había espinas por todas partes;
    la hierba cubría el terreno
    y el lindero de piedras estaba en ruinas.
32 Guardé en mi corazón lo observado
    y de lo visto saqué una lección:
33 Un corto sueño, una breve siesta,
    un pequeño descanso, cruzado de brazos…
34 ¡y te asaltará la pobreza como un bandido,
    y la escasez como un hombre armado!

Footnotes

  1. 22:9 El que es generoso. Lit. El buen ojo.
  2. 22:20 escrito treinta. Alt. escrito antes o escrito excelentes.
  3. 22:22 en los tribunales. Lit. en la puerta.
  4. 23:1 en lo que. Alt. en quién.
  5. 23:2 domina tu apetito. Lit. ponle un cuchillo a tu garganta.
  6. 23:6 un tacaño. Alt. un hombre mal intencionado.
  7. 23:14 de la muerte. Lit. del Seol.
  8. 23:26 atención. Lit. corazón. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
  9. 23:26 ejemplo. Lit. camino; camino es una imagen del estilo de vida.
  10. 24:7 los tribunales del pueblo. Lit. la puerta.

22 Más vale el buen nombre que las muchas riquezas(A),
y el favor que la plata y el oro.
El rico y el pobre tienen un lazo común[a]:
el que hizo a ambos(B) es el Señor.
El prudente ve el mal y se esconde,
mas los simples siguen adelante y son castigados(C).
La recompensa de la humildad y el temor[b] del Señor
son la riqueza, el honor y la vida.
Espinos y lazos hay en el camino del perverso(D);
el que cuida su alma se alejará de ellos.
Enseña al niño el camino en que debe andar[c](E),
y aun cuando sea viejo no se apartará de él.
El rico domina a los pobres(F),
y el deudor es esclavo del acreedor.
El que siembra iniquidad(G) segará vanidad,
y la vara de su furor perecerá(H).
El generoso[d] será bendito(I),
porque da de su pan al pobre(J).
10 Echa fuera al escarnecedor y saldrá la discordia,
y cesarán también la contienda y la ignominia(K).
11 El que ama la pureza de corazón(L)
tiene gracia en sus labios, y el rey es su amigo(M).
12 Los ojos del Señor guardan el conocimiento,
pero Él confunde las palabras del pérfido.
13 El perezoso dice: Hay un león afuera(N);
seré muerto en las calles.
14 Fosa profunda es la boca de las mujeres extrañas(O);
el que es maldito del Señor caerá en ella[e](P).
15 La necedad está ligada al corazón del niño;
la vara de la disciplina(Q) la alejará de él.
16 El que oprime al pobre(R) para engrandecerse,
o da al rico, solo llegará a la pobreza(S).

Preceptos y amonestaciones

17 Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios(T),
y aplica tu corazón a mi conocimiento;
18 porque te será agradable si las guardas dentro de ti(U),
para que[f] estén listas en tus labios.
19 Para que tu confianza esté en el Señor(V),
te he instruido[g] hoy a ti también.
20 ¿No te he escrito cosas excelentes[h](W)
de consejo y conocimiento,
21 para hacerte saber la certeza[i] de las palabras de verdad(X),
a fin de que respondas correctamente[j] al que te ha enviado(Y)?

22 No robes al pobre(Z), porque es pobre,
ni aplastes al afligido(AA) en la puerta;
23 porque el Señor defenderá su causa(AB),
y quitará la vida[k] de los que los roban.

24 No te asocies con el hombre iracundo;
ni andes con el hombre violento(AC),
25 no sea que aprendas sus maneras(AD),
y tiendas[l] lazo para tu vida.

26 No estés entre los que dan fianzas[m],
entre los que salen de fiadores de préstamos(AE).
27 Si no tienes con qué pagar,
¿por qué han de quitarte la cama de debajo de ti(AF)?

28 No muevas el lindero antiguo
que pusieron tus padres(AG).

29 ¿Has visto un hombre diestro en su trabajo?
Estará delante[n] de los reyes(AH);
no estará delante[o] de hombres sin importancia.

23 Cuando te sientes a comer con un gobernante,
considera bien lo que[p] está delante de ti,
y pon cuchillo a tu garganta,
si eres hombre de mucho apetito(AI).
No desees sus manjares(AJ),
porque es alimento engañoso.

No te fatigues en adquirir riquezas(AK),
deja de pensar en ellas[q](AL).
Cuando pones tus ojos en ella, ya no está[r].
Porque la riqueza ciertamente se hace alas(AM),
como águila que vuela hacia los cielos.

No comas el pan del egoísta[s](AN),
ni desees sus manjares(AO);
pues como piensa dentro de sí[t], así es.
Él te dice: Come y bebe,
pero su corazón no está contigo(AP).
Vomitarás el[u] bocado que has comido(AQ),
y malgastarás tus cumplidos[v].

No hables a oídos del necio(AR),
porque despreciará la sabiduría de tus palabras(AS).

10 No muevas el lindero antiguo,
ni entres en la heredad[w] de los huérfanos(AT),
11 porque su Redentor es fuerte(AU);
El defenderá su causa contra ti(AV).
12 Aplica tu corazón a la instrucción[x]
y tus oídos a las palabras del conocimiento.

13 No escatimes la disciplina del niño;
aunque lo castigues[y] con vara, no morirá(AW).
14 Lo castigarás[z] con vara,
y librarás su alma del Seol[aa](AX).

15 Hijo mío, si tu corazón es sabio,
mi corazón también se me alegrará(AY);
16 y se regocijarán mis entrañas[ab]
cuando tus labios hablen lo que es recto(AZ).

17 No envidie tu corazón a los pecadores(BA),
antes vive siempre[ac] en el temor[ad] del Señor(BB);
18 porque ciertamente hay un futuro[ae](BC),
y tu esperanza no será cortada(BD).
19 Escucha, hijo mío, y sé sabio(BE),
y dirige tu corazón por el buen camino(BF).
20 No estés con los bebedores de vino(BG),
ni con los comilones(BH) de carne,
21 porque el borracho y el glotón se empobrecerán(BI),
y la somnolencia se vestirá de harapos(BJ).

22 Escucha a tu padre, que te engendró(BK),
y no desprecies a tu madre cuando envejezca(BL).
23 Compra la verdad y no la vendas,
adquiere sabiduría, instrucción e inteligencia(BM).

24 El padre del justo se regocijará en gran manera,
y el que engendra un sabio se alegrará en él(BN).
25 Alégrense tu padre y tu madre(BO),
y regocíjese la que te dio a luz.

26 Dame, hijo mío, tu corazón(BP),
y que tus ojos se deleiten en[af] mis caminos(BQ).
27 Porque fosa profunda(BR) es la ramera,
y pozo angosto es la mujer desconocida[ag](BS).
28 Ciertamente como ladrón acecha(BT),
y multiplica los infieles[ah] entre los hombres.

29 ¿De quién son los ayes(BU)? ¿De quién las tristezas?
¿De quién las contiendas? ¿De quién las quejas?
¿De quién las heridas sin causa?
¿De quién los ojos enrojecidos?
30 De los que se demoran mucho con el vino(BV),
de los que van en busca de vinos mezclados(BW).
31 No mires al vino cuando rojea,
cuando resplandece[ai] en la copa;
entra suavemente(BX),
32 pero al final como serpiente(BY) muerde,
y como víbora(BZ) pica.
33 Tus ojos verán cosas extrañas,
y tu corazón proferirá perversidades(CA).
34 Y serás como el que se acuesta en medio[aj] del mar,
o como el que se acuesta en lo alto de un mástil[ak].
35 Y dirás: me hirieron, pero no me dolió;
me golpearon, pero no lo sentí[al](CB).
Cuando despierte,
volveré a buscar más(CC).

24 No tengas envidia de los malvados(CD),
ni desees estar con ellos(CE);
porque su corazón trama violencia(CF),
y sus labios hablan de hacer mal(CG).

Con sabiduría se edifica una casa(CH),
y con prudencia se afianza;
con conocimiento se llenan las cámaras
de todo bien preciado y deseable(CI).

El hombre sabio es fuerte[am](CJ),
y el hombre de conocimiento aumenta[an] su poder.
Porque con dirección sabia harás la guerra[ao](CK),
y en la abundancia de consejeros está la victoria[ap](CL).

Muy alta está la sabiduría para el necio(CM),
en la puerta(CN) no abre su boca.

Al que planea hacer el mal(CO),
lo llamarán intrigante.
El tramar necedad es pecado(CP),
y el escarnecedor es abominación a los hombres.

10 Si eres débil(CQ) en día de angustia,
tu fuerza es limitada.

11 Libra a los que son llevados a la muerte,
y retén a los que van con pasos vacilantes a la matanza(CR).
12 Si dices: Mira, no sabíamos esto.
¿No lo tiene en cuenta el(CS) que sondea[aq] los corazones(CT)?
¿No lo sabe(CU) el que guarda tu alma(CV)?
¿No dará[ar] a cada hombre según su obra(CW)?

13 Come miel(CX), hijo mío, porque es buena;
sí, la miel del panal es dulce(CY) a tu paladar.
14 Sabe que así es la sabiduría para tu alma(CZ);
si la hallas, entonces habrá un futuro[as],
y tu esperanza no será cortada(DA).

15 No aceches(DB), oh impío, la morada del justo,
no destruyas su lugar de descanso;
16 porque el justo cae siete veces; y vuelve a levantarse(DC),
pero los impíos caerán en la desgracia(DD).

17 No te regocijes cuando caiga tu enemigo,
y no se alegre tu corazón cuando tropiece(DE);
18 no sea que el Señor lo vea y le desagrade[at],
y aparte de él su ira.

19 No te impacientes a causa de los malhechores(DF),
ni tengas envidia de los impíos(DG),
20 porque no habrá futuro[au](DH) para el malo.
La lámpara de los impíos será apagada(DI).

21 Hijo mío, teme[av] al Señor y al rey(DJ),
no te asocies con los que son inestables;
22 porque de repente se levantará su desgracia(DK),
y la destrucción que vendrá de ambos, ¿quién la sabe?

23 También estos son dichos de los sabios(DL):
Hacer acepción de personas[aw] en el juicio no es bueno(DM).
24 Al que dice al impío: Justo eres(DN),
lo maldecirán los pueblos, lo aborrecerán las naciones(DO);
25 mas los que lo reprenden tendrán felicidad(DP),
y sobre ellos vendrá abundante bendición.
26 Besa los labios
el que da una respuesta correcta[ax].

27 Ordena tus labores de fuera,
y tenlas listas para ti en el campo;
y después edifica tu casa(DQ).

28 No seas, sin causa, testigo contra tu prójimo(DR),
y no engañes con tus labios(DS).
29 No digas: Como él me ha hecho, así le haré;
pagaré[ay] al hombre según su obra(DT).

30 He pasado junto al campo del perezoso,
y junto a la viña del hombre falto de entendimiento[az](DU),
31 y he aquí, estaba todo lleno de cardos(DV),
su superficie cubierta de ortigas(DW),
y su cerca de piedras, derribada(DX).
32 Cuando lo vi, reflexioné[ba] sobre ello;
miré, y recibí instrucción.
33 (DY)Un poco de dormir, un poco de dormitar,
un poco de cruzar las manos para descansar,
34 y llegará tu pobreza como ladrón[bb],
y tu necesidad como hombre armado[bc].

Footnotes

  1. Proverbios 22:2 Lit., se encuentran
  2. Proverbios 22:4 O, la reverencia
  3. Proverbios 22:6 Lit., acerca de su camino
  4. Proverbios 22:9 Lit., que tiene buen ojo
  5. Proverbios 22:14 Lit., allí
  6. Proverbios 22:18 Lit., ellas juntas
  7. Proverbios 22:19 Lit., dado a conocer
  8. Proverbios 22:20 O, anteriores
  9. Proverbios 22:21 Lit., verdad
  10. Proverbios 22:21 Lit., vuelvas palabras de verdad
  11. Proverbios 22:23 Lit., robará el alma
  12. Proverbios 22:25 Lit., tomes
  13. Proverbios 22:26 Lit., dan la palma
  14. Proverbios 22:29 I.e., al servicio
  15. Proverbios 22:29 I.e., al servicio
  16. Proverbios 23:1 O, al que
  17. Proverbios 23:4 O, considerarlas
  18. Proverbios 23:5 Lit., ¿Volarán tus ojos sobre ella y no existe?
  19. Proverbios 23:6 Lit., hombre de ojo maligno
  20. Proverbios 23:7 Lit., considera en su alma
  21. Proverbios 23:8 Lit., tu
  22. Proverbios 23:8 Lit., palabras agradables
  23. Proverbios 23:10 O, los campos
  24. Proverbios 23:12 O, disciplina
  25. Proverbios 23:13 Lit., hieras
  26. Proverbios 23:14 Lit., herirás
  27. Proverbios 23:14 I.e., región de los muertos
  28. Proverbios 23:16 Lit., riñones
  29. Proverbios 23:17 Lit., todo el día
  30. Proverbios 23:17 O, la reverencia
  31. Proverbios 23:18 Lit., final
  32. Proverbios 23:26 Otra posible lectura es: observen
  33. Proverbios 23:27 O, extranjera
  34. Proverbios 23:28 Lit., pérfidos
  35. Proverbios 23:31 Lit., da su ojo
  36. Proverbios 23:34 Lit., el corazón
  37. Proverbios 23:34 O, torre de vigía
  38. Proverbios 23:35 Lit., no lo supe
  39. Proverbios 24:5 Lit., con fuerza
  40. Proverbios 24:5 Lit., fortalece
  41. Proverbios 24:6 Lit., batalla para ti
  42. Proverbios 24:6 Lit., salvación
  43. Proverbios 24:12 Lit., pesa
  44. Proverbios 24:12 Lit., No devolverá
  45. Proverbios 24:14 Lit., final
  46. Proverbios 24:18 Lit., sea malo a sus ojos
  47. Proverbios 24:20 Lit., final
  48. Proverbios 24:21 O, reverencia
  49. Proverbios 24:23 Lit., considerar el rostro
  50. Proverbios 24:26 U, honesta
  51. Proverbios 24:29 Lit., devolveré
  52. Proverbios 24:30 Lit., corazón
  53. Proverbios 24:32 Lit., puse mi corazón
  54. Proverbios 24:34 O, vagabundo; lit., uno que anda
  55. Proverbios 24:34 Lit., un hombre con escudo

22 De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas,

Y la buena fama más que la plata y el oro.

El rico y el pobre se encuentran;

A ambos los hizo Jehová.

El avisado ve el mal y se esconde;

Mas los simples pasan y reciben el daño.

Riquezas, honra y vida

Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.

Espinos y lazos hay en el camino del perverso;

El que guarda su alma se alejará de ellos.

Instruye al niño en su camino,

Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

El rico se enseñorea de los pobres,

Y el que toma prestado es siervo del que presta.

El que sembrare iniquidad, iniquidad segará,

Y la vara de su insolencia se quebrará.

El ojo misericordioso será bendito,

Porque dio de su pan al indigente.

10 Echa fuera al escarnecedor, y saldrá la contienda,

Y cesará el pleito y la afrenta.

11 El que ama la limpieza de corazón,

Por la gracia de sus labios tendrá la amistad del rey.

12 Los ojos de Jehová velan por la ciencia;

Mas él trastorna las cosas de los prevaricadores.

13 Dice el perezoso: El león está fuera;

Seré muerto en la calle.

14 Fosa profunda es la boca de la mujer extraña;

Aquel contra el cual Jehová estuviere airado caerá en ella.

15 La necedad está ligada en el corazón del muchacho;

Mas la vara de la corrección la alejará de él.

16 El que oprime al pobre para aumentar sus ganancias,

O que da al rico, ciertamente se empobrecerá.

Preceptos y amonestaciones

17 Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios,

Y aplica tu corazón a mi sabiduría;

18 Porque es cosa deliciosa, si las guardares dentro de ti;

Si juntamente se afirmaren sobre tus labios.

19 Para que tu confianza sea en Jehová,

Te las he hecho saber hoy a ti también.

20 ¿No te he escrito tres veces

En consejos y en ciencia,

21 Para hacerte saber la certidumbre de las palabras de verdad,

A fin de que vuelvas a llevar palabras de verdad a los que te enviaron?

22 No robes al pobre, porque es pobre,

Ni quebrantes en la puerta al afligido;

23 Porque Jehová juzgará la causa de ellos,

Y despojará el alma de aquellos que los despojaren.

24 No te entremetas con el iracundo,

Ni te acompañes con el hombre de enojos,

25 No sea que aprendas sus maneras,

Y tomes lazo para tu alma.

26 No seas de aquellos que se comprometen,

Ni de los que salen por fiadores de deudas.

27 Si no tuvieres para pagar,

¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti?

28 No traspases los linderos antiguos

Que pusieron tus padres.

29 ¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará;

No estará delante de los de baja condición.

23 Cuando te sientes a comer con algún señor,

Considera bien lo que está delante de ti,

Y pon cuchillo a tu garganta,

Si tienes gran apetito.

No codicies sus manjares delicados,

Porque es pan engañoso.

No te afanes por hacerte rico;

Sé prudente, y desiste.

¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas?

Porque se harán alas

Como alas de águila, y volarán al cielo.

No comas pan con el avaro,

Ni codicies sus manjares;

Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.

Come y bebe, te dirá;

Mas su corazón no está contigo.

Vomitarás la parte que comiste,

Y perderás tus suaves palabras.

No hables a oídos del necio,

Porque menospreciará la prudencia de tus razones.

10 No traspases el lindero antiguo,

Ni entres en la heredad de los huérfanos;

11 Porque el defensor de ellos es el Fuerte,

El cual juzgará la causa de ellos contra ti.

12 Aplica tu corazón a la enseñanza,

Y tus oídos a las palabras de sabiduría.

13 No rehúses corregir al muchacho;

Porque si lo castigas con vara, no morirá.

14 Lo castigarás con vara,

Y librarás su alma del Seol.

15 Hijo mío, si tu corazón fuere sabio,

También a mí se me alegrará el corazón;

16 Mis entrañas también se alegrarán

Cuando tus labios hablaren cosas rectas.

17 No tenga tu corazón envidia de los pecadores,

Antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo;

18 Porque ciertamente hay fin,

Y tu esperanza no será cortada.

19 Oye, hijo mío, y sé sabio,

Y endereza tu corazón al camino.

20 No estés con los bebedores de vino,

Ni con los comedores de carne;

21 Porque el bebedor y el comilón empobrecerán,

Y el sueño hará vestir vestidos rotos.

22 Oye a tu padre, a aquel que te engendró;

Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.

23 Compra la verdad, y no la vendas;

La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia.

24 Mucho se alegrará el padre del justo,

Y el que engendra sabio se gozará con él.

25 Alégrense tu padre y tu madre,

Y gócese la que te dio a luz.

26 Dame, hijo mío, tu corazón,

Y miren tus ojos por mis caminos.

27 Porque abismo profundo es la ramera,

Y pozo angosto la extraña.

28 También ella, como robador, acecha,

Y multiplica entre los hombres los prevaricadores.

29 ¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas?

¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde?

¿Para quién lo amoratado de los ojos?

30 Para los que se detienen mucho en el vino,

Para los que van buscando la mistura.

31 No mires al vino cuando rojea,

Cuando resplandece su color en la copa.

Se entra suavemente;

32 Mas al fin como serpiente morderá,

Y como áspid dará dolor.

33 Tus ojos mirarán cosas extrañas,

Y tu corazón hablará perversidades.

34 Serás como el que yace en medio del mar,

O como el que está en la punta de un mastelero.

35 Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió;

Me azotaron, mas no lo sentí;

Cuando despertare, aún lo volveré a buscar.

24 No tengas envidia de los hombres malos,

Ni desees estar con ellos;

Porque su corazón piensa en robar,

E iniquidad hablan sus labios.

Con sabiduría se edificará la casa,

Y con prudencia se afirmará;

Y con ciencia se llenarán las cámaras

De todo bien preciado y agradable.

El hombre sabio es fuerte,

Y de pujante vigor el hombre docto.

Porque con ingenio harás la guerra,

Y en la multitud de consejeros está la victoria.

Alta está para el insensato la sabiduría;

En la puerta no abrirá él su boca.

Al que piensa hacer el mal,

Le llamarán hombre de malos pensamientos.

El pensamiento del necio es pecado,

Y abominación a los hombres el escarnecedor.

10 Si fueres flojo en el día de trabajo,

Tu fuerza será reducida.

11 Libra a los que son llevados a la muerte;

Salva a los que están en peligro de muerte.

12 Porque si dijeres: Ciertamente no lo supimos,

¿Acaso no lo entenderá el que pesa los corazones?

El que mira por tu alma, él lo conocerá,

Y dará al hombre según sus obras.

13 Come, hijo mío, de la miel, porque es buena,

Y el panal es dulce a tu paladar.

14 Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría;

Si la hallares tendrás recompensa,

Y al fin tu esperanza no será cortada.

15 Oh impío, no aceches la tienda del justo,

No saquees su cámara;

16 Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse;

Mas los impíos caerán en el mal.

17 Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes,

Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;

18 No sea que Jehová lo mire, y le desagrade,

Y aparte de sobre él su enojo.

19 No te entremetas con los malignos,

Ni tengas envidia de los impíos;

20 Porque para el malo no habrá buen fin,

Y la lámpara de los impíos será apagada.

21 Teme a Jehová, hijo mío, y al rey;

No te entremetas con los veleidosos;

22 Porque su quebrantamiento vendrá de repente;

Y el quebrantamiento de ambos,

¿quién lo comprende?

23 También estos son dichos de los sabios:

Hacer acepción de personas en el juicio no es bueno.

24 El que dijere al malo: Justo eres,

Los pueblos lo maldecirán, y le detestarán las naciones;

25 Mas los que lo reprendieren tendrán felicidad,

Y sobre ellos vendrá gran bendición.

26 Besados serán los labios

Del que responde palabras rectas.

27 Prepara tus labores fuera,

Y disponlas en tus campos,

Y después edificarás tu casa.

28 No seas sin causa testigo contra tu prójimo,

Y no lisonjees con tus labios.

29 No digas: Como me hizo, así le haré;

Daré el pago al hombre según su obra.

30 Pasé junto al campo del hombre perezoso,

Y junto a la viña del hombre falto de entendimiento;

31 Y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos,

Ortigas habían ya cubierto su faz,

Y su cerca de piedra estaba ya destruida.

32 Miré, y lo puse en mi corazón;

Lo vi, y tomé consejo.

33 Un poco de sueño, cabeceando otro poco,

Poniendo mano sobre mano otro poco para dormir;

34 Así vendrá como caminante tu necesidad,

Y tu pobreza como hombre armado.(A)