⁴ Las riquezas no servirán para nada en el día del juicio,
    pero la vida recta puede salvarte de la muerte.

²⁸ El que confía en su dinero se hundirá,
    pero los justos reverdecen como las hojas en primavera.

⁶ En la casa del justo hay tesoros,
    pero las ganancias del perverso le acarrean dificultades.

¹⁶ Más vale tener poco, con el temor del Señor,
    que tener grandes tesoros y vivir llenos de angustia.

⁴ No te desgastes tratando de hacerte rico.
    Sé lo suficientemente sabio para saber cuándo detenerte.
⁵ Las riquezas desaparecen en un abrir y cerrar de ojos,
    porque les saldrán alas
    y se irán volando como las águilas.

²⁰ La persona digna de confianza obtendrá gran recompensa,
    pero el que quiera enriquecerse de la noche a la mañana se meterá en problemas.