Proverbios 13
Reina-Valera 1995
13 El hijo sabio recibe el consejo del padre,
pero el insolente no escucha las reprensiones.
2 Del fruto de su boca el hombre comerá el bien,
pero el alma de los prevaricadores hallará el mal.
3 El que guarda su boca guarda su vida,
pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre.
4 El perezoso desea y nada alcanza,
mas los diligentes serán prosperados.
5 El justo aborrece la palabra mentirosa;
el malvado se hace odioso e infame.
6 La justicia protege al perfecto de camino,
pero la impiedad trastorna al pecador.
7 Hay quienes presumen de ricos y no tienen nada,
y hay quienes pasan por pobres y tienen muchas riquezas.
8 Las riquezas de un hombre pueden ser el rescate de su vida,
pero el pobre no escucha amenazas.
9 La luz de los justos brilla alegremente,
pero se apagará la lámpara de los malvados.
10 Ciertamente la soberbia produce discordia,
pero con los prudentes está la sabiduría.
11 Las riquezas de vanidad disminuyen;
el que recoge con mano laboriosa las aumenta.
12 La esperanza que se demora es tormento del corazón;
árbol de vida es el deseo cumplido.
13 El que menosprecia el precepto se perderá;
el que teme el mandamiento será recompensado.
14 La instrucción del sabio es manantial de vida
para librar de los lazos de la muerte.
15 El buen juicio da gracia;
el camino de los transgresores es duro.
16 Todo hombre prudente procede con sabiduría;
el necio manifiesta su necedad.
17 El mal mensajero acarrea desgracia;
el mensajero fiel acarrea salud.
18 Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo,
pero el que acepta la corrección recibirá honra.
19 El deseo cumplido regocija el alma;
apartarse del mal es abominable para los necios.
20 El que anda entre sabios será sabio,
pero el que se junta con necios saldrá mal parado.
21 El mal persigue a los pecadores,
pero los justos serán premiados con el bien.
22 La herencia del bueno alcanzará a los hijos de sus hijos,
pero la riqueza del pecador está guardada para el justo.
23 En el barbecho de los pobres hay mucho pan,
pero se pierde por falta de justicia.
24 El que no aplica el castigo aborrece a su hijo;
el que lo ama, lo corrige a tiempo.
25 El justo come hasta saciarse,
pero el vientre de los malvados quedará vacío.
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