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Oseas y la adúltera

Todavía el Señor volvió a decirme:

«Ve y ama a esa adúltera, a quien ama su amigo como ama el Señor a los hijos de Israel, aun cuando éstos sólo tienen ojos para los dioses ajenos y aman las tortas de pasas.»

Yo la compré para mí, y di por ella quince monedas de plata y doscientos litros de cebada. Y le dije: «Tú serás mía durante mucho tiempo. No te prostituirás, ni tendrás a ningún otro hombre. Tampoco yo tendré otra mujer.» Porque durante mucho tiempo los hijos de Israel estarán sin rey ni príncipe, ni sacrificios, ni estatuas, ni efod ni terafines. Después de eso los hijos de Israel volverán a buscar al Señor su Dios y a David su rey, y en los últimos días temerán al Señor y su bondad.

Oseas y su esposa infiel

Dios volvió a decirme:

«Oseas, tu esposa te es infiel:
tiene un amigo que es su amante.
También los israelitas me son infieles,
pues adoran a dioses falsos
y comen de las ofrendas que presentan.
Sin embargo, ve y ama a tu esposa,
así como yo amo a los israelitas».

Yo, Oseas, le pagué al amante de mi esposa quince monedas de plata y le di trescientos treinta kilos de cebada, para que ella volviera a vivir conmigo. Y luego le dije a ella:

«Ya eres mía,
y vivirás conmigo mucho tiempo.
Si tú prometes serme fiel,
yo también te seré fiel,
aunque por un tiempo
no viviremos como esposos».

Lo mismo sucederá con los israelitas: Durante mucho tiempo no tendrán rey ni jefe; tampoco podrán presentar ofrendas a Dios, ni sabrán lo que Dios quiere que hagan; además, no tendrán sacerdotes ni ídolos familiares. Después de esto, se arrepentirán. Cuando llegue el tiempo del fin, volverán a obedecer a Dios y pedirán sus bendiciones, y también seguirán el ejemplo del rey David.

Oseas se reconcilia con su esposa

El Señor me dijo: «Ve y vuelve a amar a tu esposa, aunque sea amante de otro y adúltera. Ámala como ama el Señor a los israelitas, aunque se hayan vuelto a otros dioses y se deleiten con las tortas de pasas consagradas que les ofrecen».

Compré entonces a esa mujer por quince siclos[a] de plata y un jómer y un létec de cebada;[b] luego le dije: «Vas a vivir conmigo mucho tiempo, pero sin prostituirte. No tendrás relaciones sexuales con ningún otro hombre, y yo me comportaré de la misma manera contigo».

Porque los israelitas vivirán mucho tiempo sin rey o príncipe, sin sacrificio o altares, sin efod o ídolos familiares.[c] Después ellos se arrepentirán y buscarán nuevamente al Señor su Dios y a David, su rey. En los últimos días acudirán con temor reverente al Señor y a sus bondades.

Footnotes

  1. 3:2 Es decir, aprox. 170 g.
  2. 3:2 Es decir, un jómer y un létec de cebada pesaba aprox. 195 kg.
  3. 3:4 ídolos familiares. Lit. terafines.