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La ira del Señor contra Israel

13 Hubo un tiempo cuando Israel hablaba y las naciones temblaban de miedo, pues él era un pueblo poderoso; pero luego se hizo devoto de Baal, y así se acarreó la desgracia y fue destruido. Y ahora el pueblo se vuelve más idólatra y tonto. Funden su plata y con ella los artesanos fabrican ídolos y luego dicen: «¡Ofrezcan sacrificios rituales y besen a estos nuestros dioses! ¡Estos becerros son nuestros dioses!». Por eso desaparecerán como la niebla matutina al salir el sol, como el rocío que rápidamente se seca, como la paja llevada por el viento, como una nube de humo.

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