Oseas 1-14
Nueva Versión Internacional
1 Esta es la palabra del Señor que vino a Oseas, hijo de Beerí, durante los reinados de Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y durante el reinado de Jeroboán, hijo de Joás, rey de Israel.
La esposa y los hijos de Oseas
2 Cuando el Señor comenzó a hablar por medio de Oseas le dijo: «Ve y toma por esposa una prostituta y ten con ella hijos de prostitución, porque el país se ha prostituido por completo. ¡Se ha apartado del Señor!».
3 Oseas fue y tomó por esposa a Gómer, hija de Diblayin, la cual concibió y dio a luz un hijo.
4 Entonces el Señor dijo: «Ponle por nombre Jezrel,[a] porque dentro de poco haré que la casa real de Jehú pague por la masacre en Jezrel. Así pondré fin al dominio del reino de Israel. 5 Ese día quebraré el arco de Israel en el valle de Jezrel».
6 Ella volvió a concebir y dio a luz una niña. Entonces el Señor dijo a Oseas: «Ponle por nombre Lorrujama,[b] porque no volveré a mostrar amor al reino de Israel, sino que le negaré el perdón. 7 En cambio, mostraré mi amor al pueblo de Judá y la salvaré; pero no por medio de arco, ni de espada, ni de batallas, ni tampoco por medio de caballos y jinetes, sino por medio del Señor su Dios».
8 Cuando ella dejó de amamantar a Lorrujama, volvió a concebir y tuvo otro hijo. 9 Entonces el Señor dijo a Oseas: «Ponle por nombre: Loamí,[c] porque ustedes no son mi pueblo y yo no soy su Dios.
10 »Con todo, los israelitas serán tan numerosos como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el mismo lugar donde se les llamó Loamí, se les llamará “hijos del Dios viviente”. 11 El pueblo de Judá se reunirá con el pueblo de Israel y nombrarán un solo jefe; resurgirán en su país, porque grande será el día de Jezrel.
2 »Llamen a sus hermanos Amí,[d] y a sus hermanas Rujama.[e]
Castigo y restauración de Israel
2 »¡Acusen a su madre! ¡Acúsenla!
¡Porque ella no es mi esposa
ni yo su marido!
¡Que se quite del rostro el maquillaje de prostituta
y de entre los pechos los adornos de su adulterio!
3 De lo contrario, la desnudaré por completo;
la dejaré como el día en que nació.
La pondré como un desierto:
la convertiré en tierra seca
y la mataré de sed.
4 No tendré compasión de sus hijos,
porque son hijos de prostitución.
5 Su madre es una prostituta;
la que los concibió es una desvergonzada.
Pues dijo: “Quiero ir tras mis amantes,
que me dan mi pan y mi agua,
mi lana y mi lino, mi aceite y mis bebidas”.
6 Por eso le cerraré el paso con espinos;
la encerraré para que no encuentre el camino.
7 Perseguirá a sus amantes y no los alcanzará;
los buscará y no los encontrará:
entonces dirá:
“Prefiero volver con mi primer esposo,
porque antes me iba mejor que ahora”.
8 Ella no ha reconocido que fui yo
quien le dio el grano, el vino nuevo y el aceite.
Yo le había multiplicado la plata y el oro,
que ella usó para Baal.
9 »Por eso, volveré para quitarle mi grano cuando esté maduro
y mi vino nuevo en su estación.
La dejaré sin la lana y el lino
que le di para cubrir su desnudez.
10 Voy a exhibir su desvergüenza
a la vista de sus amantes,
y nadie la librará de mi mano.
11 Pondré fin a todas sus celebraciones:
sus fiestas anuales, sus lunas nuevas,
sus días de reposo y sus festividades.
12 Devastaré sus vides y sus higueras,
que consideraba la paga de sus amantes.
Las convertiré en maleza,
y los animales del campo acabarán con ellas.
13 La llamaré a cuentas por los días
en que quemaba incienso a sus baales,
cuando se adornaba con zarcillos y joyas
y, olvidándose de mí, se iba tras sus amantes»,
afirma el Señor.
14 «Por eso, ahora voy a seducirla,
la llevaré al desierto
y le hablaré con ternura.
15 Allí le devolveré sus viñedos
y convertiré el valle de Acor[f] en una puerta de Esperanza.
Allí responderá, como en los días de su juventud,
como en el día en que salió de Egipto.
16 »En aquel día», afirma el Señor,
«me llamarás “esposo mío”
y no me llamarás más “mi señor”.[g]
17 Quitaré de tus labios el nombre de tus baales
y nunca más volverás a invocarlos.
18 En aquel día haré un pacto en favor de ellos
con los animales del campo, con las aves de los cielos
y con los reptiles de la tierra.
Eliminaré del país arcos, espadas y guerra,
para que todos duerman seguros.
19 Te haré mi esposa para siempre.
Te haré mi esposa con derecho y justicia,
en gran amor y compasión.
20 Te haré mi esposa con fidelidad
y entonces conocerás al Señor.
21 »En aquel día yo responderé»,
afirma el Señor,
«yo responderé al cielo
y el cielo responderá a la tierra;
22 la tierra responderá al cereal,
al vino nuevo y al aceite
y estos responderán a Jezrel.[h]
23 Yo la sembraré para mí en la tierra;
mostraré mi amor a Lorrujama.[i]
A Loamí[j] lo llamaré Amí;[k]
y él me dirá: “Tú eres mi Dios”».
Oseas se reconcilia con su esposa
3 El Señor me dijo: «Ve y vuelve a amar a tu esposa, aunque sea amante de otro y adúltera. Ámala como ama el Señor a los israelitas, aunque se hayan vuelto a otros dioses y se deleiten con las tortas de pasas consagradas que les ofrecen».
2 Compré entonces a esa mujer por quince siclos[l] de plata y un jómer y un létec de cebada;[m] 3 luego le dije: «Vas a vivir conmigo mucho tiempo, pero sin prostituirte. No tendrás relaciones sexuales con ningún otro hombre, y yo me comportaré de la misma manera contigo».
4 Porque los israelitas vivirán mucho tiempo sin rey o príncipe, sin sacrificio o altares, sin efod o ídolos familiares.[n] 5 Después ellos se arrepentirán y buscarán nuevamente al Señor su Dios y a David, su rey. En los últimos días acudirán con temor reverente al Señor y a sus bondades.
Pleito contra Israel
4 Escuchen, israelitas, la palabra del Señor,
porque el Señor entabla un pleito
contra los habitantes del país:
«Ya no hay en esta tierra fidelidad ni amor
ni conocimiento de Dios.
2 Solo hay maldición, mentira y asesinato,
robo y adulterio.
Abunda la violencia
y los homicidios se multiplican.
3 Por tanto, se resecará la tierra
y desfallecerán todos sus habitantes.
¡Morirán las bestias del campo,
las aves del cielo y los peces del mar!
4 »¡Que nadie acuse ni reprenda a nadie!
¡Tu pueblo parece acusar al sacerdote!
5 Tropiezas de día y de noche
y los profetas tropiezan contigo.
Tu madre dejará de existir,
6 pues por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido.
»Puesto que rechazaste el conocimiento,
yo también te rechazo como mi sacerdote.
Ya que te olvidaste de la Ley de tu Dios,
yo también me olvidaré de tus hijos.
7 Mientras más aumentaban los sacerdotes,
más pecaban contra mí;
cambiaron a quien es su gloria en algo vergonzoso.
8 Del pecado de mi pueblo se alimentan;
disfrutan de su perversidad.
9 ¡Como es el pueblo, así será el sacerdote!
Por eso les pediré cuentas de su conducta
y les daré la paga de sus acciones.
10 »Comerán, pero no quedarán satisfechos;
se prostituirán, pero no procrearán;
porque han abandonado al Señor
para entregarse 11 a la prostitución,
al vino viejo y al vino nuevo,
que hacen perder la razón.
12 Mi pueblo consulta a su ídolo de madera
y ese pedazo de palo le responde.
Un espíritu de prostitución los descarría;
se prostituyen en abierto desafío a su Dios.
13 Sobre las cumbres de los montes ofrecen sacrificios,
queman incienso en las colinas,
bajo la agradable sombra
de robles, álamos y encinas.
Por eso se prostituyen sus hijas
y cometen adulterio sus nueras.
14 »Pero no castigaré a sus hijas
por sus prostituciones
ni a sus nueras
por sus adulterios,
porque sus propios maridos se juntan con prostitutas
y participan en sacrificios ofrecidos por prostitutas de cultos paganos.
¡Un pueblo sin entendimiento
se precipita a la ruina!
15 »Si tú, Israel, te prostituyes,
¡que no resulte culpable Judá!
»No vayan a Guilgal
ni suban a Bet Avén,[o]
ni juren diciendo: “¡Tan cierto como vive el Señor!”.
16 Israel es tan terco
como una novilla indómita.
¿Cómo podrá el Señor pastorearlos
en campo abierto, como a corderos?
17 Efraín se ha aliado con los ídolos;
¡pues que se quede con ellos!
18 Cuando ya no tienen buen vino,
se entregan de lleno a la prostitución,
¡y hasta sus gobernantes aman la deshonra!
19 ¡Por eso un torbellino los arrastrará
y quedarán avergonzados por sus sacrificios!
Juicio contra Israel
5 »¡Oigan esto, sacerdotes!
¡Pongan atención, israelitas!
¡Escucha, casa real!
¡Contra ustedes es la sentencia!
En Mizpa han sido ustedes una trampa;
en el monte Tabor, una red tendida.
2 Los rebeldes se han excedido en su matanza;
por eso, yo los disciplinaré a todos.
3 Yo conozco bien a Efraín;
Israel no me es desconocido.
Tú, Efraín, te has prostituido;
e Israel se ha contaminado.
4 »Sus malas obras no les permiten
volverse a su Dios;
hay espíritu de prostitución en su interior
que les impide reconocer al Señor.
5 La arrogancia de Israel testificará en su contra;
Israel y Efraín tropezarán con su maldad,
también Judá caerá como ellos.
6 Con sus ovejas y sus vacas
irán en busca del Señor,
pero no lo encontrarán
porque él se ha apartado de ellos.
7 Han traicionado al Señor;
han dado a luz hijos de otros padres.
Al llegar la luna nueva
serán devorados junto a sus heredades.
8 »Toquen el cuerno en Guibeá,
hagan sonar la trompeta en Ramá,
lancen el grito de guerra en Bet Avén:[p]
“¡Cuídate las espaldas, Benjamín!”.
9 En el día de la reprensión
Efraín quedará desolado.
Entre las tribus de Israel
doy a conocer lo que les va a pasar.
10 Los líderes de Judá se parecen
a los que alteran los linderos.
¡Derramaré mi enojo sobre ellos
como agua en una inundación!
11 Efraín está oprimido,
aplastado por el juicio,
empeñado en seguir a los ídolos.[q]
12 ¡Pues seré para Efraín como polilla
y como podredumbre para el pueblo de Judá!
13 »Cuando Efraín vio su enfermedad
y Judá reparó en sus llagas,
Efraín recurrió a Asiria
y pidió la ayuda del gran rey.
Pero el rey no podrá sanarlo
ni tampoco curar sus llagas.
14 Yo seré como un león para Efraín
y como un gran león para el pueblo de Judá.
Yo mismo los haré pedazos y luego me alejaré;
yo mismo me llevaré la presa y no habrá quien me la arrebate.
15 Volveré luego a mi morada
hasta que reconozcan su culpa
y busquen mi rostro;
en su angustia
me buscarán con sinceridad».
Impenitencia de Israel
6 ¡Vengan, volvámonos al Señor!
Él nos ha despedazado,
pero nos sanará;
nos ha herido,
pero nos vendará.
2 Después de dos días nos dará vida nuevamente;
al tercer día nos levantará,
y así viviremos en su presencia.
3 Conozcamos al Señor;
esforcémonos por conocerlo.
Tan cierto como que sale el sol,
él habrá de manifestarse;
vendrá a nosotros como la lluvia de invierno,
como la lluvia de primavera que riega la tierra.
4 «¿Qué voy a hacer contigo, Efraín?
¿Qué voy a hacer contigo, Judá?
El amor de ustedes es como nube matutina,
como rocío que temprano se evapora.
5 Por eso los hice pedazos por medio de los profetas;
los herí con las palabras de mi boca.
¡Mis juicios brillan como la luz!
6 Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios,
conocimiento de Dios en lugar de holocaustos.
7 Pero ellos, como Adán han quebrantado el pacto,
¡me han traicionado!
8 Galaad es una ciudad de malhechores;
sus pisadas dejan huellas de sangre.
9 Una pandilla de sacerdotes
está al acecho en el camino a Siquén
y, como banda de salteadores,
comete toda clase de infamias.
10 En el reino de Israel he visto algo horrible:
se ha prostituido a Efraín
e Israel se ha contaminado.
11 »¡A ti también, Judá,
te espera la cosecha de tu maldad!
»Cuando yo restaure la fortuna de mi pueblo
7 y cuando yo sane a Israel,
la perversidad de Efraín y la maldad de Samaria
quedarán al descubierto.
Porque ellos cometen fraudes;
mientras el ladrón se mete en las casas,
una banda de salteadores roba en las calles.
2 No consideran en sus corazones[r]
que yo recuerdo todas sus maldades.
Sus malas acciones los tienen cercados,
siempre las tengo presentes.
3 »Con su maldad alegran al rey;
con sus mentiras, a los príncipes.
4 ¡Todos ellos son adúlteros!
Parecen un horno encendido
cuyo fuego no hace falta atizar
desde que el panadero prepara la harina hasta que la masa fermenta.
5 En el día de fiesta de nuestro rey,
los príncipes se encienden con el vino
y el rey da la mano a los burladores.
6 Sus corazones son como un horno,
mientras se acercan con intrigas.
Su ira se adormece por la noche,
pero se reaviva por la mañana.
7 Todos ellos arden como un horno
y devoran a sus gobernantes.
Caen todos sus reyes,
pero ninguno de ellos me invoca.
8 »Efraín se mezcla con las naciones;
parece una torta cocida de un solo lado.
9 Los extranjeros minan sus fuerzas,
pero él ni cuenta se da.
Su pelo se ha encanecido,
pero él ni cuenta se da.
10 La arrogancia de Israel testifica en su contra,
pero él no se vuelve al Señor su Dios;
a pesar de todo esto,
no lo busca.
11 »Efraín es como una paloma
torpe y sin entendimiento,
que unas veces pide ayuda a Egipto
y otras, recurre a Asiria.
12 Cuando vayan, lanzaré mi red sobre ellos;
los derribaré como a las aves del cielo
y cuando escuche que están juntos,
los atraparé.
13 ¡Ay de ellos,
que de mí se alejaron!
¡Destrucción vendrá sobre ellos
por rebelarse contra mí!
Yo bien podría redimirlos,
pero ellos mienten sobre mí.
14 No me invocan de corazón,
sino que se lamentan echados en sus camas.
Para obtener grano y vino nuevo
se laceran[s]
y se ponen en mi contra.
15 Yo adiestré y fortalecí sus brazos,
pero ellos maquinan maldades contra mí.
16 No se vuelven al Altísimo;
son como un arco engañoso.
Sus líderes caerán a filo de espada
por sus palabras insolentes.
Y en la tierra de Egipto
se burlarán de ellos.
Siembran vientos y cosechan tempestades
8 »¡Pon la trompeta sobre tus labios!
¡Un águila se cierne sobre la casa del Señor!
Han quebrantado mi pacto
y se han rebelado contra mi Ley,
2 Israel clama a mí:
“¡Dios nuestro, te conocemos!”.
3 Pero Israel ha rechazado el bien,
así que un enemigo lo perseguirá.
4 Establecen reyes sin mi consentimiento
y escogen príncipes sin mi aprobación.
Con su plata y con su oro se hacen ídolos
para su propia destrucción.
5 Samaria, ¡arroja el becerro que tienes por ídolo!
Contra ustedes se ha encendido mi ira.
¿Hasta cuándo serán incapaces de purificarse?
6 ¡Ese becerro procede de Israel!
Es obra de un escultor,
no es Dios.
Ese becerro de Samaria
será hecho pedazos.
7 »Sembraron vientos
y cosecharán tempestades.
El tallo no tiene espiga
y no producirá harina;
si acaso llegara a producirla,
se la tragarían los extranjeros.
8 Pues a Israel se lo han tragado
y hoy es de poca estima entre las naciones.
9 Porque ellos subieron a Asiria;
se apartaron como asno salvaje
y Efraín se vendió a sus amantes.
10 Aunque se haya vendido a las naciones,
ahora los reuniré.
Comenzarán a angustiarse
bajo la opresión del rey poderoso.
11 »Efraín multiplicó sus altares para ofrendas por el pecado
y esos altares se convirtieron en lugares para pecar.
12 Les escribí las grandezas de mi Ley,
pero las tuvieron como cosa extraña.
13 Me han ofrecido sacrificios y ofrendas,
y se han comido la carne,
pero el Señor no se agrada con ellos.
Ahora voy a recordar sus maldades
y castigaré sus pecados;
y tendrán que regresar a Egipto.
14 Israel se olvidó de su Hacedor
y se edificó palacios;
Judá multiplicó las ciudades amuralladas;
pero yo enviaré fuego sobre sus ciudades
y consumirá sus fortalezas».
El castigo a Israel
9 No te alegres, Israel;
no hagas fiesta como las otras naciones,
porque te has prostituido.
¡Le has sido infiel a tu Dios!
Prefieres la paga de prostituta
que recibes en todos los trigales.[t]
2 Ni el trigo ni las uvas podrán alimentarlos;
el vino nuevo les faltará.
3 No habitarán en la tierra del Señor;
Efraín regresará a Egipto
y comerá alimentos impuros en Asiria.
4 No ofrecerán al Señor ofrendas líquidas de vino
ni le serán gratos sus sacrificios.
Tales sacrificios serán para ellos como pan de lágrimas;
quienes lo coman quedarán impuros.
Esa comida será para ellos mismos,
pero no entrará en la casa del Señor.
5 ¿Qué harán ustedes en el día de festividad,
en el día de la fiesta del Señor?
6 Aunque escapen de la destrucción,
los recogerá Egipto
y los enterrará Menfis.
Sus tesoros de plata se llenarán de ortigas,
y los espinos invadirán sus tiendas de campaña.
7 Han llegado los días del castigo,
han llegado los días de la retribución.
¡Que lo sepa Israel!
Es tan grande tu maldad
y tan intensa tu hostilidad,
que al profeta se le tiene por necio,
y al hombre inspirado, por loco.
8 El profeta, junto con mi Dios,
es el centinela de Efraín,[u]
pero enfrenta trampas en todos sus caminos,
y hostilidad en la casa de su Dios.
9 Han llegado al colmo de la corrupción,
como en los días de Guibeá;
¡pero Dios se acordará de sus maldades
y los castigará por sus pecados!
10 «Cuando encontré a Israel,
fue como hallar uvas en el desierto;
cuando vi a sus antepasados,
fue como ver los primeros frutos en la higuera.
Pero ellos se fueron a Baal Peor
y se entregaron a la vergüenza;
¡se volvieron tan detestables como el objeto de su amor!
11 El esplendor de Efraín saldrá volando como un ave;
no habrá más concepción ni embarazo ni nacimiento.
12 Y aun cuando vean crecer a sus hijos,
yo los arrebataré hasta que no quede ninguno.
¡Ay de ellos cuando los abandone!
13 He visto a Efraín y a Tiro
plantados en un lugar agradable.[v]
Pero Efraín entregará sus hijos al verdugo».
14 Dales, Señor…
¿qué les darás?
¡Dales vientres que aborten
y pechos resecos!
15 «Toda su maldad comenzó en Guilgal;
allí comencé a aborrecerlos.
Por causa de sus maldades,
los expulsaré de mi casa.
No los amaré más,
pues todos sus líderes son rebeldes.
16 Efraín se ha marchitado:
su raíz se secó
y no produce fruto.
Aunque llegue a tener hijos,
mataré el precioso fruto de su vientre».
17 Como no lo obedecieron, mi Dios los rechazará;
andarán errantes entre las naciones.
10 Israel era una vid frondosa
que daba fruto para sí mismo.
Pero cuanto más aumentaba su fruto,
más altares construía;
cuanto más prosperaba su país,
más hermosas hacía sus piedras sagradas.
2 Su corazón es engañoso,
pero tendrá que cargar con su culpa.
El Señor destrozará sus altares
y devastará sus piedras sagradas.
3 Tal vez dirán: «No hemos temido al Señor
y por eso no tenemos rey.
Pero aun si lo tuviéramos,
¿qué podría hacer por nosotros?».
4 Hacen muchas promesas;
juran con falsedad
y hacen tratos;
por eso florecen los pleitos
como la mala yerba en el campo.
5 Temen los moradores de Samaria
por el ternero que adoran en Bet Avén.[w]
El pueblo del becerro hará duelo por él
y también los sacerdotes idólatras,
los que se regocijaron por su esplendor,
porque se lo llevarán al destierro.
6 El becerro será llevado a Asiria
como tributo para el gran rey.
Efraín quedará humillado;
Israel se avergonzará de sus planes.
7 Samaria y su rey desaparecerán
como rama arrastrada por el agua.
8 Serán destruidos sus altares paganos,
lugares de pecado de Israel.
Cardos y espinos crecerán sobre sus altares.
Entonces dirán a las montañas: «¡Cúbrannos!»,
y a las colinas: «¡Caigan sobre nosotros!».
9 «Tú, Israel, has venido pecando desde los días de Guibeá
y allí te has mantenido.
¿No alcanzará la guerra a los malvados en Guibeá?
10 Cuando yo quiera, los castigaré;
entonces las naciones se juntarán contra ellos
para aprisionarlos por su doble maldad.
11 Efraín es una ternera adiestrada
a la que le gusta trillar;
pues bien, yo pondré el yugo sobre su hermoso cuello.
Haré que Efraín lleve el yugo,
Judá tendrá que arar
y Jacob preparará la tierra».
12 ¡Siembren para ustedes justicia!
¡Cosechen el fruto del amor inagotable
y abran surcos en terrenos no labrados!
¡Ya es tiempo de buscar al Señor!,
hasta que él venga y les envíe lluvias de justicia.
13 Pero ustedes sembraron maldad,
cosecharon crímenes
y comieron el fruto de la mentira,
porque confiaron en sus carros
y en la multitud de sus guerreros.
14 Un estruendo de guerra se levantará contra su pueblo
y todas sus fortalezas serán devastadas,
como devastó Salmán a Bet Arbel en el día de la batalla,
cuando las madres fueron destrozadas junto con sus hijos.
15 Esto es lo que les sucederá a ustedes, Betel,
a causa de su extrema maldad.
Pues el rey de Israel será destruido por completo
en cuanto amanezca.
El amor de Dios por Israel
11 «Desde que Israel era niño, yo lo amé.
De Egipto llamé a mi hijo,
2 pero cuanto más lo llamaba,
más se alejaba de mí.[x]
Sacrificaban a los baales
y quemaban incienso a los ídolos.
3 Fui quien enseñó a caminar a Efraín,
tomándolo de los brazos.
Pero él no quiso reconocer
que era yo quien lo sanaba.
4 Lo atraje con cuerdas de ternura,[y]
lo atraje con lazos de amor.
Le quité de la cerviz el yugo
y con cariño me acerqué para alimentarlo.
5 »No volverá a tierra de Egipto
y Asiria reinará sobre ellos,
porque no quisieron volverse a mí.
6 En sus ciudades se blandirán espadas,
que destrozarán los barrotes de sus puertas
y acabarán con sus planes.
7 Mi pueblo está decidido a rebelarse contra mí.
Aunque me invocan como el Altísimo, no los exaltaré.
8 »¿Cómo podría yo entregarte, Efraín?
¿Cómo podría abandonarte, Israel?
¿Cómo puedo entregarte como a Admá?
¿Cómo puedo hacer contigo como con Zeboyín?
Dentro de mí, el corazón me da vuelcos,
y se me conmueven las entrañas.
9 Pero no daré rienda suelta a mi ira
ni volveré a destruir a Efraín.
Porque yo soy Dios y no hombre,
el Santo está entre ustedes;
y no iré contra sus ciudades».
10 El Señor rugirá como león
y ellos lo seguirán.
Cuando él lance su rugido,
sus hijos vendrán temblando de occidente.
11 «Vendrán desde Egipto,
temblando como aves;
vendrán desde Asiria, temblando como palomas,
y yo los estableceré en sus casas»,
afirma el Señor.
El pecado de Israel
12 «Efraín me ha rodeado de mentiras
y el reino de Israel, con fraude;
Judá anda errante, lejos de Dios;
¡lejos del Dios santísimo y fiel!
12 Efraín se alimenta de viento:
todo el día va tras el viento del este
y multiplica la mentira y la violencia.
Hace pactos con Asiria,
y a Egipto le da aceite como tributo».
2 El Señor tiene un pleito contra Judá:
le hará pagar a Jacob[z] todo lo que ha hecho;
le dará lo que merecen sus obras.
3 Ya en el seno materno suplantó a su hermano
y cuando se hizo hombre luchó con Dios.
4 Luchó con el ángel, y lo venció;
lloró y le rogó que lo favoreciera.
Se lo encontró en Betel
y allí habló con él;
5 ¡habló con el Señor Dios de los Ejércitos,
cuyo nombre es el Señor!
6 Pero tú debes volverte a tu Dios,
practicar el amor y la justicia
y esperar siempre en él.
7 Canaán[aa] usa balanzas fraudulentas,
pues le gusta explotar a los demás.
8 Efraín dice con jactancia:
«¡Cómo me he enriquecido!
¡He amasado una gran fortuna!
En todas mis ganancias no encontrarán
que haya pecado en algo».
9 «Yo soy el Señor tu Dios
desde que estabas en Egipto;
haré que vuelvas a vivir en tiendas de campaña,
como en los días de nuestras fiestas.
10 Yo hablé a los profetas;
hice que tuvieran muchas visiones
y por medio de ellos les hablé en parábolas».
11 ¿Es Galaad malvado?
¡No hay duda de que no vale nada!
En Guilgal sacrifican toros;
por eso sus altares quedarán reducidos a montones de piedra
entre los surcos del campo.
12 Jacob huyó a un campo de Aram;[ab]
Israel trabajó cuidando ovejas
en pago por su esposa.
13 El Señor usó a un profeta para sacar a Israel de Egipto
y por medio de un profeta lo cuidó.
14 Pero Efraín ha despertado su ira;
su Señor hará caer sobre él la culpa de la sangre que derramó
y devolverá sus injurias.
Por eso el Señor le hará pagar sus crímenes
y le devolverá sus injurias.
La ira del Señor contra Israel
13 Cuando Efraín hablaba, la gente temía;
él tenía la preeminencia sobre Israel.
Pero rindió culto a Baal y por ese pecado murió.
2 Sin embargo, siguen pecando,
pues se fabrican, según su ingenio,
imágenes de fundición e ídolos de plata
que no son más que obra de artesanos.
De ellos se dice:
«Ofrecen sacrificios humanos
y besan ídolos en forma de becerros».[ac]
3 Por eso serán como nube matutina,
como rocío que temprano se evapora,
como paja que se lleva el viento,
como humo que se escapa por la chimenea.
4 «Pero yo soy el Señor tu Dios
desde que estabas en Egipto.
No conocerás[ad] a otro dios fuera de mí
ni hay otro salvador que no sea yo.
5 Porque yo cuidé de ti en el desierto,
en esa tierra de terrible aridez.
6 Les di de comer y quedaron saciados;
una vez satisfechos, se volvieron arrogantes
y se olvidaron de mí.
7 Por eso, yo seré para ellos como un león;
los acecharé junto al camino como un leopardo.
8 Los atacaré y desgarraré su pecho
como una osa a quien le quitan sus cachorros.
¡Los devoraré como un león!
¡Los despedazaré como fiera del campo!
9 »Voy a destruirte, Israel,
porque estás contra quien te ayuda.
10 ¿Dónde está tu rey,
para que te salve en todas tus ciudades?
¿Dónde están tus líderes, de los que decías:
“Dame rey y príncipes”?
11 En mi ira te di rey
y en mi enojo te lo quité.
12 La maldad de Efraín fue anotada;
se ha registrado su pecado.
13 Llegan los dolores de parto,
pero él es una criatura necia:
cuando llega la hora del parto,
no se acomoda para salir.
14 »Yo los libraré del poder del sepulcro
y los rescataré de la muerte.[ae]
¿Dónde están, oh muerte, tus plagas?
¿Dónde está, oh sepulcro, tu destrucción?
»¡No les tendré compasión!
15 Aunque Efraín prospere entre sus hermanos,
vendrá el viento del Señor,
el viento del este que se levanta del desierto
y se agotarán sus fuentes y manantiales.
¡Serán saqueados sus tesoros
y todos sus objetos preciosos!
16 El pueblo de Samaria cargará con su culpa
por haberse rebelado contra su Dios.
Caerán a filo de espada;
a los niños los lanzarán contra el suelo
y a las embarazadas les abrirán el vientre».
Arrepentimiento para traer bendición
14 Vuélvete, Israel, al Señor tu Dios.
¡Tu maldad te ha hecho caer!
2 Piensen bien lo que dirán
y vuélvanse al Señor con este ruego:
«Perdónanos nuestras maldades
y recíbenos con benevolencia,
pues queremos ofrecerte
el fruto de nuestros labios.
3 Asiria no podrá salvarnos;
no montaremos caballos de guerra.
Nunca más llamaremos “dios nuestro”
a cosas hechas por nuestras manos,
pues en ti el huérfano halla compasión».
Respuesta de Dios
4 «Yo sanaré su rebeldía
y los amaré de pura gracia,
porque mi ira contra ellos se ha calmado.
5 Yo seré para Israel como el rocío,
y lo haré florecer como lirio.
Hundirá sus raíces como cedro del Líbano.
6 Sus vástagos crecerán,
tendrán el esplendor del olivo
y la fragancia del cedro del Líbano.
7 Volverán a habitar bajo su sombra,
y crecerán como el trigo.
Echarán renuevos, como la vid,
y serán tan famosos como el vino del Líbano.
8 Efraín, ¿qué tengo que ver con los ídolos?
¡Soy yo quien te responde y cuida de ti!
Soy como el ciprés siempre verde;
tu fruto procede de mí».
9 ¿Quién es sabio?, el que entiende estas cosas;
¿quién tiene discernimiento?, el que las comprende.
Ciertamente son rectos los caminos del Señor:
en ellos caminan los justos,
mientras que allí tropiezan los rebeldes.
Footnotes
- 1:4 En hebreo, Jezrel significa Dios siembra.
- 1:6 Lorrujama significa no amada.
- 1:9 Loamí significa no es mi pueblo.
- 2:1 Amí significa mi pueblo.
- 2:1 Rujama significa amada.
- 2:15 Véase Jos 7:24-26. Acor significa desgracia.
- 2:16 mi señor. Lit. mi baal.
- 2:22 En hebreo, Jezrel significa Dios siembra.
- 2:23 Lorrujama significa no amada.
- 2:23 Loamí significa no es mi pueblo.
- 2:23 Amí significa mi pueblo.
- 3:2 Es decir, aprox. 170 g.
- 3:2 Es decir, un jómer y un létec de cebada pesaba aprox. 195 kg.
- 3:4 ídolos familiares. Lit. terafines.
- 4:15 Bet Avén, nombre que significa casa de maldad, se aplica aquí a la ciudad de Betel, que significa casa de Dios (véase también 5:8).
- 5:8 Bet Avén. Véase nota en 4:15.
- 5:11 ídolos. Palabra de difícil traducción.
- 7:2 corazones. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
- 7:14 se laceran (mss. hebreos y LXX); residen como extranjeros (TM).
- 9:1 trigales. Lit. eras.
- 9:8 El profeta … de Efraín. Alt. El profeta es el centinela de Efraín, / el pueblo de mi Dios.
- 9:13 He visto … agradable. Texto de difícil traducción.
- 10:5 Véase nota en 4:15.
- 11:2 llamaba … de mí (LXX); llamaban … de ellos (TM).
- 11:4 de ternura. Lit. humanas.
- 12:2 En hebreo, Jacob significa él agarra el talón (en sentido figurado: él suplanta o engaña).
- 12:7 Canaán. Alt. El mercader.
- 12:12 Aram. Es decir, al noroeste de Mesopotamia.
- 13:2 De ellos … becerros. Alt. Dicen a la gente: «Quien ofrezca sacrificios, que bese a los becerros».
- 13:4 No conocerás. Alt. No deberías haber conocido.
- 13:14 de la muerte. Lit. del Seol.
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