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Oseas se reconcilia con su esposa

Me habló una vez más el Señor, y me dijo: «Ve y ama a esa mujer adúltera, que es amante de otro. Ámala como ama el Señor a los israelitas, aunque se hayan vuelto a dioses ajenos y se deleiten con las tortas de pasas que les ofrecen».

Compré entonces a esa mujer por quince monedas de plata[a] y una carga y media de cebada,[b] y le dije: «Vas a vivir conmigo mucho tiempo, pero sin prostituirte. No tendrás relaciones sexuales con ningún otro hombre. ¡Ni yo te voy a tocar!»

Ciertamente los israelitas vivirán mucho tiempo sin rey ni gobernante, sin sacrificio ni altares, ni efod ni ídolos. Pero después los israelitas buscarán nuevamente al Señor su Dios, y a David su rey. En los últimos días acudirán con temor reverente al Señor y a sus bondades.

Footnotes

  1. 3:2 quince monedas de plata. Lit. quince [siclos] de plata.
  2. 3:2 una carga y media de cebada. Lit. un jómer de cebada y un létec de cebada.