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55 »¡Bendito eres tú,
que tienes tu trono sobre los querubines;
que conoces los secretos más profundos!
Tú mereces ser adorado para siempre.

56 »¡Bendito eres en el cielo!
Tú mereces ser adorado para siempre.

57 »Que toda la creación bendiga a Dios
y cante himnos de alabanza para siempre.

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