Números 13:25-14:9
La Palabra (España)
El informe de los exploradores
25 Al término de los cuarenta días concluyeron la exploración de la tierra. 26 Se dirigieron directamente a Moisés y a Aarón, y a toda la comunidad israelita que acampaba en Cadés —en el desierto de Parán—, les dieron cuenta de la misión realizada y les mostraron los frutos de la tierra. 27 Esto es lo que les dijeron:
— Hemos recorrido la tierra a la que nos enviaste, una tierra que ciertamente mana leche y miel; y estos son sus frutos. 28 Sin embargo, el pueblo que habita esa tierra es fuerte, y sus ciudades son grandes y fortificadas; además hemos visto allí a descendientes de Anac. 29 Los amalecitas habitan en el Négueb; los hititas, los jebuseos y los amorreos habitan en la montaña; los cananeos, por su parte, ocupan la franja costera y la ribera del Jordán.
30 Entonces Caleb impuso silencio al pueblo en presencia de Moisés y dijo:
— Subamos con decisión y apoderémonos de esa tierra, pues somos más poderosos que ellos.
31 Pero los hombres que habían subido con Caleb le replicaron:
— No podremos vencer a ese pueblo, porque es más fuerte que nosotros.
32 Y difundieron entre los israelitas falsos informes acerca de la tierra que habían explorado, diciéndoles:
— La tierra que hemos recorrido y explorado es una tierra que devora a sus habitantes. Todo la gente que vimos en ella es de gran estatura; 33 también vimos allí nefilitas, (los descendientes de Anac provienen de los nefilitas). Nosotros, a su lado, teníamos la impresión de ser como saltamontes, y eso mismo les parecíamos a ellos.
Rebelión de los israelitas
14 Entonces toda la comunidad comenzó a lamentarse a gritos y el pueblo pasó toda la noche llorando. 2 Toda la comunidad a una murmuraba contra Moisés y Aarón diciendo:
— ¡Ojalá hubiéramos muerto en el país de Egipto! O si no, ¡ojalá, al menos, hubiéramos muerto en este desierto! 3 ¿Por qué el Señor nos lleva a esa tierra para morir a espada? ¡Nuestras mujeres y nuestros niños servirán de botín! ¡Sería preferible regresar a Egipto!
4 Y se decían unos a otros:
— Nombremos a un jefe y regresemos a Egipto.
5 Así las cosas, Moisés y Aarón se postraron rostro en tierra delante de toda la comunidad israelita. 6 Por su parte, Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefuné, que habían participado en la exploración de la tierra, rasgaron sus vestiduras 7 y, dirigiéndose a toda la comunidad israelita, dijeron:
— La tierra que hemos recorrido y explorado es una tierra muy buena. 8 Si el Señor nos es propicio, nos conducirá a esa tierra y nos la entregará; es una tierra que mana leche y miel. 9 Hacéis, pues, mal en rebelaros contra el Señor y en temer a los habitantes de esa tierra. Nos los comeremos como si fueran pan, porque el dios que los protege se ha apartado de ellos, mientras que con nosotros está el Señor; por lo tanto, no los temáis.
La Palabra, (versión española) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España