Add parallel Print Page Options

28 Pero en cuanto tenían paz
volvían a desobedecerte.
Entonces, una vez más,
caían en poder de sus enemigos.
Pero volvían a pedirte ayuda,
y tú desde el cielo los escuchabas.
Tan grande era tu amor por ellos,
que una y otra vez los liberabas.
29 Les ordenaste obedecer tu ley,
la cual da vida a los que la obedecen,
pero ellos fueron rebeldes y orgullosos,
y no la obedecieron.
30 Durante muchos años
les tuviste paciencia;
tu espíritu y tus profetas
les advirtieron del castigo.
Pero ellos no quisieron escuchar,
así que los dejaste caer en manos
de sus enemigos.

Read full chapter