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Nehemías vence la intimidación

Sucedió que habiendo oído Sanbalat, Tobías, Gesem el árabe y los demás enemigos nuestros que yo había reedificado la muralla y que no quedaban más brechas en ella (aunque hasta aquel tiempo no había colocado las hojas de las puertas), Sanbalat y Gesem enviaron a decirme: “Ven y reunámonos en alguna de las aldeas, en el valle de Ono”.

Pero ellos habían pensado hacerme daño. Entonces les envié mensajeros diciendo: “Estoy realizando una gran obra. No puedo ir, porque cesaría el trabajo si yo lo abandonara para ir a ustedes”.

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