Add parallel Print Page Options

Entonces yo oré:

«¡Dios nuestro, escucha cómo nos ofenden! Haz que todo lo malo que nos desean les pase a ellos. Haz que se los lleven a la fuerza a otro país, y que les roben todo lo que tienen. No les perdones sus maldades ni te olvides de sus pecados pues nos han insultado por reconstruir el muro».

Así que seguimos reconstruyendo el muro, y como la gente trabajaba con entusiasmo, el muro pronto estaba hasta la mitad de su altura.

Read full chapter