Add parallel Print Page Options

Entonces me enojé mucho e hice sacar todas las pertenencias y muebles que había en la habitación. Luego exigí que la sala fuera purificada, y volví a poner allí las vasijas, las ofrendas de grano, y el incienso.

10 Supe, además, que los levitas no estaban recibiendo lo que se les debía dar, por lo que ellos y los cantores del coro, que debían estar dirigiendo los cultos de adoración, habían regresado a sus campos.

Read full chapter