Add parallel Print Page Options

12 —Yo sólo puedo decir lo que Dios me manda.

Segunda bendición de Balaam

13 Entonces Balac le dijo:

—Ven conmigo, te llevaré a otro lugar. Quizá te animes a maldecir a ese pueblo si sólo ves a un grupo pequeño.

14 Balac lo llevó al campo de Sofim, a la parte más alta del monte Pisgá. Allí construyó siete altares, y en cada uno de ellos sacrificó un toro y un carnero.

Read full chapter