Números 24
Reina-Valera 1995
24 Cuando vio Balaam que le parecía bien a Jehová que él bendijera a Israel, no fue, como la primera y la segunda vez, en busca de agüero, sino que puso su rostro hacia el desierto. 2 Al alzar sus ojos, vio a Israel acampado por tribus, y el espíritu de Dios vino sobre él. 3 Entonces pronunció esta profecía:
«Dice Balaam hijo de Beor,
dice el varón de ojos abiertos,
4 dice el que oyó los dichos de Dios,
el que vio la visión del Omnipotente;
caído, pero abiertos los ojos:
5 ¡Cuán hermosas son tus tiendas, Jacob,
y tus habitaciones, Israel!
6 Como arroyos están extendidas,
como huertos junto al río,
como áloes plantados por Jehová,
como cedros junto a las aguas.
7 De sus manos destilan aguas,
y su descendencia tiene agua en abundancia.
Su rey es más grande que Agag,
y su reino es engrandecido.
8 Dios, que lo sacó de Egipto,
tiene fuerzas como de búfalo.
Devora a las naciones enemigas,
desmenuza sus huesos
y las traspasa con sus flechas.
9 Se agazapa y se echa como un león,
como una leona. ¿Quién lo despertará?
¡Benditos sean los que te bendigan
y malditos los que te maldigan!»
La profecía de Balaam
10 Entonces se encendió la ira de Balac contra Balaam, y batiendo las manos le dijo:
—Para maldecir a mis enemigos te he llamado, pero tú los has bendecido ya tres veces. 11 Ahora huye a tu lugar; yo dije que te honraría, pero Jehová te ha privado de honra.
12 Balaam le respondió:
—¿No lo declaré yo también a los mensajeros que me enviaste, diciendo: 13 “Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podré traspasar el dicho de Jehová para hacer cosa buena ni mala de mi arbitrio, pero lo que hable Jehová, eso diré yo”? 14 Yo me voy ahora a mi pueblo; por tanto, ven, te indicaré lo que este pueblo ha de hacer a tu pueblo en los últimos días.
15 Entonces pronunció esta profecía:
«Dice Balaam hijo de Beor,
dice el varón de ojos abiertos;
16 dice el que oyó los dichos de Jehová,
el que sabe la ciencia del Altísimo,
el que vio la visión del Omnipotente;
caído, pero abiertos los ojos:
17 Lo veo, mas no ahora;
lo contemplo, mas no de cerca:
Saldrá estrella de Jacob,
se levantará cetro de Israel,
y herirá las sienes de Moab
y destruirá a todos los hijos de Set.
18 Será tomada Edom,
será también tomada Seir por sus enemigos,
Israel realizará grandes prodigios.
19 De Jacob saldrá el vencedor
y destruirá lo que quede de la ciudad.»
20 Al ver a Amalec, pronunció esta profecía:
«Amalec es la cabeza de las naciones,
mas al fin perecerá para siempre.»
21 Al ver al ceneo, pronunció esta profecía:
«Fuerte es tu habitación;
en la peña está tu nido.
22 Pero el ceneo será destruido,
cuando Asiria te lleve cautivo.»
23 Después pronunció esta profecía:
«¡Ay!, ¿quién vivirá cuando haga Dios estas cosas?
24 Vendrán naves de la costa de Quitim,
afligirán a Asiria y afligirán también a Heber,
mas él también perecerá para siempre.»
25 Entonces se levantó Balaam y se fue de regreso a su lugar, y también Balac se fue por su camino.
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