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El pueblo se rebela

14 Entonces toda la congregación levantó la voz y clamó, y el pueblo lloró aquella noche. Todos los israelitas murmuraron(A) contra Moisés y Aarón, y toda la congregación les dijo: «¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto! ¡Ojalá hubiéramos muerto en este desierto(B)! ¿Por qué nos trae el Señor a esta tierra para caer a espada(C)? Nuestras mujeres y nuestros hijos van a caer cautivos(D). ¿No sería mejor que nos volviéramos a Egipto?». Y se decían unos a otros: «Nombremos un jefe y volvamos a Egipto(E)».

Entonces Moisés y Aarón cayeron sobre sus rostros(F) en presencia de toda la asamblea de la congregación de los israelitas. Y Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rasgaron sus vestidos; y hablaron a toda la congregación de los israelitas y dijeron: «La tierra por la que pasamos para reconocerla es una tierra buena en gran manera(G). Si el Señor se agrada de nosotros(H), nos llevará a esa tierra y nos la dará; es una tierra que mana leche y miel(I). Solo que ustedes no se rebelen contra el Señor(J), ni tengan miedo de la gente de la tierra(K), pues serán presa nuestra. Su protección les ha sido quitada, y el Señor está con nosotros; no les tengan miedo». 10 Pero toda la congregación dijo que los apedrearan(L). Entonces la gloria del Señor apareció(M) en la tienda de reunión a todos los israelitas.

11 Y el Señor dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo me desdeñará este pueblo(N)? ¿Y hasta cuándo no creerán en Mí(O) a pesar de todas las señales que he hecho en medio de ellos? 12 Los heriré con pestilencia(P) y los desalojaré, y a ti te haré una nación más grande(Q) y poderosa que ellos».

13 (R)Pero Moisés respondió al Señor: «Entonces lo oirán los egipcios, pues Tú sacaste a este pueblo de en medio de ellos con Tu poder(S), 14 y se lo dirán a los habitantes de esta tierra. Estos han oído que Tú, oh Señor, estás en medio de Tu pueblo, porque Tú, oh Señor, eres visto cara a cara cuando Tu nube está sobre ellos; y Tú vas delante de ellos de día en una columna de nube, y de noche en una columna de fuego(T). 15 Pero si Tú destruyes a este pueblo como a un solo hombre, entonces las naciones que han oído de Tu fama, dirán(U): 16 “Porque el Señor no pudo introducir a este pueblo(V) a la tierra que les había prometido con juramento, por eso los mató en el desierto”.

17 »Pero ahora, yo te ruego que sea engrandecido el poder del Señor, tal como Tú lo has declarado: 18 “El Señor es lento para la ira y abundante en misericordia(W), y perdona la iniquidad y la transgresión; pero de ninguna manera tendrá por inocente al culpable(X); sino que castigará la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación(Y)”. 19 Perdona, te ruego, la iniquidad de este pueblo(Z) conforme a la grandeza de Tu misericordia, así como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí».

20 Entonces el Señor dijo: «Los he perdonado(AA) según tu palabra; 21 pero ciertamente, vivo Yo(AB), que toda la tierra será llena de la gloria del Señor(AC). 22 Ciertamente todos los que han visto Mi gloria y las señales que hice en Egipto y en el desierto(AD), y que me han puesto a prueba estas diez veces(AE) y no han oído Mi voz, 23 no verán la tierra que juré a sus padres, ni la verá ninguno de los que me desdeñaron(AF). 24 Pero a Mi siervo Caleb, porque ha habido en él un espíritu distinto y me ha seguido plenamente(AG), lo introduciré a la tierra donde entró, y su descendencia tomará posesión de ella(AH). 25 Ahora bien, los amalecitas y los cananeos moran en los valles(AI). Mañana, ustedes vuelvan y partan para el desierto, camino del Mar Rojo».

26 Y el Señor habló a Moisés y a Aarón y les dijo: 27 «¿Hasta cuándo tendré que sobrellevar a esta congregación malvada que murmura contra Mí? He oído las quejas de los israelitas, que murmuran contra Mí(AJ). 28 Diles: “Vivo Yo(AK)”, declara el Señor, “que tal como han hablado a mis oídos(AL), así haré Yo con ustedes(AM). 29 En este desierto caerán los cadáveres de ustedes, todos sus enumerados de todos los contados de veinte años arriba(AN), que han murmurado contra Mí. 30 De cierto que ustedes no entrarán en la tierra en la cual juré establecerlos, excepto Caleb(AO), hijo de Jefone, y Josué, hijo de Nun. 31 Sin embargo, sus pequeños, de quienes dijeron que serían presa(AP) del enemigo, a ellos los introduciré, y conocerán la tierra que ustedes han despreciado. 32 Pero en cuanto a ustedes, sus cadáveres caerán en este desierto(AQ). 33 Y sus hijos serán pastores por cuarenta años en el desierto(AR), y sufrirán por la infidelidad de ustedes, hasta que sus cadáveres queden en el desierto. 34 Según el número de los días que ustedes reconocieron la tierra, cuarenta días(AS), por cada día llevarán su culpa un año, hasta cuarenta años, y conocerán Mi enemistad. 35 Yo, el Señor, he hablado(AT); ciertamente esto haré a toda esta perversa congregación que se han juntado contra Mí. En este desierto serán destruidos, y aquí morirán”».

36 En cuanto a los hombres a quienes Moisés envió a reconocer la tierra(AU), y que volvieron e hicieron murmurar contra él a toda la congregación dando un mal informe acerca de la tierra, 37 aquellos hombres que dieron el mal informe acerca de la tierra, murieron debido a una plaga(AV) delante del Señor. 38 Pero Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, sobrevivieron de entre aquellos hombres que fueron a reconocer la tierra.

39 (AW)Cuando Moisés habló estas palabras(AX) a todos los israelitas, el pueblo lloró mucho(AY). 40 Y se levantaron muy de mañana y subieron a la cumbre del monte, y dijeron: «Aquí estamos; subamos(AZ) al lugar que el Señor ha dicho, porque hemos pecado». 41 Pero Moisés dijo: «¿Por qué, entonces, quebrantan ustedes el mandamiento del Señor, si esto no les saldrá bien(BA)? 42 No suban, no sea que sean derribados delante de sus enemigos, pues el Señor no está entre ustedes(BB). 43 Pues los amalecitas y los cananeos estarán allí frente a ustedes, y caerán a espada por cuanto se han negado a seguir al Señor. Y el Señor no estará con ustedes». 44 Pero ellos se obstinaron en subir a la cumbre del monte; mas ni el arca del pacto del Señor(BC) ni Moisés se apartaron del campamento. 45 Entonces descendieron los amalecitas y los cananeos que habitaban en la región montañosa, y los hirieron y los derrotaron persiguiéndolos hasta Horma(BD).

Los israelitas se rebelan contra Jehová

14 Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?

Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto. Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel. Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová,(A) ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis. 10 Entonces toda la multitud habló de apedrearlos.

Pero la gloria de Jehová se mostró en el tabernáculo de reunión a todos los hijos de Israel, 11 y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos? 12 Yo los heriré de mortandad y los destruiré, y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos.

13 Pero Moisés respondió a Jehová: Lo oirán luego los egipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu poder; 14 y lo dirán a los habitantes de esta tierra, los cuales han oído que tú, oh Jehová, estabas en medio de este pueblo, que cara a cara aparecías tú, oh Jehová, y que tu nube estaba sobre ellos, y que de día ibas delante de ellos en columna de nube, y de noche en columna de fuego; 15 y que has hecho morir a este pueblo como a un solo hombre; y las gentes que hubieren oído tu fama hablarán, diciendo: 16 Por cuanto no pudo Jehová meter este pueblo en la tierra de la cual les había jurado, los mató en el desierto. 17 Ahora, pues, yo te ruego que sea magnificado el poder del Señor, como lo hablaste, diciendo: 18 Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.(B) 19 Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.(C)

Jehová castiga a Israel

(Dt. 1.34-40)

20 Entonces Jehová dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho. 21 Mas tan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llena toda la tierra, 22 todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz, 23 no verán la tierra de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá.(D) 24 Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión.(E) 25 Ahora bien, el amalecita y el cananeo habitan en el valle; volveos mañana y salid al desierto, camino del Mar Rojo.

26 Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo: 27 ¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan? 28 Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros. 29 En este desierto caerán vuestros cuerpos;(F) todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años arriba, los cuales han murmurado contra mí. 30 Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella; exceptuando a Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijo de Nun. 31 Pero a vuestros niños, de los cuales dijisteis que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis. 32 En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto. 33 Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años,(G) y ellos llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. 34 Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo. 35 Yo Jehová he hablado; así haré a toda esta multitud perversa que se ha juntado contra mí; en este desierto serán consumidos, y ahí morirán.

Muerte de los diez espías malvados

36 Y los varones que Moisés envió a reconocer la tierra, y que al volver habían hecho murmurar contra él a toda la congregación, desacreditando aquel país, 37 aquellos varones que habían hablado mal de la tierra, murieron de plaga delante de Jehová. 38 Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida, de entre aquellos hombres que habían ido a reconocer la tierra.

La derrota en Horma

(Dt. 1.41-46)

39 Y Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de Israel, y el pueblo se enlutó mucho. 40 Y se levantaron por la mañana y subieron a la cumbre del monte, diciendo: Henos aquí para subir al lugar del cual ha hablado Jehová; porque hemos pecado. 41 Y dijo Moisés: ¿Por qué quebrantáis el mandamiento de Jehová? Esto tampoco os saldrá bien. 42 No subáis, porque Jehová no está en medio de vosotros, no seáis heridos delante de vuestros enemigos. 43 Porque el amalecita y el cananeo están allí delante de vosotros, y caeréis a espada; pues por cuanto os habéis negado a seguir a Jehová, por eso no estará Jehová con vosotros. 44 Sin embargo, se obstinaron en subir a la cima del monte; pero el arca del pacto de Jehová, y Moisés, no se apartaron de en medio del campamento. 45 Y descendieron el amalecita y el cananeo que habitaban en aquel monte, y los hirieron y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Horma.

La rebelión de Coré

16 Y se rebeló Coré, hijo de Izhar(A), hijo de Coat, hijo de Leví, con Datán y Abiram, hijos de Eliab(B), y On, hijo de Pelet, hijos de Rubén, y se alzaron contra Moisés, junto con algunos de los israelitas, 250 jefes de la congregación, escogidos en la asamblea(C), hombres de renombre. Y se juntaron contra Moisés y Aarón(D), y les dijeron: «¡Basta ya de ustedes(E)! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y el Señor está en medio de ellos(F). ¿Por qué, entonces, ustedes se levantan por encima de la asamblea del Señor?».

Cuando Moisés escuchó esto, cayó sobre su rostro(G); y habló a Coré y a todo su grupo y dijo: «Mañana temprano el Señor mostrará quién es de Él, y quién es santo, y lo acercará a Él(H); aquel a quien Él escoja(I), lo acercará a Él. Hagan esto, Coré y todo el grupo suyo: tomen incensarios para ustedes, y pongan fuego en ellos, y echen incienso sobre ellos mañana en la presencia del Señor; y el hombre a quien el Señor escoja será el que es santo. ¡Basta ya de ustedes(J), hijos de Leví!».

Entonces Moisés dijo a Coré: «Oigan ahora, hijos de Leví. ¿No les es suficiente(K) que el Dios de Israel los haya separado del resto de la congregación de Israel, para acercarlos a Él, a fin de cumplir el ministerio del tabernáculo del Señor, y para estar ante la congregación para ministrarles(L), 10 y que se te ha acercado a ti, Coré, y a todos tus hermanos, hijos de Leví, contigo? ¿Y pretenden también el sacerdocio(M)? 11 Por tanto, tú y toda tu compañía se han juntado contra el Señor; pues en cuanto a Aarón, ¿quién es él para que murmuren(N) contra él(O)?».

12 Entonces Moisés mandó llamar a Datán y a Abiram, hijos de Eliab, pero ellos dijeron: «No iremos. 13 ¿No es suficiente que nos hayas sacado de una tierra que mana leche y miel(P) para que muramos en el desierto(Q), sino que también quieras enseñorearte sobre nosotros? 14 En verdad, tú no nos has traído a una tierra que mana leche y miel(R), ni nos has dado herencia de campos y viñas(S). ¿Les sacarías los ojos a estos hombres(T)? ¡No iremos!».

15 Moisés se enojó mucho y dijo al Señor: «¡No aceptes su ofrenda(U)! No he tomado de ellos ni un solo asno(V), ni le he hecho daño a ninguno de ellos». 16 Y dijo Moisés a Coré: «Tú y toda tu compañía preséntense mañana delante del Señor; tú, ellos y Aarón. 17 Cada uno de ustedes tome su incensario y ponga incienso en él, y cada uno de ustedes traiga su incensario delante del Señor, 250 incensarios; tú también, y Aarón, cada uno traiga su incensario». 18 Y cada uno tomó su incensario y puso fuego en él, y echó incienso en él; y se pusieron a la puerta de la tienda de reunión con Moisés y Aarón. 19 Así reunió Coré a toda la congregación en contra de ellos a la puerta de la tienda de reunión, y la gloria del Señor apareció a toda la congregación(W).

Castigo de Coré, sus compañeros y sus familias

20 Entonces el Señor habló a Moisés y a Aarón: 21 «Apártense de entre esta congregación, para que Yo la destruya(X) en un instante(Y)». 22 Pero ellos cayeron sobre sus rostros, y dijeron: «Oh Dios, Dios de los espíritus de toda carne(Z), cuando un hombre peque, ¿te enojarás con toda la congregación(AA)?». 23 Entonces respondió el Señor a Moisés: 24 «Habla a la congregación, y diles: “Aléjense(AB) de los alrededores de las tiendas de Coré, Datán y Abiram”».

25 Entonces se levantó Moisés y fue a Datán y a Abiram, y le seguían los ancianos de Israel, 26 y habló a la congregación: «Apártense(AC) ahora de las tiendas de estos malvados, y no toquen nada que les pertenezca, no sea que perezcan(AD) con todo su pecado».

27 Se retiraron, pues, de los alrededores de las tiendas de Coré, Datán y Abiram; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a la puerta de sus tiendas, junto con sus mujeres, sus hijos(AE) y sus pequeños. 28 Y Moisés dijo: «En esto conocerán que el Señor me ha enviado(AF) para hacer todas estas obras, y que no es iniciativa mía. 29 Si estos mueren como mueren todos los hombres(AG) o si sufren la suerte de todos los hombres, entonces el Señor no me envió. 30 Pero si el Señor hace algo enteramente nuevo(AH) y la tierra abre su boca y los traga con todo lo que les pertenece, y descienden vivos al Seol[a](AI), entonces sabrán que estos hombres han despreciado al Señor».

31 Y aconteció que cuando terminó de hablar todas estas palabras, la tierra debajo de ellos se partió, 32 y la tierra abrió su boca y se los tragó, a ellos(AJ) y a sus casas y a todos los hombres de Coré(AK) con todos sus bienes. 33 Ellos y todo lo que les pertenecía descendieron vivos al Seol; y la tierra los cubrió y perecieron de en medio de la asamblea. 34 Todos los israelitas que estaban alrededor de ellos huyeron a sus gritos, pues decían: «¡No sea que la tierra nos trague!». 35 Salió también fuego del Señor y consumió(AL) a los 250 hombres(AM) que ofrecían el incienso.

36 [b]Entonces el Señor habló a Moisés y dijo: 37 «Dile a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que levante los incensarios de en medio de la hoguera, pues son santos; y esparce allí las brasas. 38 En cuanto a los incensarios de estos que han pecado a costa de sus vidas, que se hagan de ellos láminas batidas para cubrir el altar, puesto que los presentaron ante el Señor y son santos; y serán por señal a los israelitas(AN)». 39 El sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce que habían presentado los que fueron quemados, y a golpe de martillo los hicieron una cubierta para el altar, 40 como recordatorio para los israelitas de que ningún laico[c], que no fuera descendiente de Aarón, debería acercarse(AO) a quemar incienso delante del Señor(AP), para que no le sucediera como a Coré y a su grupo, tal como el Señor se lo había dicho por medio de Moisés.

Plaga mortal por causa de las quejas del pueblo

41 Pero al día siguiente, toda la congregación de los israelitas murmuró contra Moisés y Aarón(AQ), diciendo: «Ustedes son los que han sido la causa de la muerte del pueblo del Señor». 42 Sucedió, sin embargo, que cuando la congregación se había juntado contra Moisés y Aarón, se volvieron hacia la tienda de reunión y vieron que la nube la cubría, y la gloria del Señor apareció(AR). 43 Entonces Moisés y Aarón fueron al frente de la tienda de reunión, 44 y el Señor habló a Moisés y dijo: 45 «Apártense de en medio de esta congregación, para que Yo la destruya en un instante(AS)». Entonces ellos cayeron sobre sus rostros. 46 Y Moisés le dijo a Aarón: «Toma tu incensario y pon en él fuego del altar, y echa incienso en él; tráelo entonces pronto a la congregación y haz expiación(AT) por ellos, porque la ira(AU) ha salido de parte del Señor. ¡La plaga ha comenzado!». 47 Aarón tomó el incensario como Moisés le había dicho, y corrió hacia el medio de la asamblea, pues vio que la plaga ya había comenzado entre el pueblo. Y echó el incienso e hizo expiación(AV) por el pueblo. 48 Entonces se colocó entre los muertos y los vivos, y la plaga se detuvo. 49 Y los que murieron a causa de la plaga(AW) fueron 14,700 sin contar los que murieron por causa de Coré(AX). 50 Después Aarón regresó a Moisés a la puerta de la tienda de reunión, pues la plaga había sido detenida.

Footnotes

  1. Números 16:30 I.e. región de los muertos.
  2. Números 16:36 En el texto heb. cap. 17:1.
  3. Números 16:40 Lit. extraño.

La rebelión de Coré

16 Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente, y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre. Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová? Cuando oyó esto Moisés, se postró sobre su rostro; y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará Jehová quién es suyo, y quién es santo, y hará que se acerque a él; al que él escogiere, él lo acercará a sí. Haced esto: tomaos incensarios, Coré y todo su séquito, y poned fuego en ellos, y poned en ellos incienso delante de Jehová mañana; y el varón a quien Jehová escogiere, aquel será el santo; esto os baste, hijos de Leví. Dijo más Moisés a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví: ¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para ministrarles, 10 y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio? 11 Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra Jehová; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis?

12 Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá. 13 ¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente? 14 Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades de tierras y viñas. ¿Sacarás los ojos de estos hombres? No subiremos.

15 Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su ofrenda; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal. 16 Después dijo Moisés a Coré: Tú y todo tu séquito, poneos mañana delante de Jehová; tú, y ellos, y Aarón; 17 y tomad cada uno su incensario y poned incienso en ellos, y acercaos delante de Jehová cada uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno con su incensario. 18 Y tomó cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y echaron en ellos incienso, y se pusieron a la puerta del tabernáculo de reunión con Moisés y Aarón. 19 Ya Coré había hecho juntar contra ellos toda la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión; entonces la gloria de Jehová apareció a toda la congregación. 20 Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo: 21 Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento. 22 Y ellos se postraron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué airarte contra toda la congregación? 23 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: 24 Habla a la congregación y diles: Apartaos de en derredor de la tienda de Coré, Datán y Abiram.

25 Entonces Moisés se levantó y fue a Datán y a Abiram, y los ancianos de Israel fueron en pos de él. 26 Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis en todos sus pecados. 27 Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos y sus pequeñuelos. 28 Y dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad. 29 Si como mueren todos los hombres murieren estos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres, Jehová no me envió. 30 Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová.

31 Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos. 32 Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. 33 Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación. 34 Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra. 35 También salió fuego de delante de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.

36 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: 37 Di a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, que tome los incensarios de en medio del incendio, y derrame más allá el fuego; porque son santificados 38 los incensarios de estos que pecaron contra sus almas; y harán de ellos planchas batidas para cubrir el altar; por cuanto ofrecieron con ellos delante de Jehová, son santificados, y serán como señal a los hijos de Israel. 39 Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce con que los quemados habían ofrecido; y los batieron para cubrir el altar, 40 en recuerdo para los hijos de Israel, de que ningún extraño que no sea de la descendencia de Aarón se acerque para ofrecer incienso delante de Jehová, para que no sea como Coré y como su séquito; según se lo dijo Jehová por medio de Moisés.

41 El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová. 42 Y aconteció que cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo de reunión, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria de Jehová. 43 Y vinieron Moisés y Aarón delante del tabernáculo de reunión. 44 Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 45 Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros. 46 Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad ha comenzado. 47 Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, e hizo expiación por el pueblo, 48 y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad. 49 Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré. 50 Después volvió Aarón a Moisés a la puerta del tabernáculo de reunión, cuando la mortandad había cesado.

La vara de Aarón florece

17 [a]Entonces el Señor dijo a Moisés: «Habla a los israelitas y toma de ellos una vara por cada una de las casas paternas: doce varas de todos los jefes conforme a sus casas paternas. Y escribirás el nombre de cada uno en su vara, y escribirás el nombre de Aarón en la vara de Leví; porque hay una vara para cada jefe de sus casas paternas. Las pondrás en la tienda de reunión delante del testimonio donde me encuentro contigo(A). Y acontecerá que la vara del hombre que Yo escoja(B), retoñará. Así disminuiré de sobre Mí las quejas de los israelitas que murmuran contra ustedes».

Moisés habló a los israelitas, y todos los jefes de ellos le dieron varas, una por cada jefe según sus casas paternas; doce varas, con la vara de Aarón entre sus varas. Y Moisés colocó las varas en la tienda del testimonio delante del Señor(C).

Al siguiente día, Moisés entró en la tienda del testimonio, y vio que la vara de Aarón de la casa de Leví había retoñado y echado botones, y había producido flores, y almendras maduras(D). Moisés entonces sacó todas las varas de la presencia del Señor y las llevó a los israelitas; y ellos las miraron y cada uno tomó su vara. 10 Pero el Señor dijo a Moisés: «Vuelve a poner la vara de Aarón delante del testimonio(E) para guardarla por señal a los rebeldes(F), para que hagas cesar sus murmuraciones contra Mí, y no mueran». 11 Así lo hizo Moisés; como el Señor le había ordenado, así lo hizo.

12 Entonces los israelitas dijeron a Moisés: «Vamos a morir; estamos perdidos; todos nosotros estamos perdidos(G). 13 Cualquiera que se acerca al tabernáculo del Señor, muere(H). ¿Hemos de perecer todos?».

Footnotes

  1. Números 17:1 En el texto heb. cap. 17:16.

La vara de Aarón florece

17 Luego habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y toma de ellos una vara por cada casa de los padres, de todos los príncipes de ellos, doce varas conforme a las casas de sus padres; y escribirás el nombre de cada uno sobre su vara. Y escribirás el nombre de Aarón sobre la vara de Leví; porque cada jefe de familia de sus padres tendrá una vara. Y las pondrás en el tabernáculo de reunión delante del testimonio, donde yo me manifestaré a vosotros. Y florecerá la vara del varón que yo escoja, y haré cesar de delante de mí las quejas de los hijos de Israel con que murmuran contra vosotros. Y Moisés habló a los hijos de Israel, y todos los príncipes de ellos le dieron varas; cada príncipe por las casas de sus padres una vara, en total doce varas; y la vara de Aarón estaba entre las varas de ellos. Y Moisés puso las varas delante de Jehová en el tabernáculo del testimonio.

Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras. Entonces sacó Moisés todas las varas de delante de Jehová a todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomaron cada uno su vara. 10 Y Jehová dijo a Moisés: Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio,(A) para que se guarde por señal a los hijos rebeldes; y harás cesar sus quejas de delante de mí, para que no mueran. 11 E hizo Moisés como le mandó Jehová, así lo hizo.

12 Entonces los hijos de Israel hablaron a Moisés, diciendo: He aquí nosotros somos muertos, perdidos somos, todos nosotros somos perdidos. 13 Cualquiera que se acercare, el que viniere al tabernáculo de Jehová, morirá. ¿Acabaremos por perecer todos?