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16 »¡Guías ciegos! ¡Qué aflicción les espera! Pues dicen que no significa nada jurar “por el templo de Dios” pero que el que jura “por el oro del templo” está obligado a cumplir ese juramento. 17 ¡Ciegos tontos! ¿Qué es más importante, el oro o el templo que lo hace sagrado? 18 Y dicen que jurar “por el altar” no impone una obligación, pero jurar “por las ofrendas que están sobre el altar” sí la impone. 19 ¡Qué ciegos son! Pues, ¿qué es más importante, la ofrenda sobre el altar o el altar que hace que la ofrenda sea sagrada? 20 Cuando juran “por el altar”, juran por el altar y por todo lo que hay encima. 21 Cuando juran “por el templo”, no solo juran por el templo sino por Dios, quien vive allí.

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11 «El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: pregunta a los sacerdotes acerca de la ley: 12 “Si alguno de ustedes trae entre sus vestiduras sacerdotales carne de un sacrificio consagrado y sucede que las vestiduras rozan con algún pan o guiso, vino o aceite de oliva o alguna otra clase de alimento, ¿quedará el alimento también consagrado?”».

Entonces los sacerdotes contestaron:

—No.

13 Luego Hageo preguntó:

—Si alguien se vuelve ceremonialmente impuro por tocar a un muerto y después toca cualquiera de esos alimentos, ¿se contaminará la comida?

—Sí—contestaron los sacerdotes.

14 Entonces Hageo respondió:

—Así mismo sucede con este pueblo y con esta nación, dice el Señor. Todo lo que hacen y todo lo que ofrecen, está contaminado por su pecado. 15 Miren lo que les pasaba antes de que comenzaran a edificar los cimientos del templo del Señor. 16 Cuando esperaban veinte medidas de grano, cosechaban solo diez. Cuando esperaban sacar cincuenta litros del lagar, encontraban solo veinte. 17 Yo envié plaga, moho y granizo para destruir todo aquello por lo que hicieron tanto esfuerzo para producir. Aun así, rehusaban regresar a mí, dice el Señor.

18 »Consideren este día, el 18 de diciembre,[a] cuando los cimientos del templo del Señor fueron establecidos. Considérenlo bien. 19 Ahora les doy una promesa cuando la semilla aún está en el granero.[b] Todavía no han cosechado su grano, ni las vides ni las higueras ni los granados ni los olivos han dado sus frutos. Sin embargo, de hoy en adelante, yo los bendeciré.

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Footnotes

  1. 2:18 O En este día, el 18 de diciembre, consideren el día.
  2. 2:19 En hebreo ¿Está la semilla aún en el granero?

La puerta angosta

13 »Solo puedes entrar en el reino de Dios a través de la puerta angosta. La carretera al infierno[a] es amplia y la puerta es ancha para los muchos que escogen ese camino. 14 Sin embargo, la puerta de acceso a la vida es muy angosta y el camino es difícil, y son solo unos pocos los que alguna vez lo encuentran.

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Footnotes

  1. 7:13 En griego La senda que conduce a la destrucción.

15 Todo es puro para los de corazón puro. En cambio, para los corruptos e incrédulos nada es puro, porque tienen la mente y la conciencia corrompidas. 16 Tales personas afirman que conocen a Dios, pero lo niegan con su manera de vivir. Son detestables y desobedientes, no sirven para hacer nada bueno.

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15 »¿Qué derecho tiene mi amado pueblo de ir a mi templo
    cuando ha cometido tantas inmoralidades?
¿Acaso sus votos y sacrificios pueden evitar su destrucción?
    ¡En realidad se alegran en hacer lo malo!

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22 Pero Samuel respondió:

—¿Qué es lo que más le agrada al Señor:
    tus ofrendas quemadas y sacrificios,
    o que obedezcas a su voz?
¡Escucha! La obediencia es mejor que el sacrificio,
    y la sumisión es mejor que ofrecer la grasa de carneros.

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14 Imagínense cuánto más la sangre de Cristo nos purificará la conciencia de acciones pecaminosas[a] para que adoremos al Dios viviente. Pues por el poder del Espíritu eterno, Cristo se ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio perfecto por nuestros pecados.

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Footnotes

  1. 9:14 En griego de obras muertas.

Estamos todos infectados por el pecado y somos impuros.
    Cuando mostramos nuestros actos de justicia,
    no son más que trapos sucios.
Como las hojas del otoño, nos marchitamos y caemos,
    y nuestros pecados nos arrasan como el viento.

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