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Jesús con Moisés y Elías

(Mr 9:2-13; Lc 9:28-36)

17 Seis días después, Jesús llevó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan a una montaña alta donde estaban solos. Allí, frente a ellos, Jesús se transformó. Su cara comenzó a brillar como el sol, y su ropa se volvió tan blanca como la luz. Entonces se les aparecieron Moisés y Elías hablando con Jesús. Pedro le dijo a Jesús:

—Señor, qué bueno que estemos aquí. Si quieres hago tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.

Mientras Pedro hablaba, una nube brillante los envolvió y desde la nube se escuchó una voz que dijo: «Este es mi Hijo amado con el que estoy muy contento. ¡Escúchenlo!»

Cuando los seguidores oyeron esto, se asustaron tanto que cayeron al suelo. Entonces Jesús vino, los tocó y dijo:

—Levántense y no tengan miedo.

Los seguidores miraron para todos lados, pero ya no vieron a nadie, sólo a Jesús.

Cuando estaban bajando de la montaña, Jesús les ordenó:

—No le cuenten esto a nadie hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos.

10 Entonces los seguidores le preguntaron:

—¿Por qué los maestros de la ley dicen que Elías debe venir primero?[a]

11 Jesús les contestó:

—Tienen razón cuando dicen que Elías va a venir y pondrá todo en orden. 12 Pero yo les digo que Elías ya vino, no lo reconocieron e hicieron lo que quisieron con él. De esa misma manera van a hacer sufrir al Hijo del hombre.

13 Entonces sus seguidores comprendieron que él estaba diciendo que Juan el Bautista era el Elías que había de venir.

Jesús sana a un muchacho

(Mr 9:14-29; Lc 9:37-43a)

14 Cuando llegaron a donde estaba la multitud, un hombre se acercó a Jesús, se arrodilló ante él y 15 le dijo:

—¡Señor, ten compasión de mi hijo! Le dan ataques y sufre terriblemente. Muchas veces cae en el fuego o en el agua. 16 Lo llevé a tus seguidores, pero no pudieron sanarlo.

17 Cuando Jesús escuchó esto, dijo:

—¡Partida[b] de incrédulos y pervertidos! ¿Cuánto tiempo más tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho para acá.

18 Entonces Jesús le ordenó al demonio que saliera y el muchacho quedó sano desde ese día. 19 Después los seguidores se acercaron a Jesús y le preguntaron en privado:

—¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?

20 Jesús les dijo:

—Eso fue porque ustedes tienen muy poca fe. Les digo la verdad: si su fe fuera tan sólo como un grano de mostaza[c], podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí para allá”, y esta se movería. Nada les sería imposible. 21 [d]

Jesús habla otra vez de su muerte

(Mr 9:30-32; Lc 9:43b-45)

22 Cuando Jesús volvió con sus seguidores a Galilea, les dijo:

—El Hijo del hombre está a punto de ser entregado en manos de los hombres 23 que lo van a matar; pero al tercer día, resucitará.

Los seguidores se pusieron muy tristes.

Jesús enseña sobre el pago de impuestos

24 Cuando Jesús y sus seguidores entraron al pueblo de Capernaúm, se le acercaron a Pedro unos hombres que recaudaban el impuesto del templo y le preguntaron:

—¿Tu maestro no paga el impuesto del templo[e]?

25 Pedro les respondió que sí y entró a la casa. Antes de que Pedro dijera algo, Jesús dijo:

—¿Tú qué piensas, Simón? ¿De quién recogen los impuestos los reyes de la tierra? ¿Acaso los recogen de sus hijos o de los que no son de la familia?

26 Pedro le respondió:

—Los que pagan los impuestos son los hijos de la otra gente.

Entonces Jesús le dijo:

—Es decir, que los hijos del rey no pagan impuestos. 27 Pero, como nosotros no queremos que armen un escándalo, ve al lago y pesca con anzuelo. Ábrele la boca al primer pescado que pesques, y allí encontrarás una moneda[f]. Llévala y dásela a los que cobran impuestos. Ese dinero pagará tu impuesto y el mío.

Footnotes

  1. 17:10 Ver Mal 4:5-6.
  2. 17:17 Partida Textualmente Generación.
  3. 17:20 grano de mostaza Esta minúscula semilla produce una planta más alta que un hombre.
  4. 17:21 Algunos manuscritos tienen el versículo 21: Esa clase de espíritus sólo se sacan con oración y ayuno.
  5. 17:24 impuesto del templo Textualmente las dos dracmas.
  6. 17:27 una moneda Textualmente una estatera. Moneda que equivalía a cuatro dracmas.

Historia familiar de Jesús

(Lc 3:23-38)

Esta es la lista de antepasados de Jesús el Mesías, descendiente de David y de Abraham.

Abraham fue el papá de Isaac.

Isaac fue el papá de Jacob.

Jacob fue el papá de Judá y de sus hermanos.

Judá fue el papá de Fares y Zara (Tamar fue la mamá).

Fares fue el papá de Esrom.

Esrom fue el papá de Ram.

Ram fue el papá de Aminadab.

Aminadab fue el papá de Naasón.

Naasón fue el papá de Salmón.

Salmón fue el papá de Booz (Rahab fue la mamá).

Booz fue el papá de Obed (Rut fue la mamá).

Obed fue el papá de Isaí.

Isaí fue el papá del rey David.

David fue el papá de Salomón (la mamá de Salomón había sido esposa de Urías).

Salomón fue el papá de Roboam.

Roboam fue el papá de Abías.

Abías fue el papá de Asaf.

Asaf fue el papá de Josafat.

Josafat fue el papá de Joram.

Joram fue el papá de Uzías.

Uzías fue el papá de Jotam.

Jotam fue el papá de Acaz.

Acaz fue el papá de Ezequías.

10 Ezequías fue el papá de Manasés.

Manasés fue el papá de Amón.

Amón fue el papá de Josías.

11 Josías fue el abuelo de Jeconías[a] y de sus hermanos (esto fue en el tiempo en que el pueblo de Judá fue llevado a Babilonia).

12 Después de que se los llevaron a Babilonia:

Jeconías fue el papá de Salatiel.

Salatiel fue el papá de Zorobabel.

13 Zorobabel fue el papá de Abiud.

Abiud fue el papá de Eliaquim.

Eliaquim fue el papá de Azor.

14 Azor fue el papá de Sadoc.

Sadoc fue el papá de Aquim.

Aquim fue el papá de Eliud.

15 Eliud fue el papá de Eleazar.

Eleazar fue el papá de Matán.

Matán fue el papá de Jacob.

16 Jacob fue el papá de José,

que era el esposo de María,

la mamá de Jesús a quien se le conoce como el Mesías.

17 Así que hubo catorce generaciones desde Abraham hasta David, catorce desde David hasta que deportaron a los israelitas a Babilonia, y otras catorce desde que deportaron a los israelitas a Babilonia hasta el nacimiento del Mesías.

Nacimiento de Jesús el Mesías

(Lc 2:1-7)

18 Así fue como ocurrió el nacimiento de Jesús el Mesías: María, la mamá de Jesús, estaba comprometida para casarse con José. Antes de la boda, descubrió que estaba embarazada por el poder del Espíritu Santo. 19 José, su futuro esposo, era un hombre recto y no quería que ella fuera avergonzada en público. Así que hizo planes en secreto para romper el compromiso de matrimonio.[b] 20 Pero mientras pensaba en esto, un ángel del Señor se le apareció en un sueño y le dijo: «José, descendiente de David, no tengas miedo de casarte con María, porque el hijo que ella está esperando es por obra del Espíritu Santo. 21 Ella tendrá un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús[c], porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

22 Todo esto pasó para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta:

23 (A)«La virgen quedará embarazada y tendrá un hijo
    que será llamado Emanuel»[d]

(que significa «Dios con nosotros»).

24 Cuando José despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado: se casó con María. 25 Pero no tuvo relaciones sexuales con ella hasta después de que ella dio a luz un hijo. José le puso por nombre Jesús.

Unos sabios visitan a Jesús

Jesús nació en Belén de Judea, cuando gobernaba el rey Herodes. Después de su nacimiento, llegaron a Jerusalén unos sabios del oriente, y preguntaron:

—¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido? Pues vimos su estrella cuando salió y venimos a adorarle.

Cuando el rey Herodes oyó esto, se preocupó mucho al igual que toda la gente de Jerusalén. Fue así como reunió a todos los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, y les preguntó dónde iba a nacer el Mesías. Ellos le dijeron:

—En Belén, en la provincia de Judea, porque eso fue lo que escribió el profeta:

(B)“Y tú, Belén, de la tierra de Judá,
    eres importante entre los gobernantes de Judá,
porque de ti saldrá un gobernante
    que guiará como un pastor a mi pueblo Israel”.[e]

Entonces Herodes llamó a los sabios y se reunió en secreto con ellos. Averiguó el tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Luego los mandó a Belén y les dijo:

—Vayan y averigüen todo lo que puedan acerca de ese niño y, cuando lo sepan todo, avísenme para que yo también pueda ir a adorarle.

Ellos oyeron al rey y se fueron. La estrella que habían visto salir iba delante de ellos hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. 10 Cuando ellos vieron la estrella, se alegraron muchísimo. 11 Entraron en la casa y vieron al niño con María, su mamá; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y sacaron unos regalos para él: oro, incienso y mirra. 12 Después, Dios les dijo en un sueño que no volvieran a donde estaba Herodes, así que regresaron a su país por otro camino.

Los padres de Jesús lo llevan a Egipto

13 Después de que los sabios se fueron, un ángel del Señor se le apareció a José en un sueño y le dijo: «Levántate y huye a Egipto con el niño y su mamá. Quédate allá hasta que yo te diga, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».

14 Entonces José se levantó y se fue durante la noche con el niño y la mamá a Egipto. 15 (C)Se quedó allá hasta que Herodes murió. Esto sucedió para que así se cumpliera lo que había dicho el Señor por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo».[f]

Herodes manda matar a los niños

16 Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios de oriente lo habían engañado, se enojó muchísimo. Así que tomó en cuenta los cálculos que había averiguado de los sabios y mandó matar a todos los niños varones menores de dos años en Belén y sus alrededores. 17 Entonces se cumplió lo que había dicho el profeta Jeremías:

18 (D)«Se oyó un sonido en Ramá,
    sonido de llanto y de dolor.
Era Raquel que lloraba por sus niños
    y no quería que la consolaran
    porque ellos ya estaban muertos».[g]

Regreso desde Egipto

19 Después de que murió Herodes, un ángel del Señor se le apareció en un sueño a José en Egipto. 20 Le dijo: «Levántate y ve con el niño y su mamá a Israel, porque ya han muerto los que estaban tratando de matar al niño».

21 Entonces José se levantó y llevó al niño y a su mamá a Israel. 22 Pero cuando José supo que el rey de Judea ya no era Herodes, sino su hijo Arquelao, le dio miedo ir allá. Entonces, habiendo sido advertido por Dios en un sueño, se fue a la región de Galilea 23 y se quedó a vivir en el pueblo llamado Nazaret. Esto sucedió para que se cumpliera lo que dijeron los profetas: que el Mesías[h] sería llamado nazareno[i].

Misión de Juan el Bautista

(Mr 1:1-8; Lc 3:1-9; Jn 1:19-28)

Varios años después, mientras ellos todavía estaban viviendo en Nazaret, vino Juan el Bautista y empezó a hablarle a la gente en el desierto de Judea. Él decía: «Cambien su manera de pensar y de vivir, porque el reino de Dios está cerca». (E)El profeta Isaías se refería a Juan cuando dijo:

«Alguien grita en el desierto:
“¡Preparen el camino para el Señor;
    háganle caminos derechos!”»[j]

Juan se vestía de pelo de camello, llevaba un cinto de cuero en la cintura; y su comida era langostas y miel silvestre. Entonces la gente venía a él desde Jerusalén, de toda la provincia de Judea y de toda la región alrededor del río Jordán. Confesaban sus pecados y Juan los bautizaba en el río Jordán.

Cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos venían para ser bautizados, les dijo: «¡Partida[k] de víboras! ¿Quién les advirtió que escaparan de la ira de Dios que está por venir? Vivan de tal manera que demuestre que realmente han cambiado. Y no me vengan con que “Abraham es nuestro antepasado”, porque les aseguro que Dios puede convertir hasta estas piedras en descendientes de Abraham. 10 Y ya también el hacha está lista para cortar los árboles de raíz. Por tanto, todo árbol que no produzca buenos frutos será cortado y echado al fuego para que se queme. 11 Yo los bautizo con agua como demostración de que han cambiado su vida, pero el que viene después de mí es más poderoso que yo. Ni siquiera soy digno de ayudarle a quitarse las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. 12 Vendrá preparado para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo bueno en el granero y quemará lo que no es bueno en un fuego que nunca se apagará».

Bautismo de Jesús

(Mr 1:9-11; Lc 3:21-22)

13 En ese tiempo, Jesús vino de Galilea al Jordán para que Juan lo bautizara, 14 pero Juan trató de impedirlo, y le dijo:

—Soy yo quien necesita ser bautizado por ti, ¿por qué entonces vienes a mí?

15 Jesús le contestó:

—No me lo impidas ahora, porque es necesario cumplir con todo lo que Dios requiere.[l]

Entonces Juan estuvo de acuerdo. 16 Y Jesús, después de que fue bautizado, salió inmediatamente del agua y vio que el cielo se le abrió y que el Espíritu de Dios bajaba sobre él como una paloma. 17 Una voz desde los cielos decía: «Este es mi hijo amado con quien estoy muy contento».

Jesús es puesto a prueba

(Mr 1:12-13; Lc 4:1-13)

Luego, el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que fuera tentado por el diablo. Después de no comer nada durante 40 días y 40 noches, Jesús tenía mucha hambre. Entonces el diablo[m] vino para ponerlo a prueba y le dijo:

—Si eres Hijo de Dios, diles a estas piedras que se conviertan en pan.

(F)Pero Jesús le respondió:

—Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre; sino de toda palabra que Dios dice”.[n]

Entonces el diablo llevó a Jesús a la ciudad santa y lo puso en lo más alto de un extremo del área del templo, (G)y le dijo:

—Si eres Hijo de Dios, tírate abajo desde aquí porque está escrito:

“Él mandará a sus ángeles
    que te cuiden.
Sus manos te rescatarán
    para que ni siquiera te lastimes los pies contra las piedras”.[o]

(H)Jesús le dijo:

—Pero también está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios”.[p]

Después el diablo llevó a Jesús a una montaña muy alta y le mostró todos los reinos del mundo con toda su grandeza. El diablo le dijo:

—Te daré todo esto si te arrodillas y me adoras.

10 (I)Jesús le dijo:

—¡Largo de aquí Satanás! Porque está escrito: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”.[q]

11 Entonces el diablo se fue, y los ángeles vinieron a cuidar a Jesús.

Jesús comienza su obra

(Mr 1:14-15; Lc 4:14-15)

12 Cuando Jesús oyó que habían encerrado a Juan en la cárcel, regresó a Galilea. 13 Pero no se quedó viviendo en Nazaret, sino que se fue a vivir a Capernaúm, un pueblo que estaba cerca del lago de Galilea en la región de Zabulón y Neftalí. 14 Esto sucedió para que se cumpliera lo que dijo Dios a través del profeta Isaías:

15 «Tierras de Zabulón y de Neftalí,
    a la orilla del mar, al otro lado del río Jordán:
    Galilea, de gente extranjera.
16 (J)Esa gente vive en la oscuridad,
    pero han visto una gran luz;
una luz ha brillado para ellos
    que viven en una tierra oscura como la muerte».[r]

17 Desde entonces, Jesús comenzó a anunciar: «Cambien su manera de pensar y de vivir porque el reino de Dios ya está cerca».

Los primeros seguidores

(Mr 1:16-20; Lc 5:1-11)

18 Cuando Jesús caminaba junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos: Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés. Estaban lanzando la red para pescar en el lago, pues eran pescadores. 19 Y Jesús les dijo:

—Síganme, y yo les enseñaré a pescar hombres.

20 Inmediatamente ellos dejaron ahí sus redes y lo siguieron. 21 Yendo más adelante, vio a otros dos hermanos: Santiago y Juan, hijos de Zebedeo. Estaban en una barca con el papá arreglando sus redes para pescar. Jesús los llamó 22 e inmediatamente ellos dejaron la barca y a su papá, y siguieron a Jesús.

Jesús enseña y sana a la gente

(Lc 6:17-19)

23 Jesús andaba por toda la región de Galilea, enseñando en las sinagogas y anunciando el mensaje de las buenas noticias del reino. Iba entre la gente sanando toda enfermedad. 24 Su fama se difundió por toda Siria. Le traían a todos los que padecían de diversas enfermedades y a los que sufrían graves dolores. También le traían a los atormentados por algún demonio, a los epilépticos y a los paralíticos, y él los sanaba. 25 Muchísima gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del río Jordán seguía a Jesús.

Jesús enseña a la gente

(Lc 6:20-23)

Cuando Jesús vio a toda esa gente, subió a la ladera de una montaña, se sentó y allí llegaron sus seguidores. Entonces comenzó a enseñarles lo siguiente:

«Afortunados los que reconocen su necesidad espiritual,
    porque el reino de Dios les pertenece.
Afortunados los que están tristes,
    porque Dios los consolará.
Afortunados los que son humildes,
    porque la tierra que Dios prometió[s] será de ellos.
Afortunados los que tienen hambre y sed de justicia,
    porque quedarán completamente satisfechos por Dios.
Afortunados los que tienen compasión de otros,
    porque Dios también tendrá compasión de ellos.
Afortunados los que tienen corazón puro,
    porque ellos verán a Dios.
Afortunados los que se esfuerzan por conseguir la paz,
    porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Afortunados los que son maltratados por practicar la justicia,
    porque el reino de Dios les pertenece.

11 »Cuando la gente los insulte, los persiga y hable mal de ustedes por seguirme, sepan que son afortunados a los ojos de Dios. 12 Pónganse contentos y alégrense porque van a recibir una gran recompensa en los cielos. Así también fue como maltrataron a los profetas que vivieron antes de ustedes.

Sal y luz del mundo

(Mr 9:50; 4:21; Lc 14:34-35; 8:16)

13 »Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo podría volver a ser salada? Ya no sirve para nada sino para ser tirada y pisada por la gente.

14 »Ustedes son la luz que alumbra al mundo. Una ciudad que está en un monte no se puede esconder. 15 Ni se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cesto, sino sobre el candelero para que ilumine a todos en la casa. 16 Así mismo, ustedes deben ser luz para los demás de tal manera que todos puedan ver sus buenas obras y adoren a su Padre que está en los cielos.

Jesús y la ley

17 »No piensen que he venido para acabar con la ley de Moisés o la enseñanza de los profetas. No he venido para acabar con ellas, sino para darles completo significado. 18 Les digo la verdad: hasta que pasen el cielo y la tierra, no pasará ni una letra ni una tilde de la ley hasta que todo esto se cumpla. 19 Así que cualquiera que desobedezca alguno de los mandamientos por muy pequeño que sea y les enseñe a otros a desobedecerlo, será considerado muy pequeño en el reino de Dios. En cambio, el que los obedezca todos y enseñe a obedecerlos será considerado grande en el reino de Dios. 20 Porque les digo a ustedes, no entrarán en el reino de Dios a menos que practiquen la justicia mejor que los maestros de la ley y los fariseos.

Jesús enseña sobre la reconciliación

21 (K)»Ustedes han oído que se les dijo a los antepasados: “No mates,[t] y el que cometa asesinato tendrá que responder ante un juez”. 22 Pero, ahora yo les digo que todo el que se enoje con otro tendrá que responder ante el tribunal. El que insulte a alguien, tendrá que responder ante el Consejo; y el que maldiga a otro, tendrá que responder por eso en el fuego del infierno.

23 »Así que si vas al altar a dar una ofrenda a Dios y te acuerdas de que alguien tiene algo contra ti, 24 deja ahí tu ofrenda y ve a hacer las paces con esa persona. Luego regresa para dar tu ofrenda a Dios.

25 »Reconcíliate pronto con tu adversario. Llega a un acuerdo con él mientras van hacia el juzgado, porque si no, él te entregará al juez, y el juez te entregará al guardia para que te meta a la cárcel. 26 Te digo la verdad: no saldrás de allí hasta que hayas pagado hasta el último centavo.

Jesús enseña sobre la inmoralidad sexual

27 (L)»Ustedes han oído que se dijo: “No cometas adulterio”.[u] 28 Pero ahora yo te digo que si alguno mira a una mujer con el deseo de tener relaciones sexuales con ella, en su mente ya ha cometido pecado con ella. 29 Así que si tu ojo derecho te hace pecar, sácalo y tíralo. Es mejor que pierdas parte de tu cuerpo a que todo el cuerpo sea echado al infierno. 30 Y si tu mano derecha te hace pecar, córtala y tírala. Es mejor que pierdas parte de tu cuerpo a que todo el cuerpo sea echado al infierno.

Jesús enseña sobre el divorcio

(Mt 19:9; Mr 10:11-12; Lc 16:18)

31 (M)»También se dijo antes: “Cualquiera que se divorcie de su esposa, debe darle un certificado de divorcio”.[v] 32 Pero ahora yo digo que el hombre que se divorcie de su esposa, a no ser en caso de pecado sexual, hace que ella cometa adulterio. El hombre que se case con una mujer divorciada también está cometiendo adulterio.

Jesús enseña sobre los juramentos

33 »Ustedes también han oído que se les dijo a los antepasados: “No dejes de cumplir ningún juramento, sino cumple tus juramentos a Dios”.[w] 34 Pero ahora yo les digo que es mejor no jurar por nada. No juren por el cielo, porque es el trono de Dios. 35 No juren tampoco por la tierra, porque es de Dios. No juren por Jerusalén, porque también le pertenece a él, el gran Rey. 36 Tampoco jures por tu cabeza, porque ni siquiera puedes hacer que un cabello sea negro o blanco. 37 Si quieres decir “sí”, solamente di “sí”, y si quieres decir “no”, solamente di “no”. Todo lo que se diga de más, viene del Maligno.[x]

Jesús enseña sobre las peleas

(Lc 6:29-30)

38 (N)»Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”.[y] 39 Pero ahora yo les digo: no te pongas en contra de una persona mala. Mejor, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, deja que te pegue también en la otra. 40 Si alguien trata de ponerte una demanda para quedarse con tu camisa, entrégale también tu capa. 41 Si alguien te obliga a caminar un kilómetro[z] con él, camina dos. 42 Al que te pida algo, dáselo; y al que te pida algo prestado, préstaselo.

Amen a sus enemigos

(Lc 6:27-28, 32-36)

43 (O)»Ustedes también han oído que se dijo: “Ama a tus semejantes[aa] pero odia a tus enemigos”. 44 Pero yo les digo que amen a sus enemigos y pidan en sus oraciones por los que los persiguen. 45 De esta forma, ustedes serán hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que el sol salga tanto para los malos como para los buenos y que la lluvia caiga tanto para los justos como para los injustos. 46 Si ustedes solamente aman a los que los aman, ¿creen que merecen alguna recompensa por eso? Incluso los cobradores de impuestos aman a sus amigos. 47 Y si ustedes sólo son buena gente con sus amigos, ¿creen que están haciendo algo fuera de lo común? Hasta los que no conocen a Dios son así. 48 Por eso, sean ustedes perfectos así como su Padre que está en el cielo es perfecto.

Footnotes

  1. 1:11 Jeconías Textualmente Joaquín.
  2. 1:19 romper […] matrimonio Textualmente divorciarse de ella. En el Israel de esa época el matrimonio era legal incluso antes de ser consumado.
  3. 1:21 Jesús Nombre que significa el Señor (YAVÉ) salva.
  4. 1:23 Cita de Is 7:14.
  5. 2:6 Cita de Mi 5:2.
  6. 2:15 Cita de Os 11:1.
  7. 2:18 Cita de Jer 31:15.
  8. 2:23 el Mesías Textualmente él. Ver Mesías en el vocabulario.
  9. 2:23 nazareno Este nombre es similar a la palabra hebrea retoño, por lo cual se cree que Mateo podría hacer referencia a la promesa de un retoño de la familia de David. Ver Is 11:1.
  10. 3:3 Cita de Is 40:3.
  11. 3:7 Partida Textualmente Engendros.
  12. 3:15 con todo […] requiere Textualmente toda justicia.
  13. 4:3 el diablo Textualmente el tentador.
  14. 4:4 Cita de Dt 8:3.
  15. 4:6 Cita de Sal 91:11-12.
  16. 4:7 Cita de Dt 6:16.
  17. 4:10 Cita de Dt 6:13.
  18. 4:15-16 Cita de Is 9:1-2.
  19. 5:5 la tierra que Dios prometió Esto es a lo que se refieren estas mismas palabras en el Sal 37:11. Aquí pueden hacer referencia a una tierra prometida espiritual, pero su significado también puede ser ellos poseerán la tierra.
  20. 5:21 Cita de Éx 20:13; Dt 5:17.
  21. 5:27 Cita de Éx 20:14; Dt 5:18.
  22. 5:31 Cita de Dt 24:1.
  23. 5:33 Ver Lv 19:12; Nm 30:2; Dt 23:21.
  24. 5:37 del Maligno o de la maldad.
  25. 5:38 Cita de Éx 21:24; Lv 24:20; Dt 19:21.
  26. 5:41 un kilómetro Textualmente una milla.
  27. 5:43 Cita de Lv 19:18.