Add parallel Print Page Options

17-18 Herodes había mandado arrestar a Juan porque este le decía que era ilegal que se casara con Herodías, la esposa de su hermano Felipe. 19 Por eso mismo, Herodías odiaba a Juan y quería que lo mataran, pero no había podido conseguirlo.

20 Y ya que Herodes respetaba a Juan porque lo consideraba un hombre justo y santo, lo había arrestado para ponerlo a salvo. Aunque cada vez que hablaba con Juan salía turbado, le gustaba escucharlo.

21 Un día se le presentó a Herodías la oportunidad que buscaba. Era el cumpleaños de Herodes y este organizó un banquete para sus altos oficiales, los jefes del ejército y la gente importante de Galilea. 22 En medio del banquete, la hija de Herodías danzó y gustó mucho a los presentes.

―Pídeme lo que quieras —le dijo el rey— y te lo concederé, 23 aunque me pidas la mitad del reino.

Esto se lo prometió bajo juramento.

24 La chica salió y consultó a su madre:

―¿Qué debo pedir? Y la mamá le dijo:

―Pídele la cabeza de Juan el Bautista.

25 La chica fue corriendo de inmediato a donde estaba el rey y le dijo:

―Quiero que me des ahora mismo, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista.

26 Al rey le dolió complacerla, pero no podía faltar a su palabra delante de los invitados. 27 Por eso, en seguida envió a uno de sus guardias a que le trajera la cabeza de Juan. El soldado decapitó a Juan en la prisión, 28 regresó con la cabeza en una bandeja y se la entregó a la chica y esta se la llevó a su madre.

29 Cuando los discípulos de Juan se enteraron de lo sucedido, fueron en busca del cuerpo y lo enterraron.

Read full chapter