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Proceso contra Israel (1—3)

Título

Palabra del Señor que fue dirigida a Miqueas de Moréset en tiempos de Jotán, Ajaz y Ezequías, reyes de Judá, y visiones que tuvo referentes a Samaría y Jerusalén.

Condena de Israel

¡Escuchad, pueblos todos!
Presta atención, tierra,
y todo cuanto la llena:
El Señor Dios en su santo Templo
va a testimoniar contra vosotros.
El Señor sale de su morada,
desciende sobre los montes de la tierra.
A su paso se derriten los montes
como cera en presencia del fuego,
se resquebrajan los valles
como cortados por el agua
que se precipita en torrentera.
Y es que Jacob se ha rebelado,
Israel amontona pecados.
¿Cuál es la rebelión de Jacob?
¿No está acaso en Samaría?
¿Cuáles los altozanos de Judá?
¿No están en la misma Jerusalén?
Pues bien, reduciré a Samaría
a un montón de ruinas,
a un campo donde se planten viñas.
Haré rodar sus piedras hasta el valle
y dejaré al descubierto sus cimientos.
Todos sus ídolos serán destruidos
y echadas a las llamas sus ganancias;
haré trizas todas sus imágenes
que, si fueron paga de prostitución,
en paga de prostitución se convertirán.

Lamento del profeta

Por eso me lamentaré y haré duelo,
caminaré descalzo y desnudo,
aullaré como hacen los chacales
y gemiré como las avestruces.
Porque su herida es incurable,
ha llegado hasta Judá,
hasta la capital de mi pueblo,
hasta alcanzar Jerusalén.
10 No lo proclaméis en Gat,
no os lamentéis en Kabón,
revolcaos en el polvo de Bet Leofrá.
11 Desnudos y avergonzados
caminan los habitantes de Safir;
los de Saanán no pueden salir;
resuenan lamentos en Bet Ezel
y nadie puede ayudaros.
12 Llenos están de amargura
los habitantes de Marot
porque hasta las puertas de Jerusalén
ha llevado el Señor la desgracia.
13 Enganchad los corceles al carro,
habitantes de Laquis;
allí comenzó el pecado de Sión,
en ti se dieron cita las rebeldías de Israel.
14 Da, pues, acta de divorcio a Moréset Gat;
trampa para los reyes de Israel
serán las casas de Aczib.
15 Sobre vosotros, gente de Maresá,
todavía enviaré un conquistador
y la flor de Israel tendrá que huir a Adulán.
16 Aféitate y córtate el pelo,
hazlo por tus hijos tan amados;
vuélvete calvo como el buitre,
pues han sido deportados lejos de ti.

Contra los opresores

¡Ay de los que planean la maldad
y traman iniquidades en sus lechos!
En cuanto se hace de día lo ejecutan,
pues tienen poder para ello.
Codician campos y los roban,
casas y se apoderan de ellas;
oprimen al cabeza de familia
y a los que conviven con él,
a la persona y a sus propiedades.
Por eso, así dice el Señor:
Yo planeo contra esta gente un mal
del que no podréis hurtar el cuello
ni tampoco caminar altaneros,
pues serán tiempos de tragedia.
Ese día os dedicarán una copla
y os entonarán una elegía que diga:
“Nos han arruinado del todo,
han vendido mi herencia familiar;
se nos arrebatan los campos
y se reparten entre los invasores”.
Así que no tendrás a nadie
que, en la asamblea del Señor,
eche a suertes los lotes de la tierra.

Contra los profetas

Vosotros no desvariéis,
(que sean ellos quienes desvaríen);
no desvariéis diciendo:
“No nos alcanzará la desgracia”.
¿Está acaso maldita
la descendencia de Jacob?
¿Se ha agotado la paciencia del Señor
y va a ser esa su manera de actuar?
¿No son benévolas sus palabras
para quien procede honradamente?
Ayer mi pueblo se alzaba contra el enemigo,
hoy arrebata túnica y manto
a quienes transitan confiados
al regreso de la guerra.
A las mujeres de mi pueblo
las expulsáis de sus queridos hogares,
a sus hijos los priváis para siempre
del honor que procede de mí.
10 ¡Levantaos, poneos en marcha,
que no es este un tiempo de descanso!
Tu impureza provoca la destrucción,
una destrucción que será terrible.
11 Si alguien corriera tras del viento,
urdiendo falsedades como esta:
“por vino y licor vaticinaré en tu favor”,
ese sería el profeta de este pueblo.

El Señor reúne al resto de Israel

12 Voy a reunirte, Jacob, todo entero;
voy a congregar al resto de Israel.
Los juntaré como a ovejas en redil,
como a rebaño en la pradera,
y producirán un rumor de multitud.
13 Al frente está el que abre camino;
los demás ensanchan la brecha,
cruzan la puerta y salen por ella.
Delante de ellos va su rey,
el Señor a la cabeza.

Contra los jefes que abusan del pueblo

Yo digo: Escuchadme, jefes de Jacob,
oídme, dirigentes de Israel:
¿No os corresponde a vosotros
ocuparos del derecho?
Odiáis el bien y amáis el mal,
arrancáis la piel a la gente
y dejáis sus huesos al desnudo.
Esos que comen la carne de mi pueblo,
le arrancan la piel y quiebran sus huesos,
cortan su carne en pedazos
para echarlos a la olla o la caldera,
cuando griten al Señor,
no tendrán respuesta alguna.
El Señor les ocultará su rostro
a causa de sus malas acciones.

Los profetas que se venden

Así dice el Señor contra los profetas
que extravían a mi pueblo:
Mientras tienen algo que comer,
proclaman: “Todo es paz”,
pero declaran una guerra santa
a quien se niega a llenarles la boca.
Por eso se abatirá sobre vosotros
una noche sin visiones,
una oscuridad sin predicciones;
se ocultará el sol para esos profetas,
el día se les convertirá en tinieblas.
Avergonzados y ruborizados,
videntes y adivinos taparán su rostro
al no tener respuesta de Dios.
Pero yo estoy lleno de valor,
de espíritu divino, justicia y fortaleza,
para reprochar a Jacob sus crímenes
y sus pecados a Israel.

Denuncia y castigo

Escuchad esto, jefes de Jacob,
oíd, gobernantes de Israel,
los que detestáis la justicia
y violáis todo derecho,
10 construyendo a Sión con sangre
y a Jerusalén a fuerza de delitos.
11 Sus jueces juzgan por soborno,
sus sacerdotes predican a sueldo
y sus profetas vaticinan por dinero.
Pero aún se apoyan en el Señor y dicen:
“¿Acaso no está el Señor con nosotros?
¡No nos alcanzará la desgracia!”.
12 Pues bien, por vuestra culpa
Sión será arada como un campo,
Jerusalén terminará en montón de piedras
y el monte del Templo en cerro de espinos.

Promesas a Sión (4—5)

Afluencia de las naciones a Jerusalén

Cuando pase mucho tiempo
el monte de la casa del Señor
quedará afianzado entre los montes,
descollará entre las colinas.
Hacia él confluirán las naciones,
acudirán pueblos numerosos que dirán:
“Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob.
Él nos indicará sus caminos
y nosotros iremos por sus sendas.
Y es que de Sión saldrá la ley,
de Jerusalén, la palabra del Señor”.
Él será juez de pueblos numerosos,
arbitrará a naciones poderosas y lejanas.
Convertirán sus espadas en arados,
harán hoces con sus lanzas.
No se amenazarán las naciones con espadas,
ni se adiestrarán más para la guerra.
Reposarán bajo su parra y su higuera
sin que nadie los moleste.
Lo ha dicho el Señor del universo.
Otros pueblos caminan en nombre de su dios,
nosotros lo hacemos en nombre del Señor
que es nuestro Dios por siempre jamás.
Ese día —oráculo del Señor—
recogeré a las ovejas cojas,
reuniré a las descarriadas
y a las que yo había maltratado.
Con las cojas formaré un resto,
con las alejadas una nación poderosa.
Y será el Señor en el monte Sión
su rey ahora y para siempre.
En cuanto a ti, torre del rebaño,
colina donde se asienta Jerusalén,
recobrarás el poder de antaño
y la realeza volverá a Jerusalén.

Liberación de Sión

Y ahora, ¿a qué vienen esos gritos?
¿Te has quedado sin rey?
¿Ha desaparecido tu consejero
y estás atenazada por el dolor
como mujer en trance de parto?
10 Retuércete de dolor, Jerusalén,
y gime como parturienta, Sión,
porque ahora saldrás de la ciudad
y tendrás que vivir en el campo.
Irás a Babilonia, pero serás liberada;
allí te rescatará el Señor de tus enemigos.
11 Ahora se reúnen contra ti
un sinfín de naciones que dicen:
“Que [Jerusalén] sea profanada
y que nuestros ojos se recreen
contemplando la ruina de Sión”.
12 Pero desconocen los designios del Señor
y no comprenden que los ha reunido
para [trillarlos] como gavillas en la era.
13 ¡Arriba, pues, Jerusalén y tríllalos!
Te armaré con cuernos de hierro,
te daré pezuñas de bronce.
Triturarás a esos pueblos,
consagrarás al Señor su botín
y sus riquezas al dueño de toda la tierra.
14 Pero ahora, hazte incisiones, Jerusalén,
y prepárate para la guerra,
pues nos han puesto asedio
y golpean duramente en la mejilla
a los que gobiernan Israel