Una mujer unge a Jesús en Betania(A)

Estando Jesús en Betania, en casa de Simón, que había tenido una enfermedad en su piel, se acercó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy caro, y lo derramó sobre la cabeza de Jesús mientras él estaba sentado a la mesa.

Al ver esto, los discípulos se indignaron.

—¿Para qué este desperdicio? —dijeron—. Podía haberse vendido este perfume por mucho dinero para dárselo a los pobres.

10 Consciente de ello, Jesús dijo:

—¿Por qué molestan a esta mujer? Ella ha hecho una obra hermosa conmigo. 11 A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no me van a tener siempre. 12 Al derramar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo hizo a fin de prepararme para la sepultura. 13 Les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se predique este evangelio, se contará también, en memoria de esta mujer, lo que ella hizo.

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María tomó entonces como medio litro[a] de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramó sobre los pies de Jesús, secándoselos luego con sus cabellos. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.

Judas Iscariote, que era uno de sus discípulos y que más tarde lo traicionaría, objetó:

—¿Por qué no se vendió este perfume? Pudo haberse vendido por el salario de más de un año de trabajo[b] y dárselo a los pobres.

Dijo esto no porque se interesara por los pobres, sino porque era un ladrón y, como tenía a su cargo la bolsa del dinero, acostumbraba a robarse lo que echaban en ella.

—Déjala en paz —respondió Jesús—. Ella ha estado guardando este perfume para el día de mi sepultura.[c] A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no siempre me tendrán.

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Footnotes

  1. 12:3 medio litro. Lit. una litra. La litra era una medida del Imperio Romano equivalente aprox. a 327 g o 0.5 l.
  2. 12:5 el salario … trabajo. Lit. trescientos denarios.
  3. 12:7 Jesús—. Ella … sepultura. Var. Jesús—, para que guarde [es decir, se acuerde de] esto el día de mi sepultura.

39 Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía.

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