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Pilato interroga a Jesús

(Mr 15:2-5; Lc 23:3-5; Jn 18:33-38)

11 Mientras tanto, Jesús se presentó ante el gobernador, y este le preguntó:

—¿Eres tú el rey de los judíos?

Jesús dijo:

—Tú lo has dicho.

12 Pero cuando los jefes de los sacerdotes y los ancianos líderes lo acusaron, no respondió nada. 13 Entonces Pilato le preguntó:

—¿No escuchas todas las acusaciones que están haciendo en tu contra?

14 Pero Jesús no le respondió nada, ni siquiera a una sola acusación. Pilato estaba muy sorprendido.

Jesús condenado a muerte

(Mr 15:6-15; Lc 23:13-25; Jn 18:39-19:16)

15 Ahora bien, era costumbre que durante la fiesta[a], el gobernador dejara libre al preso que pidiera el pueblo. 16 En ese entonces, había un prisionero muy conocido llamado Barrabás[b]. 17 Entonces cuando el pueblo estaba reunido, Pilato les preguntó:

—¿A quién quieren que libere? ¿A Barrabás o a Jesús al que llaman el Mesías?

18 Porque Pilato sabía que habían entregado a Jesús por pura envidia.

19 Cuando Pilato estaba sentado en el tribunal, recibió un mensaje de su esposa que decía: «No le hagas nada a ese hombre inocente. He estado intranquila todo el día porque soñé con él».

20 Pero los jefes de los sacerdotes y los ancianos líderes convencieron a las multitudes para que pidieran a Pilato que pusiera en libertad a Barrabás y ordenara matar a Jesús. 21 El gobernador preguntó:

—¿Cuál de estos dos presos quieren que deje libre?

Ellos contestaron:

—¡A Barrabás!

22 Pilato preguntó otra vez:

—¿Entonces qué debo hacer con Jesús, al que llaman el Mesías?

Todos dijeron:

—¡Crucifícalo!

23 Pilato preguntó:

—¿Por qué? ¿Qué ha hecho de malo?

Pero todos gritaban más fuerte:

—¡Crucifícalo!

24 Pilato se dio cuenta de que no podía hacer nada para cambiar la intención de ellos. Vio que se iba a formar un disturbio, así que agarró un poco de agua y se lavó las manos enfrente de todos y dijo:

—Yo no soy responsable por la muerte de este hombre. Allá ustedes.

25 La gente respondió:

—¡Nosotros y nuestros hijos cargamos con la responsabilidad de su muerte!

26 Entonces Pilato puso en libertad a Barrabás. Luego hizo que le dieran latigazos a Jesús y lo entregó para ser crucificado.

Los soldados se burlan de Jesús

(Mr 15:16-20; Jn 19:2-3)

27 Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al palacio. Reunieron a toda la compañía de soldados alrededor de él. 28 Le quitaron la ropa y le pusieron un manto de color morado. 29 Hicieron una corona hecha de espinas, se la colocaron en la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Se arrodillaron ante él y se burlaban, diciendo: «¡Viva el rey de los judíos!»

30 Luego le escupieron, tomaron la caña y le pegaron en la cabeza. 31 Cuando acabaron de burlarse de él, le quitaron el manto, le pusieron su ropa y lo sacaron para crucificarlo.

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Footnotes

  1. 27:15 la fiesta La de la Pascua. Ver Pascua en el vocabulario.
  2. 27:16 Barrabás En algunos manuscritos Barrabás es llamado Jesús Barrabás.

Pilato interroga a Jesús

(Mr. 15.2-5; Lc. 23.3-5; Jn. 18.33-38)

11 Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y este le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices. 12 Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió. 13 Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti? 14 Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.

Jesús sentenciado a muerte

(Mr. 15.6-20; Lc. 23.13-25; Jn. 18.38—19.16)

15 Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el que quisiesen. 16 Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás. 17 Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo? 18 Porque sabía que por envidia le habían entregado. 19 Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él. 20 Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto. 21 Y respondiendo el gobernador, les dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás. 22 Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado! 23 Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado!

24 Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos(A) delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros. 25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. 26 Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.

27 Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía; 28 y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata, 29 y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! 30 Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza. 31 Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.

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