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Jesús sana en el día de descanso

(Mr 3:1-6; Lc 6:6-11)

Luego Jesús se fue de ahí para la sinagoga. 10 Había un hombre allí que tenía una mano paralizada, y como buscaban la manera de acusar a Jesús, entonces le preguntaron:

—No se debe sanar en el día de descanso, ¿verdad?

11 Jesús les contestó:

—Si alguno de ustedes tiene una oveja y en el día de descanso esta se cae en un pozo, ¿no es verdad que va y la saca del pozo? 12 ¡Pues un ser humano vale más que una oveja! Por lo tanto, está permitido hacerle bien a la gente en el día de descanso.

13 Entonces Jesús le dijo al hombre de la mano paralizada:

—Extiende la mano.

El hombre la extendió y le quedó tan sana como la otra. 14 Pero los fariseos salieron y empezaron a planear cómo matar a Jesús.

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