Add parallel Print Page Options

37 Tomó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y comenzó a entristecerse y a angustiarse. 38 Entonces les dijo:

—Mi alma está muy triste, hasta la muerte. Quédense aquí y velen conmigo.

39 Pasando un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo:

—Padre mío, de ser posible, pase de mí esta copa. Pero, no sea como yo quiero, sino como tú.

Read full chapter