Institución de la Cena del Señor

^26 (A)Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos^(B), dijo: «Tomen, coman; esto es Mi cuerpo».

¹⁹ Vayan, pues, y hagan discípulos^(A) de^[a] todas las naciones^(B), bautizándolos^(C) en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, ²⁰ enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes^(D) todos los días, hasta el fin^[b] del mundo^[c](E)».

¹⁰ «Hagan que la gente se siente», dijo Jesús. Y había mucha hierba^(A) en aquel lugar; así que se sentaron. El número de los hombres era de unos cinco mil^(B).

¹¹ Entonces Jesús tomó los panes, y habiendo dado gracias^(C), los repartió a los que estaban sentados^[a]; y lo mismo hizo con los pescados^(D), dándoles todo lo que querían. ¹² Cuando se saciaron, dijo* a Sus discípulos^(E): «Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada». ¹³ Ellos los recogieron, y llenaron doce cestas^(F) con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.

¹³ porque: «Todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo^(A)».

¹⁴ ¿Cómo, pues, invocarán a Aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en Aquel de^[a] quien no han oído^(B)? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique^(C)? ¹⁵ ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: «¡Cuan hermosos son los pies^[b] de los que anuncian el evangelio del bien^[c](D)!».

Israel rechaza el evangelio

¹⁶ Sin embargo, no todos hicieron caso al evangelio^(E), porque Isaías dice: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio^(F)?». ¹⁷ Así que la fe viene del oír^(G), y el oír, por la palabra de Cristo^(H).

²³ Porque yo recibí del Señor lo mismo que les he enseñado^[a](A): que ^(B)el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, ²⁴ y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Esto es Mi cuerpo que es^[b] para ustedes; hagan esto en memoria de Mí».

²⁵ De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: «Esta copa es el nuevo pacto^(C) en Mi sangre^(D); hagan esto cuantas veces la beban en memoria de Mí». ²⁶ Porque todas las veces que coman este pan y beban esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que Él venga^(E).

Cristo, poder de Dios

¹⁸ Porque la palabra de la cruz es necedad^(A) para los que se pierden^(B), pero para nosotros los salvos es poder de Dios^(C). ¹⁹ Porque está escrito:

²⁰ ¿Dónde está el sabio^(E)? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el que sabe discutir en este siglo^[a]? ¿No ha hecho Dios que la sabiduría de este mundo sea necedad^(F)? ²¹ Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios^(G) por medio de su propia sabiduría, agradó a Dios^(H) mediante la necedad^(I) de la predicación salvar a los que creen^(J).