Add parallel Print Page Options

24 »Por último, llegó el empleado que había recibido mil monedas, y dijo: “Señor, yo sabía que usted es un hombre muy exigente, que pide hasta lo imposible. 25 Por eso me dio miedo, y escondí el dinero bajo tierra. Aquí le devuelvo exactamente sus mil monedas.”

26 »El hombre le respondió: “Eres un empleado malo y perezoso. Si sabías que soy muy exigente,

Read full chapter