Add parallel Print Page Options

30 Pero él no quiso, sino que fue y lo echó en la cárcel hasta que le pagara lo que le debía.

31 »Así que, cuando sus consiervos vieron lo que había sucedido, se entristecieron mucho; y fueron y declararon a su señor todo lo que había sucedido. 32 Entonces su señor le llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te perdoné porque me rogaste.

Read full chapter