Mateo 13
La Palabra (Hispanoamérica)
Parábola del sembrador (Mc 4,1-9; Lc 8,4-8)
13 Aquel día salió Jesús de casa y fue a sentarse a la orilla del lago. 2 Se reunió tanta gente en torno a él que decidió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la gente se quedaba en la orilla. 3 Entonces Jesús comenzó a exponerles muchas cosas por medio de parábolas. Les decía:
— Una vez, un sembrador salió a sembrar. 4 Al lanzar la semilla, una parte cayó al borde del camino, y llegaron los pájaros y se la comieron. 5 Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde había poca tierra; y como la tierra no era profunda, la semilla brotó muy pronto; 6 pero, apenas salió el sol, se quemó y, al no tener raíz, se secó. 7 Otra parte de la semilla cayó entre cardos, y los cardos crecieron y la ahogaron. 8 Otra parte, en fin, cayó en tierra fértil, y dio fruto: unas espigas dieron grano al ciento; otras al sesenta, y otras, al treinta por uno. 9 Quien pueda entender esto, que lo entienda.
10 Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
— ¿Porqué hablas a la gente por medio de parábolas?
11 Jesús les contestó:
— A ustedes, Dios les permite conocer los secretos de su reino, pero a ellos no se lo permite. 12 Pues al que tiene, se le dará más todavía y tendrá de sobra; pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tenga. 13 Por eso les hablo por medio de parábolas, porque, aunque miran, no ven, y aunque escuchan, no oyen ni entienden. 14 Así que en ellos se cumple lo que dijo el profeta Isaías:
Ustedes escucharán, pero no entenderán;
mirarán, pero no verán.
15 Porque el corazón de este pueblo está embotado.
Son duros de oído y tienen cerrados los ojos,
de modo que sus ojos no ven,
sus oídos no oyen y su corazón no entiende;
y tampoco se convierten para que yo los cure.
16 En cuanto a ustedes, felices sus ojos por lo que ven y sus oídos por lo que oyen. 17 Les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes están viendo, y no lo vieron, y oír lo que ustedes están oyendo, y no lo oyeron.
Explicación de la parábola del sembrador (Mc 4,13-20; Lc 8,11-15)
18 Escuchen, pues, lo que significa la parábola del sembrador: 19 Hay quien oye el mensaje del Reino, pero no le presta atención; llega el maligno y le arranca lo que tenía sembrado en el corazón; es como la semilla que cayó al borde del camino. 20 Hay quien es como la semilla que cayó en terreno pedregoso: oye el mensaje y de momento lo recibe con alegría; 21 pero no tiene raíces y es voluble; así que, cuando le llegan pruebas o persecuciones a causa del propio mensaje, al punto sucumbe. 22 Hay quien es como la semilla que cayó entre cardos: oye el mensaje, pero los problemas de la vida y el apego a las riquezas lo ahogan y no le dejan dar fruto. 23 Pero hay quien es como la semilla que cayó en tierra fértil: oye el mensaje, le presta atención y da fruto al ciento, al sesenta o al treinta por uno.
Parábola de la cizaña y el trigo
24 Jesús les contó después esta otra parábola:
— El reino de los cielos puede compararse a un hombre que había sembrado buena semilla en su campo. 25 Pero mientras todos dormían, llegó su enemigo, sembró cizaña entre el trigo y se marchó. 26 Cuando el trigo germinó y se formó la espiga, apareció también la cizaña. 27 Los criados se dirigieron entonces al amo del campo y le dijeron: “Señor, ¿cómo es que hay cizaña en el campo, si la semilla que sembraste era buena?”. 28 El amo les contestó: “Alguien que no me quiere bien ha hecho esto”. Los criados le propusieron: “Si te parece, iremos a arrancar la cizaña”. 29 Pero él les dijo: “No lo hagan ahora, no sea que, por arrancar la cizaña, arranquen también el trigo. 30 Déjenlos crecer juntos hasta el tiempo de la siega. Entonces encargaré a los segadores que corten primero la cizaña y la aten en manojos para quemarla, y que luego guarden el trigo en mi granero”.
Parábolas de la mostaza y la levadura (Mc 4,30-32; Lc 13,18-21)
31 También les contó Jesús esta otra parábola:
— El reino de los cielos puede compararse al grano de mostaza que el labrador siembra en el campo. 32 Se trata, por cierto, de la más pequeña de todas las semillas, pero luego crece más que las otras plantas y llega a hacerse como un árbol, hasta el punto de que en sus ramas anidan los pájaros.
33 También les dijo:
— El reino de los cielos puede compararse a la levadura que toma una mujer y la mezcla con tres medidas de harina para que fermente toda la masa.
Jesús y las parábolas (Mc 4,33-34)
34 Jesús expuso todas estas cosas en parábolas a la gente, y sin parábolas no les decía nada, 35 para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta:
Hablaré utilizando parábolas;
pondré de manifiesto cosas
que han estado ocultas
desde el principio del mundo.
Explicación de la parábola de la cizaña
36 Después de esto, Jesús se despidió de la gente y entró en casa. Sus discípulos se le acercaron y le dijeron:
— Explícanos lo que significa la parábola de la cizaña en el campo.
37 Él les respondió:
— El labrador que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre, 38 y el campo es el mundo. La buena semilla representa a los que pertenecen al Reino, y la cizaña representa a los que pertenecen al diablo. 39 El enemigo del dueño, aquel que sembró la cizaña, es el diablo; la siega representa el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. 40 Del mismo modo que se recoge la cizaña y se hace una hoguera con ella, así sucederá al fin del mundo. 41 El Hijo del hombre enviará entonces a sus ángeles, y ellos recogerán de su reino a todos los que son causa de pecado y a los que hacen el mal, 42 y los arrojarán al horno encendido, donde llorarán y les rechinarán los dientes. 43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. Quien pueda entender esto, que lo entienda.
Parábolas del tesoro, la perla y la red
44 El reino de los cielos puede compararse a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra, lo primero que hace es esconderlo de nuevo; luego, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra aquel campo.
45 También puede compararse el reino de los cielos a un comerciante que busca perlas finas. 46 Cuando encuentra una de mucho valor, va a vender todo lo que tiene y la compra.
47 El reino de los cielos puede compararse también a una red lanzada al mar, que se llena de toda clase de peces. 48 Cuando la red está llena, los pescadores la arrastran a la orilla y se sientan a seleccionarlos: ponen los buenos en cestos y desechan los malos.
49 Así sucederá al fin del mundo: los ángeles saldrán a separar a los malos de los buenos. 50 Y arrojarán a los malos al horno encendido donde llorarán y les rechinarán los dientes.
Conclusión del discurso en parábolas
51 [Jesús les preguntó:]
— ¿Han entendido todo esto?
Ellos contestaron:
— Sí.
52 Y él añadió:
— Cuando un maestro de la ley se hace discípulo del reino de los cielos, viene a ser como un amo de casa que de sus pertenencias saca cosas nuevas y cosas viejas.
Jesús rechazado en Nazaret (Mc 6,1-6; Lc 4,16.22-24)
53 Cuando Jesús terminó de contar estas parábolas, marchó de allí 54 y se fue a su pueblo donde se puso a enseñar en su sinagoga, de tal manera que la gente no salía de su asombro y se preguntaba:
— ¿De dónde le vienen a este los conocimientos que tiene y los milagros que hace? 55 ¿No es este el hijo del carpintero? ¿No es María su madre, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? 56 Y sus hermanas, ¿no viven todas ellas entre nosotros? ¿De dónde ha sacado todo eso?
57 Así que estaban desconcertados a causa de Jesús. Por eso les dijo:
— Sólo en su propia tierra y en su propia casa menosprecian a un profeta.
58 Y a causa de su falta de fe, no hizo allí muchos milagros.
Mateo 13
Reina-Valera 1960
Parábola del sembrador
(Mr. 4.1-9; Lc. 8.4-8)
13 Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. 2 Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó,(A) y toda la gente estaba en la playa. 3 Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. 4 Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. 5 Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; 6 pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. 7 Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. 8 Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. 9 El que tiene oídos para oír, oiga.
Propósito de las parábolas
(Mr. 4.10-12; Lc. 8.9-10)
10 Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? 11 Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. 12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.(B) 13 Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. 14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo:
De oído oiréis, y no entenderéis;
Y viendo veréis, y no percibiréis.
15 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,
Y con los oídos oyen pesadamente,
Y han cerrado sus ojos;
Para que no vean con los ojos,
Y oigan con los oídos,
Y con el corazón entiendan,
Y se conviertan,
Y yo los sane.(C)
16 Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. 17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.(D)
Jesús explica la parábola del sembrador
(Mr. 4.13-20; Lc. 8.11-15)
18 Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: 19 Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. 20 Y el que fue sembrado en pedregales, este es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; 21 pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. 22 El que fue sembrado entre espinos, este es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. 23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
Parábola del trigo y la cizaña
24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 26 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. 27 Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? 28 Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? 29 Él les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. 30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.
Parábola de la semilla de mostaza
(Mr. 4.30-32; Lc. 13.18-19)
31 Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; 32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.
Parábola de la levadura
(Lc. 13.20-21)
33 Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.
El uso que Jesús hace de las parábolas
(Mr. 4.33-34)
34 Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba; 35 para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo:
Abriré en parábolas mi boca;
Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.(E)
Jesús explica la parábola de la cizaña
36 Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo. 37 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. 38 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. 39 El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. 40 De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. 41 Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. 43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.
El tesoro escondido
44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
La perla de gran precio
45 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, 46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
La red
47 Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; 48 y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. 49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, 50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Tesoros nuevos y viejos
51 Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor. 52 Él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
Jesús en Nazaret
(Mr. 6.1-6; Lc. 4.16-30)
53 Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí. 54 Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene este esta sabiduría y estos milagros? 55 ¿No es este el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? 56 ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene este todas estas cosas? 57 Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.(F) 58 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.
Mateo 13
Dios Habla Hoy
La parábola del sembrador(A)
13 Aquel mismo día salió Jesús de casa y se sentó a la orilla del lago. 2 Como se reunió mucha gente, Jesús subió a una barca y se sentó, mientras la gente se quedaba en la playa. 3 Entonces se puso a hablarles de muchas cosas por medio de parábolas.
Les dijo: «Un sembrador salió a sembrar. 4 Y al sembrar, una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. 5 Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; esa semilla brotó pronto, porque la tierra no era muy honda; 6 pero el sol, al salir, la quemó, y como no tenía raíz, se secó. 7 Otra parte de la semilla cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron. 8 Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio buena cosecha; algunas espigas dieron cien granos por semilla, otras sesenta granos, y otras treinta. 9 Los que tienen oídos, oigan.»
El porqué de las parábolas(B)
10 Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron por qué hablaba a la gente por medio de parábolas. 11 Jesús les contestó: «A ustedes, Dios les da a conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos no. 12 Pues al que tiene, se le dará más, y tendrá bastante; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. 13 Por eso les hablo por medio de parábolas; porque ellos miran, pero no ven; escuchan, pero no oyen ni entienden. 14 Así, en el caso de ellos se cumple lo que dijo el profeta Isaías:
“Por más que escuchen, no entenderán,
por más que miren, no verán.
15 Pues la mente de este pueblo está entorpecida,
tienen tapados los oídos
y han cerrado sus ojos,
para no ver ni oír,
para no entender ni volverse a mí,
para que yo no los sane.”
16 »Pero dichosos ustedes, porque tienen ojos que ven y oídos que oyen. 17 Les aseguro que muchos profetas y personas justas quisieron ver esto que ustedes ven, y no lo vieron; quisieron oír esto que ustedes oyen, y no lo oyeron.
Jesús explica la parábola del sembrador(C)
18 »Escuchen, pues, lo que quiere decir la parábola del sembrador: 19 Los que oyen el mensaje del reino y no lo entienden, son como la semilla que cayó en el camino; viene el maligno y les quita el mensaje sembrado en su corazón. 20 La semilla que cayó entre las piedras representa a los que oyen el mensaje y lo reciben con gusto, 21 pero como no tienen suficiente raíz, no se mantienen firmes; cuando por causa del mensaje sufren pruebas o persecución, fallan. 22 La semilla sembrada entre espinos representa a los que oyen el mensaje, pero los negocios de esta vida les preocupan demasiado y el amor por las riquezas los engaña. Todo esto ahoga el mensaje y no lo deja dar fruto en ellos. 23 Pero la semilla sembrada en buena tierra representa a los que oyen el mensaje y lo entienden y dan una buena cosecha, como las espigas que dieron cien, sesenta o treinta granos por semilla.»
La parábola de la mala hierba entre el trigo
24 Jesús les contó esta otra parábola: «Sucede con el reino de los cielos como con un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25 pero cuando todos estaban durmiendo, llegó un enemigo, sembró mala hierba entre el trigo y se fue. 26 Cuando el trigo creció y se formó la espiga, apareció también la mala hierba. 27 Entonces los trabajadores fueron a decirle al dueño: “Señor, si la semilla que sembró usted en el campo era buena, ¿de dónde ha salido la mala hierba?” 28 El dueño les dijo: “Algún enemigo ha hecho esto.” Los trabajadores le preguntaron: “¿Quiere usted que vayamos a arrancar la mala hierba?” 29 Pero él les dijo: “No, porque al arrancar la mala hierba pueden arrancar también el trigo. 30 Lo mejor es dejarlos crecer juntos hasta la cosecha; entonces mandaré a los que han de recogerla que recojan primero la mala hierba y la aten en manojos, para quemarla, y que después guarden el trigo en mi granero.”»
La parábola de la semilla de mostaza(D)
31 Jesús también les contó esta parábola: «El reino de los cielos es como una semilla de mostaza que un hombre siembra en su campo. 32 Es, por cierto, la más pequeña de todas las semillas; pero cuando crece, se hace más grande que las otras plantas del huerto, y llega a ser como un árbol, tan grande que las aves van y se posan en sus ramas.»
La parábola de la levadura(E)
33 También les contó esta parábola: «El reino de los cielos es como la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina para hacer fermentar toda la masa.»
Cumplimiento de la Escritura(F)
34 Jesús habló de todo esto a la gente por medio de parábolas, y sin parábolas no les hablaba. 35 Esto fue para que se cumpliera lo que había dicho el profeta:
«Hablaré por medio de parábolas;
diré cosas que han estado en secreto
desde que Dios hizo el mundo.»
Jesús explica la parábola de la mala hierba
36 Jesús despidió entonces a la gente y entró en la casa, donde sus discípulos se le acercaron y le pidieron que les explicara la parábola de la mala hierba en el campo. 37 Jesús les respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre, 38 y el campo es el mundo. La buena semilla representa a los que son del reino, y la mala hierba representa a los que son del maligno, 39 y el enemigo que sembró la mala hierba es el diablo. La cosecha representa el fin del mundo, y los que recogen la cosecha son los ángeles. 40 Así como la mala hierba se recoge y se echa al fuego para quemarla, así sucederá también al fin del mundo. 41 El Hijo del hombre mandará a sus ángeles a recoger de su reino a todos los que hacen pecar a otros, y a los que practican el mal. 42 Los echarán en el horno encendido, y vendrán el llanto y la desesperación. 43 Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. Los que tienen oídos, oigan.
La parábola del tesoro escondido
44 »El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un terreno. Un hombre encuentra el tesoro, y lo vuelve a esconder allí mismo; lleno de alegría, va y vende todo lo que tiene, y compra ese terreno.
La parábola de la perla de mucho valor
45 »Sucede también con el reino de los cielos como con un comerciante que andaba buscando perlas finas; 46 cuando encontró una de mucho valor, fue y vendió todo lo que tenía, y compró esa perla.
La parábola de la red
47 »Sucede también con el reino de los cielos como con la red que se echa al mar y recoge toda clase de pescado. 48 Cuando la red se llena, los pescadores la sacan a la playa, donde se sientan a escoger el pescado; guardan el bueno en canastas y tiran el malo. 49 Así también sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles para separar a los malos de los buenos, 50 y echarán a los malos en el horno de fuego. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.»
Lo nuevo y lo viejo
51 Jesús preguntó:
—¿Entienden ustedes todo esto?
—Sí —contestaron ellos.
52 Entonces Jesús les dijo:
—Cuando un maestro de la ley se instruye acerca del reino de los cielos, se parece al dueño de una casa, que de lo que tiene guardado sabe sacar cosas nuevas y cosas viejas.
Jesús en Nazaret(G)
53 Cuando Jesús terminó de contar estas parábolas, se fue de allí 54 y llegó a su propia tierra, donde comenzó a enseñar en la sinagoga del lugar. La gente, admirada, decía:
—¿Dónde aprendió éste todo lo que sabe? ¿Cómo puede hacer esos milagros? 55 ¿No es éste el hijo del carpintero, y no es María su madre? ¿No es el hermano de Santiago, José, Simón y Judas, 56 y no viven sus hermanas también aquí entre nosotros? ¿De dónde le viene todo esto?
57 Y se resistían a creer en él. Pero Jesús les dijo:
—En todas partes se honra a un profeta, menos en su propia tierra y en su propia casa.
58 Y no hizo allí muchos milagros porque aquella gente no tenía fe en él.
Mateo 13
Traducción en lenguaje actual
El ejemplo de las semillas
13 Ese mismo día, Jesús salió de la casa donde estaba, fue a la orilla del Lago de Galilea, y allí se sentó para enseñar.[a] 2 Como mucha gente llegó a escucharlo, tuvo que subir a una barca y sentarse para enseñar desde allí. La gente permaneció de pie en la playa.
3 Jesús les enseñó muchas cosas por medio de ejemplos y comparaciones. Les puso esta comparación:
4 «Un campesino salió a sembrar trigo. Mientras sembraba, algunas semillas cayeron en el camino. Poco después vinieron unos pájaros y se las comieron.
5 »Otras semillas cayeron en un terreno con muchas piedras y poca tierra. Allí pronto brotaron plantas de trigo, pues la tierra era poco profunda. 6 Pero las plantas no vivieron mucho tiempo porque no tenían buenas raíces, y se quemaron cuando salió el sol.
7 »Otras semillas cayeron entre espinos. Cuando los espinos crecieron, apretaron las espigas de trigo y no las dejaron crecer.
8 »Pero otras semillas cayeron en tierra buena y produjeron una cosecha muy buena. En algunos casos, las semillas sembradas produjeron espigas con cien semillas, otras produjeron espigas con sesenta semillas, y otras produjeron espigas con treinta semillas.
9 »¡Ustedes, si en verdad tienen oídos, presten mucha atención!»
¿Por qué Jesús enseña con ejemplos?
10 Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
—¿Por qué enseñas a la gente por medio de ejemplos?
11 Jesús les dijo:
«A ustedes yo les permito conocer los secretos del reino de Dios, pero no a los demás. 12 Porque a los que saben algo acerca de los secretos del reino, se les permite saber mucho más. Pero a los que no saben mucho de los secretos del reino, Dios les hará que olviden aun lo poquito que saben. 13 Yo enseño a la gente por medio de ejemplos; así, por más que miren, no verán nada, y por más que oigan, tampoco entenderán nada. 14 Así se cumple en ellos lo que Dios había dicho por medio del profeta Isaías:
“Esta gente,
por más que escuche,
nunca entenderá;
y por más que mire,
nunca verá.
15 Pues no aprende ni piensa,
sino que cierra los ojos para no ver,
y se tapa los oídos para no oír.
Si hiciera lo contrario,
entendería mi mensaje,
cambiaría su manera de vivir,
¡y yo la salvaría!”
16 »Pero a ustedes, mis discípulos, Dios los ha bendecido, porque ven y escuchan mi mensaje. 17 Muchos profetas y mucha gente buena hubieran querido ver lo que ustedes ven y oyen, pero no pudieron.
Jesús explica el ejemplo de las semillas
18 »Ahora, pongan atención y les diré lo que significa el ejemplo del campesino. 19 Hay algunos que escuchan el mensaje del reino de Dios, pero como no lo entienden, el diablo viene y hace que lo olviden. Éstos son como las semillas que cayeron junto al camino.
20 »Las semillas que cayeron entre piedras representan a los que oyen el mensaje del reino de Dios, y lo aceptan rápidamente y con gran alegría, 21 pero como no entienden muy bien el mensaje, su alegría dura muy poco. Cuando tienen problemas, o los maltratan por ser obedientes a Dios, enseguida se olvidan del mensaje.
22 »Luego están las semillas que cayeron entre los espinos. Estas semillas representan a los que oyen el mensaje, pero no dejan que el mensaje cambie sus vidas. Sólo piensan en lo que necesitan y en cómo hacerse ricos.
23 »Finalmente, las semillas que cayeron en buena tierra representan a los que oyen el mensaje y lo entienden. Éstos sí cambian sus vidas y hacen lo bueno. Son como esas semillas que produjeron espigas con cien, con sesenta, y hasta con treinta semillas.»
La mala hierba y el trigo
24 Jesús les puso este otro ejemplo:
«En el reino de Dios sucede lo mismo que le pasó a uno que sembró, en su terreno, muy buenas semillas de trigo. 25 Mientras todos dormían, llegó su enemigo y, entre las semillas de trigo, sembró semillas de una mala hierba llamada cizaña, y después se fue.
26 »Cuando las semillas de trigo produjeron espigas, los trabajadores se dieron cuenta de que también había crecido cizaña. 27 Entonces fueron a donde estaba el dueño del terreno, y le dijeron: “Señor, si usted sembró buenas semillas de trigo, ¿por qué también creció la cizaña?”
28 »El dueño les dijo: “Esto lo hizo mi enemigo”.
»Los trabajadores le preguntaron: “¿Quiere que vayamos a arrancar la mala hierba?”
29 »El dueño les dijo: “¡No! El trigo y la cizaña se parecen mucho, y a lo mejor ustedes van y arrancan el trigo junto con la cizaña. 30 Mejor dejen que las dos plantas crezcan juntas. Cuando llegue el tiempo de la cosecha, podremos distinguir cuál es el trigo y cuál es la cizaña. Entonces enviaré a los trabajadores para que arranquen primero la cizaña, la amontonen y la quemen. Luego recogerán el trigo y lo llevarán a mi granero.”»
La semilla de mostaza
31-32 Jesús también les hizo esta comparación:
«Con el reino de Dios pasa algo parecido a lo que sucede con la semilla de mostaza. A pesar de ser muy pequeña, cuando un hombre la siembra en su terreno, crece hasta convertirse en la más grande de las plantas del huerto. Llega a ser tan grande como un árbol, y hasta los pájaros hacen nidos en sus ramas.»
La levadura
33 Jesús les puso una comparación más:
«Con el reino de Dios pasa lo mismo que con la harina. Cuando una mujer pone en ella un poquito de levadura, ese poquito hace crecer toda la masa.»
Jesús cumple lo dicho por medio de un profeta
34 Jesús le enseñó todo esto a la gente por medio de ejemplos y comparaciones, y sólo así enseñaba. 35 De esa manera, Jesús cumplía lo que Dios había dicho por medio del profeta:
«Hablaré a la gente
por medio de ejemplos,
y contaré cosas
que Dios ha tenido en secreto
desde que hizo el mundo.»
Jesús explica el ejemplo de la cizaña
36 Jesús dejó a la gente allí y se fue a la casa. Entonces sus discípulos fueron a decirle:
—Explícanos qué significa el ejemplo de la mala hierba en el terreno.
37 Jesús les dijo:
«El que siembra la buena semilla de trigo soy yo, el Hijo del hombre. 38 El terreno es el mundo, y las buenas semillas de trigo son todos los que obedecen las leyes del reino de Dios. Las semillas de cizaña son los que obedecen al diablo, 39 que fue quien las sembró en el mundo. El tiempo de la cosecha es el juicio final, y los trabajadores que recogen la cosecha son los ángeles. 40 Cuando Dios juzgue a todos, será como cuando se arranca la mala hierba y se quema. 41 Yo, el Hijo del hombre, enviaré a mis ángeles para que saquen de mi reino a todos los que hacen lo malo y obligan a otros a hacerlo. 42 A esas personas, los ángeles las echarán en el infierno, y allí tendrán tanto miedo que llorarán y les rechinarán los dientes. 43 Pero los que obedecen a Dios brillarán en el reino del Padre como brilla el sol. ¡Ustedes, si en verdad tienen oídos, presten atención!
El tesoro escondido
44 »Con el reino de Dios pasa lo mismo que con un tesoro escondido en un terreno. Cuando alguien lo encuentra, lo vuelve a esconder; y después va muy alegre a vender todo lo que tiene para comprar el terreno y quedarse con el tesoro.
La joya fina
45 »El reino de Dios también se parece a un comerciante que compra joyas finas. 46 Cuando encuentra una joya muy valiosa, vende todo lo que tiene, y va y la compra.
La red de pescar
47 »El reino de Dios se parece a una red de pescar. Los pescadores echan la red al mar, y en ella recogen toda clase de peces. 48 Cuando la red ya está llena, la sacan a la orilla y se sientan a separar el pescado bueno del malo. Guardan el pescado bueno en una canasta, y tiran el pescado malo. 49 Así también sucederá cuando llegue el fin del mundo: Los ángeles saldrán a separar a las personas buenas de las malas. 50 A las malas las echarán en el infierno, y allí tendrán tanto horror que llorarán y les rechinarán los dientes.»
Cosas nuevas y cosas viejas
51 Jesús les preguntó a sus discípulos:
—¿Entienden ustedes todas estas enseñanzas?
Ellos contestaron:
—Sí, las entendemos.
52 Jesús les dijo:
—Todo maestro de la Ley que se convierte en discípulo del reino de Dios, se parece al que va a su bodega, y de allí saca cosas nuevas y cosas viejas.
Jesús viaja a Nazaret
53 Cuando Jesús terminó de enseñar con estos ejemplos, se fue de allí. 54 Llegó a su pueblo y comenzó a enseñar en la sinagoga. La gente estaba tan sorprendida que algunos decían: «¿Dónde aprendió este hombre tantas cosas? ¿Cómo puede hacer esos milagros?»
Otros decían: 55 «Pero, ¡si es Jesús, el hijo de José, el carpintero! Su madre es María, y sus hermanos son Santiago, José, Simón y Judas. 56 Sus hermanas aún viven aquí. ¿Cómo es que Jesús sabe tanto y puede hacer estos milagros?»
57 Pero ninguno de los que estaban allí quiso aceptar las enseñanzas de Jesús. Entonces él dijo: «A un profeta se le respeta en todas partes, menos en su propio pueblo y en su propia familia.»
58 Y como la gente no creía en él, Jesús no hizo muchos milagros en aquel lugar.
Footnotes
- Mateo 13:1 Se sentó para enseñar: Véase nota en 5.1.
Matthew 13
New English Translation
The Parable of the Sower
13 On that day after Jesus went out of the house, he sat by the lake.[a] 2 And such a large crowd gathered around him that he got into a boat[b] to sit while[c] the whole crowd stood on the shore. 3 He[d] told them many things in parables,[e] saying: “Listen![f] A sower went out to sow.[g] 4 And as he sowed, some seeds[h] fell along the path, and the birds came and devoured them. 5 Other[i] seeds fell on rocky ground[j] where they did not have much soil. They sprang up quickly because the soil was not deep.[k] 6 But when the sun came up, they were scorched, and because they did not have sufficient root, they withered. 7 Other seeds fell among the thorns,[l] and they grew up and choked them.[m] 8 But other seeds fell on good soil and produced grain, some a hundred times as much, some sixty, and some thirty. 9 The one who has ears had better listen!”[n]
10 Then[o] the disciples came to him and said, “Why do you speak to them in parables?” 11 He replied,[p] “You have been given[q] the opportunity to know[r] the secrets[s] of the kingdom of heaven, but they have not. 12 For whoever has will be given more, and will have an abundance. But whoever does not have, even what he has will be taken from him.[t] 13 For this reason I speak to them in parables: Although they see they do not see, and although they hear they do not hear nor do they understand. 14 And concerning them the prophecy of Isaiah is fulfilled that says:
‘You will listen carefully[u] yet will never understand,
you will look closely[v] yet will never comprehend.
15 For the heart of this people has become dull;
they are hard of hearing,
and they have shut their eyes,
so that they would not see with their eyes
and hear with their ears
and understand with their hearts
and turn, and I would heal them.’[w]
16 “But your eyes are blessed[x] because they see, and your ears because they hear. 17 For I tell you the truth,[y] many prophets and righteous people longed to see[z] what you see but did not see it, and to hear what you hear but did not hear it.
18 “So listen to the parable of the sower: 19 When anyone hears the word about the kingdom and does not understand it, the evil one[aa] comes and snatches what was sown in his heart;[ab] this is the seed sown along the path. 20 The[ac] seed sown on rocky ground[ad] is the person who hears the word and immediately receives it with joy. 21 But he has no root in himself and does not endure;[ae] when[af] trouble or persecution comes because of the word, immediately he falls away. 22 The[ag] seed sown among thorns is the person who hears the word, but worldly cares and the seductiveness of wealth[ah] choke the word,[ai] so it produces nothing. 23 But as for the seed sown on good soil, this is the person who hears the word and understands. He bears fruit, yielding a hundred, sixty, or thirty times what was sown.”[aj]
The Parable of the Weeds
24 He presented them with another parable:[ak] “The kingdom of heaven is like a person who sowed good seed in his field. 25 But while everyone was sleeping, an enemy came and sowed darnel[al] among the wheat and went away. 26 When[am] the plants sprouted and produced grain, then the darnel also appeared. 27 So the slaves[an] of the landowner[ao] came and said to him, ‘Sir, didn’t you sow good seed in your field? Then where did the darnel come from?’ 28 He said, ‘An enemy has done this!’ So[ap] the slaves replied, ‘Do you want us to go and gather it?’ 29 But he said, ‘No, since in gathering the darnel you may uproot the wheat along with it. 30 Let both grow together until the harvest. At[aq] harvest time I will tell the reapers, “First collect the darnel and tie it in bundles to be burned, but then gather[ar] the wheat into my barn.”’”
The Parable of the Mustard Seed
31 He gave[as] them another parable:[at] “The kingdom of heaven is like a mustard seed[au] that a man took and sowed in his field. 32 It is the smallest of all the seeds, but when it has grown it is the greatest garden plant and becomes a tree,[av] so that the wild birds[aw] come and nest in its branches.”[ax]
The Parable of the Yeast
33 He told them another parable: “The kingdom of heaven is like yeast that a woman took and mixed with[ay] three measures[az] of flour until all the dough had risen.”[ba]
The Purpose of Parables
34 Jesus spoke all these things in parables to the crowds; he did not speak to them without a parable. 35 This fulfilled what was spoken by the prophet:[bb]
“I will open my mouth in parables,
I will announce what has been hidden from the foundation of the world.”[bc]
Explanation for the Disciples
36 Then he left the crowds and went into the house. And his disciples came to him saying, “Explain to us the parable of the darnel[bd] in the field.” 37 He[be] answered, “The one who sowed the good seed is the Son of Man. 38 The field is the world and the good seed are the people[bf] of the kingdom. The poisonous weeds[bg] are the people[bh] of the evil one, 39 and the enemy who sows them is the devil. The harvest is the end of the age, and the reapers are angels. 40 As[bi] the poisonous weeds[bj] are collected and burned with fire, so it will be at the end of the age. 41 The Son of Man will send his angels, and they will gather from his kingdom everything that causes sin as well as all lawbreakers.[bk] 42 They will throw them into the fiery furnace,[bl] where there will be weeping and gnashing of teeth. 43 Then the righteous will shine like the sun in the kingdom of their Father.[bm] The one who has ears had better listen![bn]
Parables on the Kingdom of Heaven
44 “The kingdom of heaven is like a treasure, hidden in a field, that a person found and hid. Then because of joy he went and sold all that he had and bought that field.
45 “Again, the kingdom of heaven is like a merchant searching for fine pearls. 46 When he found a pearl of great value, he went out and sold everything he had and bought it.
47 “Again, the kingdom of heaven is like a net that was cast into the sea that caught all kinds of fish. 48 When it was full, they pulled it ashore, sat down, and put the good fish into containers and threw the bad away. 49 It will be this way at the end of the age. Angels will come and separate the evil from the righteous 50 and throw them into the fiery furnace,[bo] where there will be weeping and gnashing of teeth.
51 “Have you understood all these things?” They replied, “Yes.” 52 Then he said to them, “Therefore every expert in the law[bp] who has been trained for the kingdom of heaven is like the owner of a house who brings out of his treasure what is new and old.”
Rejection at Nazareth
53 Now when[bq] Jesus finished these parables, he moved on from there. 54 Then[br] he came to his hometown[bs] and began to teach the people[bt] in their synagogue.[bu] They[bv] were astonished and said, “Where did this man get such wisdom and miraculous powers? 55 Isn’t this the carpenter’s son? Isn’t his mother named Mary?[bw] And aren’t his brothers James, Joseph, Simon, and Judas? 56 And aren’t all his sisters here with us? So where did he get all this?” 57 And so they took offense at him. But Jesus said to them, “A prophet is not without honor except in his hometown and in his own house.” 58 And he did not do many miracles there because of their unbelief.
Footnotes
- Matthew 13:1 sn Here lake refers to the Sea of Galilee.
- Matthew 13:2 sn See the note at Matt 4:21 for a description of the first-century fishing boat discovered in 1986 near Tiberias on the western shore of the Sea of Galilee.
- Matthew 13:2 tn Grk “and all the crowd.” The clause in this phrase, although coordinate in terms of grammar, is logically subordinate to the previous clause.
- Matthew 13:3 tn Here καί (kai) has not been translated.
- Matthew 13:3 sn Though parables can contain a variety of figures of speech (cf. the remainder of chapter 13), many times they are simply stories that attempt to teach spiritual truth (which is unknown to the hearers) by using a comparison with something known to the hearers. In general, parables usually advance a single idea, though there may be many parts and characters in a single parable and subordinate ideas may expand the main idea further. The beauty of using the parable as a teaching device is that it draws the listener into the story, elicits an evaluation, and demands a response.
- Matthew 13:3 tn Grk “Behold.”
- Matthew 13:3 sn A sower went out to sow. The background for this well-known parable, drawn from a typical scene in the Palestinian countryside, is a field through which a well-worn path runs. Sowing would occur in late fall or early winter (October to December) in the rainy season, looking for sprouting in April or May and a June harvest. The use of seed as a figure for God’s giving life has OT roots (Isa 55:10-11). The point of the parable of the sower is to illustrate the various responses to the message of the kingdom of God.
- Matthew 13:4 tn In Matthew’s version of this parable, plural pronouns are used to refer to the seed in v. 4 (ἅ…αὐτά [ha…auta]), although the collective singular is used in v. 5 and following (indicated by the singular verbs like ἔπεσεν [epesen]). For the sake of consistency in English, plural pronouns referring to the seed are used in the translation throughout the Matthean account. In both Mark and Luke the collective singular is used consistently throughout (cf. Mark 4:1-9; Luke 8:4-8).
- Matthew 13:5 tn Here and in vv. 7 and 8 δέ (de) has not been translated.
- Matthew 13:5 sn The rocky ground in Palestine would be a limestone base lying right under the soil.
- Matthew 13:5 tn Grk “because it did not have depth of earth.”
- Matthew 13:7 sn Palestinian weeds like these thorns could grow up to 6 feet in height and have a major root system.
- Matthew 13:7 sn That is, crowded out the good plants.
- Matthew 13:9 tn The translation “had better listen!” captures the force of the third person imperative more effectively than the traditional “let him hear,” which sounds more like a permissive than an imperative to the modern English reader. This was Jesus’ common expression to listen and heed carefully (cf. Matt 11:15; 13:43; Mark 4:9, 23; Luke 8:8; 14:35).
- Matthew 13:10 tn Here καί (kai) has been translated as “then” to indicate the implied sequence of events within the narrative.
- Matthew 13:11 tn Grk “And answering, he said to them.” This construction is somewhat redundant in English and has been simplified in the translation. Here δέ (de) has not been translated.
- Matthew 13:11 tn This is an example of a “divine passive,” with God understood to be the source of the revelation (see ExSyn 437-38).
- Matthew 13:11 tn Grk “to you it has been given to know.” The dative pronoun occurs first, in emphatic position in the Greek text, although this position is awkward in contemporary English.
- Matthew 13:11 tn Grk “the mysteries.”sn The key term secrets (μυστήριον, mustērion) can mean either (1) a new revelation or (2) a revealing interpretation of existing revelation as in Dan 2:17-23, 27-30. Jesus seems to be explaining how current events develop old promises, since the NT consistently links the events of Jesus’ ministry and message with old promises (Rom 1:1-4; Heb 1:1-2). The traditional translation of this word, “mystery,” is misleading to the modern English reader because it suggests a secret which people have tried to uncover but which they have failed to understand (L&N 28.77).
- Matthew 13:12 sn What he has will be taken from him. The meaning is that the one who accepts Jesus’ teaching concerning his person and the kingdom will receive a share in the kingdom now and even more in the future, but for the one who rejects Jesus’ words, the opportunity that that person presently possesses with respect to the kingdom will someday be taken away forever.
- Matthew 13:14 tn Grk “with hearing,” a cognate dative that intensifies the action of the main verb “you will listen” (ExSyn 168-69).
- Matthew 13:14 tn Grk “look by looking.” The participle is redundant, functioning to intensify the force of the main verb.
- Matthew 13:15 sn A quotation from Isa 6:9-10. Thus parables both conceal or reveal depending on whether one is open to hearing what they teach.
- Matthew 13:16 sn This beatitude highlights the great honor bestowed on the disciples to share in this salvation.
- Matthew 13:17 tn Grk “truly (ἀμήν, amēn) I say to you.”
- Matthew 13:17 sn This is what past prophets and righteous people had wanted very much to see, yet the fulfillment had come to the disciples. This remark is like 1 Pet 1:10-12 or Heb 1:1-2.
- Matthew 13:19 sn Interestingly, the synoptic parallels each use a different word for Satan here: Mark 4:15 has “Satan,” while Luke 8:12 has “the devil.” This illustrates the fluidity of the gospel tradition in often using synonyms at the same point of the parallel tradition.
- Matthew 13:19 sn The word of Jesus has the potential to save if it germinates in a person’s heart, something the devil is very much against.
- Matthew 13:20 tn Here δέ (de) has not been translated.
- Matthew 13:20 tn Grk “The one sown on rocky ground, this is the one.” The next two statements like this one have this same syntactical structure.
- Matthew 13:21 tn Grk “is temporary.”
- Matthew 13:21 tn Here δέ (de) has not been translated.
- Matthew 13:22 tn Here δέ (de) has not been translated.
- Matthew 13:22 tn Grk “the deceitfulness of riches.” Cf. BDAG 99 s.v. ἀπάτη 1, “the seduction which comes from wealth.”
- Matthew 13:22 sn That is, their concern for spiritual things is crowded out by material things.
- Matthew 13:23 tn The Greek is difficult to translate because it switches from a generic “he” to three people within this generic class (thus, something like: “Who indeed bears fruit and yields, in one instance a hundred times, in another, sixty times, in another, thirty times”).
- Matthew 13:24 tn Grk “He set before them another parable, saying.” The participle λέγων (legōn) is redundant and has not been translated.
- Matthew 13:25 tn Or “sowed poisonous weeds”; KJV “tares.” The Greek term ζιζάνιον (zizanion) is generally understood to refer to darnel (Lolium temulentum), an especially undesirable weed that bears an uncanny resemblance to wheat until the ears of grain appear (L&N 3.30; BDAG 429 s.v.). So close is the resemblance to genuine wheat that darnel is sometimes called “false wheat.” Darnel is considered poisonous; ingesting the weed causes feelings of drunkenness and can prove fatal. Under Roman law the sowing of such poisonous plants in someone else’s field was specifically prohibited (C. Keener, The Gospel of Matthew: A Socio-Rhetorical Commentary [Eerdmans, 2009], 387). A number of recent English translations use “weeds,” but this does not convey the poisonous nature of darnel or the similarity in appearance to wheat.
- Matthew 13:26 tn Here δέ (de) has not been translated.
- Matthew 13:27 tn See the note on the word “slave” in 8:9.
- Matthew 13:27 sn The term landowner here refers to the owner and manager of a household.
- Matthew 13:28 tn Here δέ (de) has been translated as “so” to indicate the implied result of the owner’s statement.
- Matthew 13:30 tn Here καί (kai) has not been translated.
- Matthew 13:30 tn Grk “burned, but gather”; “then” has been added to the English translation to complete the sequence begun by “First collect.”
- Matthew 13:31 tn Grk “put before.”
- Matthew 13:31 tn Grk “He set before them another parable, saying.” The participle λέγων (legōn) is redundant and has not been translated.
- Matthew 13:31 sn The mustard seed was noted for its tiny size.
- Matthew 13:32 sn This is rhetorical hyperbole, since technically a mustard plant is not a tree. This could refer to one of two types of mustard plant popular in Palestine and would be either ten or twenty-five ft (3 or 7.5 m) tall.
- Matthew 13:32 tn Grk “the birds of the sky” or “the birds of the heaven”; the Greek word οὐρανός (ouranos) may be translated either “sky” or “heaven,” depending on the context. The idiomatic expression “birds of the sky” refers to wild birds as opposed to domesticated fowl (cf. BDAG 809 s.v. πετεινόν).
- Matthew 13:32 sn The point of the parable seems to be that while the kingdom of God may appear to have insignificant and unnoticeable beginnings (i.e., in the ministry of Jesus), it will someday (i.e., at the second advent) be great and quite expansive. The kingdom, however, is not to be equated with the church, but rather the church is an expression of the kingdom. Also, there is important OT background in the image of a small plant that grew and became a tree: Ezek 17:22-24 pictures the reemergence of the Davidic house where people can find calm and shelter. Like the mustard seed, it would start out small but grow to significant size.
- Matthew 13:33 tn Grk “hid in.”
- Matthew 13:33 sn This measure was a saton, the Greek name for the Hebrew term “seah.” Three of these was a very large quantity of flour, since a saton is a little over 16 pounds (7 kg) of dry measure (or 13.13 liters). So this was over 47 lbs (21 kg) of flour total, enough to feed over a hundred people.
- Matthew 13:33 tn Grk “it was all leavened.”sn The parable of the yeast and the dough teaches that the kingdom of God will start small but eventually grow to permeate everything. Jesus’ point was not to be deceived by its seemingly small start, the same point made in the parable of the mustard seed, which preceded this one.
- Matthew 13:35 tc A few significant mss (א* Θ ƒ1, 13 33) identify the prophet as Isaiah, a reading that is significantly harder than the generic “prophet” because the source of this prophecy is not Isaiah but Asaph in Ps 78. Jerome mentioned some mss that had “Asaph” here, though none are known to exist today. This problem is difficult because of the temptation for scribes to delete the reference to Isaiah in order to clear up a discrepancy. Indeed, the vast majority of witnesses have only “the prophet” here (א1 B C D L W Γ Δ 0233 0242 565 579 700 1241 1424 M lat sy co). However, as B. M. Metzger points out, “if no prophet were originally named, more than one scribe might have been prompted to insert the name of the best known prophet—something which has, in fact, happened elsewhere more than once” (TCGNT 27). In light of the paucity of evidence for the reading ᾿Ησαΐου, as well as the proclivity of scribes to add his name, it is probably best to consider the shorter reading as authentic.tn Grk “was spoken by the prophet, saying.” The participle λέγοντος (legontos) is redundant in contemporary English and has not been translated.
- Matthew 13:35 sn A quotation from Ps 78:2.
- Matthew 13:36 tn Or “poisonous weeds.” See the note on the word “darnel” in 13:25.
- Matthew 13:37 tn Grk “And answering, he said.” This construction is somewhat redundant in English and has been simplified in the translation. Here δέ (de) has not been translated.
- Matthew 13:38 tn Grk “the sons of the kingdom.” This idiom refers to people who should properly be, or were traditionally regarded as, a part of God’s kingdom. L&N 11.13 translates the phrase: “people of God’s kingdom, God’s people.”
- Matthew 13:38 tn Or “The darnels.” Here “poisonous weeds” contrasts with “the good seed” mentioned previously in the verse.
- Matthew 13:38 tn Grk “the sons of the evil one.” See the preceding note on the phrase “people of the kingdom” earlier in this verse, which is the opposite of this phrase. See also L&N 9.4; 11.13; 11.14.
- Matthew 13:40 tn Grk “Therefore as.” Here οὖν (oun) has not been translated.
- Matthew 13:40 tn Or “the darnels.”
- Matthew 13:41 tn Grk “the ones who practice lawlessness.”
- Matthew 13:42 sn A quotation from Dan 3:6.
- Matthew 13:43 sn An allusion to Dan 12:3.
- Matthew 13:43 tn The translation “had better listen!” captures the force of the third person imperative more effectively than the traditional “let him hear,” which sounds more like a permissive than an imperative to the modern English reader. This was Jesus’ common expression to listen and heed carefully (cf. Matt 11:15; 13:9; Mark 4:9, 23; Luke 8:8; 14:35).
- Matthew 13:50 sn An allusion to Dan 3:6.
- Matthew 13:52 tn Or “every scribe.” See the note on the phrase “experts in the law” in 2:4. It is possible that the term translated “expert in the law” (traditionally, “scribe”) here is a self-description used by the author, Matthew, to represent his role in conveying the traditions about Jesus to his intended audience. See David E. Orton, The Understanding Scribe [JSNTSup].
- Matthew 13:53 tn Grk “Now it happened that when.” The introductory phrase καὶ ἐγένετο (kai egeneto, “it happened that”) is redundant in contemporary English and has not been translated.
- Matthew 13:54 tn Here καί (kai) has been translated as “Then.”
- Matthew 13:54 sn Jesus’ hometown (where he spent his childhood years) was Nazareth, about 20 miles (30 km) southwest of Capernaum.
- Matthew 13:54 tn Grk “them”; the referent (the people) has been specified in the translation for clarity.
- Matthew 13:54 sn See the note on synagogues in 4:23. Jesus undoubtedly took the opportunity on this occasion to speak about his person and mission, and the relation of both to OT fulfillment.
- Matthew 13:54 tn Grk “synagogue, so that they.” Here ὥστε (hōste) has not been translated. Instead a new sentence was started in the translation.
- Matthew 13:55 sn The reference to Jesus as the carpenter’s son is probably derogatory, indicating that they knew Jesus only as a common laborer like themselves. The reference to his mother…Mary (even though Jesus’ father was probably dead by this point) appears to be somewhat derogatory, for a man was not regarded as his mother’s son in Jewish usage unless an insult was intended (cf. Judg 11:1-2; John 6:42; 8:41; 9:29).
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