Mateo 11
La Palabra (España)
Conclusión del discurso misional
11 Cuando Jesús terminó de dar estas instrucciones a sus doce discípulos, se marchó de allí a enseñar y anunciar el mensaje en los pueblos de la región.
Juan el Bautista envía mensajeros a Jesús (Lc 7,18-23)
2 Juan, que estaba en la cárcel, oyó hablar de los hechos de Cristo y le envió unos discípulos suyos 3 para que le preguntaran:
— ¿Eres tú el que tenía que venir, o debemos esperar a otro?
4 Jesús les contestó:
— Regresad a donde Juan y contadle lo que estáis viendo y oyendo: 5 los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena noticia. 6 ¡Y felices aquellos para quienes yo no soy causa de tropiezo!
Jesús habla de Juan el Bautista (Lc 7,24-35)
7 Cuando se fueron los enviados de Juan, Jesús se puso a hablar de él a la gente. Decía:
— Cuando salisteis a ver a Juan al desierto, ¿qué esperabais encontrar? ¿Una caña agitada por el viento? 8 ¿O esperabais encontrar un hombre espléndidamente vestido? ¡Los que visten con esplendidez viven en los palacios reales! 9 ¿Qué esperabais entonces encontrar? ¿Un profeta? Pues sí, os aseguro, y más que profeta. 10 Precisamente a él se refieren las Escrituras cuando dicen: Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. 11 Os aseguro que no ha nacido nadie mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él. 12 Desde que vino Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos es objeto de violencia y los violentos pretenden arrebatarlo. 13 Así lo anunciaron todos los profetas y la ley de Moisés hasta que llegó Juan. 14 Pues, en efecto, Juan es Elías, el profeta que tenía que venir. 15 Quien pueda entender esto, que lo entienda.
16 ¿A qué compararé esta gente de hoy? Puede compararse a esos niños que, sentados en la plaza, interpelan a los otros 17 diciendo: “Hemos tocado la flauta para vosotros y no habéis bailado; os hemos cantado tonadas tristes, y no habéis llorado”. 18 Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dijeron de él: “Tiene un demonio dentro”. 19 Pero después vino el Hijo del hombre que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a uno que es glotón y borracho, amigo de andar con recaudadores de impuestos y gente de mala reputación”. Pero la sabiduría se acredita por sus propios resultados.
Lamento por las ciudades rebeldes (Lc 10,13-15)
20 Los pueblos donde Jesús había hecho la mayor parte de sus milagros no se habían convertido. Entonces se puso a reprochárselo, diciendo:
21 — ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran realizado los milagros que se han realizado en medio de vosotras, ya hace mucho tiempo que sus habitantes se habrían convertido, y lo habrían demostrado con luto y ceniza. 22 Por eso, os digo que Tiro y Sidón serán tratadas en el día del juicio con más clemencia que vosotras.
23 Y tú, Cafarnaún, ¿crees que vas a ser encumbrada hasta el cielo? ¡Hasta el abismo serás precipitada! Porque Sodoma no habría sido destruida si en ella se hubieran realizado los milagros que se han realizado en ti. 24 Por eso, os digo que, en el día del juicio, Sodoma será tratada con más clemencia que tú.
El Reino revelado a los sencillos (Lc 10,21-22)
25 Por aquel entonces dijo Jesús:
— Padre, Señor del cielo y de la tierra, te doy gracias porque has ocultado todo esto a los sabios y entendidos y se lo has revelado a los sencillos. 26 Sí, Padre, así lo has querido tú. 27 Mi Padre lo ha puesto todo en mis manos y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera revelárselo. 28 ¡Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso! 29 ¡Poned mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy sencillo y humilde de corazón! Así encontraréis descanso para vuestro espíritu, 30 porque mi yugo es fácil de llevar, y mi carga ligera.
Mateo 11
Traducción en lenguaje actual
Juan el Bautista
11 Cuando Jesús terminó de dar estas instrucciones a sus doce discípulos, se fue para enseñar y anunciar las buenas noticias en otros pueblos.
2 Juan el Bautista, que estaba en la cárcel, oyó hablar de todo lo que Jesús hacía y envió a algunos de sus propios discípulos para que le preguntaran a Jesús:
3 —¿Eres tú el Mesías que Dios prometió enviarnos, o debemos esperar a otro?
4 Jesús respondió:
—Regresen y cuéntenle a Juan todo lo que ustedes están oyendo y viendo:
5 »Ahora los ciegos pueden ver
y los cojos caminan bien.
Los leprosos quedan sanos,
y los sordos ya pueden oír.
Los que estaban muertos
han vuelto a la vida,
y a los pobres se les anuncia
la buena noticia de salvación.
6 »Dios va a bendecir a los que me ven hacer esto y no me abandonan.»
7 Cuando los discípulos de Juan se fueron, Jesús comenzó a hablar con la gente acerca de Juan, y les dijo:
«Cuando ustedes fueron al desierto, ¿a quién vieron allí? ¿Acaso vieron a un hombre doblado, como las cañas que dobla el viento? 8 ¿Acaso vieron a alguien vestido con ropa muy lujosa? Recuerden que los que se visten así, viven en palacios, como los reyes. 9 ¿A quién vieron entonces? ¿Acaso vieron a un profeta? ¡Por supuesto que sí! En realidad, Juan era más que un profeta; 10 era el mensajero de quien Dios había hablado cuando dijo:
“Yo envío a mi mensajero
delante de ti,
a preparar todo
para tu llegada.”
11 »Les aseguro que todavía no ha nacido un hombre más importante que Juan el Bautista. Pero en el reino de Dios, la persona menos importante es superior a Juan.
12 »Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino de Dios avanza a pesar de sus enemigos. Sólo la gente valiente y decidida logra formar parte de él.[a] 13 Dios ya había anunciado en la Biblia todo lo que iba a pasar, hasta el momento en que viniera Juan el Bautista. 14 Y créanlo o no, cuando Dios dijo que enviaría al profeta Elías, se estaba refiriendo a Juan el Bautista. 15 Si en verdad tienen oídos, ¡presten atención!
16 »Ustedes, los que viven en esta época, son como los niños que se sientan a jugar en las plazas y les gritan a otros niños:
17 “Tocamos la flauta,
pero ustedes no bailaron.
Cantamos canciones tristes,
pero ustedes no lloraron.”
18 »Porque Juan el Bautista ayunaba, y ustedes decían que dentro de él había un demonio. 19 Luego vine yo, el Hijo del hombre, que como y bebo, y ustedes dicen que soy un glotón y un borracho, que soy amigo de gente de mala fama y de los que no obedecen a Dios. Pero recuerden que la sabiduría de Dios se prueba por sus resultados.»
La gente que no cree
20 Jesús estaba muy disgustado con los pueblos donde había hecho la mayoría de sus milagros, porque la gente de esos lugares no había cambiado su forma de vivir ni quería obedecer sólo a Dios. Por eso les dijo:
21 «Habitantes de Corazín, ¡qué mal les va a ir a ustedes! ¡Y también les va a ir mal a ustedes, los que viven en Betsaida! Si los milagros que se han hecho entre ustedes se hubieran hecho en las ciudades de Tiro y de Sidón, hace tiempo que los que allí viven habrían cambiado su manera de vivir. Se habrían vestido con ropas ásperas y se habrían echado ceniza en la cabeza, para mostrar su arrepentimiento. 22 Les aseguro que en el día del juicio final ustedes van a recibir un castigo mayor que el de ellos.
23 »Y ustedes, habitantes del pueblo de Cafarnaúm, que creen que ya están en el cielo, déjenme decirles que van a ser enviados a lo más profundo del infierno. Si los milagros que se han hecho entre ustedes se hubieran hecho entre los habitantes de la ciudad de Sodoma, ellos habrían cambiado y la ciudad aún existiría. 24 Les aseguro que en el día del juicio final el castigo que ustedes recibirán será peor que el de ellos.»
Jesús alaba a Dios
25 En ese momento, Jesús se dirigió a Dios y le dijo:
«¡Padre, tú gobiernas en el cielo y en la tierra! Te doy gracias porque no mostraste estas cosas a los que saben mucho y son sabios, sino que las mostraste a los niños. 26 Y todo, Padre, porque tú así lo has querido.»
27 A los que estaban allí les dijo:
«Mi Padre me ha dado todo, y es el único que me conoce, porque soy su Hijo. Nadie conoce a mi Padre tan bien como yo. Por eso quiero hablarles a otros acerca de mi Padre, para que ellos también puedan conocerlo.
28 »Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar. 29 Obedezcan mis mandamientos y aprendan de mí, pues yo soy paciente y humilde de verdad. Conmigo podrán descansar. 30 Lo que yo les impongo no es difícil de cumplir, ni es pesada la carga que les hago llevar.»
Footnotes
- Mateo 11:12 Otra posible traducción: Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino de Dios ha sido atacado con furia por gente violenta que trata de destruirlo.
Matthew 11
New International Version
Jesus and John the Baptist(A)
11 After Jesus had finished instructing his twelve disciples,(B) he went on from there to teach and preach in the towns of Galilee.[a]
2 When John,(C) who was in prison,(D) heard about the deeds of the Messiah, he sent his disciples 3 to ask him, “Are you the one who is to come,(E) or should we expect someone else?”
4 Jesus replied, “Go back and report to John what you hear and see: 5 The blind receive sight, the lame walk, those who have leprosy[b] are cleansed, the deaf hear, the dead are raised, and the good news is proclaimed to the poor.(F) 6 Blessed is anyone who does not stumble on account of me.”(G)
7 As John’s(H) disciples were leaving, Jesus began to speak to the crowd about John: “What did you go out into the wilderness(I) to see? A reed swayed by the wind? 8 If not, what did you go out to see? A man dressed in fine clothes? No, those who wear fine clothes are in kings’ palaces. 9 Then what did you go out to see? A prophet?(J) Yes, I tell you, and more than a prophet. 10 This is the one about whom it is written:
11 Truly I tell you, among those born of women there has not risen anyone greater than John the Baptist; yet whoever is least in the kingdom of heaven is greater than he. 12 From the days of John the Baptist until now, the kingdom of heaven has been subjected to violence,[d] and violent people have been raiding it. 13 For all the Prophets and the Law prophesied until John.(M) 14 And if you are willing to accept it, he is the Elijah who was to come.(N) 15 Whoever has ears, let them hear.(O)
16 “To what can I compare this generation? They are like children sitting in the marketplaces and calling out to others:
17 “‘We played the pipe for you,
and you did not dance;
we sang a dirge,
and you did not mourn.’
18 For John came neither eating(P) nor drinking,(Q) and they say, ‘He has a demon.’ 19 The Son of Man came eating and drinking, and they say, ‘Here is a glutton and a drunkard, a friend of tax collectors and sinners.’(R) But wisdom is proved right by her deeds.”
Woe on Unrepentant Towns(S)
20 Then Jesus began to denounce the towns in which most of his miracles had been performed, because they did not repent. 21 “Woe to you, Chorazin! Woe to you, Bethsaida!(T) For if the miracles that were performed in you had been performed in Tyre and Sidon,(U) they would have repented long ago in sackcloth and ashes.(V) 22 But I tell you, it will be more bearable for Tyre and Sidon on the day of judgment than for you.(W) 23 And you, Capernaum,(X) will you be lifted to the heavens? No, you will go down to Hades.[e](Y) For if the miracles that were performed in you had been performed in Sodom, it would have remained to this day. 24 But I tell you that it will be more bearable for Sodom on the day of judgment than for you.”(Z)
The Father Revealed in the Son(AA)
25 At that time Jesus said, “I praise you, Father,(AB) Lord of heaven and earth, because you have hidden these things from the wise and learned, and revealed them to little children.(AC) 26 Yes, Father, for this is what you were pleased to do.
27 “All things have been committed to me(AD) by my Father.(AE) No one knows the Son except the Father, and no one knows the Father except the Son and those to whom the Son chooses to reveal him.(AF)
28 “Come to me,(AG) all you who are weary and burdened, and I will give you rest.(AH) 29 Take my yoke upon you and learn from me,(AI) for I am gentle and humble in heart, and you will find rest for your souls.(AJ) 30 For my yoke is easy and my burden is light.”(AK)
Footnotes
- Matthew 11:1 Greek in their towns
- Matthew 11:5 The Greek word traditionally translated leprosy was used for various diseases affecting the skin.
- Matthew 11:10 Mal. 3:1
- Matthew 11:12 Or been forcefully advancing
- Matthew 11:23 That is, the realm of the dead
La Palabra, (versión española) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España
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