26 »Así que no les tengan miedo, porque no hay nada encubierto que no llegue a revelarse, como tampoco hay nada escondido que no llegue a conocerse. 27 Lo que digo en la oscuridad, díganlo ustedes a plena luz; lo que se susurra al oído, proclámenlo desde las azoteas. 28 No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma.[a] Teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno. 29 ¿No se venden dos gorriones por una monedita?[b] Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre. 30 Él les tiene contados aun los cabellos de la cabeza. 31 Así que no tengan miedo, ustedes valen más que muchos gorriones.

Reconocer a Jesús

32 »A cualquiera que me confiese delante de los demás yo también lo confesaré delante de mi Padre que está en el cielo. 33 Pero a cualquiera que me niegue delante de los demás yo también lo negaré delante de mi Padre que está en el cielo.

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Footnotes

  1. 10:28 alma. Este vocablo griego también puede significar vida.
  2. 10:29 una monedita. Lit. un asarion.

A quién se debe temer

(Lc. 12.2-9)

26 Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.(A) 27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. 28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. 29 ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. 30 Pues aun vuestros cabellos están todos contados. 31 Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos. 32 A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. 33 Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.(B)

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