Add parallel Print Page Options

Jesús infunde valor a los suyos

26 “Así que, no les teman. Porque no hay nada encubierto que no será revelado ni oculto que no será conocido. 27 Lo que les digo en privado, díganlo en público; y lo que oyen al oído, proclámenlo desde las azoteas. 28 No teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar al alma. Más bien, teman a aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno.

Read full chapter

A quién se debe temer

(Lc. 12.2-9)

26 Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.(A) 27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. 28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

Read full chapter