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A quién se debe temer

(Lc. 12.2-9)

26 Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.(A)

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26 »Así que no les tengan miedo, porque no hay nada encubierto que no llegue a revelarse, como tampoco hay nada escondido que no llegue a conocerse.

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Hablar sin temor(A)

26 »No tengan, pues, miedo de la gente. Porque no hay nada secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse.

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Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse.(A)

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No hay nada encubierto que no llegue a revelarse ni nada escondido que no llegue a conocerse.

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Porque no hay ningún secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse.

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