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El reino de los cielos es semejante á un hombre rey, que hizo bodas á su hijo;

Y envió sus siervos para que llamasen los llamados á las bodas; mas no quisieron venir.

Volvió á enviar otros siervos, diciendo: Decid á los llamados: He aquí, mi comida he aparejado; mis toros y animales engordados son muertos, y todo está prevenido: venid á las bodas.

Mas ellos no se cuidaron, y se fueron, uno á su labranza, y otro á sus negocios;

Y otros, tomando á sus siervos, los afrentaron y los mataron.

Y el rey, oyendo esto, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó á aquellos homicidas, y puso fuego á su ciudad.

Entonces dice á sus siervos: Las bodas á la verdad están aparejadas; mas los que eran llamados no eran dignos.

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