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¶ En aquellos días, como otra vez hubo gran multitud, y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo:

Tengo misericordia de la multitud, porque ya hace tres días que están conmigo; y no tienen qué comer.

Si los envío en ayunas a sus casas, desmayarán en el camino; porque algunos de ellos han venido de lejos.

Sus discípulos le respondieron: ¿De dónde podrá alguien saciar a éstos de pan aquí en el desierto?

Y les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete.

Entonces mandó a la multitud que se recostara en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, partió, y dio a sus discípulos que pusieran delante; y los pusieron delante a la multitud.

Tenían también unos pocos pececillos; y los bendijo, y mandó que también los pusieran delante.

Y comieron, y se saciaron; y levantaron de los pedazos que habían sobrado, siete canastas.

Y eran los que comieron, como cuatro mil; y los despidió.

10 ¶ Luego entrando en el barco con sus discípulos, vino a la región de Dalmanuta.

11 Y vinieron los fariseos, y comenzaron a altercar con él, demandándole señal del cielo, tentándole.

12 Y gimiendo de su espíritu, dice: ¿Por qué pide señal esta generación? De cierto os digo que no se dará señal a esta generación.

13 Y dejándolos, volvió a entrar en el barco, y se fue a la otra ribera.

14 Y se habían olvidado de tomar pan, y no tenían sino un pan consigo en el barco.

15 Y les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes.

16 Y altercaban los unos con los otros diciendo: Pan no tenemos.

17 Y como Jesús lo entendió, les dice: ¿Qué altercáis, porque no tenéis pan? ¿No consideráis ni entendéis? ¿Aún tenéis ciego vuestro corazón?

18 ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no os acordáis?

19 Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Doce.

20 Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Siete.

21 Y les dijo: ¿Cómo aún no entendéis?

22 ¶ Y vino a Betsaida; y le traen un ciego, y le ruegan que le tocara.

23 Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, y poniéndole las manos encima, le preguntó si veía algo.

24 Y él mirando, dijo: Veo los hombres, pues veo que andan como árboles.

25 Luego le puso otra vez las manos sobre sus ojos, y le hizo que mirara; y fue sano, y vio de lejos y claramente a todos.

26 Y le envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea.

27 ¶ Salió Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?

28 Ellos respondieron: Juan Bautista; y otros, Elías; y otros: Alguno de los profetas.

29 Entonces él les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Y respondiendo Pedro, le dice: ¡Tú eres el Cristo!

30 Y les mandó que no hablaran esto de él a ninguno.

31 Y comenzó a enseñarles, que convenía que el Hijo del hombre padeciera mucho, y ser reprobado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas; y ser muerto, y resucitar después de tres días.

32 Y claramente decía esta palabra. Entonces Pedro le tomó, y le comenzó a reprender.

33 Y él, volviéndose y mirando a sus discípulos, riñó a Pedro, diciendo: Apartate de mí, Satanás; porque no sabes las cosas que son de Dios, sino las que son de los hombres.

34 Y llamando a la multitud con sus discípulos, les dijo: Cualquiera que quisiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su madero, y sígame.

35 Porque el que quisiere salvar su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí y del Evangelio, éste la salvará.

36 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?

37 ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

38 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adulterina y pecadora, el Hijo del hombre se avergonzará también de él, cuando vendrá en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

Jesús alimenta a los cuatro mil(A)(B)

En aquellos días se reunió de nuevo mucha gente. Como no tenían nada que comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:

—Siento compasión de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer. Si los despido a sus casas sin haber comido, se van a desmayar por el camino, porque algunos de ellos han venido de lejos.

Los discípulos objetaron:

—¿Dónde se va a conseguir suficiente pan en este lugar despoblado para darles de comer?

—¿Cuántos panes tienen? —preguntó Jesús.

—Siete —respondieron ellos.

Luego Jesús mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomó los siete panes, dio gracias, los partió y se los fue dando a sus discípulos para que los repartieran a la gente. Así lo hicieron. Tenían además unos cuantos pescaditos. Dio gracias por ellos también y dijo a los discípulos que los repartieran. La gente comió hasta quedar satisfecha. Después los discípulos recogieron siete cestas de pedazos que sobraron. Los que comieron eran unos cuatro mil. Tan pronto como los despidió, 10 Jesús subió a la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.

11 Llegaron los fariseos y comenzaron a discutir con Jesús. Para ponerlo a prueba, le pidieron una señal del cielo. 12 Él lanzó un profundo suspiro y dijo:[a] «¿Por qué pide esta generación una señal milagrosa? Les aseguro que no habrá ninguna señal». 13 Entonces los dejó, volvió a embarcarse y cruzó al otro lado.

La levadura de los fariseos y la de Herodes

14 Los discípulos habían olvidado llevar panes y solo tenían uno en la barca.

15 —Presten atención —advirtió Jesús—; ¡cuídense de la levadura de los fariseos y de la de Herodes!

16 Ellos comentaban los unos con los otros: «Lo dice porque no trajimos pan». 17 Al darse cuenta de esto, Jesús dijo:

—¿Por qué están hablando de que no tienen pan? ¿Todavía no ven ni entienden? ¿Tienen el corazón endurecido? 18 ¿Es que tienen ojos, pero no ven, y oídos, pero no oyen? ¿Acaso no recuerdan? 19 Cuando partí los cinco panes para los cinco mil, ¿cuántas canastas llenas de pedazos recogieron?

—Doce —respondieron ellos.

20 —Y, cuando partí los siete panes para los cuatro mil, ¿cuántas cestas llenas de pedazos recogieron?

—Siete —dijeron.

21 Entonces concluyó:

—¿Y todavía no entienden?

Jesús sana a un ciego en Betsaida

22 Cuando llegaron a Betsaida, algunas personas llevaron un ciego a Jesús y rogaron que lo tocara. 23 Él tomó de la mano al ciego y lo sacó fuera del pueblo. Después de escupir en sus ojos y de poner las manos sobre él, preguntó:

—¿Puedes ver algo?

24 El hombre alzó los ojos y dijo:

—Veo gente; parecen árboles que caminan.

25 Entonces le puso de nuevo las manos sobre los ojos, y el ciego fue curado; recobró la vista y comenzó a ver todo con claridad. 26 Jesús lo mandó a su casa con esta advertencia:

—No vayas a entrar en el pueblo.[b]

La confesión de Pedro(C)

27 Jesús y sus discípulos salieron hacia las aldeas de Cesarea de Filipo. En el camino les preguntó:

—¿Quién dice la gente que soy yo?

28 Le respondieron:

—Unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías y otros que uno de los profetas.

29 —Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? —preguntó Jesús.

—Tú eres el Cristo —afirmó Pedro.

30 Jesús ordenó que no hablaran a nadie acerca de él.

Jesús predice su muerte(D)

31 Luego comenzó a enseñarles:

—El Hijo del hombre tiene que sufrir muchas cosas y ser rechazado por los líderes religiosos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la Ley. Es necesario que lo maten y que a los tres días resucite.

32 Habló de esto con toda claridad. Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo. 33 Pero Jesús se dio la vuelta, miró a sus discípulos y reprendió a Pedro.

—¡Aléjate de mí, Satanás! —le dijo—. Tú no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

34 Entonces llamó a la multitud y a sus discípulos.

—Si alguien quiere ser mi discípulo —dijo—, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. 35 Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa y por el evangelio la salvará. 36 ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde la vida? 37 ¿O qué se puede dar a cambio de la vida? 38 Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras en medio de esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

Footnotes

  1. 8:12 lanzó … dijo. Lit. suspirando en su espíritu dijo.
  2. 8:26 pueblo. Var. pueblo, ni a decírselo a nadie en el pueblo.

Gipakaon ni Jesus ang upat ka libo ka mga Tawo

(Mat. 15:32-39)

Human sa pipila ka adlaw, nagtigom na usab ang daghang mga tawo didto kang Jesus. Sa dihang wala na silay pagkaon gitawag ni Jesus ang iyang mga tinun-an ug giingnan, “Nalooy gayod ako niining mga tawhana. Tulo na ka adlaw nga nagauban-uban sila kanako ug wala na silay makaon. Kon papaulion ko sila nga gutom basin ug makuyapan sila sa dalan kay layo pa man kaayo ang gigikanan sa uban kanila.” Mitubag ang iyang mga tinun-an, “Asa kita makakuha ug pagkaon dinhi sa mamingaw nga dapit nga ipakaon niining mga tawhana?” Nangutana si Jesus kanila, “Pila ba ka buok ang inyong pan diha?” Mitubag sila, “Pito ka buok.”

Unya gipalingkod ni Jesus ang mga tawo. Gikuha niya ang pito ka pan ug nagpasalamat sa Dios. Gipikas-pikas niya kini ug gihatag sa iyang mga tinun-an aron iapod-apod sa mga tawo. May pipila usab sila ka gagmay nga mga isda. Gipasalamatan usab niya kini ug gihatag sa iyang mga tinun-an aron iapod-apod sa mga tawo. Nangaon sila ug nangabusog. Pagkahuman nilag pangaon, gitigom nila ang pan nga sobra, ug napuno ang pito ka bukag. Ang mga lalaki lang nga nangaon mga upat ka libo. Human niadto gipapauli ni Jesus ang mga tawo 10 ug misakay siya sa sakayan uban sa iyang mga tinun-an ug miadto sa Dalmanuta.

Nangayo ang mga Pariseo ug Milagro

(Mat. 16:1-4)

11 Pag-abot nila didto, may mga Pariseo nga miadto kang Jesus ug nakiglalis kaniya. Nangayo silag milagro gikan sa Dios sa pagpamatuod nga gipadala siya sa Dios. Gihimo nila kini aron sa pagsulay kaniya. 12 Apan nanghupaw si Jesus ug miingon, “Ngano bang nangayo man ug milagro ang mga tawo niining panahona? Ang tinuod, wala gayoy milagro nga ipakita kanila!” 13 Ug gibiyaan niya kadtong mga Pariseo. Mibalik siya sa sakayan ug mitabok pag-usab sa linaw.

Ang Patubo sa Pan sa mga Pariseo ug ni Herodes

(Mat. 16:5-12)

14 Nakalimot ang iyang mga tinun-an sa pagdala ug pan; usa ra ka buok ang diha sa sakayan. 15 Gipahimangnoan sila ni Jesus nga dili mosunod sa daotan nga batasan sa uban. Gisulti niya kini pinaagi sa sambingay, “Pagbantay gayod kamo sa patubo sa pan sa mga Pariseo ug ni Haring Herodes.” Apan wala sila makahibalo nga kadto sambingay lamang. 16 Busa naglalis sila nga naga-ingon, “Gisulti niya kadto kay wala kita makadalag pan.” 17 Nasayran ni Jesus kon unsa ang ilang gilalisan. Busa miingon siya kanila, “Nganong naglalis man kamo nga wala kamoy pan? Dili pa ba gayod kamo makasabot? Gahi ba kamo ug salabotan? 18-19 May mga mata kamo, apan dili kamo makakita. May mga dalunggan kamo, apan dili kamo makadungog. Wala ba gayod ninyo mahinumdomi ang pagpikas-pikas ko sa lima ka pan alang sa lima ka libo ka mga tawo? Pila ba ka bukag ang napuno sa inyong gitapok nga sobra?” Mitubag sila, “dose!” 20 Nangutana pag-usab si Jesus, “Ug ang pagpikas-pikas ko sa pito ka pan alang sa upat ka libo ka mga tawo, pila ba ka bukag ang napuno sa inyong gitapok nga sobra?” Mitubag sila, “Pito!” 21 Ug miingon si Jesus, “Wala pa ba gihapon ninyo masabti nga dili pan ang akong buot ipasabot?”

Giayo ni Jesus ang Usa ka Buta sa Betsaida

22 Pag-abot nila sa Betsaida may mga tawo didto nga nagdala ug usa ka lalaki nga buta ngadto kang Jesus. Nagpakilooy sila nga hikapon niya ang buta aron makakita. 23 Busa gikuptan niya ang kamot sa buta ug giagak padulong sa gawas sa Betsaida. Pag-abot nila sa gawas giluwaan niya ang mga mata niining buta. Ug gibutang niya ang iyang mga kamot sa buta ug nangutana, “May nakita ka na ba?” 24 Mihangad ang lalaki ug miingon, “Nakakita na ako ug mga tawo, apan daw mga kahoy nga nagalakaw.” 25 Busa gibutang pag-usab ni Jesus ang iyang mga kamot sa mga mata sa buta. Mitutok pag-ayo ang buta ug naayo ang iyang mga mata. Klaro na ang tanan sa iyang panan-aw. 26 Gipapauli siya ni Jesus ug giingnan, “Ayaw na pagbalik sa Betsaida.”[a]

Ang Gipahayag ni Pedro bahin kang Jesus

(Mat. 16:13-20; Luc. 9:18-21)

27 Human niadto, miadto si Jesus ug ang iyang mga tinun-an sa mga baryo nga sakop sa Cesarea Filipos. Samtang naglakaw sila nangutana si Jesus sa iyang mga tinun-an, “Sumala sa mga tawo, kinsa ba ako?” 28 Mitubag sila, “May mga naga-ingon nga ikaw si Juan nga tigbautismo. Ang uban naga-ingon nga ikaw si Elias, ug ang uban usab naga-ingon nga ikaw usa sa mga propeta sa Dios.” 29 Ug nangutana siya kanila, “Apan alang kaninyo kinsa ba ako?” Mitubag si Pedro, “Ikaw mao ang Cristo!” 30 Ug gipahimangnoan sila ni Jesus nga dili gayod manugilon kang bisan kinsa mahitungod kaniya.

Naghisgot si Jesus bahin sa Iyang Kamatayon ug Pagkabanhaw

(Mat. 16:21-28; Luc. 9:22-27)

31 Unya miingon si Jesus kanila, “Ako nga Anak sa Tawo kinahanglan gayod nga mag-antos sa pagabuhaton kanako sa mga pangulo sa mga Judio, sa mga kadagkoan sa mga pari, ug sa mga magtutudlo sa Kasugoan. Isalikway nila ako ug patyon, apan sa ikatulo ka adlaw mabanhaw ako.” 32 Wala niya kini itago kanila. Pagkadungog niini ni Pedro, gidala niya si Jesus sa unahan ug iyang gibadlong nga dili magsulti ug ingon niadto. 33 Apan miliso si Jesus, mitan-aw sa iyang mga tinun-an, ug giingnan si Pedro, “Palayo kanako Satanas! Kay ang imong hunahuna dili iya sa Dios kondili iya sa tawo.”

34 Unya gitawag niya ang mga tawo ug ang iyang mga tinun-an nga moduol kaniya. Miingon siya, “Kon may tawo nga buot mosunod kanako, dili niya palabihon ang iyang kaugalingon, kondili mosunod siya kanako bisan pa kon kamatayon ang iyang dangatan. 35 Kay si bisan kinsa nga nagtinguha sa pagluwas sa iyang kinabuhi mawad-an hinuon niini. Apan si bisan kinsa nga mohalad sa iyang kinabuhi tungod kanako ug sa Maayong Balita makaangkon sa kinabuhi nga walay kataposan. 36 Unsa man ang makuha sa tawo kon maangkon niya ang tanan nga butang dinhi sa kalibotan, apan mawala ang iyang kinabuhi? Wala gayod! 37 Kay wala gayod siyay ikahatag aron mabawi niya ang iyang kinabuhi. 38 Kon ikaulaw ako ug ang akong mga pagtulon-an ni bisan kinsa niining panahona, diin ang mga tawo daotan ug dili matinud-anon sa Dios, ikaulaw ko usab siya kon Ako nga Anak sa Tawo mobalik na nga nagadan-ag sa gahom sa akong Amahan, ug kauban ko ang balaang mga anghel.”

Footnotes

  1. 8:26 Ayaw na pagbalik sa Betsaida: Tingali dili gusto ni Jesus nga manugilon ang buta sa mga tawo sa Betsaida nga giayo niya siya.