Add parallel Print Page Options

22 Porque nada hay oculto, si no es para que sea manifestado; ni nada ha estado en secreto, sino para que salga a la luz(A). 23 Si alguno tiene oídos para oír, que oiga(B)».

24 Además les decía: «Cuídense de lo que oigan. Con la medida con que ustedes midan, se les medirá(C), y aun más se les dará.

Read full chapter

22 No hay nada escondido que no esté destinado a descubrirse; tampoco hay nada oculto que no esté destinado a ser revelado públicamente. 23 El que tenga oídos para oír, que oiga.

24 »Pongan mucha atención —añadió—. Con la medida con que midan a otros, se les medirá a ustedes y aún más se les añadirá.

Read full chapter

22 For there is nothing hid, which shall not be manifested; neither was any thing kept secret, but that it should come abroad.

23 If any man have ears to hear, let him hear.

24 And he said unto them, Take heed what ye hear: with what measure ye mete, it shall be measured to you: and unto you that hear shall more be given.

Read full chapter