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Muy de mañana, el primer día de la semana, llegaron* al sepulcro cuando el sol ya había salido. Y se decían unas a otras: «¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro(A)?». Cuando levantaron los ojos, vieron que la piedra, aunque[a] era sumamente grande, había sido removida.

Entrando en el sepulcro, vieron* a un joven sentado al lado derecho, vestido con ropaje blanco(B); y ellas se asustaron(C). Pero él les dijo*: «No se asusten(D); ustedes buscan a Jesús el Nazareno(E), el que fue crucificado. Ha resucitado, no está aquí; miren el lugar donde lo pusieron(F).

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Footnotes

  1. 16:4 Lit. porque.