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El día del juicio venidero

[a]El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: «El día del juicio se acerca, ardiente como un horno. En aquel día el arrogante y el perverso serán quemados como paja. Serán consumidos, desde las raíces hasta las ramas.

»Sin embargo, para ustedes que temen mi nombre, se levantará el Sol de Justicia[b] con sanidad en sus alas. Saldrán libres, saltando de alegría como becerros sueltos en medio de los pastos. El día en que yo actúe, ustedes pisotearán a los perversos como si fueran polvo debajo de sus pies», dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.

«Acuérdense de obedecer la ley de Moisés, mi servidor, todos los decretos y ordenanzas que le entregué en el monte Sinaí[c] para todo Israel.

»Miren, les envío al profeta Elías antes de que llegue el gran y terrible día del Señor. Sus predicaciones harán volver el corazón de los padres[d] hacia sus hijos y el corazón de los hijos hacia sus padres. De lo contrario, vendré y haré caer una maldición sobre la tierra».

Footnotes

  1. 4:1 Los versículos del 4:1-6 corresponden al 3:19-24 en el texto hebreo.
  2. 4:2 O el sol de justicia.
  3. 4:4 En hebreo Horeb, otro nombre para Sinaí.
  4. 4:6 En hebreo esta palabra se refiere solo a los hombres; también en 4:6b.

El advenimiento del día de Jehová

Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.

He aquí, yo os envío el profeta Elías,(A) antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.

El día del Señor

»Miren, ya viene el día, ardiente como un horno. Todos los soberbios y todos los malvados serán como paja; ese día les prenderá fuego hasta dejarlos sin raíz ni rama —dice el Señor de los Ejércitos—. Pero para ustedes que temen mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos[a] salud. Y ustedes saldrán saltando como becerros bien alimentados. El día que yo actúe ustedes pisotearán a los malvados y, bajo sus pies, quedarán hechos polvo —dice el Señor de los Ejércitos—.

»Acuérdense de la Ley de mi siervo Moisés. Recuerden los estatutos y las ordenanzas que di en Horeb para todo Israel.

»Estoy por enviarles al profeta Elías antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible. Él hará que los padres se reconcilien con sus hijos y los hijos con sus padres; así no vendré a herir la tierra con destrucción total».

Footnotes

  1. 4:2 rayos. Lit. alas.