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Jesús visita a Marta y a María

38 Aconteció que, yendo de camino, entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. 39 Ésta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. 40 Marta, en cambio, se preocupaba con muchos quehaceres y, acercándose, dijo:

—Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.

41 Respondiendo Jesús, le dijo:

—Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. 42 Pero sólo una cosa es necesaria, y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

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Jesús visita a Marta y a María

38 Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. 39 Esta tenía una hermana que se llamaba María,(A) la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. 40 Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. 42 Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

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Promesa del nacimiento de Isaac

18 Jehová se le apareció a Abraham en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda, a la hora de más calor. Alzó los ojos y vio a tres varones que estaban junto a él. Al verlos salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, se postró en tierra y dijo:

—Señor, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de largo junto a tu siervo. Haré traer ahora un poco de agua para que lavéis vuestros pies, y luego os recostaréis debajo de un árbol. Traeré también un bocado de pan para que repongáis vuestras fuerzas antes de seguir, pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo.

Ellos dijeron:

—Haz como has dicho.

Entonces Abraham fue de prisa a la tienda donde estaba Sara, y le dijo:

—Toma enseguida tres medidas de flor de harina, amásala y haz panes cocidos debajo del rescoldo.

Corrió luego Abraham a donde estaban las vacas, tomó un becerro tierno y bueno, lo dio al criado y éste se dio prisa a prepararlo. Después tomó mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos. Él se quedó con ellos debajo del árbol, y comieron.

Después le preguntaron:

—¿Dónde está Sara, tu mujer?

Él respondió:

—Aquí, en la tienda.

10 Entonces dijo:

—De cierto volveré a ti el próximo año, y para entonces Sara, tu mujer, tendrá un hijo.

Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.

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Promesa del nacimiento de Isaac

18 Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo. Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol, y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho. Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo. Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y este se dio prisa a prepararlo. Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron.

Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda. 10 Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo.(A) Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.

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El canastillo de fruta de verano

Esto me mostró Jehová, el Señor: un canastillo de fruta de verano. Y me preguntó:

—¿Qué ves, Amós?

Y respondí:

—Un canastillo de fruta de verano.

Y me dijo Jehová:

—Ha venido el fin sobre mi pueblo Israel; no lo toleraré más.

Y los cantores del Templo gemirán en aquel día, dice Jehová, el Señor. Muchos serán los cuerpos muertos, y en silencio serán arrojados en cualquier lugar.

El juicio sobre Israel se acerca

Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos y arruináis a los pobres de la tierra, diciendo: «¿Cuándo pasará el mes y venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los graneros del pan? Entonces achicaremos la medida, subiremos el precio, falsearemos con engaño la balanza, compraremos a los pobres por dinero y a los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo.»

Jehová juró por la gloria de Jacob: «No olvidaré jamás ninguna de sus obras.»

¿No se estremecerá la tierra por esto?
¿No llorarán todos sus habitantes?
Subirá toda ella como un río;
crecerá y mermará como el río de Egipto.

Aquel día, dice Jehová, el Señor,
haré que se ponga el sol a mediodía:
cubriré de tinieblas la tierra en el día claro.
10 Cambiaré vuestras fiestas en lloro
y todos vuestros cantares en lamentaciones;
haré que toda cintura vista tela áspera
y que se rape toda cabeza.
Y volveré la tierra
como en llanto por el hijo único,
y su final será como día amargo.

11 Ciertamente vienen días, dice Jehová, el Señor,
en los cuales enviaré hambre a la tierra,
no hambre de pan ni sed de agua,
sino de oír la palabra de Jehová.
12 E irán errantes de mar a mar;
desde el norte hasta el oriente
andarán buscando palabra de Jehová,
y no la hallarán.

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El canastillo de fruta de verano

Así me ha mostrado Jehová el Señor: He aquí un canastillo de fruta de verano.[a] Y dijo: ¿Qué ves, Amós? Y respondí: Un canastillo de fruta de verano. Y me dijo Jehová: Ha venido el fin[b] sobre mi pueblo Israel; no lo toleraré más. Y los cantores del templo gemirán en aquel día, dice Jehová el Señor; muchos serán los cuerpos muertos; en todo lugar los echarán fuera en silencio.

El juicio sobre Israel se acerca

Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra, diciendo: ¿Cuándo pasará el mes, y venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los graneros del pan, y achicaremos la medida, y subiremos el precio, y falsearemos con engaño la balanza, para comprar los pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo?

Jehová juró por la gloria de Jacob: No me olvidaré jamás de todas sus obras. ¿No se estremecerá la tierra sobre esto? ¿No llorará todo habitante de ella? Subirá toda, como un río, y crecerá y mermará como el río de Egipto.

Acontecerá en aquel día, dice Jehová el Señor, que haré que se ponga el sol a mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro. 10 Y cambiaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y que se rape toda cabeza; y la volveré como en llanto de unigénito, y su postrimería como día amargo.

11 He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. 12 E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán.

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Footnotes

  1. Amós 8:1 Heb. kayits.
  2. Amós 8:2 Heb. ha-kets.

Los que habitarán en el monte santo de Dios

Salmo de David

15 Jehová, ¿quién habitará en tu Tabernáculo?,
¿quién morará en tu monte santo?
El que anda en integridad y hace justicia;
el que habla verdad en su corazón;
el que no calumnia con su lengua
ni hace mal a su prójimo
ni admite reproche alguno contra su vecino;
aquel a cuyos ojos el indigno es menospreciado,
pero honra a los que temen a Jehová;
el que aun jurando en perjuicio propio, no por eso cambia;
quien su dinero no dio a usura
ni contra el inocente admitió soborno.

El que hace estas cosas, no resbalará jamás.

Los que habitarán en el monte santo de Dios

Salmo de David.

15 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?

¿Quién morará en tu monte santo?

El que anda en integridad y hace justicia,

Y habla verdad en su corazón.

El que no calumnia con su lengua,

Ni hace mal a su prójimo,

Ni admite reproche alguno contra su vecino.

Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado,

Pero honra a los que temen a Jehová.

El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;

Quien su dinero no dio a usura,

Ni contra el inocente admitió cohecho.

El que hace estas cosas, no resbalará jamás.

Reconciliación por medio de la muerte de Cristo

15 Cristo es la imagen del Dios invisible,
el primogénito de toda creación,
16 porque en él fueron creadas todas las cosas,
las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles;
sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades;
todo fue creado por medio de él y para él.
17 Y él es antes que todas las cosas,
y todas las cosas en él subsisten.
18 Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia,
y es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia,
19 porque al Padre agradó que en él habitara toda la plenitud,
20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas,
así las que están en la tierra como las que están en los cielos,
haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.

21 También a vosotros, que erais en otro tiempo extraños y enemigos por vuestros pensamientos y por vuestras malas obras, ahora os ha reconciliado 22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprochables delante de él. 23 Pero es necesario que permanezcáis fundados y firmes en la fe, sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro.

24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia. 25 De ella fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios, 26 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos. 27 A ellos, Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, esperanza de gloria.

28 Nosotros anunciamos a Cristo, amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre.

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Reconciliación por medio de la muerte de Cristo

15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia,(A) él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.(B)

21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado 22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; 23 si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.

Ministerio de Pablo a los gentiles

24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia; 25 de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios, 26 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, 27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, 28 a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;

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