Jesús envía a los doce(A)(B)

Habiendo reunido a los doce, Jesús les dio poder y autoridad para expulsar a todos los demonios y para sanar enfermedades. Entonces los envió a predicar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. «No lleven nada para el camino: ni bastón, ni bolsa, ni pan, ni dinero, ni dos mudas de ropa —les dijo—. En cualquier casa que entren, quédense allí hasta que salgan del pueblo. Si no los reciben bien, salgan de ese pueblo y sacúdanse el polvo de los pies como un testimonio contra sus habitantes». Así que partieron y fueron por todas partes de pueblo en pueblo, predicando las buenas noticias y sanando a la gente.

Herodes, el tetrarca, se enteró de todo lo que estaba sucediendo. Estaba perplejo porque algunos decían que Juan había resucitado; otros, que se había aparecido Elías; y otros, en fin, que había resucitado alguno de los antiguos profetas. Pero Herodes dijo: «A Juan mandé que le cortaran la cabeza; ¿quién es, entonces, este de quien oigo tales cosas?». Y procuraba verlo.

Jesús alimenta a los cinco mil(C)

10 Cuando regresaron los apóstoles, contaron a Jesús lo que habían hecho. Él se los llevó consigo y se retiraron solos a un pueblo llamado Betsaida, 11 pero la gente se enteró y lo siguió. Él los recibió y les habló del reino de Dios. También sanó a los que lo necesitaban.

12 Al atardecer se acercaron los doce y le dijeron:

—Despide a la gente, para que vaya a buscar alojamiento y comida en los campos y pueblos cercanos, pues donde estamos no hay nada.[a]

13 —Denles ustedes mismos de comer —dijo Jesús.

—No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a menos que vayamos a comprar comida para toda esta gente —objetaron ellos, 14 porque había allí unos cinco mil hombres.

Pero Jesús dijo a sus discípulos:

—Hagan que se sienten en grupos como de cincuenta cada uno.

15 Así lo hicieron los discípulos y se sentaron todos. 16 Entonces Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo. Luego los partió y se los dio a los discípulos para que se los repartieran a la gente. 17 Todos comieron hasta quedar satisfechos y de los pedazos que sobraron se recogieron doce canastas.

La confesión de Pedro(D)(E)

18 Un día Jesús estaba orando a solas; cuando llegaron sus discípulos, preguntó:

—¿Quién dice la gente que soy yo?

19 Le respondieron:

—Unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías y otros que uno de los antiguos profetas ha resucitado.

20 —Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? —preguntó Jesús.

—El Cristo de Dios —afirmó Pedro.

21 Jesús ordenó terminantemente que no dijeran esto a nadie. 22 Y les dijo:

—El Hijo del hombre tiene que sufrir muchas cosas y ser rechazado por los líderes religiosos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley. Es necesario que lo maten y que resucite al tercer día.

23 Dirigiéndose a todos, declaró:

—Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. 24 Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. 25 ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se destruye a sí mismo? 26 Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras, el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria y en la gloria del Padre y de los santos ángeles. 27 Además, les aseguro que algunos de los aquí presentes no sufrirán la muerte sin antes haber visto el reino de Dios.

La transfiguración(F)

28 Unos ocho días después de decir esto, Jesús, acompañado de Pedro, Juan y Santiago, subió a una montaña a orar. 29 Mientras oraba, su rostro se transformó y su ropa se volvió blanca y radiante. 30 Y aparecieron dos personajes —Moisés y Elías—, que conversaban con Jesús. 31 Tenían un aspecto glorioso, y hablaban de la partida de Jesús, que él iba a cumplir en Jerusalén. 32 Pedro y sus compañeros estaban rendidos de sueño, pero cuando se despabilaron, vieron su gloria y a los dos personajes que estaban con él. 33 Mientras estos se apartaban de Jesús, Pedro, sin saber lo que estaba diciendo, propuso:

—Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Podemos levantar tres albergues: uno para ti, otro para Moisés y otro para Elías.

34 Estaba hablando todavía cuando apareció una nube que los envolvió y al entrar en la nube se asustaron. 35 Entonces salió de la nube una voz que dijo: «Este es mi Hijo, mi escogido. ¡Escúchenlo!». 36 Después de oírse la voz, Jesús quedó solo. Los discípulos guardaron esto en secreto y por algún tiempo a nadie contaron nada de lo que habían visto.

Jesús sana a un muchacho endemoniado(G)

37 Al día siguiente, cuando bajaron de la montaña, le salió al encuentro mucha gente. 38 Y un hombre de entre la multitud exclamó:

—Maestro, te ruego que atiendas a mi hijo, pues es el único que tengo. 39 Resulta que un espíritu se posesiona de él y de repente el muchacho se pone a gritar; también lo sacude con violencia y hace que eche espumarajos. Cuando lo atormenta, a duras penas lo suelta. 40 Ya rogué a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron.

41 —¡Ah, generación incrédula y malvada! —respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes y soportarlos? Trae acá a tu hijo.

42 Estaba acercándose el muchacho cuando el demonio lo derribó con una convulsión. Pero Jesús reprendió al espíritu maligno, sanó al muchacho y se lo devolvió al padre. 43 Y todos se quedaron asombrados de la grandeza de Dios.

En medio de tanta admiración por todo lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:

44 —Presten mucha atención a lo que les voy a decir: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.

45 Pero ellos no entendían lo que quería decir con esto. Estaba encubierto para que no lo comprendieran y no se atrevían a preguntárselo.

¿Quién va a ser el más importante?(H)(I)

46 Surgió entre los discípulos una discusión sobre quién de ellos sería el más importante. 47 Como Jesús sabía bien lo que pensaban, tomó a un niño y lo puso a su lado.

48 —El que recibe en mi nombre a este niño —dijo—, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. Porque el que es más pequeño entre todos ustedes, ese es el más importante.

49 —Maestro —dijo Juan—, vimos a un hombre que expulsaba demonios en tu nombre y se lo impedimos, porque no es de los nuestros.

50 —No se lo impidan —respondió Jesús—, porque el que no está contra ustedes está a favor de ustedes.

La oposición de los samaritanos

51 Como se acercaba el tiempo de que fuera llevado al cielo, Jesús se hizo el firme propósito de ir a Jerusalén. 52 Envió por delante mensajeros, que entraron en un pueblo samaritano para prepararle alojamiento; 53 pero allí la gente no quiso recibirlo porque se dirigía a Jerusalén. 54 Cuando los discípulos Santiago y Juan vieron esto, preguntaron:

—Señor, ¿quieres que hagamos caer fuego del cielo para[b] que los destruya?

55 Pero Jesús se volvió a ellos y los reprendió. 56 Luego[c] siguieron la jornada a otra aldea.

Lo que cuesta seguir a Jesús(J)

57 Iban por el camino cuando alguien dijo a Jesús:

—Te seguiré adondequiera que vayas.

58 —Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos —respondió Jesús—, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza.

59 A otro le dijo:

—Sígueme.

Él contestó:

—Señor, primero déjame ir a enterrar a mi padre.

60 —Deja que los muertos entierren a sus muertos, pero tú ve y proclama el reino de Dios —respondió Jesús.

61 Otro afirmó:

—Te seguiré, Señor, pero primero deja despedirme de mi familia.

62 Jesús respondió:

—Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios.

Footnotes

  1. 9:12 donde estamos no hay nada. Lit. aquí estamos en un lugar desierto.
  2. 9:54 cielo para. Var. cielo, como hizo Elías, para.
  3. 9:55-56 reprendió. 56 Luego. Var. reprendió. / —Ustedes no saben de qué espíritu son —les dijo—, 56 porque el Hijo del hombre no vino para destruir la vida de las personas, sino para salvarla. / Luego.

Misión de los doce discípulos

(Mt. 10.5-15; Mr. 6.7-13)

Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos. Y les dijo:(A) No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas. Y en cualquier casa donde entréis, quedad allí, y de allí salid. Y dondequiera que no os recibieren, salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos.(B) Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes.

Muerte de Juan el Bautista

(Mt. 14.1-12; Mr. 6.14-29)

Herodes el tetrarca oyó de todas las cosas que hacía Jesús; y estaba perplejo, porque decían algunos: Juan ha resucitado de los muertos; otros: Elías ha aparecido; y otros: Algún profeta de los antiguos ha resucitado.(C) Y dijo Herodes: A Juan yo le hice decapitar; ¿quién, pues, es este, de quien oigo tales cosas? Y procuraba verle.

Alimentación de los cinco mil

(Mt. 14.13-21; Mr. 6.30-44; Jn. 6.1-14)

10 Vueltos los apóstoles, le contaron todo lo que habían hecho. Y tomándolos, se retiró aparte, a un lugar desierto de la ciudad llamada Betsaida. 11 Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados. 12 Pero el día comenzaba a declinar; y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y campos de alrededor, y se alojen y encuentren alimentos; porque aquí estamos en lugar desierto. 13 Él les dijo: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta multitud. 14 Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos: Hacedlos sentar en grupos, de cincuenta en cincuenta. 15 Así lo hicieron, haciéndolos sentar a todos. 16 Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente. 17 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos.

La confesión de Pedro

(Mt. 16.13-20; Mr. 8.27-30)

18 Aconteció que mientras Jesús oraba aparte, estaban con él los discípulos; y les preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo? 19 Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado.(D) 20 Él les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy? Entonces respondiendo Pedro, dijo: El Cristo de Dios.(E)

Jesús anuncia su muerte

(Mt. 16.21-28; Mr. 8.31—9.1)

21 Pero él les mandó que a nadie dijesen esto, encargándoselo rigurosamente, 22 y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día.

23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.(F) 24 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, este la salvará.(G) 25 Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo? 26 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de este se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles. 27 Pero os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.

La transfiguración

(Mt. 17.1-8; Mr. 9.2-8)

28 Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar.(H) 29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. 30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías; 31 quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén. 32 Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; mas permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con él. 33 Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía. 34 Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. 35 Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado;(I) a él oíd. 36 Y cuando cesó la voz, Jesús fue hallado solo; y ellos callaron, y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto.

Jesús sana a un muchacho endemoniado

(Mt. 17.14-21; Mr. 9.14-29)

37 Al día siguiente, cuando descendieron del monte, una gran multitud les salió al encuentro. 38 Y he aquí, un hombre de la multitud clamó diciendo: Maestro, te ruego que veas a mi hijo, pues es el único que tengo; 39 y sucede que un espíritu le toma, y de repente da voces, y le sacude con violencia, y le hace echar espuma, y estropeándole, a duras penas se aparta de él. 40 Y rogué a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron. 41 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros, y os he de soportar? Trae acá a tu hijo. 42 Y mientras se acercaba el muchacho, el demonio le derribó y le sacudió con violencia; pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo devolvió a su padre. 43 Y todos se admiraban de la grandeza de Dios.

Jesús anuncia otra vez su muerte

(Mt. 17.22-23; Mr. 9.30-32)

Y maravillándose todos de todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos: 44 Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras; porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres. 45 Mas ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen; y temían preguntarle sobre esas palabras.

¿Quién es el mayor?

(Mt. 18.1-5; Mr. 9.33-37)

46 Entonces entraron en discusión sobre quién de ellos sería el mayor.(J) 47 Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomó a un niño y lo puso junto a sí, 48 y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió;(K) porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ese es el más grande.

El que no es contra nosotros, por nosotros es

(Mr. 9.38-40)

49 Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros. 50 Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.

Jesús reprende a Jacobo y a Juan

51 Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. 52 Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. 53 Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. 54 Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?(L) 55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; 56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.

Los que querían seguir a Jesús

(Mt. 8.18-22)

57 Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. 59 Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. 61 Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa.(M) 62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.

Ministry of the Twelve

(A)Now He called the twelve together and gave them power and authority over all the demons, and the power to heal diseases. And He sent them out to (B)proclaim the kingdom of God and to perform healing. And He said to them, (C)Take nothing for your journey, (D)neither a staff, nor a [a]bag, nor bread, nor money; and do not even have two [b]tunics. And whatever house you enter, stay there [c]until you leave that city. And as for all who do not receive you, when you leave that city, (E)shake the dust off your feet as a testimony against them.” And as they were leaving, they began going [d]throughout the villages, (F)preaching the gospel and healing everywhere.

(G)Now (H)Herod the tetrarch heard about all that was happening; and he was greatly perplexed, because it was said by some that (I)John had risen from the dead, and by some that (J)Elijah had appeared, and by others that one of the prophets of old had risen. Herod said, “I myself had John beheaded; but who is this Man about whom I hear such things?” And (K)he kept trying to see Him.

10 (L)When the apostles returned, they gave an account to Him of all that they had done. (M)And taking them with Him, He withdrew privately to a city called (N)Bethsaida. 11 But the crowds were aware of this and followed Him; and He welcomed them and began speaking to them about the kingdom of God, and curing those who had need of healing.

Five Thousand Men Fed

12 Now the day [e]was ending, and the twelve came up and said to Him, “Dismiss the crowd, so that they may go into the surrounding villages and countryside and find lodging and get [f]something to eat; because here, we are in a secluded place.” 13 But He said to them, “You give them something to eat!” But they said, “We have no more than five loaves and two fish, unless perhaps we go and buy food for all these people.” 14 (For there were about five thousand men.) But He said to His disciples, “Have them recline to eat (O)in groups of about fifty each.” 15 They did so, and had them all recline. 16 And He took the five loaves and the two fish, and, looking up to heaven, He blessed them and broke them, and gave them to the disciples again and again, to serve the crowd. 17 And they all ate and were satisfied; and [g]the broken pieces which they had left over were picked up, twelve (P)baskets full.

Peter Says Jesus Is The Christ

18 (Q)And it happened that while He was (R)praying alone, the disciples were with Him, and He questioned them, saying, “Who do the [h]people say that I am?” 19 They answered and said, “John the Baptist, and others say Elijah; but others, that one of the prophets of old has risen.” 20 And He said to them, “But who do you say that I am?” And Peter answered and said, “(S)The [i]Christ of God.” 21 But He [j](T)warned them and instructed them not to tell this to anyone, 22 (U)saying, (V)The Son of Man must suffer many things and be rejected by the elders and chief priests and scribes, and be killed and be raised on the third day.”

23 And He was saying to them all, (W)If anyone wants to come after Me, he must deny himself, take up his cross daily, and follow Me. 24 For (X)whoever wants to save his [k]life will lose it, but whoever loses his [l]life for My sake, this is the one who will save it. 25 For what good does it do a person if he gains the whole world, but (Y)loses or forfeits himself? 26 (Z)For whoever is ashamed of Me and My words, the Son of Man will be ashamed of him when He comes in His glory and the glory of the Father and the holy angels. 27 But I say to you truthfully, (AA)there are some of those standing here who will not taste death until they see the kingdom of God.”

The Transfiguration

28 (AB)About eight days after these sayings, He took along (AC)Peter, John, and James, and (AD)went up on the mountain (AE)to pray. 29 And while He was (AF)praying, the appearance of His face (AG)became different, and His clothing became white and [m]gleaming. 30 And behold, two men were talking with Him; and they were Moses and Elijah, 31 who, appearing in [n]glory, were speaking of His (AH)departure, which He was about to accomplish at Jerusalem. 32 Now Peter and his companions (AI)had been overcome with sleep; but when they were fully awake, they saw His glory and the two men who were standing with Him. 33 And as [o]these two men were leaving Him, Peter said to Jesus, “(AJ)Master, it is good that we are here; and (AK)let’s make three [p]tabernacles: one for You, one for Moses, and one for Elijah”—(AL)not realizing what he was saying. 34 But while he was saying this, a cloud [q]formed and began to overshadow them; and they were afraid as they entered the cloud. 35 And then (AM)a voice came from the cloud, saying, “(AN)This is My Son, My Chosen One; listen to Him!” 36 And when the voice [r]had spoken, Jesus was found alone. And (AO)they kept silent, and reported to no one in those days any of the things which they had seen.

37 (AP)On the next day, when they came down from the mountain, a large crowd met Him. 38 And a man from the crowd shouted, saying, “Teacher, I beg You to look at my son, because he is my only son, 39 and a spirit seizes him and he suddenly screams, and it throws him into a convulsion with foaming at the mouth; and only with difficulty does it leave him, mauling him as it leaves. 40 And I begged Your disciples to cast it out, and they could not.” 41 And Jesus answered and said, “You unbelieving and perverse generation, how long shall I be with you and put up with you? Bring your son here.” 42 Now while he was still approaching, the demon slammed him to the ground and threw him into a convulsion. But Jesus rebuked the unclean spirit, and healed the boy and gave him back to his father. 43 And they were all amazed at the [s](AQ)greatness of God.

(AR)But while everyone was astonished at all that He was doing, He said to His disciples, 44 “As for you, let these words sink into your ears: (AS)for the Son of Man is going to be [t]handed over to men.” 45 But (AT)they [u]did not understand this statement, and it was concealed from them so that they would not comprehend it; and they were afraid to ask Him about this statement.

The Test of Greatness

46 (AU)Now an argument [v]started among them as to which of them might be the greatest. 47 But Jesus, (AV)knowing [w]what they were thinking in their hearts, took a child and had him stand by His side, 48 and He said to them, (AW)Whoever receives this child in My name receives Me, and whoever receives Me receives Him who sent Me; (AX)for the one who is least among all of you, this is the one who is great.”

49 (AY)John answered and said, “(AZ)Master, we saw someone casting out demons in Your name; and we tried to prevent him, because he does not follow along with us.” 50 But Jesus said to him, “Do not hinder him; (BA)for the one who is not against you is [x]for you.”

51 When the days were approaching for (BB)His [y]ascension, He [z]was determined (BC)to go to Jerusalem; 52 and He sent messengers on ahead of Him, and they went and entered a village of the (BD)Samaritans to [aa]make arrangements for Him. 53 And they did not receive Him, (BE)because [ab]He was traveling toward Jerusalem. 54 When His disciples (BF)James and John saw this, they said, “Lord, do You want us to (BG)command fire to come down from heaven and consume them?” 55 But He turned and rebuked them.[ac] 56 And they went on to another village.

Exacting Discipleship

57 (BH)As they were going on the road, (BI)someone said to Him, “I will follow You wherever You go.” 58 And Jesus said to him, “The foxes have holes and the birds of the sky have nests, but (BJ)the Son of Man has nowhere to lay His head.” 59 And He said to another, (BK)Follow Me.” But he said, “Lord, permit me first to go and bury my father.” 60 But He said to him, “Allow the dead to bury their own dead; but as for you, go and (BL)proclaim everywhere the kingdom of God.” 61 Another also said, “I will follow You, Lord; but (BM)first permit me to say goodbye to those at my home.” 62 But Jesus said to him, (BN)No one, after putting his hand to the plow and looking back, is fit for the kingdom of God.”

Footnotes

  1. Luke 9:3 Or knapsack
  2. Luke 9:3 A long shirt worn next to the skin
  3. Luke 9:4 Lit and leave from there
  4. Luke 9:6 Or from village to village
  5. Luke 9:12 Lit began to decline
  6. Luke 9:12 Lit provisions
  7. Luke 9:17 Lit what was left over to them of the broken pieces was
  8. Luke 9:18 Lit crowds
  9. Luke 9:20 I.e., Messiah
  10. Luke 9:21 Or strictly admonished
  11. Luke 9:24 Or soul
  12. Luke 9:24 Or soul
  13. Luke 9:29 Or flashing like lightning
  14. Luke 9:31 Or splendor
  15. Luke 9:33 Lit they
  16. Luke 9:33 Or sacred tents
  17. Luke 9:34 Lit occurred
  18. Luke 9:36 Lit occurred
  19. Luke 9:43 Or majesty
  20. Luke 9:44 Or betrayed
  21. Luke 9:45 Lit were not knowing
  22. Luke 9:46 Lit entered
  23. Luke 9:47 Lit the reasoning; or argument
  24. Luke 9:50 Or on your side
  25. Luke 9:51 Lit taking up
  26. Luke 9:51 Lit set His face
  27. Luke 9:52 Or prepare
  28. Luke 9:53 Lit His face was proceeding toward
  29. Luke 9:55 Some late mss add: and said, “You do not know of what kind of spirit you are; for the Son of Man did not come to destroy people’s lives, but to save them.”