Señor del sábado(A)

Un sábado, al pasar Jesús por los sembrados, sus discípulos arrancaron unas espigas de trigo, y las frotaban entre las manos para comérselas. Por eso algunos de los fariseos dijeron:

—¿Por qué hacen ustedes lo que está prohibido hacer en día sábado?

Jesús contestó:

—¿Nunca han leído lo que hizo David en aquella ocasión en que él y sus compañeros tuvieron hambre? Entró en la casa de Dios y, tomando los panes consagrados a Dios, comió lo que solo a los sacerdotes les es permitido comer. Y dio también a sus compañeros.

Entonces añadió:

—El Hijo del hombre es Señor del sábado.

Otro sábado entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Así que los maestros de la Ley y los fariseos, buscando un motivo para acusar a Jesús, no le quitaban la vista de encima para ver si sanaba en día sábado. Pero Jesús, que sabía lo que estaban pensando, dijo al hombre de la mano paralizada:

—Levántate y ponte frente a todos.

Así que el hombre se puso de pie. Entonces Jesús dijo a los otros:

—Voy a hacerles una pregunta: ¿Qué está permitido hacer en sábado: hacer el bien o el mal?, ¿salvar una vida o destruirla?

10 Jesús se quedó mirando a todos los que lo rodeaban y dijo al hombre:

—Extiende la mano.

Así lo hizo y la mano quedó restablecida. 11 Pero ellos se enfurecieron y comenzaron a discutir qué podrían hacer contra Jesús.

Los doce apóstoles(B)

12 Por aquel tiempo se fue Jesús a la montaña a orar y pasó toda la noche en oración a Dios. 13 Al llegar la mañana, llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los que nombró apóstoles:

14 Simón (a quien llamó Pedro), su hermano Andrés,

Santiago,

Juan,

Felipe,

Bartolomé,

15 Mateo,

Tomás,

Santiago, hijo de Alfeo,

Simón, al que llamaban el Zelote,

16 Judas, hijo de Santiago,

y Judas, Iscariote, que llegó a ser el traidor.

Bendiciones y lamentos(C)

17 Luego bajó con ellos y se detuvo en un llano. Había allí una gran multitud de sus discípulos y mucha gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón, 18 que habían llegado para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades. Los que eran atormentados por espíritus malignos quedaban liberados; 19 así que toda la gente procuraba tocarlo, porque de él salía poder que sanaba a todos.

20 Él entonces dirigió la mirada a sus discípulos y dijo:

«Dichosos ustedes los pobres,
    porque el reino de Dios les pertenece.
21 Dichosos ustedes que ahora pasan hambre,
    porque serán saciados.
Dichosos ustedes que ahora lloran,
    porque luego habrán de reír.
22 Dichosos serán ustedes cuando los odien,
    cuando los discriminen, los insulten y los desprestigien[a]
    por causa del Hijo del hombre.

23 »Alégrense en aquel día y salten de gozo, pues miren que les espera una gran recompensa en el cielo. Dense cuenta de que los antepasados de esta gente trataron así a los profetas.

24 »Pero ¡ay de ustedes los ricos,
    porque ya han recibido su consuelo!
25 ¡Ay de ustedes los que ahora están saciados,
    porque sabrán lo que es pasar hambre!
¡Ay de ustedes los que ahora ríen,
    porque sufrirán y llorarán!
26 ¡Ay de ustedes cuando todos los elogien!
    Dense cuenta de que los antepasados de esta gente trataron así a los falsos profetas.

El amor a los enemigos(D)

27 »Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, 28 bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los maltratan. 29 Si alguien te pega en una mejilla, vuélvele también la otra. Si alguien te quita la capa, no le impidas que se lleve también la camisa. 30 Dale a todo el que te pida y, si alguien se lleva lo que es tuyo, no se lo reclames. 31 Traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes.

32 »¿Qué mérito tienen ustedes al amar solamente a quienes los aman? Aun los pecadores lo hacen así. 33 ¿Y qué mérito tienen ustedes al hacer bien a quienes les hacen bien? Aun los pecadores actúan así. 34 ¿Y qué mérito tienen ustedes al dar prestado a quienes pueden corresponderles? Aun los pecadores se prestan entre sí, esperando recibir el mismo trato. 35 Ustedes, por el contrario, amen a sus enemigos, háganles bien y denles prestado sin esperar nada a cambio. Así tendrán una gran recompensa y serán hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los ingratos y malvados. 36 Sean compasivos, así como su Padre es compasivo.

El juzgar a los demás(E)

37 »No juzguen y no se les juzgará. No condenen y no se les condenará. Perdonen y se les perdonará. 38 Den y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida con que midan a otros, se les medirá a ustedes».

39 También les contó esta parábola: «¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo? 40 El discípulo no es superior a su maestro, pero todo el que haya completado su aprendizaje será como su maestro.

41 »¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo y no le das importancia a la viga que está en el tuyo? 42 ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame sacarte la astilla del ojo”, cuando tú mismo no te das cuenta de la viga en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.

El árbol y su fruto(F)

43 »Ningún árbol bueno da fruto malo; tampoco da buen fruto el árbol malo. 44 A cada árbol se le reconoce por su propio fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas. 45 El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca.

El prudente y el insensato(G)

46 »¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les digo? 47 Voy a decirles a quién se parece todo el que viene a mí, oye mis palabras y las pone en práctica: 48 Se parece a un hombre que al construir una casa cavó bien hondo y puso el cimiento sobre la roca. De manera que cuando vino una inundación, el torrente azotó aquella casa, pero no pudo ni siquiera hacerla tambalear porque estaba bien construida. 49 Pero el que oye mis palabras y no las pone en práctica se parece a un hombre que construyó una casa sobre tierra y sin cimientos. Tan pronto como la azotó el torrente, la casa se derrumbó y el desastre fue terrible».

Footnotes

  1. 6:22 los desprestigien. Lit. echen su nombre como malo.

Jesús, Señor del día de reposo

(A)Y aconteció que un día de reposo[a] Jesús[b] pasaba por unos sembrados, y sus discípulos arrancaban y comían espigas(B), restregándolas entre las manos. Pero algunos de los fariseos dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito en el día de reposo(C)? Respondiéndoles Jesús, dijo: ¿Ni siquiera habéis leído lo que hizo David(D) cuando tuvo hambre, él y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, y tomó y comió los panes consagrados[c], que a nadie es lícito(E) comer sino solo a los sacerdotes, y dio también a sus compañeros? Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.

Jesús sana al hombre de la mano seca

(F)Y[d] en otro día de reposo entró en la sinagoga y enseñaba(G); y había allí un hombre que tenía la[e] mano derecha seca[f]. Y los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús[g] para ver si sanaba en el día de reposo, a fin de encontrar de qué acusarle(H). Pero Él sabía lo que ellos estaban pensando[h](I), y dijo al hombre que tenía la mano seca[i]: Levántate y ven acá[j]. Y él, levantándose, se le acercó[k]. Entonces Jesús les dijo: Yo os pregunto: ¿es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal; salvar una vida o destruirla? 10 Y después de mirarlos a todos a su alrededor, dijo al hombre[l]: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano quedó sana[m](J). 11 Pero ellos se llenaron de ira[n], y discutían entre sí qué podrían hacerle a Jesús.

Jesús escoge a los doce apóstoles

12 En[o] esos días Él se fue al monte(K) a orar(L), y pasó toda la noche en oración a Dios. 13 Cuando se hizo de día, (M)llamó a sus discípulos y escogió doce de ellos, a los que también dio el nombre de apóstoles(N): 14 Simón, a quien también llamó Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo[p] y Juan; Felipe y Bartolomé; 15 Mateo(O) y Tomás; Jacobo[q], hijo de Alfeo, y Simón, al que llamaban el Zelote; 16 Judas, hijo de Jacobo[r], y Judas Iscariote, que llegó a ser traidor. 17 Descendió(P) con ellos y se detuvo en un lugar llano; y había una gran multitud(Q) de sus discípulos, y una gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón(R), 18 [s]que habían ido para oírle y para ser sanados de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos eran curados. 19 Y toda la multitud procuraba tocarle(S), porque de Él salía un poder(T) que a todos sanaba.

Las bienaventuranzas

20 Volviendo su vista hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados(U) vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios(V). 21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. 22 Bienaventurados sois cuando los hombres os aborrecen, cuando os apartan de sí(W), os colman de insultos(X) y desechan vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre. 23 Alegraos en ese día y saltad(Y) de gozo, porque he aquí, vuestra recompensa es grande en el cielo, pues sus padres trataban[t] de la misma manera a los profetas(Z). 24 Pero ¡ay de vosotros los ricos(AA)!, porque ya estáis recibiendo todo vuestro consuelo(AB). 25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados[u]!, porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís!, porque os lamentaréis y lloraréis. 26 ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, porque de la misma manera trataban[v] sus padres a los falsos profetas(AC).

El amor verdadero y su recompensa

27 Pero a vosotros los que oís, os digo: amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen(AD); 28 bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan(AE). 29 (AF)Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa[w], no le niegues tampoco la túnica. 30 A todo el que te pida, dale, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames. 31 Y así como queréis que los hombres os hagan, haced con ellos de la misma manera(AG). 32 Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman(AH). 33 Si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. 34 Si prestáis(AI) a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir de ellos la misma cantidad. 35 Antes bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien(AJ), y prestad no esperando nada a cambio[x], y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo(AK); porque Él es bondadoso para con los ingratos y perversos. 36 Sed misericordiosos, así como vuestro Padre es misericordioso.

El juicio hacia los demás

37 (AL)No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad[y], y seréis perdonados(AM). 38 Dad, y os será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en vuestro regazo(AN). Porque con la medida con que midáis, se os volverá a medir(AO).

39 Les dijo también una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en un hoyo(AP)? 40 Un discípulo no está por encima de su maestro(AQ); mas todo discípulo, después de que se ha preparado bien, será como su maestro[z]. 41 ¿Y por qué miras la mota[aa] que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo? 42 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: «Hermano, déjame sacarte la mota[ab] que está en tu ojo», cuando tú mismo no ves la viga que está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo y entonces verás con claridad para sacar la mota[ac] que está en el ojo de tu hermano. 43 (AR)Porque no hay árbol bueno que produzca fruto malo, ni a la inversa[ad], árbol malo que produzca fruto bueno. 44 Pues cada árbol por su fruto se conoce. Porque los hombres no recogen higos de los espinos, ni vendimian uvas de una zarza(AS). 45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo(AT); porque de la abundancia del corazón habla su boca(AU).

Los dos cimientos

46 ¿Y por qué me llamáis: «Señor, Señor(AV)», y no hacéis lo que yo digo? 47 (AW)Todo el que viene a mí y oye mis palabras y las pone en práctica[ae], os mostraré a quién es semejante: 48 es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo[af] y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente[ag] dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida. 49 Pero el que ha oído y no ha hecho nada, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin echar cimiento; y el torrente dio con fuerza contra ella y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa.

Footnotes

  1. Lucas 6:1 Muchos mss. dicen: El segundo primer día de reposo
  2. Lucas 6:1 Lit., El
  3. Lucas 6:4 Lit., los panes de la proposición
  4. Lucas 6:6 Lit., Y sucedió que
  5. Lucas 6:6 Lit., y estaba su
  6. Lucas 6:6 O, enjuta, o, paralizada
  7. Lucas 6:7 Lit., El
  8. Lucas 6:8 Lit., sus pensamientos
  9. Lucas 6:8 O, enjuta, o, paralizada
  10. Lucas 6:8 Lit., ponte en medio
  11. Lucas 6:8 Lit., se puso en pie
  12. Lucas 6:10 Lit., le dijo
  13. Lucas 6:10 Lit., restaurada
  14. Lucas 6:11 Lit., insensatez
  15. Lucas 6:12 Lit., Y sucedió que en
  16. Lucas 6:14 O, Santiago
  17. Lucas 6:15 O, Santiago
  18. Lucas 6:16 O, Santiago
  19. Lucas 6:18 Algunas versiones comienzan el vers. 18 en: y los que eran
  20. Lucas 6:23 Lit., hacían
  21. Lucas 6:25 Lit., que habiendo sido llenados
  22. Lucas 6:26 Lit., hacían
  23. Lucas 6:29 O, el manto
  24. Lucas 6:35 O, sin desesperarse
  25. Lucas 6:37 Lit., soltad o libertad
  26. Lucas 6:40 O, alcanzará el nivel de su maestro
  27. Lucas 6:41 O, paja
  28. Lucas 6:42 O, paja
  29. Lucas 6:42 O, paja
  30. Lucas 6:43 Lit., ni también
  31. Lucas 6:47 Lit., hace
  32. Lucas 6:48 Lit., cavó y ahondó
  33. Lucas 6:48 Lit., río, y así en el vers. 49

安息日的主(A)

有一个安息日,耶稣从麦田经过,他的门徒摘了麦穗,用手搓着吃。 有几个法利赛人说:“你们为甚么作安息日不可作的事呢?” 耶稣回答:“大卫和跟他在一起的人,在饥饿的时候所作的,你们没有念过吗? 他不是进了 神的殿,吃了陈设饼,也给跟他在一起的人吃吗?这饼除了祭司以外,别的人是不可以吃的。” 他又对他们说:“人子是安息日的主。”

治好手枯的人(B)

另一个安息日,耶稣进入会堂教导人,在那里有一个人,右手枯干, 经学家和法利赛人要看他会不会在安息日治病,好找把柄控告他。 耶稣知道他们的意念,就对那一只手枯干了的人说:“起来,站在当中!”那人就起来站着。 耶稣对他们说:“我问你们:在安息日哪一样是可以作的呢:作好事还是坏事?救命还是害命?” 10 他环视周围所有的人,就对那人说:“伸出你的手来!”他把手一伸,手就复原了。 11 他们却大怒,彼此商议怎样对付耶稣。

选立十二使徒(C)

12 在那些日子,有一次耶稣出去到山上祷告,整夜祷告 神。 13 天亮以后,他把门徒叫来,从他们中间挑选了十二个人,称他们为使徒, 14 就是西门(又给他起名叫彼得),和他弟弟安得烈,以及雅各、约翰、腓力、巴多罗迈、 15 马太、多马、亚勒腓的儿子雅各、称为激进派的西门、 16 雅各的儿子犹大,和出卖主的加略人犹大。

论福论祸(D)

17 耶稣和他们下了山,站在平地上,有一大群门徒同他在一起,又有一大批从犹太全地、耶路撒冷和推罗、西顿海边来的人。 18 他们要听他讲道,也要他们的疾病得医好。还有一些被污灵缠扰的也痊愈了。 19 群众都设法摸他,因为有能

力从他身上出来,治好众人。 20 耶稣抬头看着门徒,说:

“贫穷的人有福了,

因为 神的国是你们的。

21 饥饿的人有福了,

因为你们要得饱足。

哀哭的人有福了,

因为你们将要喜乐。

22 世人为人子的缘故憎恨你们、排斥你们、辱骂你们,弃绝你们的名好象弃绝恶物,你们就有福了。 23 那时你们应该欢喜跳跃,因为你们在天上的赏赐是大的,他们的祖先对待先知也是这样。

24 “然而你们富有的人有祸了,

因为你们已经得了你们的安慰。

25 你们饱足的人有祸了,

因为你们将要饥饿。

你们喜乐的人有祸了,

因为你们将要痛哭。

26 人都说你们好的时候,你们就有祸了,因为你们的祖先对待假先知也是这样。

当爱仇敌(E)

27 “只是我告诉你们听道的人:当爱你们的仇敌,善待恨你们的人。 28 咒诅你们的,要为他们祝福,凌辱你们的,要为他们祷告。 29 有人打你一边的脸,把另一边也转给他打;有人拿你的外衣,连内衣也让他拿去。 30 向你求的,就给他;有人拿去你的东西,不用再要回来。 31 你们愿意人怎样待你们,你们就应当怎样待人。 32 如果单爱那些爱你们的人,那有甚么好处呢?罪人也爱那些爱他们的人。 33 如果只善待那些善待你们的人,那有甚么好处呢?罪人也会这样行。 34 如果借给人,又指望向人收回,那有甚么好处呢?罪人也借给罪人,要如数收回。 35 你们要爱仇敌,善待他们;借出去,不要指望偿还;这样你们的赏赐就大了,你们也必作至高者的儿子,因为 神自己也宽待忘恩的和恶人。 36 你们要仁慈像你们的父仁慈一样。

不可判断(F)

37 “你们不要判断人,就必不受判断;不要定人的罪,就必不被定罪;要饶恕人,就必蒙饶恕; 38 要给人,就必有给你们的;并且要用十足的升斗,连按带摇,上尖下流地倒在你们怀里;因为你们用甚么升斗量给人,就必用甚么升斗量给你们。” 39 耶稣又用比喻对他们说:“瞎子怎能给瞎子领路呢?两个人不都要掉在坑里吗? 40 学生不能胜过老师,所有学成的,不过和老师一样。 41 为甚么看得见你弟兄眼中的木屑,却想不到自己眼中的梁木呢? 42 你不看见自己眼中的梁木,怎能对你弟兄说:‘弟兄,容我除去你眼中的木屑’呢?伪君子啊!先去掉自己眼中的梁木,才能看得清楚,好去掉弟兄眼中的木屑。

坏树不能结好果子(G)

43 “因为好树不能结坏果子,坏树不能结好果子。 44 凭着果子就可以认出树来。人不能从荆棘上采无花果,也不能从蒺藜里摘葡萄。 45 良善的人从心中所存的良善发出良善,邪恶的人从心中所存的邪恶发出邪恶;因为心中所充满的,口里就说出来。

听道要行道(H)

46 “你们为甚么称呼我‘主啊!主啊!’却不遵行我的吩咐呢? 47 每一个到我跟前,听我的话并且去行的,我要指示你们他像甚么人。 48 他像一个人建造房屋,挖深了地,把根基建在盘石上。大水泛滥的时候,急流冲击那房屋,不能使它动摇,因为它建造得好。 49 但那听见而不遵行的,就像人在地上建屋,没有根基,急流一冲,就立刻倒塌,毁坏得很厉害。”

Los discípulos recogen espigas en el día de reposo

(Mt. 12.1-8; Mr. 2.23-28)

Aconteció en un día de reposo,[a] que pasando Jesús por los sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y comían,(A) restregándolas con las manos. Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los días de reposo?[b] Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo David cuando tuvo hambre él, y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino solo a los sacerdotes,(B) y comió, y dio también a los que estaban con él?(C) Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.[c]

El hombre de la mano seca

(Mt. 12.9-14; Mr. 3.1-6)

Aconteció también en otro día de reposo,[d] que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha. Y le acechaban los escribas y los fariseos, para ver si en el día de reposo[e] lo sanaría, a fin de hallar de qué acusarle. Mas él conocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie. Entonces Jesús les dijo: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en día de reposo[f] hacer bien, o hacer mal?, ¿salvar la vida, o quitarla? 10 Y mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restaurada. 11 Y ellos se llenaron de furor, y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús.

Elección de los doce apóstoles

(Mt. 10.1-4; Mr. 3.13-19)

12 En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. 13 Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles: 14 a Simón, a quien también llamó Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé, 15 Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote, 16 Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor.

Jesús atiende a una multitud

(Mt. 4.23-25)

17 Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades; 18 y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados. 19 Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.

Bienaventuranzas y ayes

(Mt. 5.1-12)

20 Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.

21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.

22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.(D) 23 Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres con los profetas.(E)

24 Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo.

25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis.

26 ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así hacían sus padres con los falsos profetas.

El amor hacia los enemigos, y la regla de oro

(Mt. 5.38-48; 7.12)

27 Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; 28 bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. 29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. 30 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. 31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.

32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. 33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. 34 Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. 35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos. 36 Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.

El juzgar a los demás

(Mt. 7.1-5)

37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. 38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.

39 Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?(F) 40 El discípulo no es superior a su maestro;(G) mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro. 41 ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 42 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.

Por sus frutos los conoceréis

(Mt. 7.15-20)

43 No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. 44 Porque cada árbol se conoce por su fruto;(H) pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. 45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.(I)

Los dos cimientos

(Mt. 7.24-27)

46 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? 47 Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. 48 Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. 49 Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa.

Footnotes

  1. Lucas 6:1 Aquí equivale a sábado.
  2. Lucas 6:2 Aquí equivale a sábado.
  3. Lucas 6:5 Aquí equivale a sábado.
  4. Lucas 6:6 Aquí equivale a sábado.
  5. Lucas 6:7 Aquí equivale a sábado.
  6. Lucas 6:9 Aquí equivale a sábado.