Lucas 4-7
La Biblia de las Américas
Jesús es tentado
4 (A)Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán(B) y fue llevado por el[a] Espíritu en el desierto 2 por cuarenta días, siendo tentado por el diablo. Y no comió nada durante esos días(C), pasados los cuales tuvo hambre. 3 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. 4 Jesús le respondió: Escrito está: «No solo de pan vivirá el hombre(D)». 5 Llevándole a una altura(E), el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo[b](F). 6 Y el diablo le dijo: Todo este dominio y su gloria te daré; pues a mí me ha sido entregado(G), y a quien quiero se lo doy. 7 Por tanto, si te postras[c] delante de mí, todo será tuyo. 8 Respondiendo Jesús, le dijo: Escrito está: «Al Señor tu Dios adorarás, y a Él solo servirás(H)». 9 Entonces el diablo le llevó a Jerusalén y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo desde aquí(I), 10 pues escrito está:
«A sus Ángeles te encomendará para que te guarden(J)»,
11 y:
«en las manos te llevarán,
no sea que tu pie tropiece en piedra(K)».
12 Respondiendo Jesús, le dijo: Se ha dicho: «No tentaras[d] al Señor tu Dios(L)».
13 Cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se alejó de Él esperando[e] un tiempo oportuno.
Ministerio en Galilea
14 Jesús regresó a Galilea(M) en el poder del Espíritu, y las nuevas[f] acerca de Él se divulgaron por toda aquella comarca(N). 15 Y enseñaba en sus sinagogas(O), siendo alabado por todos.
Jesús en Nazaret
16 Llegó a Nazaret, donde se había criado(P), y según su costumbre, entró en la sinagoga(Q) el día de reposo, y se levantó a leer(R). 17 Le dieron el libro[g] del profeta Isaías, y abriendo el libro[h], halló el lugar donde estaba escrito:
18 El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres.
Me ha enviado[i] para proclamar libertad a los cautivos,
y la recuperación de la vista a los ciegos;
para poner en libertad a los oprimidos(S);
19 para proclamar el año favorable del Señor(T).
20 Cerrando el libro[j](U), lo devolvió al asistente y se sentó(V); y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en Él. 21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura que habéis oído[k]. 22 Y todos hablaban bien[l] de Él y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es este el hijo de José(W)? 23 Entonces Él les dijo: Sin duda me citaréis este refrán: «Médico, cúrate a ti mismo»; esto es, todo lo que oímos que se ha hecho en Capernaúm(X), hazlo también aquí en tu tierra(Y). 24 Y dijo: En verdad os digo, que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra(Z). 25 Pero en verdad os digo: muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses(AA) y cuando hubo gran hambre sobre toda la tierra; 26 y sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta, en la tierra de Sidón(AB). 27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio(AC). 28 Y todos en la sinagoga se llenaron de ira cuando oyeron estas cosas, 29 y levantándose, le echaron fuera de la ciudad(AD), y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad para despeñarle. 30 Pero Él, pasando por en medio de ellos(AE), se fue.
Jesús enseña en Capernaúm
31 Y descendió a Capernaúm(AF), ciudad de Galilea. (AG)Y les enseñaba en los días de reposo; 32 y se admiraban de su enseñanza(AH) porque su mensaje[m] era con autoridad(AI). 33 Y estaba en la sinagoga un hombre poseído por el espíritu[n] de un demonio inmundo, y gritó a gran voz: 34 Déjanos ¿Qué tenemos que ver contigo[o](AJ), Jesús de Nazaret[p]? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres: el Santo de Dios(AK). 35 Jesús entonces lo reprendió(AL), diciendo: ¡Cállate y sal de él! Y después que el demonio lo derribó en medio de ellos, salió de él sin hacerle ningún daño. 36 Y todos se quedaron asombrados[q], y discutían entre sí, diciendo: ¿Qué mensaje es este? Porque[r] con autoridad(AM) y poder manda a los espíritus inmundos y salen. 37 Y su fama[s] se divulgaba por todos los lugares de la región circunvecina(AN).
Jesús sana a la suegra de Simón y a muchos otros
38 (AO)Y levantándose, salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. Y la suegra de Simón se hallaba sufriendo con una fiebre muy alta(AP), y le rogaron por ella. 39 E inclinándose sobre ella, reprendió(AQ) la fiebre, y la fiebre la dejó; y al instante ella se levantó y les servía.
40 (AR)Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades(AS) se los llevaban a Él; y poniendo Él las manos(AT) sobre cada uno de ellos, los sanaba(AU). 41 También de muchos salían demonios, gritando y diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios(AV)! Pero, reprendiéndolos(AW), no les permitía hablar, porque sabían que Él era el Cristo[t](AX).
Jesús recorre otras ciudades
42 (AY)Cuando se hizo de día, salió y se fue a un lugar solitario; y las multitudes le buscaban, y llegaron adonde Él estaba y procuraron detenerle para que no se separara de ellos. 43 Pero Él les dijo: También a las otras ciudades debo anunciar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto(AZ) yo he sido enviado.
44 Y predicaba en las sinagogas de Judea[u](BA).
Llamamiento de los primeros discípulos
5 Y aconteció que mientras la multitud se agolpaba sobre Él para oír la palabra de Dios, estando Jesús[v](BB) junto al lago de Genesaret(BC), 2 vio dos barcas que estaban a la orilla del lago, pero los pescadores habían bajado de ellas y lavaban las redes. 3 Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, pidió que se separara de tierra un poco; y sentándose, enseñaba a las multitudes desde la barca(BD). 4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Sal a la parte más profunda[w] y echad vuestras redes para pescar[x](BE). 5 Respondiendo Simón, dijo: Maestro(BF), hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado[y] nada(BG), pero porque tú lo pides[z], echaré las redes. 6 Y cuando lo hicieron, encerraron una gran cantidad de peces(BH), de modo que sus redes se rompían; 7 entonces hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarlos. Y vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. 8 Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies[aa] de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador! 9 Porque el asombro se había apoderado de él y de todos sus compañeros, por la redada de peces que habían hecho; 10 y lo mismo les sucedió también a Jacobo[ab] y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: No temas(BI); desde ahora serás pescador de hombres(BJ). 11 Y después de traer las barcas a tierra, dejándolo todo, le siguieron(BK).
Curación de un leproso
12 (BL)Y aconteció que estando Jesús[ac] en una de las ciudades, he aquí, había allí un hombre lleno de lepra; y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 13 Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra lo dejó. 14 Y Él le mandó que no se lo dijera a nadie. Pero anda —le dijo—, muéstrate al sacerdote(BM) y da una ofrenda[ad] por tu purificación según lo ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio. 15 Y su fama[ae] se difundía cada vez más(BN), y grandes multitudes se congregaban para oírle y ser sanadas de sus enfermedades. 16 Pero con frecuencia Él se retiraba a[af] lugares solitarios y oraba(BO).
Curación de un paralítico
17 Y[ag] un día[ah] que Él estaba enseñando, había allí sentados algunos fariseos(BP) y maestros de la ley(BQ) que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y de Jerusalén(BR); y el poder del Señor(BS) estaba con Él para sanar. 18 (BT)Y he aquí, unos hombres trajeron en una camilla a un hombre que estaba paralítico; y trataban de meterlo y ponerlo delante de Jesús[ai]. 19 Y no hallando cómo introducirlo debido a la multitud, subieron a la azotea(BU) y lo bajaron con la camilla a través del techo[aj](BV), poniéndolo en medio, delante de Jesús. 20 Viendo Jesús la fe de ellos, dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados(BW). 21 Entonces los escribas y fariseos comenzaron a discurrir(BX), diciendo: ¿Quién es este que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios(BY)? 22 Conociendo Jesús sus pensamientos, respondió y les dijo: ¿Por qué discurrís en vuestros corazones? 23 ¿Qué es más fácil, decir: «Tus pecados te son perdonados», o decir: «Levántate y anda»? 24 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico(BZ)): A ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. 25 Y al instante se levantó delante de ellos, tomó la camilla en que había estado acostado, y se fue a su casa glorificando a Dios(CA). 26 Y el asombro se apoderó de todos y glorificaban a Dios(CB); y se llenaron de temor(CC), diciendo: Hoy hemos visto cosas extraordinarias.
Llamamiento de Leví y la cena en su casa
27 (CD)Después de esto, Jesús salió y se fijó en un recaudador de impuestos[ak] llamado Leví(CE), sentado en la oficina de los tributos, y le dijo: Sígueme. 28 Y él, dejándolo todo, se levantó y le seguía(CF).
29 Y Leví(CG) le ofreció un gran banquete en su casa; y había un grupo grande de recaudadores de impuestos(CH) y de otros que estaban sentados[al] a la mesa con ellos. 30 Y los fariseos y sus escribas(CI) se quejaban a los discípulos de Jesús[am], diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con los recaudadores de impuestos y con los pecadores? 31 Respondiendo Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos(CJ). 32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
Pregunta sobre el ayuno
33 Y ellos le dijeron: Los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones; los de los fariseos también hacen lo mismo, pero los tuyos comen y beben(CK). 34 Entonces Jesús les dijo: ¿Acaso podéis hacer que los acompañantes del novio[an] ayunen mientras el novio está con ellos? 35 Pero vendrán días cuando[ao] el novio les será quitado, entonces ayunarán en aquellos días(CL). 36 También les dijo una parábola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; porque entonces[ap] romperá el nuevo, y el pedazo del nuevo no armonizará con el viejo. 37 Y nadie echa vino nuevo en odres[aq] viejos, porque entonces[ar] el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán, 38 sino que el vino nuevo debe echarse en odres nuevos[as]. 39 Y nadie, después de beber vino añejo, desea vino nuevo, porque dice: «El añejo es mejor[at]».
Jesús, Señor del día de reposo
6 (CM)Y aconteció que un día de reposo[au] Jesús[av] pasaba por unos sembrados, y sus discípulos arrancaban y comían espigas(CN), restregándolas entre las manos. 2 Pero algunos de los fariseos dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito en el día de reposo(CO)? 3 Respondiéndoles Jesús, dijo: ¿Ni siquiera habéis leído lo que hizo David(CP) cuando tuvo hambre, él y los que con él estaban; 4 cómo entró en la casa de Dios, y tomó y comió los panes consagrados[aw], que a nadie es lícito(CQ) comer sino solo a los sacerdotes, y dio también a sus compañeros? 5 Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.
Jesús sana al hombre de la mano seca
6 (CR)Y[ax] en otro día de reposo entró en la sinagoga y enseñaba(CS); y había allí un hombre que tenía la[ay] mano derecha seca[az]. 7 Y los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús[ba] para ver si sanaba en el día de reposo, a fin de encontrar de qué acusarle(CT). 8 Pero Él sabía lo que ellos estaban pensando[bb](CU), y dijo al hombre que tenía la mano seca[bc]: Levántate y ven acá[bd]. Y él, levantándose, se le acercó[be]. 9 Entonces Jesús les dijo: Yo os pregunto: ¿es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal; salvar una vida o destruirla? 10 Y después de mirarlos a todos a su alrededor, dijo al hombre[bf]: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano quedó sana[bg](CV). 11 Pero ellos se llenaron de ira[bh], y discutían entre sí qué podrían hacerle a Jesús.
Jesús escoge a los doce apóstoles
12 En[bi] esos días Él se fue al monte(CW) a orar(CX), y pasó toda la noche en oración a Dios. 13 Cuando se hizo de día, (CY)llamó a sus discípulos y escogió doce de ellos, a los que también dio el nombre de apóstoles(CZ): 14 Simón, a quien también llamó Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo[bj] y Juan; Felipe y Bartolomé; 15 Mateo(DA) y Tomás; Jacobo[bk], hijo de Alfeo, y Simón, al que llamaban el Zelote; 16 Judas, hijo de Jacobo[bl], y Judas Iscariote, que llegó a ser traidor. 17 Descendió(DB) con ellos y se detuvo en un lugar llano; y había una gran multitud(DC) de sus discípulos, y una gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón(DD), 18 [bm]que habían ido para oírle y para ser sanados de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos eran curados. 19 Y toda la multitud procuraba tocarle(DE), porque de Él salía un poder(DF) que a todos sanaba.
Las bienaventuranzas
20 Volviendo su vista hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados(DG) vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios(DH). 21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. 22 Bienaventurados sois cuando los hombres os aborrecen, cuando os apartan de sí(DI), os colman de insultos(DJ) y desechan vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre. 23 Alegraos en ese día y saltad(DK) de gozo, porque he aquí, vuestra recompensa es grande en el cielo, pues sus padres trataban[bn] de la misma manera a los profetas(DL). 24 Pero ¡ay de vosotros los ricos(DM)!, porque ya estáis recibiendo todo vuestro consuelo(DN). 25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados[bo]!, porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís!, porque os lamentaréis y lloraréis. 26 ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, porque de la misma manera trataban[bp] sus padres a los falsos profetas(DO).
El amor verdadero y su recompensa
27 Pero a vosotros los que oís, os digo: amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen(DP); 28 bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan(DQ). 29 (DR)Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa[bq], no le niegues tampoco la túnica. 30 A todo el que te pida, dale, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames. 31 Y así como queréis que los hombres os hagan, haced con ellos de la misma manera(DS). 32 Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman(DT). 33 Si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. 34 Si prestáis(DU) a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir de ellos la misma cantidad. 35 Antes bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien(DV), y prestad no esperando nada a cambio[br], y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo(DW); porque Él es bondadoso para con los ingratos y perversos. 36 Sed misericordiosos, así como vuestro Padre es misericordioso.
El juicio hacia los demás
37 (DX)No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad[bs], y seréis perdonados(DY). 38 Dad, y os será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en vuestro regazo(DZ). Porque con la medida con que midáis, se os volverá a medir(EA).
39 Les dijo también una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en un hoyo(EB)? 40 Un discípulo no está por encima de su maestro(EC); mas todo discípulo, después de que se ha preparado bien, será como su maestro[bt]. 41 ¿Y por qué miras la mota[bu] que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo? 42 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: «Hermano, déjame sacarte la mota[bv] que está en tu ojo», cuando tú mismo no ves la viga que está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo y entonces verás con claridad para sacar la mota[bw] que está en el ojo de tu hermano. 43 (ED)Porque no hay árbol bueno que produzca fruto malo, ni a la inversa[bx], árbol malo que produzca fruto bueno. 44 Pues cada árbol por su fruto se conoce. Porque los hombres no recogen higos de los espinos, ni vendimian uvas de una zarza(EE). 45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo(EF); porque de la abundancia del corazón habla su boca(EG).
Los dos cimientos
46 ¿Y por qué me llamáis: «Señor, Señor(EH)», y no hacéis lo que yo digo? 47 (EI)Todo el que viene a mí y oye mis palabras y las pone en práctica[by], os mostraré a quién es semejante: 48 es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo[bz] y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente[ca] dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida. 49 Pero el que ha oído y no ha hecho nada, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin echar cimiento; y el torrente dio con fuerza contra ella y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa.
Jesús sana al siervo del centurión
7 Cuando Jesús terminó todas sus palabras(EJ) al pueblo que le oía[cb], (EK)se fue a Capernaúm.
2 Y el siervo de cierto centurión, a quien este apreciaba mucho[cc], estaba enfermo y a punto de morir. 3 Al oír hablar de Jesús, el centurión(EL) envió a Él unos ancianos de los judíos, pidiéndole que viniera y salvara[cd] a su siervo. 4 Cuando ellos llegaron a Jesús, le rogaron con insistencia, diciendo: El centurión es digno de que le concedas esto; 5 porque él ama a nuestro pueblo[ce] y fue él quien nos edificó la sinagoga. 6 Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que entres bajo mi techo; 7 por eso ni siquiera me consideré digno de ir a ti, tan solo di la[cf] palabra y mi siervo[cg] será sanado. 8 Pues yo también soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a este: «Ve», y va; y a otro: «Ven», y viene; y a mi siervo: «Haz esto», y lo hace. 9 Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la multitud que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado una fe tan grande(EM). 10 Y cuando los que habían sido enviados regresaron a la casa, encontraron sano al siervo.
Jesús resucita al hijo de la viuda de Naín
11 Aconteció poco después[ch] que Jesús fue a una ciudad llamada Naín; y sus discípulos iban con Él acompañados por[ci] una gran multitud. 12 Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, he aquí, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella. 13 Al verla, el Señor(EN) tuvo compasión de ella, y le dijo: No llores. 14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y Jesús dijo: Joven, a ti te digo: ¡Levántate! 15 El que había muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. 16 El temor se apoderó de todos(EO), y glorificaban a Dios(EP), diciendo: Un gran profeta(EQ) ha surgido entre nosotros, y: Dios ha visitado a su pueblo. 17 Y este dicho que se decía de Él, se divulgó por toda Judea y por toda la región circunvecina(ER).
Jesús y los discípulos de Juan
18 (ES)Entonces los discípulos de Juan le informaron de todas estas cosas. 19 Y llamando Juan a dos[cj] de sus discípulos, los envió al Señor(ET), diciendo: ¿Eres tú el que ha de venir, o esperamos a otro[ck]? 20 Cuando los hombres llegaron a Él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, diciendo: «¿Eres tú el que ha de venir, o esperamos a otro?». 21 En esa misma hora curó a muchos de enfermedades(EU) y aflicciones(EV), y malos espíritus, y a muchos ciegos les dio la vista. 22 Y respondiendo Él, les dijo: Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos reciben la vista, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres se les anuncia el evangelio(EW). 23 Y bienaventurado es el que no se escandaliza de mí.
Jesús habla de Juan el Bautista
24 Cuando los mensajeros de Juan se fueron, Jesús comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan: ¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? 25 Mas, ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Mirad, los que visten con esplendor y viven en deleites están en los palacios de los reyes. 26 Pero, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y uno que es más que un profeta. 27 Este es aquel de quien está escrito:
«He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz,
quien preparará tu camino delante de ti(EX)».
28 Os digo que entre los nacidos de mujer[cl], no hay nadie mayor que Juan; sin embargo, el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él. 29 Cuando todo el pueblo y los recaudadores de impuestos[cm] le oyeron, reconocieron la justicia(EY) de Dios[cn], siendo bautizados(EZ) con el bautismo de Juan(FA). 30 Pero los fariseos y los intérpretes de la ley[co](FB) rechazaron los propósitos de Dios para con ellos, al no ser bautizados por Juan[cp]. 31 ¿A qué, entonces, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes? 32 Son semejantes a los muchachos que se sientan en la plaza y se llaman unos a otros, y dicen: «Os tocamos la flauta, y no bailasteis; entonamos endechas, y no llorasteis». 33 Porque ha venido Juan el Bautista, que no come pan, ni bebe vino(FC), y vosotros decís: «Tiene un demonio». 34 Ha venido el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: «Mirad, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores». 35 Pero[cq] la sabiduría es justificada(FD) por todos sus hijos.
Jesús perdona a una pecadora
36 Uno de los fariseos le pedía que comiera con él; y entrando en la casa del fariseo, se sentó[cr] a la mesa. 37 Y he aquí, había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba sentado[cs] a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume(FE); 38 y poniéndose detrás de Él a sus pies, llorando, comenzó a regar sus pies con lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, besaba sus pies y los ungía con el perfume. 39 Pero al ver esto el fariseo que le había invitado, dijo para sí[ct]: Si este fuera un profeta[cu](FF), sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, que es una pecadora. 40 Y respondiendo Jesús, le dijo: Simón, tengo algo que decirte: Y él dijo*: Di, Maestro. 41 Cierto prestamista tenía dos deudores; uno le debía quinientos denarios[cv](FG) y el otro cincuenta; 42 y no teniendo ellos con qué pagar(FH), perdonó generosamente a los dos. ¿Cuál de ellos, entonces, le amará más? 43 Simón respondió, y dijo: Supongo que aquel a quien le perdonó más. Y Jesús le dijo: Has juzgado correctamente. 44 Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Yo entré a tu casa y no me diste agua para los pies(FI), pero ella ha regado mis pies con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos. 45 No me diste beso(FJ), pero ella, desde que entré, no ha cesado[cw] de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite(FK), pero ella ungió mis pies con perfume. 47 Por lo cual te digo que sus pecados, que son muchos, han sido perdonados, porque amó mucho; pero a quien poco se le perdona, poco ama. 48 Y a ella le dijo: Tus pecados han sido perdonados(FL). 49 Los que estaban sentados[cx] a la mesa con Él comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es este que hasta perdona pecados(FM)? 50 Pero Jesús dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado(FN), vete en paz(FO).
Footnotes
- Lucas 4:1 O, bajo la influencia del; lit., en el
- Lucas 4:5 Lit., de la tierra habitada
- Lucas 4:7 O, adoras
- Lucas 4:12 O, No pondrás a prueba
- Lucas 4:13 Lit., hasta
- Lucas 4:14 Lit., la fama
- Lucas 4:17 O, rollo
- Lucas 4:17 O, rollo
- Lucas 4:18 Algunos mss. agregan aquí: a sanar a los quebrantados de corazón
- Lucas 4:20 O, rollo
- Lucas 4:21 Lit., en vuestros oídos
- Lucas 4:22 O, testificaban
- Lucas 4:32 Lit., palabra
- Lucas 4:33 Lit., teniendo un espíritu
- Lucas 4:34 Lit., ¿Qué a nosotros y a ti
- Lucas 4:34 Lit., Jesús nazareno
- Lucas 4:36 Lit., Y el asombro vino sobre todos
- Lucas 4:36 O, ¿Qué es esta palabra que
- Lucas 4:37 Lit., el rumor acerca de Él
- Lucas 4:41 I.e., el Mesías
- Lucas 4:44 I.e., el país de los judíos (incluyendo a Galilea); algunos mss. dicen: de Galilea
- Lucas 5:1 Lit., El
- Lucas 5:4 O, Boga hacia lo hondo
- Lucas 5:4 Lit., una redada
- Lucas 5:5 Lit., agarrado
- Lucas 5:5 O, a tu palabra
- Lucas 5:8 Lit., las rodillas
- Lucas 5:10 O, Santiago
- Lucas 5:12 Lit., El
- Lucas 5:14 Lit., ofrece
- Lucas 5:15 Lit., la palabra acerca de Él
- Lucas 5:16 Lit., en
- Lucas 5:17 Lit., Y sucedió que
- Lucas 5:17 Lit., en uno de los días
- Lucas 5:18 Lit., El
- Lucas 5:19 Lit., de las tejas
- Lucas 5:27 O, publicano; i.e., uno que explotaba la recaudación de los impuestos romanos, y así en los vers. 29 y 30
- Lucas 5:29 Lit., recostados
- Lucas 5:30 Lit., El
- Lucas 5:34 Lit., hijos del tálamo
- Lucas 5:35 Lit., y cuando
- Lucas 5:36 Lit., ya que si no
- Lucas 5:37 I.e., cueros usados como recipientes
- Lucas 5:37 Lit., ya que si no
- Lucas 5:38 Algunos mss. agregan: y ambos se conservan
- Lucas 5:39 Lit., bueno o agradable
- Lucas 6:1 Muchos mss. dicen: El segundo primer día de reposo
- Lucas 6:1 Lit., El
- Lucas 6:4 Lit., los panes de la proposición
- Lucas 6:6 Lit., Y sucedió que
- Lucas 6:6 Lit., y estaba su
- Lucas 6:6 O, enjuta, o, paralizada
- Lucas 6:7 Lit., El
- Lucas 6:8 Lit., sus pensamientos
- Lucas 6:8 O, enjuta, o, paralizada
- Lucas 6:8 Lit., ponte en medio
- Lucas 6:8 Lit., se puso en pie
- Lucas 6:10 Lit., le dijo
- Lucas 6:10 Lit., restaurada
- Lucas 6:11 Lit., insensatez
- Lucas 6:12 Lit., Y sucedió que en
- Lucas 6:14 O, Santiago
- Lucas 6:15 O, Santiago
- Lucas 6:16 O, Santiago
- Lucas 6:18 Algunas versiones comienzan el vers. 18 en: y los que eran
- Lucas 6:23 Lit., hacían
- Lucas 6:25 Lit., que habiendo sido llenados
- Lucas 6:26 Lit., hacían
- Lucas 6:29 O, el manto
- Lucas 6:35 O, sin desesperarse
- Lucas 6:37 Lit., soltad o libertad
- Lucas 6:40 O, alcanzará el nivel de su maestro
- Lucas 6:41 O, paja
- Lucas 6:42 O, paja
- Lucas 6:42 O, paja
- Lucas 6:43 Lit., ni también
- Lucas 6:47 Lit., hace
- Lucas 6:48 Lit., cavó y ahondó
- Lucas 6:48 Lit., río, y así en el vers. 49
- Lucas 7:1 Lit., a oídos del pueblo
- Lucas 7:2 Lit., para quien él era honorable
- Lucas 7:3 O, sanara
- Lucas 7:5 O, nuestra nación
- Lucas 7:7 Lit., mas habla con una
- Lucas 7:7 Lit., muchacho
- Lucas 7:11 Algunos mss. dicen: al día siguiente
- Lucas 7:11 Lit., y
- Lucas 7:19 Lit., ciertos dos
- Lucas 7:19 Algunos de los mss. más antiguos dicen: uno diferente
- Lucas 7:28 Lit., mujeres
- Lucas 7:29 O, publicanos; i.e., los que explotaban la recaudación de los impuestos romanos, y así en el vers. 34
- Lucas 7:29 O, justificaron a Dios
- Lucas 7:30 I.e., expertos en la ley de Moisés
- Lucas 7:30 Lit., él
- Lucas 7:35 Lit., Y
- Lucas 7:36 Lit., se recostó
- Lucas 7:37 Lit., recostado
- Lucas 7:39 Lit., para sí diciendo
- Lucas 7:39 Algunos mss. dicen: el profeta
- Lucas 7:41 Un denario valía aprox. 4 gramos de plata, o el equivalente al salario de un día
- Lucas 7:45 Lit., no cesaba
- Lucas 7:49 Lit., reclinados