Lucas 23
Palabra de Dios para Todos
Pilato interroga a Jesús
(Mt 27:1-2, 11-14; Mr 15:1-5; Jn 18:28-38)
23 Entonces todo el grupo se levantó y llevaron a Jesús ante Pilato. 2 Empezaron a acusar a Jesús, diciendo:
—Arrestamos a este hombre porque está inquietando a nuestro pueblo. Él dice que no se deben pagar impuestos al emperador y que él es el Mesías, un rey.
3 Pilato le preguntó a Jesús:
—¿Eres el rey de los judíos?
Y él le respondió:
—Tú lo has dicho.
4 Entonces Pilato les dijo a los jefes de los sacerdotes y a la gente:
—No encuentro ningún delito en este hombre.
5 Pero ellos insistían:
—Alborota al pueblo con sus enseñanzas por toda Judea. Comenzó en Galilea y ha llegado hasta aquí.
Pilato envía a Jesús a ver a Herodes
6 Cuando Pilato escuchó esto, preguntó si era de Galilea. 7 Al enterarse de que Jesús estaba bajo la autoridad de Herodes, se lo mandó a él, pues en esos días Herodes también estaba en Jerusalén.
8 Cuando Herodes vio a Jesús, se puso muy contento porque había oído mucho de él y quería conocerlo desde hacía mucho tiempo. Esperaba verlo hacer algún milagro. 9 Herodes le hizo muchas preguntas, pero Jesús no le respondió ninguna. 10 Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley estaban allí, acusándolo con insistencia. 11 Herodes y sus soldados lo trataban con desprecio. Burlándose de él, le pusieron ropa lujosa y lo enviaron de nuevo a Pilato. 12 Antes Herodes y Pilato habían sido enemigos, pero desde ese día se hicieron amigos.
Jesús condenado a muerte
(Mt 27:15-26; Mr 15:6-15; Jn 18:39-19:16)
13 Pilato llamó a los jefes de los sacerdotes, a los líderes y al pueblo, 14 y les dijo:
—Ustedes me trajeron a este hombre de quien dicen estaba inquietando al pueblo, pero lo juzgué delante de todos ustedes y no lo encontré culpable de ninguno de los delitos de que lo acusan. 15 Ni tampoco Herodes porque nos lo envió de vuelta. Miren, no ha hecho nada que merezca la muerte. 16 Entonces, después de azotarlo un poco, lo dejaré ir. 17 [a]
18 Pero todos ellos gritaron a una voz:
—¡Mátenlo! ¡Dejen libre a Barrabás!
19 Barrabás estaba en la cárcel por haber empezado una revuelta en la ciudad y por asesinato. 20 Pilato quería dejar en libertad a Jesús, así que les dijo otra vez que lo iba a dejar ir. 21 Pero ellos siguieron gritando:
—¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!
22 Por tercera vez Pilato le dijo a la gente:
—¿Por qué? ¿Qué ha hecho de malo este hombre? Él no es culpable. No encuentro ninguna razón para matarlo; por eso lo soltaré después de azotarlo.
23 Pero ellos seguían gritando. Todos exigían que lo crucificaran. Tanto gritaron que 24 Pilato decidió hacer lo que pedían. 25 Pilato dejó libre a Barrabás, el hombre que había sido puesto en la cárcel por rebelión y asesinato, y les entregó a Jesús para que hicieran con él lo que quisieran.
Crucifixión de Jesús
(Mt 27:32-44; Mr 15:21-32; Jn 19:17-27)
26 Cuando los soldados se llevaban a Jesús, agarraron a un tal Simón, de la ciudad de Cirene, que venía del campo, lo obligaron a cargar la cruz y a llevarla detrás de Jesús. 27 Mucha gente seguía a Jesús, incluso algunas mujeres, las cuales lloraban y se lamentaban por él. 28 Jesús se dio vuelta y les dijo:
—Mujeres de Jerusalén, no lloren por mí. Más bien lloren por ustedes y por sus hijos. 29 Está llegando la hora terrible en que la gente dirá: “Afortunadas las mujeres que no pueden tener hijos, que nunca los han tenido ni han amamantado”. 30 (A)Entonces dirán a las montañas: “¡Caigan sobre nosotros!”, y a los cerros les dirán: “¡Cúbrannos!”[b] 31 Si le hacen esto al árbol vivo, ¿qué no le harán al seco?[c]
32 También llevaron a dos criminales para que los ejecutaran junto con Jesús. 33 Llegaron al lugar llamado «La Calavera», donde los soldados crucificaron a Jesús y también a los criminales, uno a su derecha y otro a su izquierda.
34 Jesús decía: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen».[d]
Los soldados rifaron entre ellos la ropa de Jesús. 35 La gente estaba allí mirando, y los líderes se burlaban de él, diciendo:
—Si él es el elegido de Dios, el Mesías, entonces que se salve a sí mismo. Salvó a otros, ¿no?
36 Los soldados vinieron y también se burlaron de él. Le ofrecieron vinagre 37 y dijeron:
—Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!
38 En la parte de arriba de la cruz estaba escrito: «Este es el Rey de los judíos». 39 Uno de los criminales también empezó a insultarlo:
—¿No eres el Mesías? ¡Entonces sálvate a ti mismo y a nosotros también!
40 Pero el otro criminal lo reprendió y le dijo:
—¿Es que no tienes temor de Dios? ¿Acaso no estás bajo la misma sentencia? 41 Tú y yo merecemos morir por lo que hicimos, pero este hombre no ha hecho nada malo.
42 Luego le dijo:
—Jesús, acuérdate de mí cuando comiences a reinar.
43 Entonces Jesús le dijo:
—Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Muerte de Jesús
(Mt 27:45-56; Mr 15:33-41; Jn 19:28-30)
44 Era alrededor del mediodía, y toda la tierra quedó sumida en oscuridad hasta las tres de la tarde. 45 El sol dejó de brillar y la cortina del templo se rompió en dos. 46 (B)Y dando un fuerte grito Jesús dijo:
—¡Padre, te entrego mi espíritu![e]
Después de decir esto, murió. 47 Cuando el capitán vio lo que había pasado, alabó a Dios diciendo:
—Este hombre sí era inocente.
48 Mucha gente había salido de la ciudad para ver esto. Cuando vieron lo que había pasado, se fueron abrumados de dolor. 49 Los amigos de Jesús también estaban allí, incluso las mujeres que lo habían seguido desde Galilea. Todos ellos presenciaban de lejos lo que pasaba.
Jesús es sepultado
(Mt 27:57-61; Mr 15:42-47; Jn 19:38-42)
50 Estaba allí un hombre llamado José, miembro del Consejo. Era un hombre de buen corazón que obedecía a Dios 51 y no había estado de acuerdo con lo que habían decidido ni con las medidas que tomaron. Era del pueblo de Arimatea en Judea, y quería que viniera el reino de Dios. 52 Fue a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. 53 Bajó el cuerpo de la cruz y lo envolvió en una sábana. Después lo llevó y lo puso en un sepulcro cavado en la roca, donde todavía no se había enterrado a nadie. 54 Era el día de la preparación para el sábado y el día de descanso estaba a punto de comenzar.
55 Las mujeres que habían venido con Jesús desde Galilea siguieron a José. Vieron el sepulcro y cómo pusieron el cuerpo adentro. 56 Después se regresaron para preparar especias aromáticas y aceites perfumados, y no hicieron ningún trabajo en el día de descanso, conforme al mandamiento.
Footnotes
- 23:17 Algunos manuscritos añaden el versículo 17: Cada año en el festival de la Pascua, Pilato le liberaba un prisionero al pueblo.
- 23:30 Cita de Os 10:8.
- 23:31 Si […] seco Posiblemente, el árbol vivo se refiere a Jesús, y el seco a la gente que será destruida después.
- 23:34 Jesús […] hacen Algunos manuscritos antiguos de Lucas no tienen esas palabras.
- 23:46 Cita del Sal 31:5.
Lucas 23
Nueva Versión Internacional
23 Así que la asamblea en pleno se levantó y lo llevaron a Pilato. 2 Y comenzaron la acusación con estas palabras:
—Hemos descubierto a este hombre agitando a nuestra nación. Se opone al pago de impuestos al césar y afirma que él es el Cristo, un rey.
3 Así que Pilato preguntó a Jesús:
—¿Eres tú el rey de los judíos?
—Tú mismo lo dices —respondió.
4 Entonces Pilato declaró a los jefes de los sacerdotes y a la multitud:
—No encuentro que este hombre sea culpable de nada.
5 Pero ellos insistían:
—Con sus enseñanzas agita al pueblo por toda Judea.[a] Comenzó en Galilea y ha llegado hasta aquí.
6 Al oír esto, Pilato preguntó si el hombre era galileo. 7 Cuando se enteró de que pertenecía a la jurisdicción de Herodes, se lo mandó a él, ya que en aquellos días también Herodes estaba en Jerusalén.
8 Al ver a Jesús, Herodes se puso muy contento; hacía tiempo que quería verlo por lo que oía acerca de él y esperaba presenciar algún milagro que hiciera Jesús. 9 Lo acosó con muchas preguntas, pero Jesús no le contestaba nada. 10 Allí estaban también los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley, acusándolo con vehemencia. 11 Entonces Herodes y sus soldados, con desprecio y burlas, le pusieron un manto lujoso y lo mandaron de vuelta a Pilato. 12 Anteriormente, Herodes y Pilato no se llevaban bien, pero ese mismo día se hicieron amigos.
13 Pilato entonces reunió a los jefes de los sacerdotes, a los gobernantes y al pueblo 14 y les dijo:
—Ustedes me trajeron a este hombre acusado de fomentar la rebelión entre el pueblo, pero resulta que lo he interrogado delante de ustedes sin encontrar que sea culpable de lo que ustedes lo acusan. 15 Y es claro que tampoco Herodes lo ha juzgado culpable, puesto que nos lo devolvió. Como pueden ver, no ha cometido ningún delito que merezca la muerte, 16 así que le daré una paliza y después lo soltaré. 17 [b]
18 Pero todos gritaron a una voz:
—¡Llévate a ese! ¡Suéltanos a Barrabás!
19 A Barrabás lo habían metido en la cárcel por una rebelión en la ciudad y por homicidio. 20 Pilato, como quería soltar a Jesús, apeló al pueblo otra vez, 21 pero ellos se pusieron a gritar:
—¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!
22 Por tercera vez les habló:
—Pero ¿qué crimen ha cometido este hombre? No encuentro que él sea culpable de nada que merezca la pena de muerte, así que le daré una paliza y después lo soltaré.
23 Pero a voz en cuello ellos siguieron insistiendo en que lo crucificara y con sus gritos se impusieron. 24 Por fin Pilato decidió concederles su demanda: 25 soltó al hombre que le pedían, el que por insurrección y homicidio había sido echado en la cárcel, y dejó que hicieran con Jesús lo que quisieran.
La crucifixión(A)
26 Cuando se lo llevaban, echaron mano de un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y le dieron la cruz para que la cargara detrás de Jesús. 27 Lo seguía mucha gente del pueblo, incluso mujeres que se golpeaban el pecho, lamentándose por él. 28 Jesús se volvió hacia ellas y les dijo:
—Hijas de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos. 29 Miren, va a llegar el tiempo en que se dirá: “¡Dichosas las estériles, que nunca dieron a luz ni amamantaron!”. 30 Entonces
»“dirán a las montañas: ‘¡Caigan sobre nosotros!’,
y a las colinas: ‘¡Cúbrannos!’ ”[c]
31 »Porque, si esto se hace cuando el árbol está verde, ¿qué no sucederá cuando esté seco?
32 También llevaban con él a otros dos, ambos criminales, para ser ejecutados. 33 Cuando llegaron al lugar llamado la Calavera, lo crucificaron allí, junto con los criminales, uno a su derecha y otro a su izquierda.
34 —Padre —dijo Jesús—, perdónalos, porque no saben lo que hacen.[d]
Mientras tanto, echaban suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús.
35 La gente, por su parte, se quedó allí observando, y aun los gobernantes estaban burlándose de él.
—Salvó a otros —decían—; que se salve a sí mismo si es el Cristo de Dios, el Escogido.
36 También los soldados se acercaron para burlarse de él. Le ofrecieron vinagre 37 y dijeron:
—Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!
38 Resulta que había sobre él un letrero que decía:
este es el rey de los judíos.
39 Uno de los criminales allí colgados empezó a insultarlo:
—¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros!
40 Pero el otro criminal lo reprendió:
—¿Ni siquiera temor de Dios tienes, aunque sufres la misma condena? 41 En nuestro caso, el castigo es justo, pues sufrimos lo que merecen nuestros delitos; este, en cambio, no ha hecho nada malo.
42 Luego dijo:
—Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
43 —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso —le contestó Jesús.
Muerte de Jesús(B)
44 Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde[e] toda la tierra quedó en oscuridad, 45 pues el sol se ocultó. Y la cortina del santuario del Templo se rasgó por la mitad. 46 Entonces Jesús exclamó con fuerza:
—¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!
Y al decir esto, expiró.
47 El centurión, al ver lo que había sucedido, alabó a Dios y dijo:
—¡Verdaderamente este hombre era justo!
48 Entonces los que se habían reunido para presenciar aquel espectáculo, al ver lo ocurrido, se fueron de allí golpeándose el pecho. 49 Pero todos los conocidos de Jesús, incluso las mujeres que lo habían seguido desde Galilea, se quedaron mirando desde lejos.
Sepultura de Jesús(C)
50 Había un hombre bueno y justo llamado José, miembro del Consejo, 51 que no había estado de acuerdo con la decisión ni con la conducta de ellos. Era natural de un pueblo de Judea, llamado Arimatea, y esperaba el reino de Dios. 52 Este se presentó ante Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. 53 Después de bajarlo, lo envolvió en una sábana de tela de lino y lo puso en un sepulcro cavado en la roca, en el que todavía no se había sepultado a nadie. 54 Era el día de preparación para el sábado, que estaba a punto de comenzar.
55 Las mujeres que habían acompañado a Jesús desde Galilea siguieron a José para ver el sepulcro y cómo colocaban el cuerpo. 56 Luego volvieron a casa y prepararon especias aromáticas y perfumes. Entonces descansaron el sábado, conforme al mandamiento.
Footnotes
- 23:5 toda Judea. Alt. toda la tierra de los judíos.
- 23:17 Algunos manuscritos agregan lo siguiente: Ahora bien, durante la fiesta tenía la obligación de soltarles un preso (véanse Mt 27:15 y Mr 15:6).
- 23:30 Os 10:8.
- 23:34 Var. no incluye esta oración.
- 23:44 el mediodía … tarde. Lit. la hora sexta … la hora novena.
Lucas 23
Dios Habla Hoy
Jesús ante Pilato(A)
23 Todos se levantaron, y llevaron a Jesús ante Pilato. 2 En su presencia comenzaron a acusarlo, diciendo:
—Hemos encontrado a este hombre alborotando a nuestra nación. Dice que no debemos pagar impuestos al emperador, y además afirma que él es el Mesías, el Rey.
3 Pilato le preguntó:
—¿Eres tú el Rey de los judíos?
—Tú lo has dicho —contestó Jesús.
4 Entonces Pilato dijo a los jefes de los sacerdotes y a la gente:
—No encuentro en este hombre razón para condenarlo.
5 Pero ellos insistieron con más fuerza:
—Con sus enseñanzas está alborotando a todo el pueblo. Comenzó en Galilea, y ahora sigue haciéndolo aquí, en Judea.
Jesús ante Herodes
6 Al oír esto, Pilato preguntó si el hombre era de Galilea. 7 Y al saber que Jesús era de la jurisdicción de Herodes, se lo envió, pues él también se encontraba aquellos días en Jerusalén. 8 Al ver a Jesús, Herodes se puso muy contento, porque durante mucho tiempo había querido verlo, pues había oído hablar de él y esperaba verlo hacer algún milagro. 9 Le hizo muchas preguntas, pero Jesús no le contestó nada. 10 También estaban allí los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley, que lo acusaban con gran insistencia. 11 Entonces Herodes y sus soldados lo trataron con desprecio, y para burlarse de él lo vistieron con ropas lujosas, como de rey. Luego Herodes lo envió nuevamente a Pilato. 12 Aquel día se hicieron amigos Pilato y Herodes, que antes eran enemigos.
Jesús es sentenciado a muerte(B)
13 Pilato reunió a los jefes de los sacerdotes, a las autoridades y al pueblo, 14 y les dijo:
—Ustedes me trajeron a este hombre, diciendo que alborota al pueblo; pero yo lo he interrogado delante de ustedes y no lo he encontrado culpable de ninguna de las faltas de que lo acusan. 15 Ni tampoco Herodes, puesto que nos lo ha devuelto. Ya ven, no ha hecho nada que merezca la pena de muerte. 16 Lo voy a castigar y después lo dejaré libre.
18 Pero todos juntos comenzaron a gritar:
—¡Fuera con ése! ¡Déjanos libre a Barrabás!
19 A este Barrabás lo habían metido en la cárcel por una rebelión ocurrida en la ciudad, y por un asesinato. 20 Pilato, que quería dejar libre a Jesús, les habló otra vez; 21 pero ellos gritaron más alto:
—¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!
22 Por tercera vez Pilato les dijo:
—Pues ¿qué mal ha hecho? Yo no encuentro en él nada que merezca la pena de muerte. Lo voy a castigar y después lo dejaré libre.
23 Pero ellos insistían a gritos, pidiendo que lo crucificara; y tanto gritaron que consiguieron lo que querían. 24 Pilato decidió hacer lo que le estaban pidiendo; 25 así que dejó libre al hombre que habían escogido, el que estaba en la cárcel por rebelión y asesinato, y entregó a Jesús a la voluntad de ellos.
Jesús es crucificado(C)
26 Cuando llevaron a Jesús a crucificarlo, echaron mano de un hombre de Cirene llamado Simón, que venía del campo, y lo hicieron cargar con la cruz y llevarla detrás de Jesús.
27 Mucha gente y muchas mujeres que lloraban y gritaban de tristeza por él, lo seguían. 28 Pero Jesús las miró y les dijo:
—Mujeres de Jerusalén, no lloren por mí, sino por ustedes mismas y por sus hijos. 29 Porque vendrán días en que se dirá: “Dichosas las que no pueden tener hijos, las mujeres que no dieron a luz ni tuvieron hijos que criar.” 30 Entonces comenzará la gente a decir a los montes: “¡Caigan sobre nosotros!”, y a las colinas: “¡Escóndannos!” 31 Porque si con el árbol verde hacen todo esto, ¿qué no harán con el seco?
32 También llevaban a dos criminales, para crucificarlos junto con Jesús. 33 Cuando llegaron al sitio llamado La Calavera, crucificaron a Jesús y a los dos criminales, uno a su derecha y otro a su izquierda. [34 Jesús dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.»]
Y los soldados echaron suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús. 35 La gente estaba allí mirando; y hasta las autoridades se burlaban de él, diciendo:
—Salvó a otros; que se salve a sí mismo ahora, si de veras es el Mesías de Dios y su escogido.
36 Los soldados también se burlaban de Jesús. Se acercaban y le daban a beber vino agrio, 37 diciéndole:
—¡Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo!
38 Y había un letrero sobre su cabeza, que decía: «Éste es el Rey de los judíos.»
39 Uno de los criminales que estaban colgados, lo insultaba:
—¡Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y sálvanos también a nosotros!
40 Pero el otro reprendió a su compañero, diciéndole:
—¿No tienes temor de Dios, tú que estás bajo el mismo castigo? 41 Nosotros estamos sufriendo con toda razón, porque estamos pagando el justo castigo de lo que hemos hecho; pero este hombre no hizo nada malo.
42 Luego añadió:
—Jesús, acuérdate de mí cuando comiences a reinar.
43 Jesús le contestó:
—Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Muerte de Jesús(D)
44 Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde, toda la tierra quedó en oscuridad. 45 El sol dejó de brillar, y el velo del templo se rasgó por la mitad. 46 Jesús gritó con fuerza y dijo:
—¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!
Y al decir esto, murió.
47 Cuando el capitán romano vio lo que había pasado, alabó a Dios, diciendo:
—De veras, este hombre era inocente.
48 Toda la multitud que estaba presente y que vio lo que había pasado, se fue de allí golpeándose el pecho. 49 Todos los conocidos de Jesús se mantenían a distancia; también las mujeres que lo habían seguido desde Galilea estaban allí mirando.
Jesús es sepultado(E)
50-51 Había un hombre bueno y justo llamado José, natural de Arimatea, un pueblo de Judea. Pertenecía a la Junta Suprema de los judíos. Este José, que esperaba el reino de Dios y que no estuvo de acuerdo con lo que la Junta había hecho, 52 fue a ver a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. 53 Después de bajarlo de la cruz, lo envolvió en una sábana de lino y lo puso en un sepulcro excavado en una peña, donde todavía no habían sepultado a nadie. 54 Era el día de la preparación para el sábado, que ya estaba a punto de comenzar.
55 Las mujeres que habían acompañado a Jesús desde Galilea, fueron y vieron el sepulcro, y se fijaron en cómo habían puesto el cuerpo. 56 Cuando volvieron a casa, prepararon perfumes y ungüentos.
Anuncio de la resurrección de Jesús(F)
Las mujeres descansaron el sábado, conforme al mandamiento,
Luke 23
Amplified Bible
Jesus before Pilate
23 Then the whole assembly got up and brought Him before Pilate. 2 They began to accuse Jesus, asserting, “We found this Man misleading and perverting our nation and forbidding us to pay taxes to Caesar, and claiming that He Himself is Christ (the Messiah, the Anointed), a King.”(A) 3 So Pilate asked Him, “Are You the King of the Jews?” And He answered him, “It is just as you say.” 4 Then Pilate said to the chief priests and the crowds, “I find no guilt in this Man.” 5 But they were insistent and said, “He stirs up the people [to rebel], teaching throughout Judea, starting from Galilee even as far as here [in Jerusalem].”
6 When Pilate heard it, he asked whether the man was a Galilean. 7 And when he learned that He belonged to the jurisdiction of [a]Herod [Antipas, the tetrarch of Galilee], he sent Him to Herod, who was also in Jerusalem at that time.
Jesus before Herod
8 When Herod saw Jesus, he was exceedingly pleased. He had wanted to see Him for a long time because of what he had heard about Him, and was hoping to see some [miraculous] sign [even something spectacular] done by Him. 9 And he questioned Him at some length, but Jesus made no reply.(B) 10 The chief priests and the scribes were standing there, continually accusing Him heatedly. 11 And Herod with his soldiers, after treating Him with contempt and mocking and ridiculing Him, dressed Him in a gorgeous robe and sent Him back to Pilate.(C) 12 Now that very day Herod and Pilate became friends with each other—before this they had been enemies.
Pilate Seeks Jesus’ Release
13 Pilate summoned the chief priests and the rulers and the people, 14 and said to them, “You brought this man before me as one who corrupts and incites the people to rebellion. After examining Him before you, I have found no guilt in this Man regarding the charges which you make against Him. 15 No, nor has Herod, for he sent Him back to us; and indeed, He has done nothing to deserve death. 16 Therefore I will punish Him [to teach Him a lesson] and release Him.” 17 [b][Now he was obligated to release to them one prisoner at the Feast.]
18 But they [loudly] shouted out all together, saying, “Away with this Man, and release Barabbas to us!”(D) 19 (He was one who had been thrown into prison for an insurrection that happened in the city, and for murder.) 20 Pilate addressed them again, wanting to release Jesus, 21 but they kept shouting out, “Crucify, crucify Him!” 22 A third time he said to them, “Why, what wrong has He done? I have found no guilt [no crime, no offense] in Him demanding death; therefore I will punish Him [to teach Him a lesson] and release Him.” 23 But they were insistent and unrelenting, demanding with loud voices that Jesus be crucified. And their voices began to prevail and accomplish their purpose. 24 Pilate pronounced sentence that their demand be granted. 25 And he released the man they were asking for who had been thrown into prison for insurrection and murder, but he handed over Jesus to their will.
Simon Bears the Cross
26 When they led Him away, they seized a man, [c]Simon of [d]Cyrene, who was coming in [to the city] from the country, and [e]placed on him the cross to carry behind Jesus.(E)
27 Following Him was a large crowd of the people, including women who were mourning and wailing for Him. 28 But Jesus, turning toward them, said, “Daughters of Jerusalem, do not weep for Me, but weep for yourselves and for your children. 29 For behold, the days are coming when they will say, ‘Blessed are the barren, and the wombs that have not given birth, and the breasts that have never nursed.’ 30 Then they will begin to say to the mountains, ‘Fall on us!’ and to the hills, ‘Cover us!’(F) 31 [f]For if they do these things when the tree is green, what will happen when it is dry?”
32 Two others also, who were criminals, were being led away to be executed with Him.(G)
The Crucifixion
33 When they came to the place called [g]The Skull, there they crucified Him and the criminals, one on the right and one on the left.(H) 34 [h]And Jesus was saying, “Father, forgive them; for they do not know what they are doing.” And they cast lots, dividing His clothes among themselves.(I) 35 Now the people stood by, watching; but even the rulers ridiculed and sneered at Him, saying, “He saved others [from death]; let Him save Himself if He is the Christ (the Messiah, the Anointed) of God, His Chosen One.” 36 The soldiers also mocked Him, coming up to Him and [cruelly] offering Him sour wine,(J) 37 and sarcastically saying, “If you are [really] the King of the Jews, save Yourself [from death]!” 38 Now there was also an inscription above Him: “THIS IS THE KING OF THE JEWS.”
39 One of the criminals who had been hanged [on a cross beside Him] kept hurling abuse at Him, saying, “Are You not the Christ? Save Yourself and us [from death]!” 40 But the other one rebuked him, saying, “Do you not even fear God, since you are under the same sentence of condemnation? 41 We are suffering justly, because we are getting what we deserve for what we have done; but this Man has done nothing wrong.” 42 And he was saying, “Jesus, [please] remember me when You come into Your kingdom!” 43 Jesus said to him, “I assure you and most solemnly say to you, today you will be with Me in [i]Paradise.”(K)
44 It was now about the sixth hour (noon), and darkness came over the whole land until the ninth hour (3:00 p.m.),(L) 45 because the sun was [j]obscured; and the veil [of the Holy of Holies] of the temple was [k]torn in two [from top to bottom].(M) 46 And Jesus, crying out with a loud voice, said, “Father, into Your hands I commit My spirit!” Having said this, He breathed His last.(N) 47 Now when the centurion saw what had taken place, he began praising and honoring God, saying, “Certainly this Man was innocent.” 48 All the crowds who had gathered for this spectacle, when they saw what had happened, began to return [to their homes], beating their breasts [as a sign of mourning or repentance]. 49 And all His acquaintances and the women who had accompanied Him from Galilee were standing at a distance, watching these things.
Jesus Is Buried
50 A man named Joseph, who was a member of the Council (Sanhedrin, Jewish High Court), a good and honorable man(O) 51 (he had not consented to the Council’s plan and action) a man from Arimathea, a city of the Jews, who was waiting for and expecting the kingdom of God; 52 this man went to Pilate and asked for the body of Jesus. 53 And [after receiving permission] he took it down and wrapped it in a linen [burial] cloth and laid Him in a tomb cut into the rock, where no one had yet been laid. 54 It was the day of preparation [for the Sabbath], and the Sabbath was dawning. 55 Now the women who had come with Him from Galilee followed [closely], and saw the tomb and how His body was laid. 56 Then they went back and prepared spices and ointments and sweet-smelling herbs.
And on the Sabbath they rested in accordance with the commandment [forbidding work].(P)
Footnotes
- Luke 23:7 See note Matt 22:17.
- Luke 23:17 Most early mss do not contain this verse.
- Luke 23:26 The father of Alexander and Rufus, disciples in Rome.
- Luke 23:26 A port city in north Africa.
- Luke 23:26 The crossbeam was usually placed on the nape of the neck like a yoke.
- Luke 23:31 A proverb meaning if the innocent has to suffer what will happen to the guilty.
- Luke 23:33 Latin: Calvarius; or Calvary; Aram: Golgotha; Greek: Kranion.
- Luke 23:34 Some early mss do not contain the words “And Jesus was saying...doing.”
- Luke 23:43 I.e. possibly the third heaven, the special place or “garden” (Gen 2:8-10) between death and resurrection.
- Luke 23:45 Lit failing. The language that Luke uses is found elsewhere in Greek literature to describe an eclipse.
- Luke 23:45 The tearing of the veil established the institution of a new, direct way of communication between God and mankind. The sacrificial death of Christ nullified the need for priestly intervention between God and man, and abolished the need for animal sacrifice.
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