Lucas 23:26-24:53

La Biblia de las Américas

Jesús se dirige al Calvario

^26 (A)Cuando le llevaban, tomaron a un cierto Simón de Cirene que venía del campo y le pusieron la cruz encima para que la llevara detrás de Jesús^(B).

²⁷ Y le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban^[a] y se lamentaban^(C) por Él. ²⁸ Pero Jesús, volviéndose a ellas, dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras mismas y por vuestros hijos. ²⁹ Porque he aquí, vienen días en que dirán: «Dichosas^[b] las estériles, y los vientres que nunca concibieron, y los senos que nunca criaron^(D)». ³⁰ Entonces comenzarán a decir a los montes: «Caed sobre nosotros»; y a los collados: «Cubridnos^(E)». ³¹ Porque si en el árbol verde hacen esto, ¿qué sucederá en el seco?

³² Y llevaban también a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos con Él^(F).

La crucifixión

^33 (G)Cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera^[c]», crucificaron allí a Jesús^[d] y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. ³⁴ Y Jesús decía: Padre^(H), perdónalos, porque no saben lo que hacen^[e]. Y echaron suertes, repartiéndose entre sí sus vestidos^(I). ³⁵ Y el pueblo estaba allí mirando; y aun los gobernantes^(J) se mofaban de Él, diciendo: A otros salvó; que se salve a sí mismo^(K) si este es el Cristo^[f] de Dios, su Escogido. ³⁶ Los soldados también se burlaban de Él, acercándose y ofreciéndole vinagre^(L), ³⁷ y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo^(M). ³⁸ Había también una inscripción sobre Él^[g], que decía: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS^(N).

Los dos malhechores

³⁹ Y uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos^[h](O), diciendo: ¿No eres tú el Cristo^[i]? ¡Sálvate a ti mismo^(P) y a nosotros! ⁴⁰ Pero el otro le contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? ⁴¹ Y nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos^[j]; pero este nada malo ha hecho. ⁴² Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en^[k] tu reino. ⁴³ Entonces Él le dijo: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso^(Q).

Muerte de Jesús

^44 (R)Era ya como la hora sexta^[l], cuando descendieron^[m] tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena^{[n](S) 45} al eclipsarse el sol. El velo del templo se rasgó en dos^[o](T). ⁴⁶ Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu^(U). Y habiendo dicho esto, expiró^(V). ⁴⁷ Cuando el centurión vio lo que había sucedido^(W), glorificaba a Dios^(X), diciendo: Ciertamente, este hombre era inocente^[p]. ⁴⁸ Y cuando todas las multitudes que se habían reunido para presenciar este espectáculo, al observar lo que había acontecido, se volvieron golpeándose el pecho^(Y). ⁴⁹ Pero todos sus conocidos y las mujeres que le habían acompañado desde Galilea, estaban a cierta distancia viendo estas cosas^(Z).

Sepultura de Jesús

^50 (AA)Y había^[q] un hombre llamado José, miembro del concilio^(AB), varón bueno y justo ⁵¹ (el cual no había asentido al plan y al proceder de los demás^[r]) que era de Arimatea, ciudad de los judíos, y que esperaba el reino de Dios^(AC). ⁵² Este fue a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, ⁵³ y bajándole, le envolvió en un lienzo de lino, y le puso en un sepulcro excavado en la roca donde nadie había sido puesto todavía. ⁵⁴ Era el día de la preparación^(AD), y estaba para comenzar^[s] el día de reposo. ⁵⁵ Y las mujeres que habían venido con Él desde Galilea^(AE) siguieron detrás, y vieron el sepulcro y cómo fue colocado el^[t] cuerpo. ⁵⁶ Y cuando regresaron, prepararon especias aromáticas y perfumes^(AF).

Y en el día de reposo descansaron según el mandamiento^(AG).

La resurrección

24 ^(AH)Pero el primer día de la semana, al rayar el alba, las mujeres vinieron al sepulcro trayendo las especias aromáticas que habían preparado. ² Y encontraron que la piedra había sido removida del sepulcro, ³ y cuando entraron, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús^(AI). ⁴ Y aconteció que estando ellas perplejas por esto, de pronto^[u] se pusieron junto a ellas dos varones^(AJ) en vestiduras resplandecientes^(AK); ⁵ y estando ellas aterrorizadas e inclinados sus rostros a tierra, ellos les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? ⁶ No está aquí, sino que ha resucitado^(AL). Acordaos cómo os habló cuando estaba aún en Galilea^(AM), ⁷ diciendo que el Hijo del Hombre debía ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, y al tercer día resucitar^(AN). ⁸ Entonces ellas se acordaron de sus palabras^(AO), ⁹ y regresando del sepulcro, anunciaron todas estas cosas a los once y a todos los demás. ¹⁰ Eran María Magdalena y Juana^(AP) y María, la madre de Jacobo^[v](AQ); también las demás mujeres con ellas referían estas cosas a los apóstoles^(AR). ¹¹ Y a^[w] ellos estas palabras les parecieron como disparates, y no las creyeron^(AS). ¹² Pero Pedro se levantó y corrió al sepulcro; e inclinándose para mirar adentro, vio* solo^[x] las envolturas de lino^(AT); y se fue a su casa^(AU), maravillado de lo que había acontecido.

Jesús se manifiesta a dos discípulos

¹³ Y he aquí que aquel mismo día dos de ellos iban a una aldea^(AV) llamada Emaús, que estaba como a once kilómetros^[y] de Jerusalén. ¹⁴ Y conversaban entre sí acerca de todas estas cosas que habían acontecido. ¹⁵ Y sucedió que mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos. ¹⁶ Pero sus ojos estaban velados^[z] para que no le reconocieran^(AW). ¹⁷ Y Él les dijo: ¿Qué discusiones^[aa] son estas que tenéis entre vosotros mientras vais andando? Y ellos se detuvieron, con semblante triste. ¹⁸ Respondiendo uno de ellos, llamado Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único visitante en Jerusalén que no sabe^[ab] las cosas que en ella han acontecido en estos días? ¹⁹ Entonces Él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: Las referentes a Jesús el Nazareno^(AX), que fue un profeta^[ac](AY) poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; ²⁰ y cómo los principales sacerdotes y nuestros gobernantes^(AZ) le entregaron a sentencia de muerte y le crucificaron. ²¹ Pero nosotros esperábamos que Él era el que iba a redimir a Israel^(BA). Pero además de todo esto, este es el tercer día desde que estas cosas acontecieron. ²² Y^[ad] también algunas mujeres de entre nosotros nos asombraron; pues cuando fueron de madrugada al sepulcro^(BB), ²³ y al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto una aparición de ángeles que decían que Él vivía. ²⁴ Algunos de los que estaban con nosotros fueron al sepulcro, y lo hallaron tal como también las mujeres habían dicho; pero a Él no le vieron. ²⁵ Entonces Jesús^[ae] les dijo: ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho^(BC)! ²⁶ ¿No era necesario que el Cristo^[af] padeciera todas estas cosas y entrara en su gloria^(BD)? ²⁷ Y comenzando por^[ag] Moisés^(BE) y continuando con^[ah] todos los profetas^(BF), les explicó lo referente a Él en todas las Escrituras. ²⁸ Se acercaron a la aldea adonde iban, y Él hizo como que iba más lejos^(BG). ²⁹ Y ellos le instaron, diciendo: Quédate con nosotros, porque está atardeciendo, y el día ya ha declinado. Y entró a quedarse con ellos. ³⁰ Y sucedió que al sentarse^[ai] a la mesa con ellos, tomó pan, y lo bendijo; y partiéndolo, les dio^(BH). ³¹ Entonces les fueron abiertos los ojos y le reconocieron^(BI); pero Él desapareció de la presencia de ellos. ³² Y se dijeron el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba en el camino, cuando nos abría^[aj] las Escrituras^(BJ)? ³³ Y levantándose en esa misma hora, regresaron a Jerusalén, y hallaron reunidos a los once^(BK) y a los que estaban con ellos^(BL), ³⁴ que decían: Es verdad que el Señor ha resucitado^(BM) y se ha aparecido a Simón^(BN). ³⁵ Y ellos contaban sus experiencias^[ak] en el camino, y cómo le habían reconocido en el partir del pan^(BO).

Jesús se aparece a los discípulos

³⁶ Mientras ellos relataban estas cosas, Jesús^[al] se puso en medio de ellos^(BP), y les dijo: Paz a vosotros. ³⁷ Pero ellos, aterrorizados y asustados, pensaron que veían un espíritu^(BQ). ³⁸ Y Él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y por qué surgen dudas en vuestro corazón? ³⁹ Mirad mis manos y mis pies^(BR), que soy yo mismo; palpadme y ved^(BS), porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo. ⁴⁰ Y cuando dijo esto, les mostró las manos y los pies. ⁴¹ Como ellos todavía no lo creían a causa de la alegría^(BT) y que estaban asombrados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer^(BU)? ⁴² Entonces ellos le presentaron parte de un pescado asado^[am]. ⁴³ Y Él lo tomó y comió delante de ellos^(BV).

La gran comisión

⁴⁴ Y les dijo: Esto es lo que yo os decía^[an](BW) cuando todavía estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre mí está escrito en la ley de Moisés^(BX), en los profetas^(BY) y en los salmos^(BZ). ⁴⁵ Entonces les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras^(CA), ⁴⁶ y les dijo: Así está escrito, que el Cristo^[ao] padeciera^(CB) y resucitara de entre los muertos al tercer día^(CC); ⁴⁷ y que en su nombre se predicara el arrepentimiento para el perdón^[ap] de los pecados^(CD) a todas las naciones^(CE), comenzando desde Jerusalén. ⁴⁸ Vosotros sois testigos de estas cosas^(CF). ⁴⁹ Y he aquí, yo enviaré sobre vosotros la promesa de mi Padre^(CG); pero vosotros, permaneced en la ciudad hasta que seáis investidos con poder de lo alto^(CH).

Jesús se despide de sus discípulos

⁵⁰ Entonces los condujo fuera de la ciudad, hasta cerca de Betania^(CI), y alzando sus manos, los bendijo. ⁵¹ Y aconteció que mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo. ⁵² Ellos, después de adorarle, regresaron a Jerusalén con gran gozo, ⁵³ y estaban siempre en el templo alabando^[aq] a Dios.