Lucas 22
Dios Habla Hoy
Conspiración para arrestar a Jesús(A)
22 Estaba ya cerca la fiesta en que se come el pan sin levadura, o sea la fiesta de la Pascua. 2 Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley, que tenían miedo de la gente, buscaban la manera de matar a Jesús.
3 Entonces Satanás entró en Judas, uno de los doce discípulos, al que llamaban Iscariote. 4 Éste fue a ver a los jefes de los sacerdotes y a los oficiales del templo, y habló con ellos sobre cómo entregarles a Jesús. 5 Ellos se alegraron y prometieron darle dinero a Judas. 6 Y él aceptó y comenzó a buscar un momento oportuno, en que no hubiera gente, para entregarles a Jesús.
La Cena del Señor(B)
7 Llegó el día de la fiesta en que se comía el pan sin levadura, cuando se sacrificaba el cordero de Pascua. 8 Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo:
—Vayan a prepararnos la cena de Pascua.
9 Ellos le preguntaron:
—¿Dónde quieres que la preparemos?
10 Jesús les contestó:
—Cuando entren ustedes en la ciudad, encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo hasta la casa donde entre, 11 y digan al dueño de la casa: “El Maestro pregunta: ¿Cuál es el cuarto donde voy a comer con mis discípulos la cena de Pascua?” 12 Él les mostrará en el piso alto un cuarto grande y arreglado para la cena. Preparen allí lo necesario.
13 Ellos fueron y lo encontraron todo como Jesús se lo había dicho, y prepararon la cena de Pascua.
14 Cuando llegó la hora, Jesús y los apóstoles se sentaron a la mesa. 15 Jesús les dijo:
—¡Cuánto he querido celebrar con ustedes esta cena de Pascua antes de mi muerte! 16 Porque les digo que no la celebraré de nuevo hasta que se cumpla en el reino de Dios.
17 Entonces tomó en sus manos una copa y, habiendo dado gracias a Dios, dijo:
—Tomen esto y repártanlo entre ustedes; 18 porque les digo que no volveré a beber del producto de la vid, hasta que venga el reino de Dios.
19 Después tomó el pan en sus manos y, habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio a ellos, diciendo:
—Esto es mi cuerpo, entregado a muerte en favor de ustedes. Hagan esto en memoria de mí.
20 Lo mismo hizo con la copa después de la cena, diciendo:
—Esta copa es la nueva alianza confirmada con mi sangre, la cual es derramada en favor de ustedes. 21 Pero ahora la mano del que me va a traicionar está aquí, con la mía, sobre la mesa. 22 Pues el Hijo del hombre ha de recorrer el camino que se le ha señalado, pero ¡ay de aquel que lo traiciona!
23 Entonces comenzaron a preguntarse unos a otros quién sería el traidor.
¿Quién es el más importante?
24 Los discípulos tuvieron una discusión sobre cuál de ellos debía ser considerado el más importante. 25 Jesús les dijo: «Entre los paganos, los reyes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y a los jefes se les da el título de benefactores. 26 Pero ustedes no deben ser así. Al contrario, el más importante entre ustedes tiene que hacerse como el más joven, y el que manda tiene que hacerse como el que sirve. 27 Pues ¿quién es más importante, el que se sienta a la mesa a comer o el que sirve? ¿Acaso no lo es el que se sienta a la mesa? En cambio yo estoy entre ustedes como el que sirve.
28 »Ustedes han estado siempre conmigo en mis pruebas. 29 Por eso, yo les doy un reino, como mi Padre me lo dio a mí, 30 y ustedes comerán y beberán a mi mesa en mi reino, y se sentarán en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.»
Jesús anuncia que Pedro lo negará(C)
31 Dijo también el Señor:
—Simón, Simón, mira que Satanás los ha pedido a ustedes para sacudirlos como si fueran trigo; 32 pero yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, ayuda a tus hermanos a permanecer firmes.
33 Simón le dijo:
—Señor, estoy dispuesto a ir contigo a la cárcel, y hasta a morir contigo.
34 Jesús le contestó:
—Pedro, te digo que hoy mismo, antes que cante el gallo, tres veces negarás que me conoces.
Se acerca la hora de la prueba
35 Luego Jesús les preguntó:
—Cuando los mandé sin dinero ni provisiones ni sandalias, ¿acaso les faltó algo?
Ellos contestaron:
—Nada.
36 Entonces les dijo:
—Ahora, en cambio, el que tenga dinero, que lo traiga, y también provisiones; y el que no tenga espada, que venda su abrigo y se compre una. 37 Porque les digo que tiene que cumplirse en mí esto que dicen las Escrituras: “Y fue contado entre los malvados.” Pues todo lo que está escrito de mí, tiene que cumplirse.
38 Ellos dijeron:
—Señor, aquí hay dos espadas.
Y él contestó:
—Basta ya de hablar.
Jesús ora en Getsemaní(D)
39 Luego Jesús salió y, según su costumbre, se fue al Monte de los Olivos; y los discípulos lo siguieron. 40 Al llegar al lugar, les dijo:
—Oren, para que no caigan en tentación.
41 Se alejó de ellos como a la distancia de un tiro de piedra, y se puso de rodillas para orar. 42 Dijo: «Padre, si quieres, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.»
[43 En esto se le apareció un ángel del cielo, para darle fuerzas. 44 En medio de su gran sufrimiento, Jesús oraba aún más intensamente, y el sudor le caía a tierra como grandes gotas de sangre.]
45 Cuando se levantó de la oración, fue a donde estaban los discípulos, y los encontró dormidos, vencidos por la tristeza. 46 Les dijo:
—¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren, para que no caigan en tentación.
Arrestan a Jesús(E)
47 Todavía estaba hablando Jesús, cuando llegó mucha gente. El que se llamaba Judas, que era uno de los doce discípulos, iba a la cabeza. Éste se acercó a besar a Jesús, 48 pero Jesús le dijo:
—Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del hombre?
49 Los que estaban con Jesús, al ver lo que pasaba, le preguntaron:
—Señor, ¿atacamos con espada?
50 Y uno de ellos hirió al criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. 51 Jesús dijo:
—Déjenlos; ya basta.
Y le tocó la oreja al criado, y lo sanó. 52 Luego dijo a los jefes de los sacerdotes, a los oficiales del templo y a los ancianos, que habían venido a llevárselo:
—¿Por qué han venido ustedes con espadas y con palos, como si yo fuera un bandido? 53 Todos los días he estado con ustedes en el templo, y no trataron de arrestarme. Pero ésta es la hora de ustedes, la hora del poder de las tinieblas.
Pedro niega conocer a Jesús(F)
54 Arrestaron entonces a Jesús y lo llevaron a la casa del sumo sacerdote. Pedro lo seguía de lejos. 55 Allí, en medio del patio, habían hecho fuego, y se sentaron alrededor; y Pedro se sentó también entre ellos. 56 En esto, una sirvienta, al verlo sentado junto al fuego, se quedó mirándolo y dijo:
—También éste estaba con él.
57 Pero Pedro lo negó, diciendo:
—Mujer, yo no lo conozco.
58 Poco después, otro lo vio y dijo:
—Tú también eres de ellos.
Pedro contestó:
—No, hombre, no lo soy.
59 Como una hora después, otro insistió:
—Seguro que éste estaba con él. Además es de Galilea.
60 Pedro dijo:
—Hombre, no sé de qué hablas.
En ese mismo momento, mientras Pedro aún estaba hablando, cantó un gallo. 61 Entonces el Señor se volvió y miró a Pedro, y Pedro se acordó de que el Señor le había dicho: «Hoy, antes que el gallo cante, me negarás tres veces.» 62 Y salió Pedro de allí y lloró amargamente.
Se burlan de Jesús(G)
63 Los hombres que estaban vigilando a Jesús se burlaban de él y lo golpeaban. 64 Le taparon los ojos, y le preguntaban:
—¡Adivina quién te pegó!
65 Y lo insultaban diciéndole otras muchas cosas.
Jesús ante la Junta Suprema(H)
66 Cuando se hizo de día, se reunieron los ancianos de los judíos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley, y llevaron a Jesús ante la Junta Suprema. Allí le preguntaron:
67 —Dinos, ¿eres tú el Mesías?
Él les contestó:
—Si les digo que sí, no me van a creer. 68 Y si les hago preguntas, no me van a contestar. 69 Pero desde ahora el Hijo del hombre estará sentado a la derecha del Dios todopoderoso.
70 Luego todos le preguntaron:
—¿Así que tú eres el Hijo de Dios?
Jesús les contestó:
—Ustedes mismos han dicho que lo soy.
71 Entonces ellos dijeron:
—¿Qué necesidad tenemos de más testigos? Nosotros mismos lo hemos oído de sus propios labios.
Lucas 22
Reina-Valera 1995
El complot para matar a Jesús(A)
22 Estaba cerca la fiesta de los Panes sin levadura, que se llama la Pascua. 2 Los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo matarlo, porque temían al pueblo.
3 Entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno de los doce; 4 éste fue y habló con los principales sacerdotes y con los jefes de la guardia, de cómo se lo entregaría. 5 Ellos se alegraron y convinieron en darle dinero. 6 Él aceptó y buscaba una oportunidad para entregárselo a espaldas del pueblo.
La Cena del Señor(B)
7 Llegó el día de los Panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la Pascua. 8 Entonces Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo:
—Id, preparadnos la Pascua para que la comamos.
9 Ellos le preguntaron:
—¿Dónde quieres que la preparemos?
10 Él les dijo:
—Al entrar en la ciudad os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo hasta la casa donde entre 11 y decid al padre de familia de esa casa: “El Maestro te dice: ‘¿Dónde está el aposento donde he de comer la Pascua con mis discípulos?’” 12 Entonces él os mostrará un gran aposento alto, ya dispuesto; preparadla allí.
13 Fueron, pues, y hallaron como les había dicho; y prepararon la Pascua.
14 Cuando era la hora se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. 15 Y les dijo:
—¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta Pascua antes que padezca!, 16 porque os digo que no la comeré más hasta que se cumpla en el reino de Dios.
17 Tomando la copa, dio gracias y dijo:
—Tomad esto y repartidlo entre vosotros, 18 porque os digo que no beberé más del fruto de la vid hasta que el reino de Dios venga.
19 También tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo:
—Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
20 De igual manera, después de haber cenado, tomó la copa, diciendo:
—Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. 21 Pero la mano del que me entrega está conmigo en la mesa. 22 A la verdad el Hijo del hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado!
23 Entonces ellos comenzaron a discutir entre sí sobre quién de ellos sería el que habría de hacer esto.
La grandeza en el servicio
24 Hubo también entre ellos una discusión sobre quién de ellos sería el mayor. 25 Pero él les dijo:
—Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; 26 pero no así vosotros, sino que el mayor entre vosotros sea como el más joven, y el que dirige, como el que sirve, 27 pues, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Pero yo estoy entre vosotros como el que sirve.
28 »Y vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. 29 Yo, pues, os asigno un Reino, como mi Padre me lo asignó a mí, 30 para que comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino y os sentéis en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
Jesús anuncia la negación de Pedro(C)
31 Dijo también el Señor:
—Simón, Simón, Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32 pero yo he rogado por ti, para que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.
33 Él le dijo:
—Señor, estoy dispuesto a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte.
34 Y él le dijo:
—Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.
Bolsa, alforja y espada
35 Les dijo:
—Cuando os envié sin bolsa, alforja ni calzado, ¿os faltó algo?
Ellos dijeron:
—Nada.
36 Y les dijo:
—Pues ahora el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una. 37 Os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: “Y fue contado con los inicuos”, porque lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento.
38 Entonces ellos dijeron:
—Señor, aquí hay dos espadas.
Y él les dijo:
—Basta.
Jesús ora en Getsemaní(D)
39 Salió y se fue, como solía, al Monte de los Olivos; y sus discípulos lo siguieron. 40 Cuando llegó a aquel lugar, les dijo:
—Orad para que no entréis en tentación.
41 Se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra, y puesto de rodillas oró, 42 diciendo: «Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.»
43 Entonces se le apareció un ángel del cielo para fortalecerlo. 44 Lleno de angustia oraba más intensamente, y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.
45 Cuando se levantó de la oración y fue a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; 46 y les dijo:
—¿Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación.
Arresto de Jesús(E)
47 Mientras él aún hablaba, se presentó una turba. El que se llamaba Judas, uno de los doce, que iba al frente de ellos, se acercó hasta Jesús para besarlo. 48 Entonces Jesús le dijo:
—Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?
49 Cuando los que estaban con él se dieron cuenta de lo que había de acontecer, le dijeron:
—Señor, ¿heriremos a espada?
50 Entonces uno de ellos hirió a un siervo del Sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. 51 Entonces, respondiendo Jesús, dijo:
—Basta ya; dejad.
Y tocando su oreja, lo sanó. 52 Entonces Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los jefes de la guardia del Templo y a los ancianos que habían venido contra él:
—¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y palos? 53 Habiendo estado con vosotros cada día en el Templo, no extendisteis las manos contra mí; pero ésta es vuestra hora y la potestad de las tinieblas.
Pedro niega a Jesús(F)
54 Lo prendieron, lo llevaron y lo condujeron a casa del Sumo sacerdote. Y Pedro lo seguía de lejos. 55 Encendieron fuego en medio del patio y se sentaron alrededor; también Pedro se sentó entre ellos. 56 Pero una criada, al verlo sentado al fuego, se fijó en él y dijo:
—También éste estaba con él.
57 Pero él lo negó, diciendo:
—Mujer, no lo conozco.
58 Un poco después, viéndolo otro, dijo:
—Tú también eres de ellos.
Y Pedro dijo:
—Hombre, no lo soy.
59 Como una hora después, otro afirmó, diciendo:
—Verdaderamente también éste estaba con él, porque es galileo.
60 Y Pedro dijo:
—Hombre, no sé lo que dices.
Y en seguida, mientras él todavía hablaba, el gallo cantó. 61 Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: «Antes que el gallo cante, me negarás tres veces.» 62 Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.
Jesús insultado y azotado(G)
63 Los hombres que vigilaban a Jesús se burlaban de él y lo golpeaban. 64 Vendándole los ojos, le golpeaban el rostro y le preguntaban, diciendo:
—Profetiza, ¿quién es el que te golpeó?
65 Y lo insultaban diciéndole muchas otras cosas.
Jesús ante el Concilio(H)
66 Cuando se hizo de día, se juntaron los ancianos del pueblo, los principales sacerdotes y los escribas, y lo llevaron al Concilio, diciendo:
67 —¿Eres tú el Cristo? Dínoslo.
Les dijo:
—Si os lo digo, no creeréis; 68 y también, si os pregunto, ni me responderéis ni me soltaréis. 69 Pero desde ahora el Hijo del hombre se sentará a la diestra del poder de Dios.
70 Dijeron todos:
—Luego, ¿eres tú el Hijo de Dios?
Y él les dijo:
—Vosotros decís que lo soy.
71 Entonces ellos dijeron:
—¿Qué más testimonio necesitamos?, porque nosotros mismos lo hemos oído de su boca.
Luke 22
Tree of Life Version
The Day before Pesach
22 Now the Feast of Matzah, which is called Passover, was approaching. 2 The ruling kohanim and Torah scholars were searching for a way to do away with Yeshua, for they were afraid of the people.
3 Then satan entered into Judah, the one from Kriot, one of the twelve. 4 And he went away and talked with the ruling kohanim and officers of the Temple guard about how he might deliver Yeshua over to them. 5 They were delighted and agreed to give him money. 6 So he agreed and began looking for a chance to hand Yeshua over to them without a crowd.
7 Then came the day of matzah when the Passover lamb had to be sacrificed. 8 Now Yeshua sent Peter and John, saying, “Go and prepare the Passover for us, so we may eat.”
9 Then they said to Him, “Where do You want us to prepare?”
10 And He said to them, “Behold, when you have entered the city, a man carrying a jar of water will meet you. Follow him into the house that he enters. 11 And say to the owner of the house, ‘The Teacher says to you, “Where is the guest room where I may eat the Passover with My disciples?”’ 12 And with that, he will show you a large upper room, fully furnished. Make preparations there.” 13 So they left and found just what Yeshua had told them, and they prepared the Passover.
The Seder in the Upper Room
14 When the hour came, Yeshua reclined at table, and the emissaries with Him. 15 And He said to them, “I have eagerly desired to eat this Passover with you before I suffer. 16 For I tell you, I will never eat it again until it is fulfilled in the kingdom of God.”
17 And when He had taken a cup and offered the bracha, He said, “Take this and share it among yourselves. 18 For I tell you that I will never drink of the fruit of the vine from now on, until the kingdom of God comes.”
19 And when He had taken matzah[a] and offered the bracha, He broke it and gave it to them, saying, “This is My body, given for you. Do this in memory of Me.” 20 In the same way, He took the cup after the meal, saying, “This cup is the new covenant in My blood, which is poured out for you. [b] 21 But look, the hand of the one betraying Me is with Mine on the table. [c] 22 For indeed, the Son of Man is going as has been predetermined; but woe to that man by whom He is betrayed!”
23 So they began to discuss among themselves which of them it might be who would do this thing. 24 But there was also a quarrel among them about which of them is considered the greatest. 25 And Yeshua said to them, “The kings of the nations have mastery over them, and those exercising authority over them are called ‘benefactors.’ 26 But with you, it is not so. Rather, let the one who is greatest among you become like the youngest, and the one who leads like the one who serves. 27 For who is greater, the one who reclines or the one who serves? Is it not the one who reclines? But I am among you as one who serves.
28 “You are the ones who have remained with Me in My times of testing. 29 And just as My Father has granted Me a kingdom, so I grant to you 30 that you may eat and drink at My table in My kingdom, and you shall sit upon thrones judging the twelve tribes of Israel.
31 “Simon, Simon! Indeed, satan has demanded to sift you all like wheat. 32 But I have prayed for you, Simon, that your faith will not fail. And when you have turned back, strengthen your brothers.”
33 But Simon said to Him, “Master, I am ready to go with You even to prison and to death!”
34 But Yeshua said, “I tell you, Peter, a rooster will not crow today until you have denied three times that you know Me.”
35 And He said to them, “When I sent you out without a money pouch and travel bag and sandals, you didn’t lack anything, did you?”
They said, “No, nothing.”
36 Then He said to them, “But now, whoever has a money pouch must carry it as well as a travel bag. And whoever does not own a sword must sell his cloak and buy one. 37 For I tell you that this which is written must be fulfilled in Me: ‘And he was counted with the lawless.’[d] For what is written about Me is being fulfilled.”
38 But they said, “Master, look here! Two swords!”
And He said to them, “It is enough.”
Yeshua Prays at the Mount of Olives
39 And Yeshua came out and went as usual to the Mount of Olives, and the disciples followed Him. 40 When he reached the place, He said to them, “Pray that you will not enter into temptation.” 41 And He pulled back about a stone’s throw from them, got on His knees, and began to pray, 42 saying, “Father, if You are willing, take this cup from Me; yet not My will, but Yours be done.”
43 Now an angel from heaven appeared to Him and strengthened Him. 44 And in His anguish, He was praying fervently; and His sweat was like drops of blood falling down on the ground. 45 When He rose up from prayer, He came to the disciples and found them asleep, exhausted from grief. 46 And He said to them, “Why are you sleeping? Get up and pray, so that you won’t enter into temptation.”
Betrayed!
47 While Yeshua was speaking, suddenly a crowd came, and the one called Judah, one of the Twelve, approached Yeshua to kiss Him. 48 But Yeshua said to him, “Judah, with a kiss you betray the Son of Man?”[e]
49 When those around Him saw what was going to happen, they said to Him, “Master, shall we strike with the sword?” 50 And one of them struck the servant of the kohen gadol and cut off his right ear.
51 But Yeshua answered and said, “Stop this now!” And He touched the man’s ear and healed him.
52 Then Yeshua said to the ruling kohanim, officers of the Temple guard, and the elders who had come against Him, “Have you come out with swords and clubs as you would against a revolutionary? 53 Every day I was with you in the Temple, yet you did not lay a finger on Me. But this is yours—the hour and the power of darkness.” 54 Then they seized Yeshua and led Him away and brought Him into the house of the kohen gadol. But Peter was following from a distance.
Denied Three Times
55 Now they had lit a fire in the center of the courtyard and sat down together, and Peter was sitting among them. 56 Then a servant girl saw him sitting at the fire. She looked straight at him and said, “This one was with Him too!”
57 But he denied it, saying, “Woman, I don’t know Him!”
58 A little later, another saw him and said, “You too are one of them.”
But Peter said, “Man, I am not!”
59 And about an hour later, another began to insist, saying, “Certainly this fellow was with Him, for he too is a Galilean!”
60 But Peter said, “Man, I don’t know what you’re talking about!” And immediately, while he was still speaking, a rooster crowed. 61 And the Lord turned and looked straight at Peter. Then Peter remembered the word of the Lord, how He had told him, ‘Before the rooster crows today, you will deny Me three times.’
62 And Peter went out and wept bitterly.
Beaten by Roman Soldiers
63 Now the men who were guarding Yeshua began mocking and beating Him. 64 They blindfolded Him and kept asking Him, saying, “Prophesy! Who is the one who hit You?” 65 And reviling Him, they were saying many other things against Him.
Brought Before the Council
66 As it become day, the elders of the people gathered together, both ruling kohanim and Torah scholars, and they led Him away to their council, saying, 67 “If You are Mashiach, tell us.”
But Yeshua said to them, “If I tell you, you will never believe; 68 and if I ask you, you will never answer. 69 But from now on, the Son of Man is seated at the right hand of the power of God.”[f]
70 Then they all said, “Are You then Ben-Elohim?”
And to them He said, “You say that I am.”
71 Then they said, “What further need do we have for testimony? For we have heard it ourselves from His own mouth!”
Footnotes
- Luke 22:19 Lit. bread (at Passover, unleavened bread).
- Luke 22:21 cf. Exod. 24:8; Jer. 31:31-34.
- Luke 22:22 cf. Ps. 41:10(9).
- Luke 22:37 Isa. 53:12.
- Luke 22:48 cf. Ps. 55:12-13, 20.
- Luke 22:69 cf. Dan. 7:13(LXX); Ps. 110:1(109:1 LXX).
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