Lucas 22:54-23:12
Nueva Versión Internacional
Pedro niega a Jesús(A)
54 Prendieron entonces a Jesús y lo llevaron a la casa del sumo sacerdote. Pedro los seguía de lejos. 55 Pero luego, cuando encendieron una fogata en medio del patio y se sentaron alrededor, Pedro se les unió. 56 Una criada lo vio allí sentado a la lumbre, lo miró detenidamente y dijo:
—Este estaba con él.
57 Pero él lo negó, diciendo:
—Muchacha, yo no lo conozco.
58 Poco después lo vio otro y afirmó:
—Tú también eres uno de ellos.
—¡No, hombre, no lo soy! —contestó Pedro.
59 Como una hora más tarde, otro lo acusó:
—Seguro que este estaba con él; miren que es galileo.
60 —¡Hombre, no sé de qué estás hablando! —respondió Pedro.
En el mismo momento en que dijo eso, cantó el gallo. 61 El Señor se volvió y miró directamente a Pedro. Entonces Pedro se acordó de lo que el Señor le había dicho: «Hoy mismo, antes de que el gallo cante, me negarás tres veces». 62 Y saliendo de allí, lloró amargamente.
Los soldados se burlan de Jesús(B)
63 Los hombres que vigilaban a Jesús comenzaron a burlarse de él y a golpearlo. 64 Vendaron sus ojos y le preguntaban:
—¡Profetiza! ¿Quién te pegó?
65 Y le lanzaban muchos otros insultos.
Jesús ante Pilato y Herodes(C)(D)(E)
66 Al amanecer, se reunieron los líderes religiosos del pueblo, tanto los jefes de los sacerdotes como los maestros de la Ley, e hicieron comparecer a Jesús ante el Consejo.
67 —Si eres el Cristo, dínoslo —le exigieron.
Jesús contestó:
—Si se lo dijera a ustedes, no me lo creerían 68 y, si les hiciera preguntas, no me contestarían. 69 Pero de ahora en adelante el Hijo del hombre estará sentado a la derecha del Dios Todopoderoso.
70 —¿Eres tú, entonces, el Hijo de Dios? —preguntaron a una voz.
Y él les dijo:
—Ustedes mismos lo dicen.
71 —¿Para qué necesitamos más testimonios? —resolvieron—. Acabamos de oírlo de sus propios labios.
23 Así que la asamblea en pleno se levantó y lo llevaron a Pilato. 2 Y comenzaron la acusación con estas palabras:
—Hemos descubierto a este hombre agitando a nuestra nación. Se opone al pago de impuestos al césar y afirma que él es el Cristo, un rey.
3 Así que Pilato preguntó a Jesús:
—¿Eres tú el rey de los judíos?
—Tú mismo lo dices —respondió.
4 Entonces Pilato declaró a los jefes de los sacerdotes y a la multitud:
—No encuentro que este hombre sea culpable de nada.
5 Pero ellos insistían:
—Con sus enseñanzas agita al pueblo por toda Judea.[a] Comenzó en Galilea y ha llegado hasta aquí.
6 Al oír esto, Pilato preguntó si el hombre era galileo. 7 Cuando se enteró de que pertenecía a la jurisdicción de Herodes, se lo mandó a él, ya que en aquellos días también Herodes estaba en Jerusalén.
8 Al ver a Jesús, Herodes se puso muy contento; hacía tiempo que quería verlo por lo que oía acerca de él y esperaba presenciar algún milagro que hiciera Jesús. 9 Lo acosó con muchas preguntas, pero Jesús no le contestaba nada. 10 Allí estaban también los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley, acusándolo con vehemencia. 11 Entonces Herodes y sus soldados, con desprecio y burlas, le pusieron un manto lujoso y lo mandaron de vuelta a Pilato. 12 Anteriormente, Herodes y Pilato no se llevaban bien, pero ese mismo día se hicieron amigos.
Footnotes
- 23:5 toda Judea. Alt. toda la tierra de los judíos.
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