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Nacimiento de Jesús(A)

Por esos días, Augusto César promulgó un edicto en el que ordenaba levantar un censo de todo el mundo. Este primer censo se llevó a cabo cuando Quirino era gobernador de Siria, por lo que todos debían ir a su propio pueblo para inscribirse. Como José era descendiente de David y vivía en Nazaret, que era una ciudad de Galilea, tuvo que ir a Belén, la ciudad de David, que estaba en Judea, para inscribirse junto con María, que estaba desposada con él y se hallaba encinta. Y mientras ellos se encontraban allí, se cumplió el tiempo de que ella diera a luz, y allí tuvo a su hijo primogénito; y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en ese albergue.

Los ángeles y los pastores

En esa misma región había pastores que pasaban la noche en el campo cuidando a sus rebaños. Allí un ángel del Señor se les apareció, y el resplandor de la gloria del Señor los envolvió. Ellos se llenaron de temor, 10 pero el ángel les dijo: «No teman, que les traigo una buena noticia, que será para todo el pueblo motivo de mucha alegría. 11 Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor. 12 Esto les servirá de señal: Hallarán al niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»

13 En ese momento apareció, junto con el ángel, una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios y decían:

14 «¡Gloria a Dios en las alturas!
¡Paz en la tierra a todos los que gozan de su favor!»

15 Cuando los ángeles volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha dado a conocer.» 16 Así que fueron de prisa, y hallaron a María y a José, y el niño estaba acostado en el pesebre. 17 Al ver al niño, contaron lo que se les había dicho acerca de él. 18 Todos los que estaban escuchando quedaron asombrados de lo que decían los pastores, 19 pero María guardaba todo esto en su corazón, y meditaba acerca de ello. 20 Al volver los pastores, iban alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo había sucedido tal y como se les había dicho.

Presentación de Jesús en el templo

21 Cuando se cumplieron los ocho días para que el niño fuera circuncidado,(B) le pusieron por nombre JESÚS, que era el nombre que el ángel(C) le había puesto antes de que fuera concebido. 22 Y cuando se cumplieron los días para que, según la ley de Moisés, ellos fueran purificados, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo ante el Señor 23 y cumplir con lo que está escrito en la ley del Señor: «Todo primer hijo varón será consagrado al Señor»,(D) 24 y para ofrecer un sacrificio en cumplimiento de la ley del Señor, que pide «un par de tórtolas, o dos palominos».(E) 25 En Jerusalén vivía un hombre justo y piadoso, llamado Simeón, que esperaba la salvación de Israel. El Espíritu Santo reposaba en él 26 y le había revelado que no moriría antes de que viera al Ungido del Señor. 27 Simón fue al templo, guiado por el Espíritu. Y cuando los padres del niño Jesús lo llevaron al templo para cumplir con lo establecido por la ley, 28 él tomó al niño en sus brazos y bendijo a Dios con estas palabras:

29 «Señor, ahora despides a este siervo tuyo,
y lo despides en paz, de acuerdo a tu palabra.
30 Mis ojos han visto ya tu salvación,
31 que has preparado a la vista de todos los pueblos:
32 luz reveladora para las naciones,(F)
y gloria para tu pueblo Israel.»

33 José y la madre del niño estaban asombrados de todo lo que de él se decía. 34 Simeón los bendijo, y a María, la madre del niño, le dijo: «Tu hijo ha venido para que muchos en Israel caigan o se levanten. Será una señal que muchos rechazarán 35 y que pondrá de manifiesto el pensamiento de muchos corazones, aunque a ti te traspasará el alma como una espada.»

36 También estaba allí Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ana era una profetisa de edad muy avanzada. Desde su virginidad, había vivido siete años de matrimonio, 37 y ahora era una viuda de ochenta y cuatro años. Nunca se apartaba del templo, sino que de día y de noche rendía culto a Dios con ayunos y oraciones. 38 En ese mismo instante Ana se presentó, y dio gracias a Dios y habló del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.

El regreso a Nazaret

39 Después de cumplir con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Nazaret, que era su ciudad en Galilea.(G) 40 El niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría, y la gracia de Dios reposaba en él.

El niño Jesús en el templo

41 Todos los años, los padres de Jesús iban a Jerusalén durante la fiesta de la pascua,(H) 42 y siguiendo su costumbre, cuando Jesús cumplió doce años fueron a Jerusalén para la fiesta. 43 Cuando la fiesta terminó y emprendieron el regreso, sucedió que el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo notaran. 44 Como ellos pensaban que el niño estaba entre los otros viajeros, hicieron un día de camino y, mientras tanto, lo buscaban entre los parientes y conocidos. 45 Como no lo hallaron, volvieron a Jerusalén para buscarlo allí. 46 Tres días después lo hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, a quienes escuchaba y les hacía preguntas. 47 Todos los que lo oían se asombraban de su inteligencia y de sus respuestas. 48 Cuando sus padres lo encontraron, se sorprendieron; y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? ¡Con qué angustia tu padre y yo te hemos estado buscando!» 49 Él les respondió: «¿Y por qué me buscaban? ¿Acaso no sabían que es necesario que me ocupe de los negocios de mi Padre?» 50 Ellos no comprendieron lo que Jesús les dijo, 51 aunque se fue con ellos a Nazaret y vivió sujeto a ellos. Por su parte, su madre guardaba todo esto en su corazón. 52 Y Jesús siguió creciendo en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y con los hombres.(I)

Nacimiento de Jesús(A)

Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo. Este primer censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria. Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo.

Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David. Fue allá a inscribirse, junto con María, su esposa, que se encontraba encinta. Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón.

Los ángeles y los pastores

Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas. De pronto se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos; y tuvieron mucho miedo. 10 Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos: 11 Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor. 12 Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo.»

13 En aquel momento aparecieron, junto al ángel, muchos otros ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían:

14 «¡Gloria a Dios en las alturas!
¡Paz en la tierra entre los hombres que gozan de su favor!»

15 Cuando los ángeles se volvieron al cielo, los pastores comenzaron a decirse unos a otros:

—Vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado.

16 Fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el establo. 17 Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del niño, 18 y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores. 19 María guardaba todo esto en su corazón, y lo tenía muy presente. 20 Los pastores, por su parte, regresaron dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo sucedió como se les había dicho.

El niño Jesús es presentado en el templo

21 A los ocho días circuncidaron al niño, y le pusieron por nombre Jesús, el mismo nombre que el ángel le había dicho a María antes que ella estuviera encinta.

22 Cuando se cumplieron los días en que ellos debían purificarse según la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentárselo al Señor. 23 Lo hicieron así porque en la ley del Señor está escrito: «Todo primer hijo varón será consagrado al Señor.» 24 Fueron, pues, a ofrecer en sacrificio lo que manda la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones de paloma.

25 En aquel tiempo vivía en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Era un hombre justo y piadoso, que esperaba la restauración de Israel. El Espíritu Santo estaba con Simeón, 26 y le había hecho saber que no moriría sin ver antes al Mesías, a quien el Señor enviaría. 27 Guiado por el Espíritu Santo, Simeón fue al templo; y cuando los padres del niño Jesús lo llevaron también a él, para cumplir con lo que la ley ordenaba, 28 Simeón lo tomó en brazos y alabó a Dios, diciendo:

29 «Ahora, Señor, tu promesa está cumplida:
puedes dejar que tu siervo muera en paz.
30 Porque ya he visto la salvación
31 que has comenzado a realizar
a la vista de todos los pueblos,
32 la luz que alumbrará a las naciones
y que será la gloria de tu pueblo Israel.»

33 El padre y la madre de Jesús se quedaron admirados al oír lo que Simeón decía del niño. 34 Entonces Simeón les dio su bendición, y dijo a María, la madre de Jesús:

—Mira, este niño está destinado a hacer que muchos en Israel caigan o se levanten. Él será una señal que muchos rechazarán, 35 a fin de que las intenciones de muchos corazones queden al descubierto. Pero todo esto va a ser para ti como una espada que atraviese tu propia alma.

36 También estaba allí una profetisa llamada Ana, hija de Penuel, de la tribu de Aser. Era ya muy anciana. Se casó siendo muy joven, y había vivido con su marido siete años; 37 hacía ya ochenta y cuatro años que se había quedado viuda. Nunca salía del templo, sino que servía día y noche al Señor, con ayunos y oraciones. 38 Ana se presentó en aquel mismo momento, y comenzó a dar gracias a Dios y a hablar del niño Jesús a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.

El regreso a Nazaret

39 Después de haber cumplido con todo lo que manda la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su propio pueblo de Nazaret. 40 Y el niño crecía y se hacía más fuerte, estaba lleno de sabiduría y gozaba del favor de Dios.

El niño Jesús es hallado en el templo

41 Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. 42 Y así, cuando Jesús cumplió doce años, fueron allá todos ellos, como era costumbre en esa fiesta. 43 Pero pasados aquellos días, cuando volvían a casa, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres se dieran cuenta. 44 Pensando que Jesús iba entre la gente, hicieron un día de camino; pero luego, al buscarlo entre los parientes y conocidos, 45 no lo encontraron. Así que regresaron a Jerusalén para buscarlo allí.

46 Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47 Y todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. 48 Cuando sus padres lo vieron, se sorprendieron; y su madre le dijo:

—Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia.

49 Jesús les contestó:

—¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?

50 Pero ellos no entendieron lo que les decía.

51 Entonces volvió con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndolos en todo. Su madre guardaba todo esto en su corazón. 52 Y Jesús seguía creciendo en sabiduría y estatura, y gozaba del favor de Dios y de los hombres.

El nacimiento de Jesús

Poco antes de que Jesús naciera, Augusto, emperador de Roma, mandó hacer un censo, es decir, una lista de toda la gente que vivía en el Imperio Romano. En ese tiempo, Quirinio era el gobernador de Siria, y fue el responsable de hacer este primer censo en la región de Palestina.

Todos tenían que ir al pueblo de donde era su familia, para que anotaran sus nombres en esa lista. José pertenecía a la familia de David. Y como vivía en Nazaret, tuvo que ir a Belén para que lo anotaran, porque mucho tiempo antes allí había nacido el rey David. Lo acompañó María, su esposa, que estaba embarazada.

Mientras estaban en Belén, a María le llegó la hora de tener su primer hijo.[a] Como no encontraron ningún cuarto donde pasar la noche, los hospedaron en el lugar de la casa donde se cuidan los animales. Cuando el niño nació, María lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.[b]

Esa misma noche, unos pastores estaban cuidando sus ovejas cerca de Belén. De pronto, un ángel de Dios se les apareció, y la gloria de Dios brilló alrededor de ellos. Los pastores se asustaron mucho, 10 pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Les traigo una buena noticia que los dejará muy contentos: 11 ¡Su Salvador acaba de nacer en Belén! ¡Es el Mesías, el Señor! 12 Lo reconocerán porque está durmiendo en un pesebre, envuelto en pañales.»

13 De pronto, muchos ángeles aparecieron en el cielo y alababan a Dios cantando:

14 «¡Gloria a Dios en el cielo,
y paz en la tierra
para todos los que Dios ama!»

15 Después de que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «¡Vayamos corriendo a Belén para ver esto que Dios nos ha anunciado!»

16 Los pastores fueron de prisa a Belén, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 17 Luego salieron y contaron lo que el ángel les había dicho acerca del niño. 18 Todos los que estaban allí se admiraron al oírlos.

19 María quedó muy impresionada por todo lo que estaba sucediendo, y no dejaba de pensar en eso.

20 Finalmente, los pastores regresaron a cuidar sus ovejas. Por el camino iban alabando a Dios y dándole gracias por lo que habían visto y oído. Todo había pasado tal y como el ángel les había dicho.

21 Cuando Jesús cumplió ocho días de nacido, lo circuncidaron y le pusieron por nombre Jesús. Así lo había pedido el ángel, cuando le anunció a María que iba a tener un hijo.

Jesús y Simeón

22 Cuarenta días después de que Jesús nació, sus padres lo llevaron al templo de Jerusalén para presentarlo delante de Dios. 23 Así lo ordenaba la ley que dio Moisés: «Cuando el primer niño que nace es un varón, hay que dedicárselo a Dios.» 24 La ley también decía que debían presentar, como ofrenda a Dios, dos pichones de paloma o dos tórtolas.

25 En ese tiempo había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que obedecía a Dios y lo amaba mucho. Vivía esperando que Dios libertara al pueblo de Israel. El Espíritu Santo estaba sobre Simeón, 26 y le había dicho que no iba a morir sin ver antes al Mesías que Dios les había prometido.

27 Ese día, el Espíritu Santo le ordenó a Simeón que fuera al templo.

Cuando los padres de Jesús entraron en el templo con el niño, para cumplir lo que mandaba la ley, 28 Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios diciendo:

29 «Ahora, Dios mío,
puedes dejarme morir en paz.

»¡Ya cumpliste tu promesa!

30 »Con mis propios ojos
he visto al Salvador,
31 a quien tú enviaste
y al que todos los pueblos verán.

32 »Él será una luz
que alumbrará
a todas las naciones,
y será la honra
de tu pueblo Israel.»

33 José y María quedaron maravillados por las cosas que Simeón decía del niño.

34 Simeón los bendijo, y le dijo a María: «Dios envió a este niño para que muchos en Israel se salven, y para que otros sean castigados. Él será una señal de advertencia, y muchos estarán en su contra. 35 Así se sabrá lo que en verdad piensa cada uno. Y a ti, María, esto te hará sufrir como si te clavaran una espada en el corazón.»

Jesús y la profetisa Ana

36 En el templo estaba también una mujer muy anciana, que era profetisa. Se llamaba Ana, era hija de Penuel y pertenecía a la tribu de Aser. Cuando Ana era joven, estuvo casada durante siete años, 37 pero ahora era viuda y tenía ochenta y cuatro años de edad. Se pasaba noche y día en el templo ayunando, orando y adorando a Dios.

38 Cuando Simeón terminó de hablar, Ana se acercó y comenzó a alabar a Dios, y a hablar acerca del niño Jesús a todos los que esperaban que Dios liberara a Jerusalén.

39 Por su parte, José y María cumplieron con todo lo que mandaba la ley de Dios y volvieron a su pueblo Nazaret, en la región de Galilea.

40 El niño Jesús crecía en estatura y con poder espiritual. Estaba lleno de sabiduría, y Dios estaba muy contento con él.

Jesús en el templo

41 José y María iban todos los años a la ciudad de Jerusalén para celebrar la fiesta de la Pascua. 42 Cuando Jesús cumplió doce años, los acompañó a Jerusalén.

43 Al terminar los días de la fiesta, sus padres regresaron a su casa; pero, sin que se dieran cuenta, Jesús se quedó en Jerusalén. 44 José y María caminaron un día entero, pensando que Jesús iba entre los compañeros de viaje. Después lo buscaron entre los familiares y conocidos, 45 pero no lo encontraron. Entonces volvieron a Jerusalén para buscarlo.

46 Al día siguiente encontraron a Jesús en el templo, en medio de los maestros de la Ley. Él los escuchaba con atención y les hacía preguntas. 47 Todos estaban admirados de su inteligencia y de las respuestas que daba a las preguntas que le hacían.

48 Sus padres se sorprendieron al verlo, y su madre le reclamó:

—¡Hijo! ¿Por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado. Estábamos muy preocupados por ti.

49 Pero Jesús les respondió:

—¿Y por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo estar en la casa de mi Padre?

50 Ellos no entendieron lo que quiso decirles.

51 Entonces Jesús volvió con sus padres a Nazaret, y los obedecía en todo.

Su madre pensaba mucho en todo lo que había pasado. 52 Mientras tanto, Jesús seguía creciendo en sabiduría y en estatura. Dios y toda la gente del pueblo estaban muy contentos con él, y lo querían mucho.

Footnotes

  1. Lucas 2:7 Primer hijo: Los judíos decían que el primogénito, o primer hijo de cada familia, le pertenecía a Dios.
  2. Lucas 2:7 Pesebre: Cajón donde se daba de comer a los animales.

Nacimiento de Jesús

Por aquellos días Augusto César decretó que se levantara un censo en todo el Imperio romano.[a] (Este primer censo se efectuó cuando Cirenio gobernaba en Siria). Así que iban todos a inscribirse, cada cual a su propio pueblo.

También José, que era descendiente del rey David, subió de Nazaret, ciudad de Galilea, a Judea. Fue a Belén, la Ciudad de David, para inscribirse junto con María su esposa.[b] Ella se encontraba encinta y, mientras estaban allí, le llegó el tiempo del parto. Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.

Los pastores y los ángeles

En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños. Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor. 10 Pero el ángel les dijo: «No tengáis miedo. Mirad que os traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. 11 Hoy os ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. 12 Esto os servirá de señal: Encontraréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».

13 De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían:

14 «Gloria a Dios en las alturas,
    y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad».[c]

15 Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «Vamos a Belén, a ver esto que ha pasado y que el Señor nos ha dado a conocer».

16 Así que fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño que estaba acostado en el pesebre. 17 Cuando vieron al niño, contaron lo que les habían dicho acerca de él, 18 y cuantos lo oyeron se asombraron de lo que los pastores decían. 19 María, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón y meditaba acerca de ellas. 20 Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído, pues todo sucedió tal como se les había dicho.

Presentación de Jesús en el templo

21 Cuando se cumplieron los ocho días y fueron a circuncidarlo, lo llamaron Jesús, nombre que el ángel le había puesto antes de que fuera concebido.

22 Así mismo, cuando se cumplió el tiempo en que, según la ley de Moisés, ellos debían purificarse, José y María llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor. 23 Así cumplieron con lo que en la ley del Señor está escrito: «Todo varón primogénito será consagrado[d] al Señor».[e] 24 También ofrecieron un sacrificio conforme a lo que la ley del Señor dice: «un par de tórtolas o dos pichones de paloma».[f]

25 Ahora bien, en Jerusalén había un hombre llamado Simeón, que era justo y devoto, y aguardaba con esperanza la redención[g] de Israel. El Espíritu Santo estaba con él 26 y le había revelado que no moriría sin antes ver al Cristo del Señor. 27 Movido por el Espíritu, fue al templo. Cuando al niño Jesús lo llevaron sus padres para cumplir con la costumbre establecida por la ley, 28 Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios:

29 «Según tu palabra, Soberano Señor,
    ya puedes despedir a tu siervo en paz.
30 Porque han visto mis ojos tu salvación,
31     que has preparado a la vista de todos los pueblos:
32 luz que ilumina a las naciones
    y gloria de tu pueblo Israel».

33 El padre y la madre del niño se quedaron maravillados por lo que se decía de él. 34 Simeón les dio su bendición y le dijo a María, la madre de Jesús: «Este niño está destinado a causar la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y a crear mucha oposición,[h] 35 a fin de que se manifiesten las intenciones de muchos corazones. En cuanto a ti, una espada te atravesará el alma».

36 Había también una profetisa, Ana, hija de Penuel, de la tribu de Aser. Era muy anciana; casada de joven, había vivido con su esposo siete años, 37 y luego permaneció viuda hasta la edad de ochenta y cuatro.[i] Nunca salía del templo, sino que día y noche adoraba a Dios con ayunos y oraciones. 38 Llegando en ese mismo momento, Ana dio gracias a Dios y comenzó a hablar del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.

39 Después de haber cumplido con todo lo que exigía la ley del Señor, José y María regresaron a Galilea, a su propio pueblo de Nazaret. 40 El niño crecía y se fortalecía; progresaba en sabiduría, y la gracia de Dios lo acompañaba.

El niño Jesús en el templo

41 Los padres de Jesús subían todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. 42 Cuando cumplió doce años, fueron allá según era la costumbre. 43 Terminada la fiesta, emprendieron el viaje de regreso, pero el niño Jesús se había quedado en Jerusalén, sin que sus padres se dieran cuenta. 44 Ellos, pensando que él estaba entre el grupo de viajeros, hicieron un día de camino mientras lo buscaban entre los parientes y conocidos. 45 Al no encontrarlo, volvieron a Jerusalén en su busca. 46 Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47 Todos los que le oían se asombraban de su inteligencia y de sus respuestas. 48 Cuando lo vieron sus padres, se quedaron admirados.

―Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? —le dijo su madre—. ¡Mira que tu padre y yo te hemos estado buscando angustiados!

49 ―¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que tengo que estar en la casa[j] de mi Padre?

50 Pero ellos no entendieron lo que les decía.

51 Así que Jesús bajó con sus padres a Nazaret y vivió sujeto a ellos. Pero su madre conservaba todas estas cosas en el corazón. 52 Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente.

Footnotes

  1. 2:1 el Imperio romano. Lit. el mundo.
  2. 2:5 María su esposa. Lit. María, que estaba comprometida para casarse con él.
  3. 2:14 paz … voluntad. Lit. paz a los hombres de buena voluntad. Var. paz, buena voluntad a los hombres.
  4. 2:23 Todo … consagrado. Lit. Todo varón que abre la matriz será llamado santo.
  5. 2:23 Éx 13:2,12
  6. 2:24 Lv 12:8
  7. 2:25 redención. Lit. consolación.
  8. 2:34 a crear mucha oposición. Lit. a ser una señal contra la cual se hablará.
  9. 2:37 hasta la edad de ochenta y cuatro. Alt. durante ochenta y cuatro años.
  10. 2:49 en la casa. Alt. en los asuntos.

The Birth of Jesus

In those days Caesar Augustus(A) issued a decree that a census should be taken of the entire Roman world.(B) (This was the first census that took place while[a] Quirinius was governor of Syria.)(C) And everyone went to their own town to register.

So Joseph also went up from the town of Nazareth in Galilee to Judea, to Bethlehem(D) the town of David, because he belonged to the house and line of David. He went there to register with Mary, who was pledged to be married to him(E) and was expecting a child. While they were there, the time came for the baby to be born, and she gave birth to her firstborn, a son. She wrapped him in cloths and placed him in a manger, because there was no guest room available for them.

And there were shepherds living out in the fields nearby, keeping watch over their flocks at night. An angel(F) of the Lord appeared to them, and the glory of the Lord shone around them, and they were terrified. 10 But the angel said to them, “Do not be afraid.(G) I bring you good news that will cause great joy for all the people. 11 Today in the town of David a Savior(H) has been born to you; he is the Messiah,(I) the Lord.(J) 12 This will be a sign(K) to you: You will find a baby wrapped in cloths and lying in a manger.”

13 Suddenly a great company of the heavenly host appeared with the angel, praising God and saying,

14 “Glory to God in the highest heaven,
    and on earth peace(L) to those on whom his favor rests.”

15 When the angels had left them and gone into heaven, the shepherds said to one another, “Let’s go to Bethlehem and see this thing that has happened, which the Lord has told us about.”

16 So they hurried off and found Mary and Joseph, and the baby, who was lying in the manger.(M) 17 When they had seen him, they spread the word concerning what had been told them about this child, 18 and all who heard it were amazed at what the shepherds said to them. 19 But Mary treasured up all these things and pondered them in her heart.(N) 20 The shepherds returned, glorifying and praising God(O) for all the things they had heard and seen, which were just as they had been told.

21 On the eighth day, when it was time to circumcise the child,(P) he was named Jesus, the name the angel had given him before he was conceived.(Q)

Jesus Presented in the Temple

22 When the time came for the purification rites required by the Law of Moses,(R) Joseph and Mary took him to Jerusalem to present him to the Lord 23 (as it is written in the Law of the Lord, “Every firstborn male is to be consecrated to the Lord”[b]),(S) 24 and to offer a sacrifice in keeping with what is said in the Law of the Lord: “a pair of doves or two young pigeons.”[c](T)

25 Now there was a man in Jerusalem called Simeon, who was righteous and devout.(U) He was waiting for the consolation of Israel,(V) and the Holy Spirit was on him. 26 It had been revealed to him by the Holy Spirit that he would not die before he had seen the Lord’s Messiah. 27 Moved by the Spirit, he went into the temple courts. When the parents brought in the child Jesus to do for him what the custom of the Law required,(W) 28 Simeon took him in his arms and praised God, saying:

29 “Sovereign Lord, as you have promised,(X)
    you may now dismiss[d] your servant in peace.(Y)
30 For my eyes have seen your salvation,(Z)
31     which you have prepared in the sight of all nations:
32 a light for revelation to the Gentiles,
    and the glory of your people Israel.”(AA)

33 The child’s father and mother marveled at what was said about him. 34 Then Simeon blessed them and said to Mary, his mother:(AB) “This child is destined to cause the falling(AC) and rising of many in Israel, and to be a sign that will be spoken against, 35 so that the thoughts of many hearts will be revealed. And a sword will pierce your own soul too.”

36 There was also a prophet,(AD) Anna, the daughter of Penuel, of the tribe of Asher. She was very old; she had lived with her husband seven years after her marriage, 37 and then was a widow until she was eighty-four.[e](AE) She never left the temple but worshiped night and day, fasting and praying.(AF) 38 Coming up to them at that very moment, she gave thanks to God and spoke about the child to all who were looking forward to the redemption of Jerusalem.(AG)

39 When Joseph and Mary had done everything required by the Law of the Lord, they returned to Galilee to their own town of Nazareth.(AH) 40 And the child grew and became strong; he was filled with wisdom, and the grace of God was on him.(AI)

The Boy Jesus at the Temple

41 Every year Jesus’ parents went to Jerusalem for the Festival of the Passover.(AJ) 42 When he was twelve years old, they went up to the festival, according to the custom. 43 After the festival was over, while his parents were returning home, the boy Jesus stayed behind in Jerusalem, but they were unaware of it. 44 Thinking he was in their company, they traveled on for a day. Then they began looking for him among their relatives and friends. 45 When they did not find him, they went back to Jerusalem to look for him. 46 After three days they found him in the temple courts, sitting among the teachers, listening to them and asking them questions. 47 Everyone who heard him was amazed(AK) at his understanding and his answers. 48 When his parents saw him, they were astonished. His mother(AL) said to him, “Son, why have you treated us like this? Your father(AM) and I have been anxiously searching for you.”

49 “Why were you searching for me?” he asked. “Didn’t you know I had to be in my Father’s house?”[f](AN) 50 But they did not understand what he was saying to them.(AO)

51 Then he went down to Nazareth with them(AP) and was obedient to them. But his mother treasured all these things in her heart.(AQ) 52 And Jesus grew in wisdom and stature, and in favor with God and man.(AR)

Footnotes

  1. Luke 2:2 Or This census took place before
  2. Luke 2:23 Exodus 13:2,12
  3. Luke 2:24 Lev. 12:8
  4. Luke 2:29 Or promised, / now dismiss
  5. Luke 2:37 Or then had been a widow for eighty-four years.
  6. Luke 2:49 Or be about my Father’s business