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Nacimiento de Jesús

Aconteció en aquellos días que salió un edicto de César(A) Augusto, para que se hiciera un censo de todo el mundo habitado[a](B). Este fue el primer censo que se levantó[b] cuando Cirenio era gobernador de Siria(C). Todos se dirigían a inscribirse en el censo, cada uno a su ciudad. También José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David(D), para inscribirse junto con María, comprometida para casarse con él, la cual estaba encinta.

Sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su Hijo primogénito(E); lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Los pastores y los ángeles

En la misma región había pastores que estaban en el campo[c], cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche. Y un ángel del Señor se les presentó(F), y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor. 10 Pero el ángel les dijo: «No teman(G), porque les traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; 11 porque les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador(H), que es Cristo[d](I) el Señor(J). 12 Esto les servirá de señal(K): hallarán a un Niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».

13 De repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo:

14 «Gloria a Dios en las alturas(L),
Y en la tierra paz entre los hombres[e] en quienes Él se complace[f](M)».

15 Cuando los ángeles se fueron[g] al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha dado a saber».

16 Fueron a toda prisa, y hallaron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre. 17 Cuando lo vieron, dieron a saber lo[h] que se les había dicho acerca de este Niño. 18 Y todos los que lo oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores. 19 Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón(N). 20 Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios(O) por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho.

21 Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al Niño(P), le pusieron por nombre Jesús, el nombre dado por el ángel antes de que Él fuera concebido en el seno materno(Q).

Jesús presentado en el templo

22 Al cumplirse los días para la purificación de ellos, según la ley de Moisés, lo trajeron a Jerusalén para presentar al Niño al Señor(R), 23 (como está escrito en la Ley del Señor: «Todo varón[i] que abra la matriz(S) será llamado santo para el Señor)», 24 y para ofrecer un sacrificio conforme a lo que fue dicho en la Ley del Señor: «Un par de tórtolas o dos pichones(T)».

25 Había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Este hombre, justo(U) y piadoso, esperaba la consolación de Israel(V), y el Espíritu Santo estaba sobre él. 26 Y por el Espíritu Santo se le había revelado(W) que no vería la muerte(X) sin antes ver al Cristo[j] del Señor. 27 Movido por[k] el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron para cumplir por Él[l] el rito de la ley(Y), 28 Simeón tomó al Niño en sus brazos, y bendijo a Dios diciendo:

29 «Ahora, Señor, permite que Tu siervo se vaya
En paz, conforme a Tu palabra(Z);
30 Porque mis ojos han visto Tu salvación(AA)
31 La cual has preparado en presencia de todos los pueblos;
32 Luz de[m] revelación a los gentiles(AB),
Y gloria de Tu pueblo Israel».

33 Y los padres del Niño[n](AC) estaban asombrados de las cosas que de Él se decían. 34 Simeón los bendijo, y dijo a Su madre(AD) María: «Este Niño ha sido puesto para caída y levantamiento[o] de muchos(AE) en Israel, y para ser señal de contradicción, 35 y una espada traspasará aun tu propia alma, a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones».

36 Y había una profetisa(AF), Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser(AG). Ella era de edad muy avanzada[p], y había vivido con su marido(AH) siete años después de su matrimonio[q], 37 y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones(AI). 38 Llegando ella en ese preciso momento[r], daba gracias a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén(AJ).

Crecimiento de Jesús

39 Habiendo ellos cumplido con todo conforme a la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret(AK). 40 Y el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios(AL) estaba sobre Él.

El niño Jesús discute con los maestros

41 Los padres de Jesús acostumbraban ir a Jerusalén todos los años a la fiesta de la Pascua(AM). 42 Y cuando Él cumplió doce años, subieron allá conforme a la costumbre de la fiesta. 43 Al regresar ellos, después de haber pasado todos los días de la fiesta(AN), el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo supieran Sus padres, 44 y suponiendo que iba en la caravana, anduvieron camino de un día, y comenzaron a buscar a Jesús entre los familiares y conocidos.

45 Cuando no lo encontraron, volvieron y lo buscaron en Jerusalén. 46 Después de tres días lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47 Todos los que le oían estaban asombrados de Su entendimiento y de Sus respuestas(AO). 48 Cuando Sus padres lo vieron, se quedaron maravillados; y Su madre(AP) le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has tratado de esta manera? Mira, Tu padre(AQ) y yo te hemos estado buscando[s] llenos de angustia».

49 Entonces Él les dijo: «¿Por qué me buscaban? ¿Acaso no sabían que me era necesario estar en la casa de Mi Padre(AR)?». 50 Pero ellos no entendieron(AS) las palabras que Él les había dicho. 51 Descendió con sus padres y vino a Nazaret(AT), y continuó sujeto a ellos. Y Su madre(AU) atesoraba todas estas cosas[t] en su corazón(AV). 52 Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura[u] y en gracia para con Dios(AW) y los hombres.

Footnotes

  1. 2:1 I.e. el Imperio romano.
  2. 2:2 O Esto tuvo lugar como primer censo.
  3. 2:8 Lit. a campo raso.
  4. 2:11 I.e. el Mesías.
  5. 2:14 Lit. de buena voluntad.
  6. 2:14 Lit. hombres de su agrado.
  7. 2:15 Lit. se fueron de ellos.
  8. 2:17 Lit. acerca de la palabra.
  9. 2:23 I.e. el primogénito.
  10. 2:26 I.e. al Mesías.
  11. 2:27 Lit. Y en.
  12. 2:27 Lit. hacer por Él según.
  13. 2:32 O para.
  14. 2:33 Lit. su padre y madre.
  15. 2:34 O la resurrección.
  16. 2:36 Lit. avanzada en muchos días.
  17. 2:36 Lit. de su virginidad.
  18. 2:38 Lit. a esa hora.
  19. 2:48 Lit. te buscamos.
  20. 2:51 Lit. las palabras.
  21. 2:52 O edad.

Nacimiento de Jesús

Por aquellos días, Augusto César decretó que se levantara un censo en todo el Imperio romano.[a] Este primer censo se efectuó cuando Cirenio gobernaba en Siria. Así que iban todos a inscribirse, cada cual a su propio pueblo.

También José, que era descendiente del rey David, subió de Nazaret, ciudad de Galilea, a Judea. Fue a Belén, la Ciudad de David, para inscribirse junto con María, que estaba comprometida para casarse con él. Ella se encontraba embarazada y mientras estaban allí se le cumplió el tiempo. Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.

Los pastores y los ángeles

En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar su rebaño. Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz y se llenaron de temor. 10 Pero el ángel dijo: «No tengan miedo. Miren que traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. 11 Hoy ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. 12 Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».

13 De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían:

14 «Gloria a Dios en las alturas,
    y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad».[b]

15 Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «Vamos a Belén, a ver esto que ha pasado y que el Señor nos ha dado a conocer».

16 Así que fueron de prisa y encontraron a María, a José y al niño que estaba acostado en el pesebre. 17 Cuando vieron al niño, contaron lo que les habían dicho acerca de él 18 y cuantos lo oyeron se asombraron de lo que los pastores decían. 19 María, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón y meditaba acerca de ellas. 20 Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído, pues todo sucedió tal como se les había dicho.

Presentación de Jesús en el Templo

21 Cuando se cumplieron los ocho días y fueron a circuncidarlo, lo llamaron Jesús, nombre que el ángel le había puesto antes de que fuera concebido.

22 Así mismo, cuando se cumplió el tiempo en que, según la Ley de Moisés, ellos debían purificarse, José y María llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor. 23 Así cumplieron con lo que en la Ley del Señor está escrito: «Todo varón primogénito será consagrado[c] al Señor».[d] 24 También ofrecieron un sacrificio conforme a lo que la Ley del Señor dice: «un par de tórtolas o dos pichones de paloma».[e]

25 Ahora bien, en Jerusalén había un hombre llamado Simeón, que era justo y devoto, y aguardaba con esperanza la consolación[f] de Israel. El Espíritu Santo estaba con él 26 y le había revelado que no moriría sin antes ver al Cristo del Señor. 27 Movido por el Espíritu, fue al Templo. Cuando al niño Jesús lo llevaron sus padres para cumplir con la costumbre establecida por la Ley, 28 Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios:

29 «Según tu palabra, Soberano Señor,
    ya puedes despedir a tu siervo en paz.
30 Porque han visto mis ojos tu salvación,
31     que has preparado a la vista de todos los pueblos:
32 luz que ilumina a las naciones
    y gloria de tu pueblo Israel».

33 El padre y la madre del niño se quedaron maravillados por lo que se decía de él. 34 Simeón les dio su bendición y dijo a María, la madre de Jesús: «Este niño está destinado a causar la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y a crear mucha oposición,[g] 35 a fin de que se manifiesten las intenciones de muchos corazones. En cuanto a ti, una espada te atravesará el alma».

36 Había también una profetisa, Ana, hija de Penuel, de la tribu de Aser. Era muy anciana; casada de joven había vivido con su esposo siete años 37 y luego permaneció viuda hasta la edad de ochenta y cuatro.[h] Nunca salía del Templo, sino que día y noche adoraba a Dios con ayunos y oraciones. 38 Llegando en ese mismo momento, Ana dio gracias a Dios y comenzó a hablar del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.

39 Después de haber cumplido con todo lo que exigía la Ley del Señor, José y María regresaron a Galilea, a su propio pueblo de Nazaret. 40 El niño crecía y se fortalecía; se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios lo acompañaba.

El niño Jesús en el Templo

41 Los padres de Jesús subían todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. 42 Cuando cumplió doce años, fueron allá según era la costumbre. 43 Terminada la fiesta, emprendieron el viaje de regreso, pero el niño Jesús se había quedado en Jerusalén, sin que sus padres se dieran cuenta. 44 Ellos, pensando que él estaba entre el grupo de viajeros, hicieron un día de camino mientras lo buscaban entre los parientes y conocidos. 45 Al no encontrarlo, volvieron a Jerusalén en busca de él. 46 Al cabo de tres días lo encontraron en el Templo, sentado entre los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47 Todos los que le oían se asombraban de su inteligencia y de sus respuestas. 48 Cuando lo vieron sus padres, se quedaron admirados.

—Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? —dijo su madre—. ¡Mira que tu padre y yo te hemos estado buscando angustiados!

49 Él respondió:

—¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar ocupado en los asuntos de mi Padre?

50 Pero ellos no entendieron lo que decía.

51 Así que Jesús bajó con sus padres a Nazaret y vivió sujeto a ellos. Y su madre conservaba todas estas cosas en el corazón. 52 Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de la gente.

Footnotes

  1. 2:1 el Imperio romano. Lit. el mundo.
  2. 2:14 paz … voluntad. Lit. paz a los hombres de buena voluntad. Var. paz, buena voluntad a los hombres.
  3. 2:23 Todo … consagrado. Lit. Todo varón que abre la matriz será llamado santo.
  4. 2:23 Éx 13:2,12.
  5. 2:24 Lv 12:8.
  6. 2:25 consolación. Alt. redención.
  7. 2:34 a crear mucha oposición. Lit. a ser una señal contra la cual se hablará.
  8. 2:37 hasta … cuatro. Alt. durante ochenta y cuatro años.

Nacimiento de Jesús(A)

Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo. Este primer censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria. Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo.

Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David. Fue allá a inscribirse, junto con María, su esposa, que se encontraba encinta. Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón.

Los ángeles y los pastores

Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas. De pronto se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos; y tuvieron mucho miedo. 10 Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos: 11 Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor. 12 Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo.»

13 En aquel momento aparecieron, junto al ángel, muchos otros ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían:

14 «¡Gloria a Dios en las alturas!
¡Paz en la tierra entre los hombres que gozan de su favor!»

15 Cuando los ángeles se volvieron al cielo, los pastores comenzaron a decirse unos a otros:

—Vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado.

16 Fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el establo. 17 Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del niño, 18 y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores. 19 María guardaba todo esto en su corazón, y lo tenía muy presente. 20 Los pastores, por su parte, regresaron dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo sucedió como se les había dicho.

El niño Jesús es presentado en el templo

21 A los ocho días circuncidaron al niño, y le pusieron por nombre Jesús, el mismo nombre que el ángel le había dicho a María antes que ella estuviera encinta.

22 Cuando se cumplieron los días en que ellos debían purificarse según la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentárselo al Señor. 23 Lo hicieron así porque en la ley del Señor está escrito: «Todo primer hijo varón será consagrado al Señor.» 24 Fueron, pues, a ofrecer en sacrificio lo que manda la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones de paloma.

25 En aquel tiempo vivía en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón. Era un hombre justo y piadoso, que esperaba la restauración de Israel. El Espíritu Santo estaba con Simeón, 26 y le había hecho saber que no moriría sin ver antes al Mesías, a quien el Señor enviaría. 27 Guiado por el Espíritu Santo, Simeón fue al templo; y cuando los padres del niño Jesús lo llevaron también a él, para cumplir con lo que la ley ordenaba, 28 Simeón lo tomó en brazos y alabó a Dios, diciendo:

29 «Ahora, Señor, tu promesa está cumplida:
puedes dejar que tu siervo muera en paz.
30 Porque ya he visto la salvación
31 que has comenzado a realizar
a la vista de todos los pueblos,
32 la luz que alumbrará a las naciones
y que será la gloria de tu pueblo Israel.»

33 El padre y la madre de Jesús se quedaron admirados al oír lo que Simeón decía del niño. 34 Entonces Simeón les dio su bendición, y dijo a María, la madre de Jesús:

—Mira, este niño está destinado a hacer que muchos en Israel caigan o se levanten. Él será una señal que muchos rechazarán, 35 a fin de que las intenciones de muchos corazones queden al descubierto. Pero todo esto va a ser para ti como una espada que atraviese tu propia alma.

36 También estaba allí una profetisa llamada Ana, hija de Penuel, de la tribu de Aser. Era ya muy anciana. Se casó siendo muy joven, y había vivido con su marido siete años; 37 hacía ya ochenta y cuatro años que se había quedado viuda. Nunca salía del templo, sino que servía día y noche al Señor, con ayunos y oraciones. 38 Ana se presentó en aquel mismo momento, y comenzó a dar gracias a Dios y a hablar del niño Jesús a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.

El regreso a Nazaret

39 Después de haber cumplido con todo lo que manda la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su propio pueblo de Nazaret. 40 Y el niño crecía y se hacía más fuerte, estaba lleno de sabiduría y gozaba del favor de Dios.

El niño Jesús es hallado en el templo

41 Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. 42 Y así, cuando Jesús cumplió doce años, fueron allá todos ellos, como era costumbre en esa fiesta. 43 Pero pasados aquellos días, cuando volvían a casa, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres se dieran cuenta. 44 Pensando que Jesús iba entre la gente, hicieron un día de camino; pero luego, al buscarlo entre los parientes y conocidos, 45 no lo encontraron. Así que regresaron a Jerusalén para buscarlo allí.

46 Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47 Y todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. 48 Cuando sus padres lo vieron, se sorprendieron; y su madre le dijo:

—Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia.

49 Jesús les contestó:

—¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?

50 Pero ellos no entendieron lo que les decía.

51 Entonces volvió con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndolos en todo. Su madre guardaba todo esto en su corazón. 52 Y Jesús seguía creciendo en sabiduría y estatura, y gozaba del favor de Dios y de los hombres.

The Birth of Jesus

In those days Caesar Augustus(A) issued a decree that a census should be taken of the entire Roman world.(B) (This was the first census that took place while[a] Quirinius was governor of Syria.)(C) And everyone went to their own town to register.

So Joseph also went up from the town of Nazareth in Galilee to Judea, to Bethlehem(D) the town of David, because he belonged to the house and line of David. He went there to register with Mary, who was pledged to be married to him(E) and was expecting a child. While they were there, the time came for the baby to be born, and she gave birth to her firstborn, a son. She wrapped him in cloths and placed him in a manger, because there was no guest room available for them.

And there were shepherds living out in the fields nearby, keeping watch over their flocks at night. An angel(F) of the Lord appeared to them, and the glory of the Lord shone around them, and they were terrified. 10 But the angel said to them, “Do not be afraid.(G) I bring you good news that will cause great joy for all the people. 11 Today in the town of David a Savior(H) has been born to you; he is the Messiah,(I) the Lord.(J) 12 This will be a sign(K) to you: You will find a baby wrapped in cloths and lying in a manger.”

13 Suddenly a great company of the heavenly host appeared with the angel, praising God and saying,

14 “Glory to God in the highest heaven,
    and on earth peace(L) to those on whom his favor rests.”

15 When the angels had left them and gone into heaven, the shepherds said to one another, “Let’s go to Bethlehem and see this thing that has happened, which the Lord has told us about.”

16 So they hurried off and found Mary and Joseph, and the baby, who was lying in the manger.(M) 17 When they had seen him, they spread the word concerning what had been told them about this child, 18 and all who heard it were amazed at what the shepherds said to them. 19 But Mary treasured up all these things and pondered them in her heart.(N) 20 The shepherds returned, glorifying and praising God(O) for all the things they had heard and seen, which were just as they had been told.

21 On the eighth day, when it was time to circumcise the child,(P) he was named Jesus, the name the angel had given him before he was conceived.(Q)

Jesus Presented in the Temple

22 When the time came for the purification rites required by the Law of Moses,(R) Joseph and Mary took him to Jerusalem to present him to the Lord 23 (as it is written in the Law of the Lord, “Every firstborn male is to be consecrated to the Lord”[b]),(S) 24 and to offer a sacrifice in keeping with what is said in the Law of the Lord: “a pair of doves or two young pigeons.”[c](T)

25 Now there was a man in Jerusalem called Simeon, who was righteous and devout.(U) He was waiting for the consolation of Israel,(V) and the Holy Spirit was on him. 26 It had been revealed to him by the Holy Spirit that he would not die before he had seen the Lord’s Messiah. 27 Moved by the Spirit, he went into the temple courts. When the parents brought in the child Jesus to do for him what the custom of the Law required,(W) 28 Simeon took him in his arms and praised God, saying:

29 “Sovereign Lord, as you have promised,(X)
    you may now dismiss[d] your servant in peace.(Y)
30 For my eyes have seen your salvation,(Z)
31     which you have prepared in the sight of all nations:
32 a light for revelation to the Gentiles,
    and the glory of your people Israel.”(AA)

33 The child’s father and mother marveled at what was said about him. 34 Then Simeon blessed them and said to Mary, his mother:(AB) “This child is destined to cause the falling(AC) and rising of many in Israel, and to be a sign that will be spoken against, 35 so that the thoughts of many hearts will be revealed. And a sword will pierce your own soul too.”

36 There was also a prophet,(AD) Anna, the daughter of Penuel, of the tribe of Asher. She was very old; she had lived with her husband seven years after her marriage, 37 and then was a widow until she was eighty-four.[e](AE) She never left the temple but worshiped night and day, fasting and praying.(AF) 38 Coming up to them at that very moment, she gave thanks to God and spoke about the child to all who were looking forward to the redemption of Jerusalem.(AG)

39 When Joseph and Mary had done everything required by the Law of the Lord, they returned to Galilee to their own town of Nazareth.(AH) 40 And the child grew and became strong; he was filled with wisdom, and the grace of God was on him.(AI)

The Boy Jesus at the Temple

41 Every year Jesus’ parents went to Jerusalem for the Festival of the Passover.(AJ) 42 When he was twelve years old, they went up to the festival, according to the custom. 43 After the festival was over, while his parents were returning home, the boy Jesus stayed behind in Jerusalem, but they were unaware of it. 44 Thinking he was in their company, they traveled on for a day. Then they began looking for him among their relatives and friends. 45 When they did not find him, they went back to Jerusalem to look for him. 46 After three days they found him in the temple courts, sitting among the teachers, listening to them and asking them questions. 47 Everyone who heard him was amazed(AK) at his understanding and his answers. 48 When his parents saw him, they were astonished. His mother(AL) said to him, “Son, why have you treated us like this? Your father(AM) and I have been anxiously searching for you.”

49 “Why were you searching for me?” he asked. “Didn’t you know I had to be in my Father’s house?”[f](AN) 50 But they did not understand what he was saying to them.(AO)

51 Then he went down to Nazareth with them(AP) and was obedient to them. But his mother treasured all these things in her heart.(AQ) 52 And Jesus grew in wisdom and stature, and in favor with God and man.(AR)

Footnotes

  1. Luke 2:2 Or This census took place before
  2. Luke 2:23 Exodus 13:2,12
  3. Luke 2:24 Lev. 12:8
  4. Luke 2:29 Or promised, / now dismiss
  5. Luke 2:37 Or then had been a widow for eighty-four years.
  6. Luke 2:49 Or be about my Father’s business

And it came to pass in those days, that there went out a decree from Caesar Augustus that all the world should be taxed.

(And this taxing was first made when Cyrenius was governor of Syria.)

And all went to be taxed, every one into his own city.

And Joseph also went up from Galilee, out of the city of Nazareth, into Judaea, unto the city of David, which is called Bethlehem; (because he was of the house and lineage of David:)

To be taxed with Mary his espoused wife, being great with child.

And so it was, that, while they were there, the days were accomplished that she should be delivered.

And she brought forth her firstborn son, and wrapped him in swaddling clothes, and laid him in a manger; because there was no room for them in the inn.

And there were in the same country shepherds abiding in the field, keeping watch over their flock by night.

And, lo, the angel of the Lord came upon them, and the glory of the Lord shone round about them: and they were sore afraid.

10 And the angel said unto them, Fear not: for, behold, I bring you good tidings of great joy, which shall be to all people.

11 For unto you is born this day in the city of David a Saviour, which is Christ the Lord.

12 And this shall be a sign unto you; Ye shall find the babe wrapped in swaddling clothes, lying in a manger.

13 And suddenly there was with the angel a multitude of the heavenly host praising God, and saying,

14 Glory to God in the highest, and on earth peace, good will toward men.

15 And it came to pass, as the angels were gone away from them into heaven, the shepherds said one to another, Let us now go even unto Bethlehem, and see this thing which is come to pass, which the Lord hath made known unto us.

16 And they came with haste, and found Mary, and Joseph, and the babe lying in a manger.

17 And when they had seen it, they made known abroad the saying which was told them concerning this child.

18 And all they that heard it wondered at those things which were told them by the shepherds.

19 But Mary kept all these things, and pondered them in her heart.

20 And the shepherds returned, glorifying and praising God for all the things that they had heard and seen, as it was told unto them.

21 And when eight days were accomplished for the circumcising of the child, his name was called Jesus, which was so named of the angel before he was conceived in the womb.

22 And when the days of her purification according to the law of Moses were accomplished, they brought him to Jerusalem, to present him to the Lord;

23 (As it is written in the law of the Lord, Every male that openeth the womb shall be called holy to the Lord;)

24 And to offer a sacrifice according to that which is said in the law of the Lord, A pair of turtledoves, or two young pigeons.

25 And, behold, there was a man in Jerusalem, whose name was Simeon; and the same man was just and devout, waiting for the consolation of Israel: and the Holy Ghost was upon him.

26 And it was revealed unto him by the Holy Ghost, that he should not see death, before he had seen the Lord's Christ.

27 And he came by the Spirit into the temple: and when the parents brought in the child Jesus, to do for him after the custom of the law,

28 Then took he him up in his arms, and blessed God, and said,

29 Lord, now lettest thou thy servant depart in peace, according to thy word:

30 For mine eyes have seen thy salvation,

31 Which thou hast prepared before the face of all people;

32 A light to lighten the Gentiles, and the glory of thy people Israel.

33 And Joseph and his mother marvelled at those things which were spoken of him.

34 And Simeon blessed them, and said unto Mary his mother, Behold, this child is set for the fall and rising again of many in Israel; and for a sign which shall be spoken against;

35 (Yea, a sword shall pierce through thy own soul also,) that the thoughts of many hearts may be revealed.

36 And there was one Anna, a prophetess, the daughter of Phanuel, of the tribe of Aser: she was of a great age, and had lived with an husband seven years from her virginity;

37 And she was a widow of about fourscore and four years, which departed not from the temple, but served God with fastings and prayers night and day.

38 And she coming in that instant gave thanks likewise unto the Lord, and spake of him to all them that looked for redemption in Jerusalem.

39 And when they had performed all things according to the law of the Lord, they returned into Galilee, to their own city Nazareth.

40 And the child grew, and waxed strong in spirit, filled with wisdom: and the grace of God was upon him.

41 Now his parents went to Jerusalem every year at the feast of the passover.

42 And when he was twelve years old, they went up to Jerusalem after the custom of the feast.

43 And when they had fulfilled the days, as they returned, the child Jesus tarried behind in Jerusalem; and Joseph and his mother knew not of it.

44 But they, supposing him to have been in the company, went a day's journey; and they sought him among their kinsfolk and acquaintance.

45 And when they found him not, they turned back again to Jerusalem, seeking him.

46 And it came to pass, that after three days they found him in the temple, sitting in the midst of the doctors, both hearing them, and asking them questions.

47 And all that heard him were astonished at his understanding and answers.

48 And when they saw him, they were amazed: and his mother said unto him, Son, why hast thou thus dealt with us? behold, thy father and I have sought thee sorrowing.

49 And he said unto them, How is it that ye sought me? wist ye not that I must be about my Father's business?

50 And they understood not the saying which he spake unto them.

51 And he went down with them, and came to Nazareth, and was subject unto them: but his mother kept all these sayings in her heart.

52 And Jesus increased in wisdom and stature, and in favour with God and man.