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Dios acepta a los humildes

Había unos que creían que siempre hacían el bien. Estaban tan seguros de sí mismos que menospreciaban a los demás. Jesús contó esta historia para ellos: 10 «Dos hombres fueron al templo a orar. Uno era un fariseo y el otro era un cobrador de impuestos. 11 El fariseo, puesto de pie, se puso a orar consigo mismo así: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás. No soy como los ladrones, los injustos, los que cometen el pecado de adulterio, ni tampoco como este cobrador de impuestos.

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The Parable of the Pharisee and the Tax Collector

To some who were confident of their own righteousness(A) and looked down on everyone else,(B) Jesus told this parable: 10 “Two men went up to the temple to pray,(C) one a Pharisee and the other a tax collector. 11 The Pharisee stood by himself(D) and prayed: ‘God, I thank you that I am not like other people—robbers, evildoers, adulterers—or even like this tax collector.

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